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martes, 27 de abril de 2021

***NOM: ECOLOGISMO una Religión POLÍTICA y Fraude del Cambio CLIMÁTICO

Calentamiento Global Antropogénico Catastrófico
Santiago Clavijo
25 abril 2021
Steve Goreham "The Mad, Mad, Mad World of Climatism"
Conferencia de P. Manuel Carreira, Doctor en Astrofísica. 
"Cambio Climático y Reingeniería de las Religiones" 
por Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja
***********
Ecologismo, una religión politica
Michael Crichton
Introducción

Se me ha pedido que hable sobre lo que considero que es el reto más importante que enfrenta la humanidad, y tengo un respuesta fundamental. El mayor reto que enfrenta la humanidad es distinguir entre la realidad y la fantasía, entre la verdad y la propaganda. Distinguir la verdad ha sido siempre un reto para la humanidad, pero en la era de la información (o como yo creo que es, la era de la desinformación) adquiere una urgencia y una importancia muy especial.

Tenemos que decidir todos los días si las amenazas que enfrentamos son reales, si la solución que se nos ofrece será para el bien, si los problemas que nos dicen que existen son problemas reales, o inexistentes.

Cada uno de nosotros tiene un sentido de la vida, y todos sabemos este sentido nos ha sido dado en parte por lo que otras gentes y sociedades nos dicen, en parte generado por nuestro estado emocional, que proyectamos hacia fuera; y en parte por nuestras genuinas percepciones de la realidad. En breve, nuestra lucha por determinar cuál es la verdad es la lucha para decidir cuáles de nuestras percepciones son genuinas, y cuáles son falsas porque ellas nos son entregadas, o vendidas, o generadas por nuestras propias esperanzas y miedos.

Ecologismo

Como ejemplo de este reto, hoy quiero hablarles sobre ecologismo. Y para no ser mal interpretado, quiero hacer perfectamente clara mi creencia de que nos incumbe a todos conducir nuestras vidas de una manera que tome en cuenta las consecuencias de nuestras acciones, incluyendo aquellas para los otra gente, y las consecuencias para el ambiente. Yo creo que es importante actuar de maneras comprensivas con el ambiente, y creo que esto será siempre una necesidad que se extiende hacia el futuro.

Creo que el mundo tiene problemas genuinos, y creo también que puede y debería ser mejorado. Pero pienso también que decidir qué constituye una acción responsable es inmensamente difícil, y las consecuencias de nuestras acciones son difíciles de conocer con anticipación. Pienso que nuestro historial de acciones ambientales es desalentador, para decirlo suavemente, porque hasta nuestros esfuerzos mejor intencionados a menudo resultan mal. Pero pienso que no reconocemos nuestros fracasos pasados, y no los enfrentamos con decisión. Y creo saber por qué.

Estudié antropología en la universidad, y una de las cosas que aprendí es que ciertas estructuras sociales siempre reaparecen. No pueden ser eliminadas de nuestra sociedad. Una de esas estructuras es la religión. Hoy se dice que vivimos en una sociedad secular en donde mucha gente —la mejor gente, la gente más iluminada— no cree en ninguna religión. Pero creo que no se puede eliminar a la religión de la psiquis de la humanidad. Si de alguna manera es suprimida, simplemente emerge nuevamente bajo otra forma. Uno puede no creer en Dios, pero uno tiene siempre que creer en algo que le dé sentido a la vida, y forma a su visión del mundo. Esa creencia es religiosa.

Ecologismo, Ideología y Religión: una versión pervertida de las creencias Judeo-Cristianas

Actualmente, una de las religiones más poderosas en el mundo Occidental es el ecologismo. Parece ser la religión elegida por los ateos urbanos. ¿Por qué digo que es una religión? Bien, sólo mire a las creencias. Si uno observa con cuidado, se ve que el ecologismo es, de hecho, el trazado de un nuevo mapa para el Siglo 21, pervirtiendo las tradicionales creencias Judeo-Cristianas.

Existe un Edén inicial, un Paraíso, un estado de gracia y unidad con la naturaleza; hay una caída de la gracia a un estado de contaminación como resultado de comer del árbol del conocimiento y, como resultado de nuestras acciones, hay un Día del Juicio llegando para todos nosotros. Somos todos pecadores de la energía, condenados a morir, a menos que busquemos la salvación, que ahora parece llamarse «sustentabilidad». La sustentabilidad es la salvación en la Iglesia del Ecologismo. Tal como la comida orgánica es su comunión, esa agua sin pesticidas que la gente correcta, con las creencias correctas bebe, es el vino del cáliz.

El Edén, la caída del hombre, la pérdida de la gracia, el inminente Apocalipsis, son estas estructuras profundamente míticas. Son creencias profundamente conservadoras. Puede ser que estén impresas como circuitos eléctricos en nuestros cerebros, ¿quién sabe? Por cierto, no quiero convencer a nadie de que abandone sus creencias, como no quiero convencer a nadie de que Jesucristo pueda no ser el Hijo de Dios que resucitó de entre los muertos. Estos no son hechos que se pueden discutir. Son asuntos de Fe.

Pero también así sucede, tristemente, con el ecologismo. De manera creciente, parece que los hechos comprobados no son necesarios, porque los argumentos ecologistas son acerca de creencias. Se trata de si uno va a ser un pecador, o será salvado. Si uno será parte de la gente en el bando de la salvación, o en el bando de los condenados. Si uno será parte de nosotros, o de ellos.

¿Estoy exagerando para marcar un punto? Me temo que no. Porque ahora sabemos mucho más acerca del mundo de lo que sabíamos hacen 40 años. Y lo que sabemos ahora no apoya tanto a ciertos mitos del ecologismo, y sin embargo, esos mitos no mueren. Veamos algunos de ellos:

El Edén Perdido de los ecologistas no existió jamás

No existe. Nunca existió. ¿Cuál fue el Edén del magnífico y mítico pasado? ¿Es acaso el tiempo en que la mortalidad infantil era del 80%, cuando 4 de 5 niños morían antes de los 5 años? ¿Cuándo una mujer entre 6 moría al dar a luz? ¿Cuándo la expectativa de vida promedio era de 40 años, como era en EEUU un siglo atrás? ¿Cuándo las plagas barrían el planeta, matando millones de un solo golpe? ¿Era cuando millones morían de hambrunas espantosas? ¿Era entonces cuando existía el Edén?

¿Y qué acerca de los pueblos indígenas, viviendo en un «estado de armonía» con ese Edén ambiental? Bueno, jamás lo hicieron. En este continente, la gente recién llegada que cruzó el puente de tierra, casi de inmediato se puso a barrer del planeta con cientos de especies de grandes animales, y lo hicieron varios miles de años antes de que el hombre blanco apareciese para acelerar el proceso. ¿Y cuáles eran las condiciones de vida? ¿Amables, pacíficas, armoniosas? Difícilmente: los pueblos primitivos del Nuevo Mundo vivían en un estado de guerra constante. Generaciones de odios, odios tribales, batallas constantes. Las tribus guerreras de este continente son famosas: los Comanches, Sioux, Apache, Mohawk, Aztecas, Toltecas, Incas. Algunos de ellos practicaban el infanticidio y sacrificios humanos. Y aquellas tribus que no eran ferozmente guerreras eran exterminadas, o aprendieron a construir sus poblados muy alto en los cerros para tener un cierto grado de seguridad.

¿Y qué hay acerca de la condición humana en el resto del mundo? Los Maoríes de Nueva Zelanda cometían masacres de manera regular. Los Dyaks de Borneo eran cazadores de cabezas. Los Polinesios, viviendo en un ambiente tan cercan al Paraíso como podamos imaginar, guerreaban constantemente, y crearon una sociedad tan odiosamente restrictiva que uno podía perder su vida si pisaba la huella dejada por un jefe. Fueron los Polinesios quienes nos legaron el concepto del tabú, como también a la palabra misma. El noble salvaje es una fantasía, y nunca fue real. Que haya todavía quienes lo siguen creyendo, 200 años después de Rousseau, muestra al tenacidad de los mitos religiosos, su habilidad de mantenerse a pesar de siglos de contradicciones fácticas.
Las ideas «políticamente correctas» sobre naturaleza, salvajismo y estado natural

Hasta existió un movimiento académico, durante la última parte del Siglo 20, que afirmaba que el canibalismo era una invención del hombre blanco para demonizar a los pueblos indígenas. (Sólo los académicos podían pelear en esa batalla). Sucedió unos treinta años antes de que finalmente los profesores llegaron al acuerdo de que sí, el canibalismo realmente ocurre entre los seres humanos. Mientras tanto, durante todo ese tiempo que duró la discusión, los montañeses de Nueva Guinea continuaban comiéndose los cerebros de sus enemigos, hasta que al fin se les hizo comprender que con ello arriesgaban contraer «kuru», una enfermedad neurológica fatal.

Más recientemente todavía, los amables Tasaday de las Filipinas resultaron ser una acrobacia publicitaria, una tribu inexistente. Y los pigmeos de África tienen uno de los índices más altos de homicidios del mundo.

«Espiritualismo» romántico

En menos palabras, la romántica visión del mundo natural como un Edén celestial es mantenida sólo por la gente que no tiene una real experiencia con la Naturaleza. La gente que vive en la naturaleza no son para nada románticos con respecto a ella. Pueden tener creencias espirituales sobre el mundo que les rodea, pueden tener un sentido de la unidad de la naturaleza o de la vida que existe en todas las cosas, pero aún siguen matando animales y arrancan plantas para comer, para vivir. Si no lo hacen, se mueren.

Y si usted hoy, ingresa a la naturaleza, aunque sea por algunos días, muy pronto se desencantará de todas sus ideas románticas sobre ella. Haga un paseo a pie por las selvas de Borneo, in en poco tiempo tendrá supurantes heridas en su piel, tendrá su cuerpo cubierto de bichos, picándole su cuero cabelludo, trepando por el interior de su nariz y oídos, tendrá infecciones y enfermedades y, si no está usted con alguien que conozca lo que hace, muy pronto se morirá de hambre. Pero es muy probable que hasta en las selvas de Borneo usted no experimentará la Naturaleza de manera tan directa, porque usted se habrá cubierto el cuerpo con DEET, repelente de insectos, y hará todo lo posible por mantener a esos insectos alejados de su cuerpo.

La verdad es, casi nadie quiere experimentar al verdadera Naturaleza. Lo que la gente quiere es pasar una o dos semanas en una cabaña en el bosque, con mosquiteros en las ventanas. Quieren un vida simplificada durante un rato, sin sus preocupaciones de la vida en la ciudad. O quieren un lindo viaje en una balsa por el río, por un par de días, con algún otro haciéndose cargo de cocinar. Nadie quiere realmente volver a la naturaleza de una manera real, y nadie lo hace. Es todo «charla». Y a medida de que pasa el tiempo, y la población mundial se hace cada día más urbana, es una charla desinformada. Los granjeros saben de qué están hablando. La gente de la ciudad no. Es todo fantasía.

