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viernes, 3 de noviembre de 2023

El 11-M. Margarita Robles, secretaria de Estado de Comunicación, luego de Interior y ahora ministra de DEFENSA, recibió información confidencial el 12M de la juez antiterrorista francesa Le Vert, masona casada con un masón grado 33º de Gran Oriente Francés. Informó a José Blanco que estaba cenando con Rubalcaba. Éste lanzó el “España no merece un gobierno que le mienta”, que abrió la puerta al gobierno masónico de Zapatero y, con su ingeniería social, al cambio del paradigma español tradicionalmente cristiano

Santiago Clavijo
11M-2020
Disiento de la versión oficial del 11M, 
la autoría islamista de los 2 atentados (11M y 11S) 
Homenaje a D, Manuel Guerra

1. EL TRÁGICO BALANCE DE UN ATENTADO COMPLEJO
2. EL ENIGMA DE LA ESFINGE
3. ALGUNOS ENIGMAS DEL 11-M
3.1. ¿Un atentado terrorista anunciado?
3.2. Otros enigmas del enigmático 11-M 
3.2.1. La eliminación de restos o pruebas
3.2.2. La invención de pruebas

4. LA AUTORÍA INTELECTUAL Y MATERIAL DEL 11-M
“Toda la versión oficial del atentado no es más que una cortina de humo destinada a que los españoles no llegaran a saber nunca ni el más mínimo detalle sobre lo que había sucedido realmente. Por no saber, los españoles no solo no sabemos quién organizó el atentado, sino que tampoco sabemos quién lo ejecutó, cómo estaban hechas las bombas”, etc., (Luis del Pino en Ignacio L. Brú, o. c. 21). 4.1. La autoría etarra
4.1. La autoría etarra
4.2. La autoría islamista 
José Luis R. Zapatero, secretario del PSOE y entonces candidato a la presidencia del gobierno, intuyó las consecuencias cuando, a las 8:00, dijo a Rubalcaba en TVE “si la responsable es ETA perdemos las elecciones; si son los islamistas, las ganamos”. Y a ganarlas por todos los medios se dedicaron.
4.2.1. Los siete “suicidados” en Leganés
4.2.2. Jamal Zougham
4.2.3. Emilio Suárez Trashorras, inocente
4.3. Ni ETA ni los islamistas. ¿Entonces, quién?

5. LOS BENEFICIADOS Y LOS PERJUDICADOS POR EL 11-M 
5.1. Cui profuit prodestque? “¿A quién benefició y beneficia?” el 11-M
No es raro apelar al cui prodest? como recurso para descubrir la causa intelectual de una acción dañina, criminal, de autoría desconocida. Pero este recurso sirve de poco en el contexto del 11- M., en el cual conserva su vigencia el adagio recordado por Xabier Arzalluz (26.3.1991) para explicar la relación entre ETA y el PNV: “Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces ,y otro las recogen para repartirlas” (cf. San Sebastián, Isabel-Gurruchaga, Carmen, El árbol y las nueces. La relación secreta entre ETA y el PNV, Planeta ,Barcelona 2000).

5.1.1. ETA y el nacionalismo independentista
5.1.2. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) 
Al menos a corto plazo, el PSOE es el partido político más beneficiado. Gracias al 11-M y a la bochornosa campaña de acoso con clamor callejero hábilmente manipulado: “España no se merece un gobierno que mienta” consiguió ganar tres días más tarde unas elecciones que tenía perdidas según las encuestas y la estimación de los expertos. El interés electoralista pudo más que la sensatez y el bien común, que exigían gritar contra los terroristas y unirse apoyando al gobierno, como se ha hecho en Nueva York, Londres y París. Además, así se reabrió con virulencia la fractura entre las dos Españas. Una vez en el poder, prosiguió sus conversaciones secretas con ETA e introdujo cambios en la legislación española, que han provocado un nuevo rumbo y clima de España hacia el relativismo y el laicismo. 

