Ahora, apoyan al islamismo, la religión de la sumisión de la mujer al hombre, que tiene la supremacía mundial tanto en número como en coherencia y disciplina a la llamada de sus imanes, dependientes mayoritariamente de los petrodólares árabes o iraníes.
Los dirigentes del Poder Mundial Masónico utilizan a los musulmanes pacifistas o terroristas en virtud de la ambigüedad del Corán que predica la paz y también la muerte a los infieles.
Desde el 11 de Septiembre de 2001, atentado terrorista en Nueva York (3.000 muertos), el mundo está sometido a una guerra no convencional: guerras parciales, terrorismo, crisis financieras, falso cambio climático, inexistente gripe A, millones de niños abortados, etc.
Es fácil identificar esta situación con los planes masónicos (A. Pike- 1887) para dominar el mundo mediante tres guerras. Estamos en la III que finalizará con la implantación de la Federación de Repúblicas Islámicas de Europa (Al-Ándalus, Catalunya, Euskadi, Flandes, etc) prevista por la Prospectiva sociopolítica independiente para pocos años después de la entrada (hacia 2025) de Turquía en la Unión Europea.
El teledirigido “emperador” Obama y nuestro presidente por “accidente” siguen las directrices que emergen de unos pocos despachos de la gran manzana de Nueva York. Los tres grandes de Europa (Inglaterra, Francia, Alemania) se resisten de momento pero serán dominados por la imparable invasión pacífica de los úteros musulmanes y las oportunas crisis de las Bolsas internacionales, creadas por la superplutocracia de los grandes Bancos (no por tiburones independientes).