Una manera de medir la persistencia de la fantasía, es notar la cantidad de gente que muere a causa de que no tienen ni el más mínimo conocimiento de cómo es la naturaleza en verdad. Se paran al lado de animales salvajes, como el búfalo, para sacarse una foto y terminan muriendo aplastados; suben a las montañas en tiempos helados y sin el adecuado equipo, y mueren congelados. Mueren ahogados en las olas porque no pueden concebir el verdadero poder de lo descuidadamente llaman «la fuerza de la naturaleza», han visto al océano, pero no han estado en él.

TV y otros medios de desinformación

La generación de la televisión espera que la naturaleza actúe de la manera que ellos quieren que sea. Creen que todas las experiencias pueden ser grabadas y editadas más tarde a placer. La noción de que el mundo natural obedece su propias reglas y no le importa un comino de sus expectativas les llega como un choque masivo. Personas ricas y educadas en un ambiente urbano experimentan la posibilidad de conducir sus vidas de la manera que desean. Compran ropas que se ajusta a sus preferencias, y decoran sus departamentos como más les gusta. Dentro de ciertos límites, pueden construir un mundo urbano que les agrada.

Pero el mundo natural no es tan maleable. Por el contrario, le exigirá que usted se adapte a él, y si no lo hace, usted se muere. Es un mundo rudo, poderoso, y despiadado, que la mayor parte de los occidentales urbanos no han experimentado.

Hace muchos años yo estaba haciendo trekking en las montañas del Karakorum, al norte de Pakistán, cuando mi grupo llegó a un río que debíamos cruzar. Era un río de deshielo, helado, y estaba corriendo muy rápido, pero no era muy profundo, quizás noventa centímetros cuando más. Nuestro guía instaló cuerdas para que la gente se aferrara a ellas mientras cruzaban y todos procedimos a vadear el río, uno a la vez, con mucho cuidado. Le pregunté al guía por qué tanto problema para cruzar un riacho de noventa centímetros. Me dijo, bien ... supongamos que usted se resbala, cae, y tiene una fractura expuesta. Estamos ahora a cuatro días de caminata de la última ciudad que cruzamos, donde había una radio. Aún si el guía pudiese llegar a toda velocidad hasta allí para obtener ayuda, pasarían por lo menos tres días hasta que pudiese regresar con un helicóptero. Si es que había algún helicóptero disponible. Y en tres días, es muy probable que yo hubiese muerto a causa de mis heridas. Por eso es que todo el mundo cruzaba con mucho cuidado. Porque en medio de la naturaleza, un pequeño resbalón puede resultar fatal.

Predicciones y Profecías fracasadas sobre el Apocalipsis ecológico

Pero regresemos a la religión. Si el Edén es una fantasía que nunca existió, y la humanidad no era ni noble, ni bondadosa, ni amorosa, si nunca caímos de la gracia, entonces, qué hay del resto de la doctrina y preceptos religiosos? ¿Qué hay de la salvación, la sustentabilidad, y el Día del Juicio? ¿Qué hay del próximo Apocalipsis ambiental por los combustibles fósiles y el calentamiento global, si no nos ponemos de rodillas y conservamos energía cada día?

Bueno, es interesante. Ustedes habrán notado que, últimamente, algo está ausente en la lista del Apocalipsis, de la letanía verde. Aunque los predicadores del ecologismo han estado aullando acerca de la sobrepoblación durante los últimos 50 años, en la última década parece que la población está tomando rumbos inesperados. Las tasa de fertilidad están cayendo casi en todas partes. Como resultado de ello, durante el curso de mi vida las cuidadosas predicciones de total de la población mundial han caído desde un máximo de 20.000 millones, a 15.000 millones, a 11.000 millones (que era la estimación de la ONU alrededor de 1990), hasta la actual de 9.000 millones; y pronto, quizás menos. Hay quienes creen que la población mundial hará su pico hacia el 2050 y luego comenzará de disminuir.

Hay otros que predicen que en el 2100 tendremos menos población que la que hay en la actualidad. ¿Es esta una razón para regocijarse, para decir Aleluya? Por cierto que no. Sin pausa, escuchamos ahora acerca de la crisis de la economía mundial que viene ahora a causa de una reducción de la población. Escuchamos hablar de la inminente crisis de una población que envejece. Nadie dirá que los profundos miedos expresados durante la mayor parte de mi vida resultaron no ser ciertos. A medida de que nos hemos adentrado en el futuro, estas visiones Apocalípticas se desvanecieron, como un espejismo en el desierto. Nunca estuvieron allí, y sin embargo, ellos aparecen para el futuro. Como los espejismos.

Está bien, los predicadores cometieron un error. Erraron con una predicción; son humanos, después de todo. ¿Y que hay con ello? Desgraciadamente, no es sólo una predicción. Es una jauría de ellas. Nos estamos quedando sin petróleo. Estamos agotando todos nuestros recursos naturales. Paul Ehrlich: 60 millones de Americanos morirán de hambre en los años 80. 40.000 especies se extinguen cada año. La mitad de las especies se habrán extinguido para el año 2000. Y más, y más, y más.

Con tantos fracasos pasados, usted creería que las predicciones ecologistas se harían más cautelosas. Pero no si se trata de una religión. Recuerde, el loco de la acera que carga un cartel prediciendo el fin del mundo no se retira cuando el mundo no se acaba el día esperado por él. Simplemente cambia el cartel, le pone una nueva fecha para el Día del Juicio, y regresa a caminar por las calles. Una de las características que definen a las religiones que sus creencias no tienen problemas con los hechos, porque ellas no tienen nada que con hechos.

¡La Prohibición del DDT mata!

De manera que puedo hablarles de algunos hechos. Sé que ustedes no han leído nada en los periódicos sobre lo que voy a decirles, porque los periódicos literalmente no lo informan. Puedo decirles que el DDT no es cancerígeno, y no hacía que los pájaros muriesen, y que jamás debería haber sido prohibido. Puedo decirle que la gente que lo prohibió sabía que no era cancerígeno, e igualmente lo prohibió. Puedo decirles que la prohibición del DDT ha causado la muerte de decenas de millones de personas en el mundo, especialmente pobres y niños, cuyas muertes son directamente atribuibles a una insensible sociedad occidental, tecnológicamente avanzada, que promovió la nueva causa del ecologismo al llevar adelante la fantasía sobre un pesticida, y así perjudicó de manera irreversible, al Tercer Mundo. La prohibición del DDT es uno de los episodios más desgraciados de la América del Siglo 20. Sabíamos bien que no había que hacerlo, y lo hicimos igual, y dejamos que la gente muriese en el mundo, y no nos importó un comino.

El «fumador pasivo» no existe, es un mito, como el «efecto invernadero» y otras leyendas de los ecologistas

Puedo decirles que el «fumar de segunda mano», o «fumador pasivo», no es un riesgo para la salud de nadie y jamás lo fue, y la EPA siempre lo supo. Puedo decirles que la evidencia sobre el calentamiento global por el supuesto «efecto invernadero» es, si lo hay, muchísimo más débil de lo que sus proponentes están dispuestos a admitir. Le puedo decir que el porcentaje del territorio de EEUU tomado para urbanización, incluyendo ciudades y caminos, es del 5%. Les puedo decir que el desierto del Sahara se está encogiendo, y que el hielo total de la Antártida está aumentando.

Les puedo decir que el panel de excelencia de la revista Science concluyó que no existe ninguna tecnología conocida que nos permita detener el aumento del dióxido de carbono durante el Siglo 21. Ni las energías eólicas, solares o la nuclear. Las conclusiones del panel son que es necesaria una tecnología totalmente nueva, como la fusión nuclear, y que de otra manera nada podría hacerse, y que mientras tanto, todos los esfuerzos serán una pérdida de tiempo y dinero. El panel dijo que, cuando el Panel Internacional de Cambio Climático IPCC de la ONU dijo que había tecnologías alternativas que podían controlar a los gases de invernadero, estaban equivocados.

Puedo, con mucho tiempo disponible, darles las bases fácticas de todo esto, y puedo citar a los adecuados artículos científicos, no de las revistas idiotas, sino de las publicaciones científicas mas prestigiosas, como Science y Nature. Pero esas referencias no harán impacto en más de un puñado de Ustedes, porque las creencias de una religión no se basan en hechos, sino que son asuntos de Fe. Dogmas inamovibles.

Los ecologistas son impermeables a los hechos

Muchos de nosotros hemos tenido alguna experiencia en la interacción con fundamentalistas religiosos, y comprendemos que uno de los problemas con los fundamentalistas es que no tienen una perspectiva de ellos mismos. Nunca reconocen que su manera de pensar es sólo una de las tantas otras maneras posibles de pensar, que pueden ser igualmente útiles o buenas. Por el contrario, ellos creen que su ruta es la única correcta, y que todos los demás están equivocados. Ellos están en el negocio de la Salvación, y que ellos quieren ayudarle a que usted vea las cosas de la manera correcta.

Quieren ayudarle a que usted sea salvado. Son totalmente rígidos y totalmente desinteresados en los puntos de vista opuestos. En nuestro complejo mundo moderno, el fundamentalismo es peligroso por su rigidez y su impermeabilidad a otras ideas.

Quiero decir que es ahora tiempo de que hagamos un gran cambio en nuestro pensamiento acerca del ambiente, similar al cambio ocurrido hacia el Día de la Tierra de 1970, cuando esta conciencia fue elevada por primera vez a los titulares periodísticos del mundo. Pero ahora, tenemos que sacar al ecologismo fuera del contexto religioso. Tenemos que detener las fantasías míticas, y tenemos que detener las predicciones Apocalípticas. En vez de ello, tenemos que comenzar a hacer ciencia dura.

Hay dos razones por las que todos tenemos que librarnos de la religión del ecologismo.

Religión, y además Política

1) Primero, necesitamos de un movimiento ambiental, y dicho movimiento no es muy efectivo si es conducido como una religión. Sabemos por la historia, que las religiones pueden matar gente, y el ecologismo ya ha matado entre 10 a 30 millones de personas desde los años '70. No es un buen prontuario. El ambientalismo tiene que estar basado exclusivamente en una ciencia objetiva y verificable, necesita ser racional, y necesita ser flexible. Y necesita ser apolítica. Mezclar las preocupaciones ambientales con las frenéticas fantasías que tiene la gente sobre uno u otro partido político, es desconocer la fría verdad: que hay muy poca diferencia entre los principales partidos políticos, excepto en la retórica demagógica.