El Partido socialista: el partido de la Masonería es el título de uno de los capítulos del libro Los amos del PSOE. Informe confidencial de Manuel Bonilla Sauras (Arca de la Alianza Cultural, Madrid 1986, pp. 101-125). El masón Fernando Ledesma, entonces ministro de Justicia, introdujo en 1985 el aborto legal en España. Algunos años más tarde la relacionada con la masonería Bibiana Aído, ministra en uno de los gobiernos del masón Rodríguez Zapatero, dio un paso más introduciendo en la legislación española el aborto, “crimen horrendo” (concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 51), con categoría de “un derecho de la mujer” y el concepto del “embrión” –en el seno de una mujer- “un ser vivo, pero no humano”. Al dejar el ministerio español, se convirtió en funcionaria de la ONU, aunque retribuida económicamente por el gobierno español, colaboradora de la masona Verónica Michelle Bachelet Jeria, primera secretaria general de la ONU, desde 2010, en su sección UN Women –“ONU mujeres”, agencia recién creada para la igualdad de género, presidenta de Chile desde 2014, como ya lo fue (2006-2010). 

El masón Pascual Sala, inmediatamente antes de su jubilación (año 2013), se despidió de la presidencia del Tribunal Constitucional, aprobando con su voto de calidad que “la Iglesia no pueda crear universidades”, a pesar de se algo admitido en los Acuerdos España-Santa Sede. Para ello, votó dos veces; la primera, como miembro, para que el resultado de la votación 6/5 se transformara en empate (6/6) y la segunda, como presidente, para desempatar (6/7) y que fuera aprobada la propuesta. Pascual Sala se justificó “porque ahora me habéis obligado” a recurrir al voto de calidad. Una vez más se confirma el interés de la masonería por controlar la educación y porque esta sea solo “pública, laica (laicista)” y, según una de sus fórmulas, “única”, así como su animosidad contra la Iglesia católica. En el homenaje a Pascual Sala con ocasión de su jubilación con un almuerzo y discursos en el Casino de Madrid (20.5.2013), 

Fernando Ledesma, exministro de Justicia (¿por qué la masonería siente querencia por este ministerio, al menos en España?), reconoció: “coincido con Pascual en tres cosas, la tercera nuestra común pertenencia a la masonería”. Es de suponer que habrá recibido una amonestación, pues un masón puede desvelar su pertenencia a la masonería, no la de los demás. A su vez, el abogado Francisco Navarrete Casas comentó que, hasta 1940, todos los presidentes del Tribunal Supremo habían sido masones (El Confidencial 17 y 24, junio, 2013). ¿Existe en España una fraternidad masónica de jueces y de personas relacionadas con la administración de la justicia? Las fraternidades masónicas (Fraternelles maçonniques en francés) coinciden en que todos sus miembros son masones y todos ejercen la misma profesión. Las hay de políticos, de profesores, de jueces, de policías, de empresarios, de periodistas, etc. No son “logias”, aunque a veces se llamen así. Y no lo son porque sus miembros pertenecen a distintos talleres y logias, así como porque sus reuniones se desarrollan sin ajustarse a un ritual estatuido y porque, en ellas, se hacen exposiciones socioculturales y políticas, escuchadas sin guardar silencio riguroso, adoptándose decisiones que a veces influyen en la vida político-administrativa (cf. las bitácoras: 

Cómo ha influido e influye la masonería en la sociedad española; cf. el enorme influjo de una fraternidad masónica de médicos y farmacéuticos franceses, belgas, holandeses y suizos: Cómo cambiar la sexualidad humana y su ética en este mismo blog). “El gobierno laborista de Tony Blair impulsó un movimiento que reclama la obligación de los masones a declarar su condición masónica, especialmente si su profesión está relacionada con un servicio público y requiere una garantía especial de independencia, por ejemplo la judicatura (…). Más de 1400 jueces ingleses declararon voluntariamente su afiliación masónica” (M. Guerra, Masonería, religión y política, Sekotia, Madrid 2013-5ª edición, pp. 61-62, etc.). Desde esta perspectiva, el proceso judicial del 11-M adquiere un horizonte nuevo, ampliado, además y enmarañado por las interferencias del gobierno masónico de Rodríguez Zapatero, agravadas por la ausencia de independencia del poder judicial respecto de los partidos políticos, sobre todo del gobernante, dependencia descaradamente vigente en España. 

