El símbolo (llamado) de Nicea-Constantinopla debe su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros Concilios ecuménicos (años 321 y 381). Sigue siendo hoy el símbolo común a todas las Iglesias de Oriente y Occidente. Es más explícito y detallado que el Símbolo de los Apóstoles, que se expresa en 12 artículos:
- “Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra”.
- “Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor”
- “Jesucristo fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen”
- “Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado”
- “Jesucristo descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos”
- “Jesucristo subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso”
- “Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos”
- “Creo en el Espíritu Santo”
- “Creo en la Santa Iglesia Católica”
- “Creo en el perdón de los pecados”
- “Creo en la resurrección de la carne”
- “Creo en la vida eterna”.
Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica (epígrafes 198 a 1065): 1ª PARTE-2ª SECCIÓN-Los símbolos de la FE (12 artículos)
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