Los esfuerzos para promover legislaciones efectivas para el ambiente no serán ayudados al pensar que los Demócratas nos salvarán y los Republicanos no. La historia política es más complicada que eso. Nunca olvidemos cuál fue el presidente que hizo nacer a la EPA: Richard Nixon. Y nunca olvidemos cuál fue el que vendió licencias federales de petróleo, permitiendo la perforación en Santa Bárbara: Lyndon Johnson. De modo que sáquese a la política de la cabeza cuando piense en el ambiente.

2) La segunda razón para abandonar a la religión ecologista es más apremiante. Las religiones creen saberlo todo, pero la infeliz verdad del ambiente es que estamos manejando sistemas increíblemente complejos, que evolucionan de manera constante, y usualmente no sabemos cuál es la mejor manera de actuar. Aquellos que están seguros demuestran su tipo de personalidad, o su sistema de creencias, no el estado de sus conocimientos. Nuestro registro del pasado, por ejemplo manejando a los parques nacionales, es humillante. Nuestro esfuerzo de más de 50 años de apagar incendios forestales es un bienintencionado desastre del que nuestros bosques nunca se recuperarán.

Necesitamos se humildes, profundamente humildes, en la cara de lo que estamos tratando de hacer. Necesitamos probar varios métodos de lograr las cosas. Tenemos que ser abiertos de mente acerca de la reevaluación de los resultados de nuestros esfuerzos, y necesitamos ser flexibles en el balance de las necesidades. Las religiones no son buenas haciendo nada de estas cosas.

¿Qué hacer?

¿Cómo haremos para sacar al ambientalismo fuera del control de la religión, y de regreso a la disciplina científica? Hay una simple respuesta: tenemos que implementar requerimientos mucho más estrictos para lo que constituye el conocimiento en el ámbito de la ecología. Estoy realmente cansado de los así llamados «hechos» politizados que simplemente no son verdad. No se trata de que estos «hechos» son exageraciones de una verdad subyacente. Tampoco se trata de que ciertas organizaciones están hilando su caso para presentarlo de la manera más impactante. Nada de ello: lo que más y más grupos están haciendo, es emitir mentiras, puras y simples. Falsedades que ellos mismos saben que lo son.

Esta tendencia comenzó con la campaña contra el DDT, y persiste hasta hoy. En este momento, la EPA esta total y desesperadamente politizada. En el ocaso de Carol Browner, lo mejor sería cerrarla por completo y comenzar de nuevo. Lo que necesitamos es una nueva organización mucho más cercana a la FDA. Necesitamos una organización que sea inflexible con respecto a la adquisición de resultados verificables, que financiará proyectos de investigación idénticos a más de un grupo, y que haga que todo el mundo en este campo se vulva honesto. Y rápido.

Porque al final, la ciencia nos ofrece la única salida fuera de la política. Y si permitimos que la ciencia se politice, entonces estamos perdidos. Ingresaremos al versión de Internet de la Edad Oscura, una era de cambiantes miedos y perjuicios, transmitidos a un público que lo ignora todo. Ese no es un buen futuro para la raza humana. Ese es nuestro pasado. De modo que es tiempo de abandonar esta religión del ecologismo, y regresar a la ciencia del ambientalismo, y basar firmemente nuestras decisiones sobre políticas públicas en dicha ciencia.

Muchas gracias. 

sábado, 11 de julio de 2020

Ecologismo, Ambientalismo y Cambio climático: El rodillo ideológico se va imponiendo rápidamente en la sociedad occidental. Ideología que va más allá de la naturaleza: una mezcla de paganismo y socialismo

El ambientalismo avanza con fuerza 
apoyado por la cultura, la prensa y la política
4 julio 2020
El rodillo ideológico se va imponiendo rápidamente 
en occidente. Ideología que va más allá de la naturaleza: 
una mezcla de paganismo y socialismo

Ecologismo radical, animalismo o veganismo son algunas de las corrientes que se están expandiendo por un mundo cada vez más inestable y que en la práctica se han convertido en pseudorreligiones amparadas por la fuerza de la corrección política. Y todo el que ose contradecir estas tesis, incluso desde el fundamento científico, se enfrenta al ostracismo y al vacío social.

Greta Thunberg y su causa ecologista es el claro ejemplo de cómo una teoría de este tipo va ganando espacio aupada por los poderosos. Y esto está teniendo otro tipo de consecuencias. Este discurso oficial y hegemónico se ha traducido el pasado fin de semana en un gran resultado electoral de los llamados "verdes" haciéndose con las alcaldías de ciudades tan importantes como Lyon, Estrasburgo o Burdeos.

"Conquistados" por esta ideología

Para explicar este fenómeno verde que avanza como un rodillo Famille Chretienne ha consultado al prestigioso geógrafo Jean-Robert Pitte, durante años presidente de la Universidad París-Sorbona (París IV) y miembro de la Academia francesa de Ciencias Morales y Políticas.

En su opinión, “los franceses, como la mayoría de los habitantes del planeta, son conquistados por el ecologismo. Esto, al contrario de lo que proclaman sus seguidores, no se basa en certezas científicas, sino en ideología, un cóctel que proviene del pensamiento mágico y el reciclaje de algunas ideas antiliberales del socialismo”.

Cuidar la creación como obra llevada a cabo por Dios, que es a lo que están llamados los católicos, es un punto, pero otro muy distinto es el ecologismo como ideología extrema y pseudoreligión.

Neomalthusianismo y visión catastrófica del mundo

Este ambientalismo extremo que tanta popularidad mediática y política tiene ahora mismo considera, según Pitte, “el sentimiento de que la humanidad no tiene derechos sobre el medio ambiente y que los reinos de minerales, plantas y animales deben ser respetado y no administrados de manera inteligente al servicio de los hombres”.

Además, estas ideologías viven, en su opinión, de “un pesimismo fundamental sobre el futuro de la humanidad en la tierra, un neomalthusianismo y una visión catastrofista de las realidades terrenales muy alejadas de las realidades geográficas observables y la historia del medio ambiente”.

Hace unos meses se refería a este mismo asunto el arzobispo de Sidney, el dominico Anthony Fisher, que arrojó luz sobre algunos conceptos en torno al actual ambientalismo, encarnado en estos momentos por el “discurso apocalíptico” de la adolescente Greta Thunberg.

“Es casi trivial observar que este ambientalismo se ha convertido para algunos que han abandonado la fe tradicional en un sustituto de la misma. Michael Crichton, autor de Jurassic Park, de La amenaza de Andrómeda y de otros clásicos, antes de morir, se refirió al ecologismo como ‘la religión preferida por los ateos urbanos’, una religión que ‘reinterpreta’ las creencias judeocristianas de una nueva manera”, explicaba el arzobispo en su homilía.

"Un celo cuasirreligioso"

De hecho, asegura que “los partidarios de esta fe demuestran un dogmatismo y un celo cuasirreligioso, tienen sus sacerdotes y sacerdotisas, sus credos e incluso rituales”.

De este modo, el prelado australiano indicaba con claridad que “así quienes se dejan llevar por las modas confiesan ahora varias 'ecoteologías' y 'espiritualidades de la creación': siempre románticas, apocalípticas o ambas a la vez; a menudo eclécticas, a veces coqueteadoras con un animismo precristiano o con el panteísmo postcristiano”.

“El vínculo inextricable entre el amor del Creador y el amor de Su creación significa una toma de conciencia cristiana muy particular del cuidado pastoral. Donde otros buscan soluciones políticas, financieras o tecnológicas a nuestros problemas mundiales, la Iglesia propone una conversión moral y espiritual antes de cualquier acción de este tipo. Como San Pablo lo pone muy bien hoy: somos uno con toda la creación; nosotros también gemimos internamente mientras esperamos nuestra glorificación corporal y la de todo el cosmos. Esta es nuestra esperanza cristiana”, concluyó monseñor Fisher su homilía en el Seminario Redemptoris Mater de Sidney.

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martes, 13 de diciembre de 2011

“Cambio Climático”: Cumbre social-ecologista- masónica de la ONU en Durban. (208)


En Copenhage (2009), la ONU fracasó en el intento de obligar a cumplir el “Protocolo de Kioto” (1997), a causa de la crisis económica mundial. Ahora, la mayoría de los ecologistas, de los políticos y de los medios de comunicación tienen otras preocupaciones. Por lo que sorprende, que el buscador BUIGLE mantenga en portada, como última noticia católica, la publicada en la web ZENIT:

Benedicto XVI insta a ponerse de acuerdo ante el Cambio Climático
Respaldo del papa a la conferencia de la ONU en Durban
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 27 noviembre 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pronunciado este domingo, al final del Ángelus, unas palabras de apoyo a la cumbre de la ONU sobre el clima que se celebra en Durban, Sudáfrica, a partir de este lunes 28. Un respaldo que abre un respiro a un encuentro que se produce entre el escepticismo de importantes países y las reticencias de algunas grandes potencias.

“Mañana –dijo el papa- comenzarán en Durban, en Sudáfrica, los trabajos de la Convención de la ONU sobre el cambio climático y del Protocolo de Kioto”.

“Auguro que todos los miembros de la comunidad internacional concuerden una respuesta responsable, creíble y solidaria a este preocupante y complejo fenómeno, teniendo en cuenta las exigencias de las poblaciones más pobres y de las generaciones futuras”, exhortó Benedicto XVI.

ZENIT manipula escandalosamente las palabras del Papa, que pidió “una respuesta responsable y creible a este complejo fenómeno”, porque subtitula la noticia “respaldo del papa a la conferencia”, lo que es una falsedad.

Desde 2009, el blog CLAVIJO ha publicado varios artículos sobre el “Cambio Climático”, entendido como calentamiento global antropocéntrico (a causa de la acción del hombre) y su relación con el Ecologismo (ideología y no ciencia), la ONU. la Nueva Era, el Nuevo Orden Mundial y el Poder Oculto, que pretende el Gobierno Mundial (“Gobernanza” es el nuevo palabro), al que solamente se oponen con firmeza los católicos enterados y los patriotas.

Seguidamente se citan: artículos de este blog, informes universitarios y noticias de actualidad:

Mentiras del Cambio Climático
Los ciclos del clima están regulados fundamentalmente por las radiaciones del sol y su distancia variable a la Tierra.

El “protocolo de Kyoto (1997)”, patrocinado por la ONU, es parte del plan político de los poderosos para alcanzar el gobierno mundial. Se utiliza la ideología neocomunista del ecologismo para manipular la opinión pública, que es muy sensible al cuidado de la naturaleza y del medio ambiente.