El secretismo y las fraternidades masónicas corren el riesgo de enquistarse dentro del organismo sociopolítico, transformándose en un “Estado dentro del Estado” o una judicatura, una policía, etc., dentro de la judicatura, de la policía general, estando la primera más pendiente de los intereses del partido político de turno que de la objetividad y realidad, así como del bien común. ¿No se tiene, a veces, esta impresión al leer los textos del proceso del 11-M? Así figura ya en el título de algunos estudios sobre la masonería, por ejemplo en el libro de la periodista Sophie Coignard y en el subtítulo del de César Vidal (La masonería, un Estado dentro del Estado, Planeta, Barcelona 2010). Ya en 1820, el masón Martínez de la Rosa acertó en el diagnóstico; lo reconoce aplicándolo a las sociedades secretas: “En suma, se afanan por establecer un gobierno en frente del Gobierno y un Estado dentro del Estado” (El espíritu del siglo en Obras de Martínez de la Rosa, VII, Atlas, Madrid 1962, p. 343). 

5.1.3. El relativismo y laicismo de procedencia e impronta masónica 
Para la mayoría de los lectores, la conexión de la masonería y el 11-M sonará a idea descabellada. No obstante, por lo menos tres personas me han consultado sobre la probabilidad de semejante conexión. Algunas de ellas habían leído el capítulo XIX de mi obra Masonería, religión y política (pp. 293-326) titulado Los modos violentos de irrumpir e influir en la política. En este capítulo se muestra que los masones han intervenido –como causa intelectual o material y a veces de las dos formas- prácticamente en todos los atentados, sublevaciones y magnicidios acaecidos en España en los tres últimos siglos. El 11-M abrió la puerta para la entrada e instalación oficial del relativismo y del laicismo en España. 

El relativismo masónico es de signo historicista, cultural, o sea, no hay verdades ni bondades absolutas, es decir, válidas para todas las épocas y regiones del mundo; no se admite que algo sea verdadero ni bueno/malo en sí mismo, por su naturaleza, al margen del la intención de la gente y de las circunstancias de la acción. La verdad y bondad de algo dependería de las circunstancias socioculturales de cada época, concretamente del consenso, de su aprobación o repulsa mediante la votación de todos los ciudadanos o de sus representantes: los políticos y gobernantes. De ahí la introducción legal del divorcio sin condicionamientos y del aborto con ciertas condiciones en España, el matrimonio llamado homosexual, etc. 

El laicismo masónico reserva los espacios públicos (calles, colegios, universidades, hospitales, etc.,) para “lo común a todas las religiones”, algo estatuido ya en las Constituciones de Anderson, promulgadas en 1723 (seis años después de la fundación oficial de la masonería moderna, año 1717). Las religiones concretas y sus símbolos quedan condenadas a arresto domiciliario dentro de los templos y en el foro interno e individual de la conciencia. El laicismo es oficial en España desde la proclamación del rey Felipe VI (19-7-2014) (cf. la bitácora ¿España es oficialmente laicista? en este mismo blog). El fundamentalismo laicista se está transformando en una religión, que debe ser profesada por todos los ciudadanos democráticos, y aparentemente neutra y superior a cualquier otra confesión religiosa e ideología, pero que, en realidad, aunque de signo opuesto es similar al fundamentalismo religioso, por ejemplo el islamista o yihadista, en cuanto al atropello de los derechos humanos e incluso tanto o más radical respecto a algunos, por ejemplo el derecho de los concebidos pero no nacidos (aborto) hasta el final natural de la vida (eutanasia), el matrimonio como unión estable de un hombre y una mujer (poligamia simultánea por una parte; por la otra, el divorcio a la carta o la llamada poligamia sucesiva, uniones homosexuales). 

“En los años 90, durante los gobiernos del PSOE, más de una vez hubo que renunciar a la alta política diplomática y echar mano de las conexiones personales de masones españoles sobre algún influyente masón galo, para recabar de Francia mayor apoyo en la lucha antiterrorista contra ETA. Por esa época, el jefe de los servicios secretos franceses, la DSGSI, era Pierre Marion, un destacado masón galo, miembro de la Gran Logia Nacional Francesa” (De las tinieblas a Internet. Los nuevos masones, “Tiempo”, abril, 2000), alto funcionario de la policía francesa (1978- 1986), jefe de la División Nacional Anti-Terrorista (DNAT) (1990- 1999). 