A causa del temor a las catástrofes, la gente cede libertad a cambio de promesas de seguridad. La teoría del cambio climático responsabiliza al CO2, producido por la actividad humana, del calentamiento global que nos llevará a la catástrofe en las próximas décadas. Será necesario y urgente invertir cientos de miles de millones de dólares en reducir la emisión de gases nocivos, lo que ocasionará una disminución del progreso técnico y del nivel de vida de los pueblos desarrollados y tercermundistas. Pero esta teoría es un fraude a la ciencia ya que nunca ha sido aceptada por científicos multidisciplinares ajenos a las subvenciones políticas de la ONU.
El “Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC)”, fundado en 1988 por la ONU, predice en su IV informe (2007) que la temperatura media de la tierra aumentará entre 1 y 3ºC para el año 2100 y que el nivel del mar subirá entre 55 y 88 centímetros.
Pero sabemos que en la época de los dinosaurios, una de las más calientes de la historia, la temperatura media alcanzó los 22ºC; solamente siete grados más que en la actualidad, cuando faltan varias decenas de miles de años para finalizar el ciclo de calentamiento antes de iniciar el camino a la V glaciación.

Los datos reales sobre el clima contradicen a los promotores de Kyoto porque en 1998 subió solamente una o dos décimas de grado y después se ha estabilizado a pesar del incremento de CO2.

Las dos organizaciones subordinadas de la ONU, Greenpeace y WWF (World Wildlife Fund) orquestan la “hora del planeta”, campaña engañabobos de ahorro de energía. Mucha gente no sabe que también son las principales promotoras del crimen del aborto en todo el mundo. Es la conexión entre “cambio climático” y “salud reproductiva”.
Religión ecologista
El pasado 4.11.2009, se celebró una singular reunión en el castillo de Windsor, convocada por el príncipe Felipe de Edimburgo y el secretario general de la ONU.
Asistieron representantes de todas las creencias religiosas del mundo, que firmaron el primer gran compromiso internacional coordinado para la conservación del medio ambiente con el fin de amoldar el comportamiento de los fieles a la protección de la naturaleza en el sentido que marcan las organizaciones ecologistas de la ONU. Fue la aportación de las religiones a la “XV Conferencia del Cambio Climático” de Copenhague.
Los compromisos de Windsor apestan a sincretismo panteísta, aunque tratan de disimularlo. Aparecen involucrados también algunos representantes de segundo nivel de instituciones católicas porque es difícil distinguir entre fe católica y culto pagano a la tierra.
Felipe de Edimburgo patrocinó la “Ética planetaria” de Hans Küng, presentada en el “Parlamento de las religiones del mundo” de la ONU y en el “Foro económico de Davos”. La “Ética planetaria” y la “Carta de la Tierra” pretenden ser los instrumentos del “Nuevo Orden Mundial” para sustituir a los DIEZ MANDAMIENTOS

Aborto y Cambio Climático

La historia ha destruido el mito del exceso de población por lo que la conspiración para un “Nuevo Orden Mundial” desarrolla otras estrategias para justificar la necesidad del control demográfico. Ahora hay que reducir las emisiones de CO2 con el fin de evitar el calentamiento global.

El informe de una Universidad norteamericana concluye con el dogma: “Toda persona es responsable de las emisiones de CO2 producidas por sus descendientes”. Es el Neomaltusianismo que pretende penalizar a la pareja que tenga más de un hijo en contra de la ley natural y de la libertad individual.

La mayoría de los gobiernos (Obama y Zapatero a la cabeza) promocionan a distinto nivel la mal llamada economía “sostenible” para combatir el aumento de la temperatura media del planeta. Se ha demostrado que el CO2 producido por la actividad humana, no influye en el supuesto calentamiento global, tesis tan falsa como la de Malthus: “La población aumenta en progresión geométrica mientras que los alimentos lo hacen en progresión aritmética, por lo que debe impedirse que los pueblos y las clases sociales inferiores se reproduzcan”. No hay duda de que es una tesis racista al servicio del supercapitalismo que dirige la política mundial.

Noticia de actualidad es la concesión del Premio Nobel de Medicina a Robert Edwards, biólogo investigador de la universidad de Cambridge que inició (1965) la técnica FIV (Fecundación In Vitro). En 1978 consiguió la primera niña probeta, violando la ley natural de Dios para la procreación dentro de la entrega mutua de hombre y mujer. En el proceso de selección (eugenesia) de embriones en laboratorio son asesinados todos los óvulos fecundados menos uno. Desde hace unas décadas la Genética ha demostrado que la vida comienza en el instante de la concepción cuando se unen los genes del padre y de la madre, por lo que todos los embriones son seres humanos con plena dignidad y derechos.

La ofensiva eugenésica actual es parte de la estrategia de ideología masónica, adoptada por los políticos al servicio del “Poder en la sombra” para impedir el supuesto cambio climático.

El Aborto, la Eugenesia y la Eutanasia son los pilares del imperio del Anticristo: se contabilizan más de cuarenta millones de abortos al año (uno por segundo). El objetivo es reducir la población mundial. Los que han llevado a Obama al poder, fomentan y financian el mayor genocidio de la Historia que nos aproxima al Apocalipsis. No hay duda de que es la obra del “Maligno”.

Social-ecologismo masónico de la ONU
El “Nuevo Orden Mundial” realiza una gran subversión contra el orden natural mediante la creación de nuevos paradigmas religiosos y culturales, colonizando las conciencias de los pueblos para conseguir ciudadanos dóciles, para lo cual necesita destruir la Iglesia Católica, convirtiendo la fe en Cristo en una mera doctrina de ayuda o solidaridad social.
Según el cardenal Ratzinger, los proyectos “Carta de la Tierra” y “Ética Planetaria” de Hans Küng son la base cultural y ética para el “Nuevo Orden Mundial”, que permitirán el desarrollo sustentable o sostenible de la humanidad.
La UNESCO trabajaba ya (1991) en el proyecto “Ética universal de vida sostenible” que parte del dogma inapelable:”los recursos disponibles y el espacio de la tierra son limitados” por lo que la única causa de deterioro ambiental es el factor demográfico que crea un flujo migratorio hacia los países desarrollados, que no tienen capacidad de acoger a los más pobres. La UNESCO pretende que su nueva ética obligue a todos los países e individuos, de modo que las leyes nacionales fomenten la familia con pocos hijos.
Nada tiene que ver la legítima preocupación por el medioambiente (doctrina católica) con el paradigma ecologista de una nueva ética o religión universal (Nueva Era), mezcla de relativismo moral, sincretismo religioso y panteísmo.
El disfraz espiritualista del ecologismo aparenta un ámbito de diálogo interreligioso´, cuando es un intento de imponer el pensamiento único, que permitirá alcanzar el “Poder Mundial” a una élite superplutocrática masónica.
La celebración (2007) del “Día de la Tierra” permitió la alianza de grupos de todas las religiones, incluso católicos. La transformación (2009) en “Día Internacional de la Madre Tierra” fue declarado por la ONU a instancia de Evo Morales, presidente de Bolivia, y defendido en la Asamblea General por Leonardo Boff, franciscano brasileño formado en Munich, promotor del movimiento liberacionista y reprobado (1985) por el Vaticano.
El modo en que está planteado el tema del “Calentamiento global” es una excusa para limitar la población mundial y su nivel de vida. El ecologismo socialmasónico pretende exigir a los países pobres en vías de desarrollo que dediquen cuantiosos recursos para impedir la contaminación ambiental, es decir, condenarlos al subdesarrollo.
Václav Klaus, presidente de la República Checa, ha declarado “el alarmismo sobre el calentamiento global es una ideología para reprimir la libertad individual y el desarrollo de la prosperidad en el mundo. Las víctimas, de Al Gore y la histeria global de muchos políticos y periodistas, serán los países más pobres que no podrán hacer frente a los compromisos de Kioto”.
El Reporte del Senado USA (2008) sobre“Calentamiento global originado por el hombre” rebate la tesis del IPCC de la ONU y de Al Gore, ex-vicepresidente USA. Al Gore ya había propuesto (años 90) un férreo control de la natalidad global.
En la Conferencia de Copenhague sobre el “Cambio Climático” (2009), se propuso universalizar el control de la población mediante una inversión en anticonceptivos de siete dólares para cada tonelada de CO2 producida.

“Carta de la Tierra” de la ONU
Federico Mayor Zaragoza, director general de la UNESCO (1987-99), fue el padrino de la Carta desde el comienzo, con el apoyo de la “Cruz Verde Internacional” de M.Gorbachov y del “Consejo de la Tierra” de M.Strong. Los principios de la Carta pretenden reemplazar a los Diez Mandamientos.
El preámbulo de la Carta dice: “La Humanidad es parte de un vasto universo evolutivo: la Tierra está viva. El medio ambiente global, con recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la Tierra es un deber sagrado.
Los postulados agnósticos y panteístas de la Carta serían la base de una nueva sociedad para el Nuevo Orden Mundial. La visión totalizante del “desarrollo sostenible” impregnada del lenguaje ambiguo de la Nueva Era masónica aparece una y otra vez:

“Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas”. “Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra”.
“Adaptar planes de desarrollo sostenible y leyes de conservación ambiental como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo”.
“Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario”. Es el paradigma del social-ecologismo masónico para controlar la natalidad y salvar el planeta.
“Afirmar la igualdad de género como pre-requisito para el desarrollo sostenible. Fomentar la salud reproductiva y la reproducción responsable”.

La Carta de la Tierra impone la sumisión a la ONU, el Nuevo Orden Mundial y la Religión Universal (Nueva Era).
Dios está totalmente ausente, la visión cristiana es irreconciliable con el inmanentismo panteísta de la Carta: la persona humana es una partícula del universo en igualdad de condiciones con un animal o un vegetal, incapaz para conocer cualquier realidad que no sea material.
El desarrollo sostenible definido en la Carta, adquiere el carácter de una pseudo-categoría teológica que aspira a imponer su moralidad a todo el mundo. La Carta de la Tierra es un manifiesto pagano que busca dar una base ética al férreo control de la natalidad. Es un paradigma de la re-ingeniería social anticristiana que promueve la ideología de género y la salud sexual y reproductiva (homosexualidad y aborto).
La Carta de la Tierra no sólo justifica sino que obliga a provocar un verdadero holocausto, con leyes que autorizan el abominable crimen del aborto en nombre de los nuevos derechos humanos.
El proyecto de la Carta lleva más de quince años de desarrollo con presencia en congresos, foros y parlamentos, busando el consenso universal. Entre las personas y asociaciones que pretenden sumar al consenso se encuentran políticos, financieros y comunidades cristianas.

Calentamiento global y Cambio climático (www.tecnun.es)

El calentamiento global es un buen ejemplo de la complejidad que los temas ambientales presentan, pues mientras muchos estudiosos del tema consideran que hay serios motivos para pensar que este fenómeno se está produciendo. Otros, en cambio, insisten en que no hay argumentos científicos para estas afirmaciones y que es prematuro decir que hay un calentamiento global . A contnuación se recogen algunas de las diferentes posturas que se pueden encontrar sobre estos temas:

Evidencias de cambio climático según el Informe del IPCC (diciembre 1995)

La discusión sobre el "calentamiento global" está en plena ebullición. Los estudios, congresos y reuniones para estudiar el tema se suceden. Entre los organismos que se dedican a este tema destaca el IPCC (Intergovernmental Panel on Climatic Change) que fue constituido por las Naciones Unidas y la Organización Metereológica Mundial, en 1988, para estudiar el Cambio Climático. A finales de 1995 publicaron el Segundo Informe, un documento de 2000 páginas de especial importancia porque es el que utilizarán las Naciones Unidas para su política ambiental en este tema en los próximos años.

La principal conclusión del documento es que: "El conjunto de evidencias sugiere una cierta influencia humana en el conjunto del clima". Como se ve es una afirmación muy prudente. Aunque no llegan a afirmar tajantemente la influencia de la actividad humana en el clima, sí que se comprometen más que en el Informe anterior, de 1990, en el que dijeron que no podían afirmar si el incremento de 0,5ºC producido en las temperatura media del planeta en los últimos 100 años, estaba causado por las actividades humanas.



¿Por qué es tan difícil determinar si está habiendo cambio climático o no, y, si se estuviera produciendo, saber si se debe a las actividades humanas?

La dificultad de estos estudios proviene del gran número y complejidad de los factores que afectan al clima. Las variaciones en el clima dependen de factores intrínsecos como, por ejemplo, las condiciones de la atmósfera, los océanos, los hielos, y la tierra firme, incluyendo sus diversos ecosistemas y tipos de vegetación, las zonas cubiertas de nieve, las aguas superficiales y subterráneas, etc. Pero también están influidas por factores externos como la actividad del sol, o las variaciones de la órbita de la Tierra en el sistema solar. Otras actividades externas que pueden influir son las erupciones volcánicas que con sus cenizas oscurecen la atmósfera, o las actividades humanas que añaden gases o partículas a la atmósfera.

La radiación que la Tierra devuelve al espacio debe ser igual que la que recibe del sol, para que se mantenga la temperatura. Pero la entrada y salida de estas radiaciones depende de muchos factores que pueden facilitarla o dificultarla, e, incluso, producir los dos efectos a la vez. Los rayos solares no pasan con igual facilidad por unos gases o por otros; así, mientras el oxígeno y el nitrógeno son transparentes a las radiaciones infrarrojas, los gases con efecto invernadero no lo son. Las nubes también absorben la radiación calorífica infrarroja, tendiendo a calentar la atmósfera, pero además reflejan la energía que llega del sol y por este efecto tienden a enfriar la superficie.

Los océanos absorben el calor, amortiguando los cambios de temperatura, y también disuelven grandes cantidades de anhídrido carbónico, por lo que su influencia en el clima es muy notable. La vegetación y las aguas continentales influyen en la humedad de la atmósfera y, por tanto, en el clima. Las partículas suspendidas en la atmósfera, bien sean procedentes de los volcanes u otros fenómenos naturales, o los pequeños cristales de sulfato procedentes de contaminación de origen humano, oscurecen la atmósfera dificultando la llegada de radiación y tendiendo a enfriar la Tierra. Así, por ejemplo, la erupción del Pinatubo en Filipinas en 1991 produjo un apreciable enfriamiento de la temperatura en los dos años siguientes.

Las interacciones y relaciones entre todos estos factores son, como es fácil comprender, muy complejas. Para intentar dar datos concretos de cuantos grados puede cambiar la temperatura en el próximo futuro y como pueden afectar estos cambios al clima de las distintas zonas del mundo, los científicos construyen complejos modelos numéricos en los que deben entrar todos estos factores, las relaciones entre ellos y las leyes que regulan sus cambios. Al ser modelos tan complicados necesitan grandes ordenadores para su resolución. Cuando se desarrolla un nuevo modelo, primero se prueba sin factores externos para comprobar si se consiguen con el buenas predicciones que se adapten a los datos que conocemos. Una vez probado se introducen los datos de posibles situaciones futuras, como pueden ser las concentraciones de gases invernadero previstas para los próximos años y las diferencias entre unas predicciones y otras ayudan a estimar cual será el previsible cambio climático.

Con los últimos modelos desarrollados, el Informe de 1995 del IPCC, rebajaba la cifra estimada para el calentamiento global. Piensan que para el 2100 la temperatura media de la Tierra será unos 2ºC más alta que la de 1990, lo que significa un incremento un tercio más bajo que el que habían previsto en el informe de 1990. El informe calcula también que el nivel del mar será, en el 2100, unos 50 cm más alto que el actual; lo que es una estimación unos 17 cm más baja que la que hicieron en 1990.

Estos cambios pueden parecer pequeños pero supondrían grandes transformaciones en los ecosistemas y en los climas y formas de vida de grandes zonas de la Tierra. No es posible predecir con gran seguridad lo que pasaría en los distintos lugares, pero es previsible que los desiertos se hagan más cálidos pero no más húmedos, lo que tendría graves consecuencias en el Oriente Medio y en Africa donde el agua es escasa. Unos 118 millones de personas podrían ver inundados los lugares en los que viven por la subida de las aguas. Entre un tercio y la mitad de todos los glaciares del mundo se fundirían, poniendo en peligro las ciudades y campos situados en los valles que se encuentran por debajo del glaciar.

Según Houghton, de la Oficina Metereológica del Reino Unido, los Gobiernos deberían tomarse en serio este Informe: "Los políticos piensan, algunas veces, que les estamos pidiendo que actúen contra algo que probablemente no sucederá, pero nuestro mensaje es que ellos deberián planificar para preparar al mundo para lo que sí será el escenario más probable en el próximo siglo: el cambio climático".


No hay evidencia de calentamiento global (Richard S. Lindzen del MIT)

Lindzen es un científico de reconocida fama mundial del Massachusetts Institute of Technology, experto en el estudio de la atmósfera.

En un artículo en The New York Times, en junio de 1996 decía: "No tenemos ninguna evidencia de que el aumento en las emisiones de gases con efecto invernadero estén produciendo importantes cambios climáticos". Afirma que las predicciones hechas por los expertos del IPCC se basan en modelos de ordenador tan incompletos que las hacen inservibles. Su principal argumentación se fundamenta en que los modelos que predicen el calentamiento lo hacen apoyándose en que el aumento en la concentración de dióxido de carbono y otros gases con efecto invernadero solo tendrá una pequeña influencia en el aumento de la temperatura media. Según estos modelos el principal calentamiento procederá del vapor de agua que se liberará a la atmósfera. La idea es que una atmósfera algo más caliente liberará más vapor de agua, y este vapor incrementará el calentamiento.

Dr Lindzen argumenta que los modelos usados no reflejan fielmente la física del vapor agua en la atmósfera. Según los trabajos suyos varios mecanismos anulan el supuesto aumento de la temperatura por el incremento del vapor de agua, aunque reconoce que no hay evidencias de que las cosas funcionen según estas teorías suyas. "Para ser justos, dice él, la respuesta correcta en este momento es que no sabemos cual es el efecto del vapor de agua".

Comenta que muchos otros escépticos como él, le han llamado o escrito agradeciéndole su postura. Muchos de estos no manifiestan sus opiniones en voz alta porque ser escéptico no trae ninguna ventaja. "¿Quién se anima a meterse en controversias? ¿Para qué hacerlo?", dice. Además "en épocas de importantes recortes de presupuesto para la investigación, las investigaciones sobre el clima siguen recibiendo importantes ayudas. ¿Quién cierra una buena fuente de ingresos?".

Otro científico que está de acuerdo con Lindzen es el Dr. William Gray, especialmente conocido por sus predicciones sobre la actividad de los huracanes. Comenta que "muchos de mis colegas son muy escépticos respecto a este asunto del calentamiento global".

Dr Wallace, de la Universidad de Washington, dice que "hay pocos científicos que sean tan radicalmente escépticos como lo es el Dr Lindzen". "Muchos más, dice Dr Wallace, se toman el asunto del cambio climático en serio, pero opinan que las afirmaciones que se hacen son muy exageradas, como Lindzen defiende".

El aumento de la concentración de gases invernadero en la atmósfera es realmente algo científicamente comprobado, pero a partir de ahí la evidencia científica es mucho más débil. Las fluctuaciones climáticas son muy difíciles de medir y el calentamiento que parece se está dando en los últimos quince años se podría deber a muchas causas, porque el clima depende de un gran número de variables. Además, para la investigación de temas como éste, se simulan las distintas situaciones con modelos de ordenador, y los que se usan son, todavía, muy insuficientes y poco satisfactorios, porque el funcionamiento del clima es enormemente complejo.

La conclusión es que no se puede asegurar científicamente, con total evidencia, por ahora, que se esté produciendo un calentamiento global y un cambio climático como consecuencia del aumento de gases emitidos por la actividad del hombre a la atmósfera. Pero como hay importantes sospechas de que sea así, y las consecuencias pueden ser muy graves, lo lógico y prudente es tomar las medidas oportunas para impedir que las emisiones de dióxido de carbono sigan creciendo mientras se sigue estudiando este efecto con gran atención. Esto es lo que se está haciendo a través de organismos como el IPCC (International Pannel Climatic Change) y de los acuerdos internacionales sobre las emisiones de CO2, como el conseguido en la Conferencia Internacional celebrada en Kioto en diciembre de 1997.

Conclusiones de la Conferencia de Kioto (1997)
El protocolo de Kioto, el acuerdo internacional para reducir las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero que inciden en el cambio climático estipula que los 39 países desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones en un 5,2% de media respecto a los niveles de 1990 y 1995, entre el 2008 y el 2010.
El acuerdo afecta a seis gases, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso,. hidrofluorocarbono, perfluorocarbonos y hexafluoruro de carbono, y las cuotas fijadas para cada país contemplan una reducción del 8% para los 15 miembros de la Unión Europea, Suiza y varios países europeos; del 7% para EE UU y Canadá, y del 6% para Japón. Rusia, Nueva Zelanda y Ucrania quedan obligados a estabilizar sus emisiones en igual plazo. Australia puede aumentar hasta un 8%, Noruega un 5% e Islandia un 10%. La reducción global para la UE se distribuye entre sus miembros, de manera que algunos como España tendrían derecho a aumentar sus emisiones.
«Este acuerdo es un avance fundamental en la respuesta de la comunidad internacional al cambio climático», declaró Estrada. «El acuerdo es pequeño pero importante. Hemos empezado a construir el bote. Ahora tenemos que hacer de él un barco fuerte», declaró Howard Ris, director de la Unión de Científicos Preocupados. El Grupo ecologista World Wild Fund for Nature (WWF) se apresuró a destacar los agujeros del protocolo. «A pesar de los muchos fallos, WWF impulsará su ratificación y entrada en vigor de manera que se pueda avanzar en el proceso de aumentar los objetivos de reducción de emisiones y cerrar los agujeros.