Jacinto Ángel Guerrero Lucas, exiliado en Francia desde 1961, agente clandestino y muy activo del anarquismo, espía doble desde 1983 cuando comenzó a colaborar con altos cargos del ministerio español del Interior (Rafael Vera, Roberto Dorado, etc.,), así como con directivos de Interior, de la policía y de la judicatura francesa, que eran masones, por ejemplo: Charles Pasqua, ministro francés de Interior y grado 33º de la masonería, su asesor Bernard Guillet y la juez Laurence Le Vert. Jacinto Á. Guerrero conserva documentación relacionada con el atentado del 11M “datos que considero de la máxima importancia para la Seguridad (…) y que no he querido poner en manos del poder saliente” (gobierno de Aznar). Margarita Robles, secretaria de Estado de comunicación y luego (1994-1996) de Interior recibió información confidencial, el día 12 de marzo, de la juez antiterrorista francesa Le Vert, masona y casada con un masón grado 33º del Gran Oriente Francés, figura prominente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad franceses. Margarita Robles informó a José Blanco que estaba cenando con Alfredo Pérez Rubalcaba. Este lanzó el “España no merece un gobierno que le mienta”, que abrió la puerta al gobierno masónico de Rodríguez Zapatero y, con su labor de ingeniería social, al cambio del paradigma español tradicionalmente cristiano (GarcíaAbadillo, C., o. c. pp. 88-89; Cernuda, P., etc., o. c. pp. 366-367). Con el tiempo se desvelarán los secretos masónicos. Pero, por ahora, puede afirmarse la no intervención de la masonería en la preparación y ejecución del 11-M. 

En cambio, hubo comunicación entre masones socialistas franceses y españoles, que contribuyó a la formación de la versión oficial y que se hizo marginando al gobierno del PP. Queda trazar un interrogante sobre la reunión de masones, miembros de la seguridad del Estado (sobre todo policías nacionales, también algunos guardias civiles aunque muy pocos) tenida en Granada poco antes del 11-M., si bien desconozco lo tratado y si era una fraternidad masónica. Por su actividad profesional durante el 11-M y en los días siguientes, algunos participantes fueron ascendidos siendo Pérez Rubalcaba ministro del Interior, el cual más tarde premió también “con una condecoración pensionada de por vida” al juez Bermúdez porque “gracias a él los testimonios de los mandos policiales resultaron determinantes” (nota reservada del ministerio del Interior, pero logró publicarla El Mundo,12.12 .2011), o sea, porque impusieron la versión oficial. 

5.2. Cui obfuit obestque? “¿A quien perjudicó y perjudica?” el 11-M. 
Es la otra cara de la moneda. En la Tierra nada beneficia a todos. Lo que beneficia a unos, puede y suele perjudicar a otros o al menos no les beneficia. El 11-M no fue una excepción. 

5.2.1. El Partido Popular (PP) 
En la última convención del PP (Madrid, 34-25, enero, 2015) el expresidente Aznar preguntó: “¿Dónde está el PP?”. Necesitó formular de nuevo la misma pregunta para recibir la respuesta: “¡Aquí!”. Pero el PP actual no es el originario, ni el de los tiempos de Aznar y ni siquiera el del “programa” de la campaña electoral de noviembre de 2011. Desde la perspectiva de unos XV siglos de la historia de España y desde la fe cristiana, el 11-M ha dado al PP un empujón decisivo hacia el precipicio de su desnaturalización, a considerar justificado dejar de ser lo que se era, para adaptarse al “Tiempo Nuevo”, al Nuevo Orden Mundial, en vez de procurar transformarlo desde dentro conforme a unos principios y valores no relativistas, sino absolutos y universales de vigencia perenne, tradicionales y actuales, como Dios “joven a la vez que eterno (…), nuevo a la vez que eternal” (Charles Peguy, Eva, traducción fragmentaria de Martín Descalzo al español en Peguy, Palabas cristianas, Sígueme, Salamanca 19664, p. 122, donde las palabras transcritas se repiten con intensidad significativa en los versos 9, 23, 17, 22, etc.,). 