Catastrofismo de la ONU en Durban (El Mundo-6.12.2011)
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, ha alertado de que "el futuro del planeta está en juego". No le ha temblado la mano al secretario general de la ONU, que se enfrentaba a los delegados de más de 190 países, reunidos en Durban (Sudáfrica). El objetivo: detener el cambio climático en curso.

"Sin exagerar, podemos decir: el futuro de nuestro planeta está en juego", aseguraba en la apertura de la reunión ministerial de las negociaciones. Ban Ki-moon pidió a los delegados que aprobaran un segundo periodo del compromiso de Kioto, para evitar "un vacío" en la lucha contra el cambio climático.
"Vosotros nos podéis sacar del borde del precipicio" dijo, y recordó que, según los científicos de la ONU, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2050 ,si se quiere evitar un aumento crítico de más de 2 grados en la temperatura media del a tierra respecto a la era preindustrial.

A pesar de ello, el secretario general apeló al "realismo" en cuanto a las expectativas sobre la cumbre: "Puede ser cierto, como muchos dicen, que el objetivo final de lograr un acuerdo global y vinculante sobre cambio climático esté lejos de nuestro alcance de momento", reconoció Ban, que citó como posibles causas: la crisis económica, las diferencias políticas y las distintas prioridades y estrategias a la hora de combatir el cambio climático.

En Durban, añadió,"debemos adoptar pasos concretos hacia un régimen climático más sólido" y mantener el impulso para la próxima cumbre que tendrá lugar en 2012 en Catar.
Reuniones de alto nivel
Las reuniones de alto nivel de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) han empezado hoy martes en Durban (Sudáfrica) y serán claves para decidir, entre otros asuntos,el futuro del Protocolo de Kioto.

Se espera que unos doce jefes de Estado o Gobierno y 130 ministros asistan a las reuniones, que se han abierto a las 13.00 GMT (14, hora pensinsular española) con una ceremonia en la que han participado, entre otras personalidades,el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Kioto, segunda parte
El protocolo de Kioto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases, de efecto invernadero, para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos, que no lo ratificó.

Los negociadores intentan ahora acordar una segunda fase que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional legalmente vinculante.

Los países en desarrollo consideran crucial que las economías occidentales ratifiquen ese segundo periodo, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado mientras sus competidores comerciales, China, India y EEUU, no asuman compromisos similares.

Un cierto consenso sobre la prórroga del protocolo se ha ido forjando desde el inicio de la cumbre, según la secretaria ejecutiva de la “Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático” (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres."Se están viendo las opciones, la pregunta no es ya si va a haber un segundo periodo, sino cómo se va a hacer ", declaró Figueres el pasado día 2.
La postura de los países emergentes
Los países emergentes que integran el grupo BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China) señalaron hoy que el mejor acuerdo que puede salir de la XVII cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) de Durban, será el que incluya a todas las partes, aunque no satisfaga a todos.

En una rueda de prensa en el Centro Internacional de Conferencias , el jefe negociador chino, Xie Zhenhua, aseguró que “el resultado tiene que ser global y producto de conversaciones multilaterales.Hay diferencias, pero éstas no deberían impedir avanzar".

Por su parte, el jefe negociador brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, se mostró "a favor de un acuerdo vinculante, pero no de cualquier acuerdo".Asimismo, Figueiredo coincidió con sus colegas de India y China en que alcanzar un acuerdo para una segunda fase del Protocolo de Kioto es clave para poder hablar de éxito en la actual cumbre de Durban, que hoy empieza sus reuniones ministeriales y que está previsto que concluya el próximo viernes. Figueiredo afirmó que los cuatro países del BASIC están tomando medidas para luchar contra el cambio climático.

En este sentido, el negociador chino recordó que tienen compromisos nacionales de reducción de gases contaminantes como el "autoimpuesto" por China desde 2009, que tiene por objetivo mejorar entre un 40 % y un 45 % sus emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB en 2020 con respecto a sus cifras de 2005.Esto podría no significar una reducción de sus emisiones en términos absolutos, pero sí relativos.

viernes, 17 de abril de 2020

Fraude Cambio Climático: ecologistas, masones y marxistas en la ONU. Agenda para el Desarrollo Sostenible de la ONU

Agenda para el Desarrollo Sostenible
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años.
presentation image of children holding signs of each of the 17 development goals
“Fraude del Cambio Climático”
Santiago Clavijo
13/12/2011

Desde 2009, el blog CLAVIJO ha publicado artículos sobre el “Cambio Climático” entendido como calentamiento global antropocéntrico (a causa de la acción del hombre) y su relación con el Ecologismo (ideología y no ciencia), la ONU. la Nueva Era, el Nuevo Orden Mundial y el Poder Oculto, que pretende el Gobierno Mundial al que solamente se oponen con firmeza los católicos enterados y los patriotas.

En Copenhage (2009), la ONU fracasó en el intento de obligar a cumplir el “Protocolo de Kioto” (1997), a causa de la crisis económica mundial. Ahora, la mayoría de los ecologistas, de los políticos y de los medios de comunicación tienen otras preocupaciones. Por lo que sorprende, que el buscador BUIGLE mantenga en portada, como última noticia católica, la publicada en la web ZENIT: Benedicto XVI insta a ponerse de acuerdo ante el Cambio Climático.

Benedicto XVI ha pronunciado este domingo, al final del Ángelus, unas palabras de apoyo a la cumbre de la ONU sobre el clima que se celebra en Durban, Sudáfrica, a partir de este lunes 28. Un respaldo que abre un respiro a un encuentro que se produce entre el escepticismo de importantes países y las reticencias de algunas grandes potencias.

“Mañana –dijo el papa- comenzarán en Durban, en Sudáfrica, los trabajos de la Convención de la ONU sobre el cambio climático y del Protocolo de Kioto”. “Auguro que todos los miembros de la comunidad internacional concuerden una respuesta responsable, creíble y solidaria a este preocupante y complejo fenómeno, teniendo en cuenta las exigencias de las poblaciones más pobres y de las generaciones futuras”, exhortó Benedicto XVI.

ZENIT manipula escandalosamente las palabras del Papa, que pidió “una respuesta responsable y creible a este complejo fenómeno”, porque subtitula la noticia “respaldo del papa a la conferencia”, lo que es una falsedad.

Mentiras del Cambio Climático
Los ciclos del clima están regulados fundamentalmente por las radiaciones del sol y su distancia variable a la Tierra. El “protocolo de Kyoto (1997)”, patrocinado por la ONU, es parte del plan político de los poderosos para alcanzar el gobierno mundial. Se utiliza la ideología neocomunista del ecologismo para manipular la opinión pública, que es muy sensible al cuidado de la naturaleza y del medio ambiente.

A causa del temor a las catástrofes, la gente cede libertad a cambio de promesas de seguridad. La teoría del cambio climático responsabiliza al CO2, producido por la actividad humana, del calentamiento global que nos llevará a la catástrofe en las próximas décadas. Será necesario y urgente invertir cientos de miles de millones de dólares en reducir la emisión de gases nocivos, lo que ocasionará una disminución del progreso técnico y del nivel de vida de los pueblos desarrollados y tercermundistas. Pero esta teoría es un fraude a la ciencia ya que nunca ha sido aceptada por científicos multidisciplinares ajenos a las subvenciones políticas de la ONU.

El “Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC)”, fundado en 1988 por la ONU, predice en su IV informe (2007) que la temperatura media de la tierra aumentará entre 1 y 3ºC para el año 2100 y que el nivel del mar subirá entre 55 y 88 centímetros. Pero sabemos que en la época de los dinosaurios, una de las más calientes de la historia, la temperatura media alcanzó los 22ºC; solamente siete grados más que en la actualidad, cuando faltan varias decenas de miles de años para finalizar el ciclo de calentamiento antes de iniciar el camino a la V glaciación.

Los datos reales sobre el clima contradicen a los promotores de Kyoto porque en 1998 subió solamente una o dos décimas de grado y después se ha estabilizado a pesar del incremento de CO2.
Las dos organizaciones subordinadas de la ONU, Greenpeace y WWF (World Wildlife Fund) orquestan la “hora del planeta”, campaña engañabobos de ahorro de energía. Mucha gente no sabe que también son las principales promotoras del crimen del aborto en todo el mundo. Es la conexión entre “cambio climático” y “salud reproductiva”.

Religión ecologista
El pasado 4.11.2009, se celebró una singular reunión en el castillo de Windsor, convocada por el príncipe Felipe de Edimburgo y el secretario general de la ONU.
Asistieron representantes de todas las creencias religiosas del mundo, que firmaron el primer gran compromiso internacional coordinado para la conservación del medio ambiente con el fin de amoldar el comportamiento de los fieles a la protección de la naturaleza en el sentido que marcan las organizaciones ecologistas de la ONU. Fue la aportación de las religiones a la “XV Conferencia del Cambio Climático” de Copenhague.

Los compromisos de Windsor apestan a sincretismo panteísta, aunque tratan de disimularlo. Aparecen involucrados también algunos representantes de segundo nivel de instituciones católicas porque es difícil distinguir entre fe católica y culto pagano a la tierra. Felipe de Edimburgo patrocinó la “Ética planetaria” de Hans Küng, presentada en el “Parlamento de las religiones del mundo” de la ONU y en el “Foro económico de Davos”. La “Ética planetaria” y la “Carta de la Tierra” pretenden ser los instrumentos del “Nuevo Orden Mundial” para sustituir a los DIEZ MANDAMIENTOS

Aborto y Cambio Climático
La historia ha destruido el mito del exceso de población por lo que la conspiración para un “Nuevo Orden Mundial” desarrolla otras estrategias para justificar la necesidad del control demográfico. Ahora hay que reducir las emisiones de CO2 con el fin de evitar el calentamiento global.

El informe de una Universidad norteamericana concluye con el dogma: “Toda persona es responsable de las emisiones de CO2 producidas por sus descendientes”. Es el Neomaltusianismo que pretende penalizar a la pareja que tenga más de un hijo en contra de la ley natural y de la libertad individual.

La mayoría de los gobiernos (Obama y Zapatero a la cabeza) promocionan a distinto nivel la mal llamada economía “sostenible” para combatir el aumento de la temperatura media del planeta. Se ha demostrado que el CO2 producido por la actividad humana, no influye en el supuesto calentamiento global, tesis tan falsa como la de Malthus: “La población aumenta en progresión geométrica mientras que los alimentos lo hacen en progresión aritmética, por lo que debe impedirse que los pueblos y las clases sociales inferiores se reproduzcan”. No hay duda de que es una tesis racista al servicio del supercapitalismo que dirige la política mundial.

Noticia de actualidad es la concesión del Premio Nobel de Medicina a Robert Edwards, biólogo investigador de la universidad de Cambridge que inició (1965) la técnica FIV (Fecundación In Vitro). En 1978 consiguió la primera niña probeta, violando la ley natural de Dios para la procreación dentro de la entrega mutua de hombre y mujer. En el proceso de selección (eugenesia) de embriones en laboratorio son asesinados todos los óvulos fecundados menos uno. Desde hace unas décadas la Genética ha demostrado que la vida comienza en el instante de la concepción cuando se unen los genes del padre y de la madre, por lo que todos los embriones son seres humanos con plena dignidad y derechos.

La ofensiva eugenésica actual es parte de la estrategia de ideología masónica, adoptada por los políticos al servicio del “Poder en la sombra” para impedir el supuesto cambio climático. El Aborto, la Eugenesia y la Eutanasia son los pilares del imperio del Anticristo: se contabilizan más de cuarenta millones de abortos al año (uno por segundo). El objetivo es reducir la población mundial. Los que han llevado a Obama al poder, fomentan y financian el mayor genocidio de la Historia que nos aproxima al Apocalipsis. No hay duda de que es la obra del “Maligno”.

Social-ecologismo masónico de la ONU
El “Nuevo Orden Mundial” realiza una gran subversión contra el orden natural mediante la creación de nuevos paradigmas religiosos y culturales, colonizando las conciencias de los pueblos para conseguir ciudadanos dóciles, para lo cual necesita destruir la Iglesia Católica, convirtiendo la fe en Cristo en una mera doctrina de ayuda o solidaridad social.
Según el cardenal Ratzinger, los proyectos “Carta de la Tierra” y “Ética Planetaria” de Hans Küng son la base cultural y ética para el “Nuevo Orden Mundial”, que permitirán el desarrollo sustentable o sostenible de la humanidad.

La UNESCO trabajaba ya (1991) en el proyecto “Ética universal de vida sostenible” que parte del dogma inapelable:”los recursos disponibles y el espacio de la tierra son limitados” por lo que la única causa de deterioro ambiental es el factor demográfico que crea un flujo migratorio hacia los países desarrollados, que no tienen capacidad de acoger a los más pobres. La UNESCO pretende que su nueva ética obligue a todos los países e individuos, de modo que las leyes nacionales fomenten la familia con pocos hijos.

Nada tiene que ver la legítima preocupación por el medioambiente (doctrina católica) con el paradigma ecologista de una nueva ética o religión universal (Nueva Era), mezcla de relativismo moral, sincretismo religioso y panteísmo. El disfraz espiritualista del ecologismo aparenta un ámbito de diálogo interreligioso´, cuando es un intento de imponer el pensamiento único, que permitirá alcanzar el “Poder Mundial” a una élite superplutocrática masónica.

La celebración (2007) del “Día de la Tierra” permitió la alianza de grupos de todas las religiones, incluso católicos. La transformación (2009) en “Día Internacional de la Madre Tierra” fue declarado por la ONU a instancia de Evo Morales, presidente de Bolivia, y defendido en la Asamblea General por Leonardo Boff, franciscano brasileño formado en Munich, promotor del movimiento liberacionista y reprobado (1985) por el Vaticano.

El modo en que está planteado el tema del “Calentamiento global” es una excusa para limitar la población mundial y su nivel de vida. El ecologismo socialmasónico pretende exigir a los países pobres en vías de desarrollo que dediquen cuantiosos recursos para impedir la contaminación ambiental, es decir, condenarlos al subdesarrollo.

Václav Klaus, presidente de la República Checa, ha declarado “el alarmismo sobre el calentamiento global es una ideología para reprimir la libertad individual y el desarrollo de la prosperidad en el mundo. Las víctimas, de Al Gore y la histeria global de muchos políticos y periodistas, serán los países más pobres que no podrán hacer frente a los compromisos de Kioto”.
El Reporte del Senado USA (2008) sobre“Calentamiento global originado por el hombre” rebate la tesis del IPCC de la ONU y de Al Gore, ex-vicepresidente USA. Al Gore ya había propuesto (años 90) un férreo control de la natalidad global.

En la Conferencia de Copenhague sobre el “Cambio Climático” (2009), se propuso universalizar el control de la población mediante una inversión en anticonceptivos de siete dólares para cada tonelada de CO2 producida.

“Carta de la Tierra” de la ONU
Federico Mayor Zaragoza, director general de la UNESCO (1987-99), fue el padrino de la Carta desde el comienzo, con el apoyo de la “Cruz Verde Internacional” de M.Gorbachov y del “Consejo de la Tierra” de M.Strong. Los principios de la Carta pretenden reemplazar a los Diez Mandamientos.
El preámbulo de la Carta dice: “La Humanidad es parte de un vasto universo evolutivo: la Tierra está viva. El medio ambiente global, con recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La protección de la Tierra es un deber sagrado. 

Los postulados agnósticos y panteístas de la Carta serían la base de una nueva sociedad para el Nuevo Orden Mundial. La visión totalizante del “desarrollo sostenible” impregnada del lenguaje ambiguo de la Nueva Era masónica aparece una y otra vez:
“Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas”. “Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra”.
“Adaptar planes de desarrollo sostenible y leyes de conservación ambiental como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo”.
“Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario”. Es el paradigma del social-ecologismo masónico para controlar la natalidad y salvar el planeta.
“Afirmar la igualdad de género como pre-requisito para el desarrollo sostenible. Fomentar la salud reproductiva y la reproducción responsable”.

La Carta de la Tierra impone la sumisión a la ONU, al Nuevo Orden Mundial y a la Religión Universal (Nueva Era). Dios está totalmente ausente, la visión cristiana es irreconciliable con el inmanentismo panteísta de la Carta: la persona humana es una partícula del universo en igualdad de condiciones con un animal o un vegetal, incapaz para conocer cualquier realidad que no sea material.
El desarrollo sostenible definido en la Carta, adquiere el carácter de una pseudo-categoría teológica que aspira a imponer su moralidad a todo el mundo. La Carta de la Tierra es un manifiesto pagano que busca dar una base ética al férreo control de la natalidad. Es un paradigma de la re-ingeniería social anticristiana que promueve la ideología de género y la salud sexual y reproductiva (homosexualidad y aborto).

La Carta de la Tierra no sólo justifica sino que obliga a provocar un verdadero holocausto, con leyes que autorizan el abominable crimen del aborto en nombre de los nuevos derechos humanos.
El proyecto de la Carta lleva más de quince años de desarrollo con presencia en congresos, foros y parlamentos, busando el consenso universal. Entre las personas y asociaciones que pretenden sumar al consenso se encuentran políticos, financieros y comunidades cristianas.

Calentamiento global y Cambio climático 
El calentamiento global es un buen ejemplo de la complejidad que los temas ambientales presentan, pues mientras muchos estudiosos del tema consideran que hay serios motivos para pensar que este fenómeno se está produciendo. Otros, en cambio, insisten en que no hay argumentos científicos para estas afirmaciones y que es prematuro decir que hay un calentamiento global . A contnuación se recogen algunas de las diferentes posturas que se pueden encontrar sobre estos temas:

Evidencias de cambio climático según el Informe del IPCC (diciembre 1995): 
La discusión sobre el "calentamiento global" está en plena ebullición. Los estudios, congresos y reuniones para estudiar el tema se suceden. Entre los organismos que se dedican a este tema destaca el IPCC (Intergovernmental Panel on Climatic Change) que fue constituido por las Naciones Unidas y la Organización Metereológica Mundial, en 1988, para estudiar el Cambio Climático. A finales de 1995 publicaron el Segundo Informe, un documento de 2000 páginas de especial importancia porque es el que utilizarán las Naciones Unidas para su política ambiental en este tema en los próximos años.

La principal conclusión del documento es que: "El conjunto de evidencias sugiere una cierta influencia humana en el conjunto del clima". Como se ve es una afirmación muy prudente. Aunque no llegan a afirmar tajantemente la influencia de la actividad humana en el clima, sí que se comprometen más que en el Informe anterior, de 1990, en el que dijeron que no podían afirmar si el incremento de 0,5ºC producido en las temperatura media del planeta en los últimos 100 años, estaba causado por las actividades humanas.

¿Por qué es tan difícil determinar si está habiendo cambio climático o no, y, si se estuviera produciendo, saber si se debe a las actividades humanas?
La dificultad de estos estudios proviene del gran número y complejidad de los factores que afectan al clima. Las variaciones en el clima dependen de factores intrínsecos como, por ejemplo, las condiciones de la atmósfera, los océanos, los hielos, y la tierra firme, incluyendo sus diversos ecosistemas y tipos de vegetación, las zonas cubiertas de nieve, las aguas superficiales y subterráneas, etc. Pero también están influidas por factores externos como la actividad del sol, o las variaciones de la órbita de la Tierra en el sistema solar. Otras actividades externas que pueden influir son las erupciones volcánicas que con sus cenizas oscurecen la atmósfera, o las actividades humanas que añaden gases o partículas a la atmósfera.

La radiación que la Tierra devuelve al espacio debe ser igual que la que recibe del sol, para que se mantenga la temperatura. Pero la entrada y salida de estas radiaciones depende de muchos factores que pueden facilitarla o dificultarla, e, incluso, producir los dos efectos a la vez. Los rayos solares no pasan con igual facilidad por unos gases o por otros; así, mientras el oxígeno y el nitrógeno son transparentes a las radiaciones infrarrojas, los gases con efecto invernadero no lo son. Las nubes también absorben la radiación calorífica infrarroja, tendiendo a calentar la atmósfera, pero además reflejan la energía que llega del sol y por este efecto tienden a enfriar la superficie.

Los océanos absorben el calor, amortiguando los cambios de temperatura, y también disuelven grandes cantidades de anhídrido carbónico, por lo que su influencia en el clima es muy notable. La vegetación y las aguas continentales influyen en la humedad de la atmósfera y, por tanto, en el clima. Las partículas suspendidas en la atmósfera, bien sean procedentes de los volcanes u otros fenómenos naturales, o los pequeños cristales de sulfato procedentes de contaminación de origen humano, oscurecen la atmósfera dificultando la llegada de radiación y tendiendo a enfriar la Tierra. Así, por ejemplo, la erupción del Pinatubo en Filipinas en 1991 produjo un apreciable enfriamiento de la temperatura en los dos años siguientes.

Las interacciones y relaciones entre todos estos factores son, como es fácil comprender, muy complejas. Para intentar dar datos concretos de cuantos grados puede cambiar la temperatura en el próximo futuro y como pueden afectar estos cambios al clima de las distintas zonas del mundo, los científicos construyen complejos modelos numéricos en los que deben entrar todos estos factores, las relaciones entre ellos y las leyes que regulan sus cambios. Al ser modelos tan complicados necesitan grandes ordenadores para su resolución. Cuando se desarrolla un nuevo modelo, primero se prueba sin factores externos para comprobar si se consiguen con el buenas predicciones que se adapten a los datos que conocemos. Una vez probado se introducen los datos de posibles situaciones futuras, como pueden ser las concentraciones de gases invernadero previstas para los próximos años y las diferencias entre unas predicciones y otras ayudan a estimar cual será el previsible cambio climático.