El 11-M perjudicó, a corto plazo, al PP porque le hizo perder las elecciones de marzo del 2004. Pero, a la larga, le perjudicó mucho más porque ha provocado el cambio, probablemente definitivo, de su naturaleza y principios. El peligro de descuartizamiento sigue cerniéndose sobre la piel de toro, que semeja ser España a vista de avión o sobre su figuración cartográfica. Más aún, se ha incrementado en los años de esta legislatura del PP con mayoría absolutísima. El PP, además, ha seguido fidelísimamente la línea trazada por el PSOE en cuanto a los principios básicos, a saber, los derechos humanos relativos a la vida personal (aborto, etc.,) y a la familia (derecho de los padres a enviar a sus hijos menores de edad a colegios del ideario conforme con las creencias o increencias paternas; conservación –aunque con suaves matizaciones- de la asignatura “Educación para la Ciudadanía”; el matrimonio como unión estable entre un hombre y una mujer, etc.,), así como a lo social y religioso (el mantenimiento de la Alianza de las Civilizaciones, la práctica eliminación de las clases de Religión en el Bachillerato en contra de los “Acuerdos Iglesia-Estado”, etc.,); el trato con ETA, la relación con los terroristas y con sus víctimas. 

Ya nadie se acuerda del compromiso de Aznar en su comparecencia ante los medios de comunicación social a las 14:40 del 11-M: “No vamos a cambiar de régimen ni porque los terroristas maten ni para que dejen de matar. Por eso les digo a todos los españoles que no debemos aspirar a nada que no sea la completa derrota del terrorismo, la derrota total y completa, su rendición sin condiciones de ninguna clase. No hay negociación posible ni deseable con estos asesinos…”. Cuando el PP recuperó el poder (año 2012), la Audiencia Provincial de Madrid “sobreseyó” el caso 11-M por ser “cosa juzgada”. Lo negó Torres Dulce, fiscal general nombrado por el gobierno del PP, pero no lo ha recurrido. ¿Por qué sigue el acuerdo el PP y el PSOE sin fisuras en esta materia? En consecuencia, las víctimas y el pueblo español están condenados a no conocer jamás la causa material y la intelectual del 11-M. 

El caso más sangrante para cualquier persona no sometida a “la dictadura del relativismo” (Benedicto XVI), que a veces es mero oportunismo electoralista, es sin duda alguna la retirada del Anteproyecto de la Ley orgánica de protección de la vida y del derecho de la mujer embarazada, anunciada en rueda de prensa (20, septiembre 2014) por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (cf. Juan Antonio, Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, Llamar las cosas por su nombre, 24.9.2014; también la Nota de la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española, Zenit, 2-10- 2014). Además, no es compatible ni con lo sostenido por el PP anterior. Mariano Rajoy retiró dicho “Anteproyecto” después de haber sido aprobado por el Consejo de ministros (20.12.2013), por el Consejo de Estado, por el Consejo General del Poder Judicial, por el Consejo Fiscal, por el Consejo de Bioética y, con mayoría absoluta, por el Congreso de los Diputados. Lo retiró por tres razones sonrojantes: porque no se había llegado a un consenso, porque la oposición derogaría la Ley en cuanto llegara al poder y porque era lo más sensato. 

La retirada de este Anteproyecto no fue solo efecto de un oportunismo electoralista como a veces se dice. Mons. Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares descubrió la motivación profunda en su pastoral Por un plato de lentejas. La peor de las corrupciones (26.12.2014). En momentos de necesidad, Saúl vendió su derecho de primogenitura (ciertas ventajas económicas y la recepción de la bendición paterna y, con ella, de las promesas divinas) (Gen 28, 13ss.,) por un plato de lentejas (Gen 25, 19-34). Por un plato de lentejas (un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el acceso a algunas cuotas de poder político y de financiación), 

Rajoy ha vendido la primogenitura, con otras palabras se ha comprometido él –y, con él, su gobierno y España- a promover “el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de niñas y mujeres en condiciones de igualdad y no discriminación por razón de género, incluidos los derechos de salud sexual y reproductiva” (con otras palabras, promoción de la anticoncepción desde niñas, la esterilización –también de personas con discapacidad psíquica-, el aborto libre, la manipulación de embriones, la masturbación desde antes de los cuatro años de edad, la educación sexual obligatoria de menores según la ideología de género, incluso contra la voluntad de los padres; la gestación subrogada o vientres de alquiler, etc.,). 