Con los últimos modelos desarrollados, el Informe de 1995 del IPCC, rebajaba la cifra estimada para el calentamiento global. Piensan que para el 2100 la temperatura media de la Tierra será unos 2ºC más alta que la de 1990, lo que significa un incremento un tercio más bajo que el que habían previsto en el informe de 1990. El informe calcula también que el nivel del mar será, en el 2100, unos 50 cm más alto que el actual; lo que es una estimación unos 17 cm más baja que la que hicieron en 1990.

Estos cambios pueden parecer pequeños pero supondrían grandes transformaciones en los ecosistemas y en los climas y formas de vida de grandes zonas de la Tierra. No es posible predecir con gran seguridad lo que pasaría en los distintos lugares, pero es previsible que los desiertos se hagan más cálidos pero no más húmedos, lo que tendría graves consecuencias en el Oriente Medio y en Africa donde el agua es escasa. Unos 118 millones de personas podrían ver inundados los lugares en los que viven por la subida de las aguas. Entre un tercio y la mitad de todos los glaciares del mundo se fundirían, poniendo en peligro las ciudades y campos situados en los valles que se encuentran por debajo del glaciar.

Según Houghton, de la Oficina Metereológica del Reino Unido, los Gobiernos deberían tomarse en serio este Informe: "Los políticos piensan, algunas veces, que les estamos pidiendo que actúen contra algo que probablemente no sucederá, pero nuestro mensaje es que ellos deberián planificar para preparar al mundo para lo que sí será el escenario más probable en el próximo siglo: el cambio climático".

No hay evidencia de calentamiento global (Richard S. Lindzen del MIT)
Lindzen es un científico de reconocida fama mundial, del Massachusetts Institute of Technology, experto en el estudio de la atmósfera. En un artículo en The New York Times, en junio de 1996 decía: "No tenemos ninguna evidencia de que el aumento en las emisiones de gases con efecto invernadero estén produciendo importantes cambios climáticos". Afirma que las predicciones hechas por los expertos del IPCC se basan en modelos de ordenador tan incompletos que las hacen inservibles. Su principal argumentación se fundamenta en que los modelos que predicen el calentamiento lo hacen apoyándose en que el aumento en la concentración de dióxido de carbono y otros gases con efecto invernadero solo tendrá una pequeña influencia en el aumento de la temperatura media. Según estos modelos el principal calentamiento procederá del vapor de agua que se liberará a la atmósfera. La idea es que una atmósfera algo más caliente liberará más vapor de agua, y este vapor incrementará el calentamiento.

Dr Lindzen argumenta que los modelos usados no reflejan fielmente la física del vapor agua en la atmósfera. Según los trabajos suyos varios mecanismos anulan el supuesto aumento de la temperatura por el incremento del vapor de agua, aunque reconoce que no hay evidencias de que las cosas funcionen según estas teorías suyas. "Para ser justos, dice él, la respuesta correcta en este momento es que no sabemos cual es el efecto del vapor de agua".

Comenta que muchos otros escépticos como él, le han llamado o escrito agradeciéndole su postura. Muchos de estos no manifiestan sus opiniones en voz alta porque ser escéptico no trae ninguna ventaja. "¿Quién se anima a meterse en controversias? ¿Para qué hacerlo?", dice. Además "en épocas de importantes recortes de presupuesto para la investigación, las investigaciones sobre el clima siguen recibiendo importantes ayudas. ¿Quién cierra una buena fuente de ingresos?".

Otro científico que está de acuerdo con Lindzen es el Dr. William Gray, especialmente conocido por sus predicciones sobre la actividad de los huracanes. Comenta que "muchos de mis colegas son muy escépticos respecto a este asunto del calentamiento global".

Dr Wallace, de la Universidad de Washington, dice que "hay pocos científicos que sean tan radicalmente escépticos como lo es el Dr Lindzen". "Muchos más, dice Dr Wallace, se toman el asunto del cambio climático en serio, pero opinan que las afirmaciones que se hacen son muy exageradas, como Lindzen defiende".

El aumento de la concentración de gases invernadero en la atmósfera es realmente algo científicamente comprobado, pero a partir de ahí la evidencia científica es mucho más débil. Las fluctuaciones climáticas son muy difíciles de medir y el calentamiento que parece se está dando en los últimos quince años se podría deber a muchas causas, porque el clima depende de un gran número de variables. Además, para la investigación de temas como éste, se simulan las distintas situaciones con modelos de ordenador, y los que se usan son, todavía, muy insuficientes y poco satisfactorios, porque el funcionamiento del clima es enormemente complejo.

La conclusión es que no se puede asegurar científicamente, con total evidencia, por ahora, que se esté produciendo un calentamiento global y un cambio climático como consecuencia del aumento de gases emitidos por la actividad del hombre a la atmósfera. Pero como hay importantes sospechas de que sea así, y las consecuencias pueden ser muy graves, lo lógico y prudente es tomar las medidas oportunas para impedir que las emisiones de dióxido de carbono sigan creciendo mientras se sigue estudiando este efecto con gran atención. Esto es lo que se está haciendo a través de organismos como el IPCC (International Pannel Climatic Change) y de los acuerdos internacionales sobre las emisiones de CO2, como el conseguido en la Conferencia Internacional celebrada en Kioto en diciembre de 1997.

Conclusiones de la Conferencia de Kioto (1997)
El protocolo de Kioto, el acuerdo internacional para reducir las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero que inciden en el cambio climático estipula que los 39 países desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones en un 5,2% de media respecto a los niveles de 1990 y 1995, entre el 2008 y el 2010.

El acuerdo afecta a seis gases, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso,. hidrofluorocarbono, perfluorocarbonos y hexafluoruro de carbono, y las cuotas fijadas para cada país contemplan una reducción del 8% para los 15 miembros de la Unión Europea, Suiza y varios países europeos; del 7% para EE UU y Canadá, y del 6% para Japón. Rusia, Nueva Zelanda y Ucrania quedan obligados a estabilizar sus emisiones en igual plazo. Australia puede aumentar hasta un 8%, Noruega un 5% e Islandia un 10%. La reducción global para la UE se distribuye entre sus miembros, de manera que algunos como España tendrían derecho a aumentar sus emisiones.

«Este acuerdo es un avance fundamental en la respuesta de la comunidad internacional al cambio climático», declaró Estrada. «El acuerdo es pequeño pero importante. Hemos empezado a construir el bote. Ahora tenemos que hacer de él un barco fuerte», declaró Howard Ris, director de la Unión de Científicos Preocupados. El Grupo ecologista World Wild Fund for Nature (WWF) se apresuró a destacar los agujeros del protocolo. «A pesar de los muchos fallos, WWF impulsará su ratificación y entrada en vigor de manera que se pueda avanzar en el proceso de aumentar los objetivos de reducción de emisiones y cerrar los agujeros.

Catastrofismo de la ONU en Durban (El Mundo-6.12.2011)
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, ha alertado de que "el futuro del planeta está en juego". No le ha temblado la mano al secretario general de la ONU, que se enfrentaba a los delegados de más de 190 países, reunidos en Durban (Sudáfrica). El objetivo: detener el cambio climático en curso.

"Sin exagerar, podemos decir: el futuro de nuestro planeta está en juego", aseguraba en la apertura de la reunión ministerial de las negociaciones. Ban Ki-moon pidió a los delegados que aprobaran un segundo periodo del compromiso de Kioto, para evitar "un vacío" en la lucha contra el cambio climático.

"Vosotros nos podéis sacar del borde del precipicio" dijo, y recordó que, según los científicos de la ONU, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2050 ,si se quiere evitar un aumento crítico de más de 2 grados en la temperatura media del a tierra respecto a la era preindustrial.

A pesar de ello, el secretario general apeló al "realismo" en cuanto a las expectativas sobre la cumbre: "Puede ser cierto, como muchos dicen, que el objetivo final de lograr un acuerdo global y vinculante sobre cambio climático esté lejos de nuestro alcance de momento", reconoció Ban, que citó como posibles causas: la crisis económica, las diferencias políticas y las distintas prioridades y estrategias a la hora de combatir el cambio climático.

En Durban, añadió,"debemos adoptar pasos concretos hacia un régimen climático más sólido" y mantener el impulso para la próxima cumbre que tendrá lugar en 2012 en Catar.

Reuniones de alto nivel
Las reuniones de alto nivel de la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) han empezado hoy martes en Durban (Sudáfrica) y serán claves para decidir, entre otros asuntos,el futuro del Protocolo de Kioto.

Se espera que unos doce jefes de Estado o Gobierno y 130 ministros asistan a las reuniones, que se han abierto a las 13.00 GMT (14, hora pensinsular española) con una ceremonia en la que han participado, entre otras personalidades,el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Kioto, segunda parte
El protocolo de Kioto, firmado en 1997 y en vigor desde 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases, de efecto invernadero, para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos, que no lo ratificó.

Los negociadores intentan ahora acordar una segunda fase que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional legalmente vinculante.

Los países en desarrollo consideran crucial que las economías occidentales ratifiquen ese segundo periodo, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado mientras sus competidores comerciales, China, India y EEUU, no asuman compromisos similares.

Un cierto consenso sobre la prórroga del protocolo se ha ido forjando desde el inicio de la cumbre, según la secretaria ejecutiva de la “Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático” (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres."Se están viendo las opciones, la pregunta no es ya si va a haber un segundo periodo, sino cómo se va a hacer ", declaró Figueres el pasado día 2.

La postura de los países emergentes
Los países emergentes que integran el grupo BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China) señalaron hoy que el mejor acuerdo que puede salir de la XVII cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) de Durban, será el que incluya a todas las partes, aunque no satisfaga a todos.

En una rueda de prensa en el Centro Internacional de Conferencias , el jefe negociador chino, Xie Zhenhua, aseguró que “el resultado tiene que ser global y producto de conversaciones multilaterales.Hay diferencias, pero éstas no deberían impedir avanzar".

Por su parte, el jefe negociador brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, se mostró "a favor de un acuerdo vinculante, pero no de cualquier acuerdo".Asimismo, Figueiredo coincidió con sus colegas de India y China en que alcanzar un acuerdo para una segunda fase del Protocolo de Kioto es clave para poder hablar de éxito en la actual cumbre de Durban, que hoy empieza sus reuniones ministeriales y que está previsto que concluya el próximo viernes. Figueiredo afirmó que los cuatro países del BASIC están tomando medidas para luchar contra el cambio climático.

En este sentido, el negociador chino recordó que tienen compromisos nacionales de reducción de gases contaminantes como el "autoimpuesto" por China desde 2009, que tiene por objetivo mejorar entre un 40 % y un 45 % sus emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB en 2020 con respecto a sus cifras de 2005.Esto podría no significar una reducción de sus emisiones en términos absolutos, pero sí relativos.

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