Se ha comprometido también a “promover el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y la eliminación de toda forma de discriminación”, o sea, la aceptación legal del matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción de niños por parejas del mismo sexo, el cambio de sexo, la sustracción de la patria potestad a los padres de los menores en todo lo referente a la sexualidad, etc. Mons. Reig Pla lo toma del documento Prioridades de España en Naciones Unidas, 69ª Periodo de Sesiones de la Asamblea Plenaria, que puede verse en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores español. Los puntos del segundo bloque básicamente son “los 23 privilegios” de los homosexuales, que ya han sido aprobados por el congreso y el gobierno de la Junta gallega y de la Generalidad catalana durante el año 2014. Este cambio se explica si se descubren las directrices del relativismo y del laicismo masónico. 

Hacia el 20 de mayo del 2008, alguien relacionado con la masonería, no sin euforia y satisfacción, me informó que, tras la derrota del PP en las elecciones de marzo de ese mismo año, por fin se había determinado realizar lo acordado, aunque no dijo desde cuando. Luego, un mes más tarde, se vio cómo Mariano Rajoy, tras regresar de Méjico, dio un desacostumbrado puñetazo de autoridad en la mesa de la convención del PP en Valencia y la nave del PP cambió de rumbo y de carga o principios, siguiendo en gran medida la estela del PSOE masónico de Rodríguez Zapatero. Algunos políticos del PP, muy pocos, denunciaron el cambio y abandonaron sus filas (María San Gil, etc.,), casi todos –aunque algunos no sin cierta resistencia continuaron al ritmo de las directrices oficiales. 

Durante la segunda República (1931-1936) hubo muchos masones en los partidos republicanos y de izquierdas; ninguno en los de la Derecha (CEDA de Gil Robles, etc.,). Ahora hay muchos masones en el PSOE, en Esquerra Republicana de Cataluña, etc., también en el PP. Según mis informaciones (mayo, 2008), la masonería prácticamente domina la cúpula nacional del PP (uno de ellos pertenece a la Orden des Golden und Rosenkreuzer, “Orden del Oro y de los Rosacruces”, cuyos miembros -al menos inicialmente- eran todos masones); se había infiltrado hacía tiempo en el PP gallego y en el canario, acaba de hacerlo en el PP vasco. 

Actualmente en España (no en EE. UU., Gran Bretaña, etc.,) los partidos políticos pueden denominarse “dictatoriales” en el sentido etimológico de este término, pues su Secretario General, asesorado o no por un número elevado de asesores bien remunerados, “dice, dicta” las directrices ideológicas, las normas de comportamiento político, y, además, asigna los puestos de gobierno a los miembros de su partido. Parece lógico y generalmente inevitable que estos, dada la condición humana, con vistas a las próximas elecciones, traten de agradar al Secretario General para asegurarse el puesto y función más que al bien común y particular de sus votantes como ocurre en países anglosajones. 

Podría extenderse a todos los ámbitos el “Mariano Rajoy cruza el Rubicón” que, en febrero del 2012, Luis R. Aizpeolea, corresponsal de El País, le aplicó cuando el PP, como el PSOE, etc., votó en contra de la propuesta de Rosa Díez de ilegalizar las manifestaciones políticas de ETA. Hacía tiempo que Rajoy y el PP con él habían pronunciado el Alea iacta est, “la suerte está echada” de Julio César al realizar lo prohibido a las legiones romanas, cruzando el Rubicón, río fronterizo, dispuesto a asumir el supremo poder en Roma sin el consentimiento de su senado. Eduardo Zaplana, entonces portavoz del PP en la Comisión de Investigación: “Ustedes se han empeñado en cerrar esta investigación, pero no debería cerrarse y algún día se abrirá porque no se han dilucidado las responsabilidades políticas” (Múgica, F., Agujero negro). Con vaticinio frustrado de Zaplana o no, planea un nuevo enigma: ¿por qué el PP, a pesar de tener mayoría absolutísima en el congreso de los diputados, en el senado y en el gobierno de las comunidades autónomas no ha reabierto el proceso judicial del 11-M, que tanto le ha perjudicado? 

¿Por qué el PP no contesta? ¿Qué es lo que su silencio está encubriendo? ¿Lo conoce el juez? Cuando acababa de firmarse y de hacerse pública la sentencia del 11-M, en el aniversario del asesinato de Fernando Múgica Herzog (no confundir con el periodista del mismo nombre y apellido, experto en el 11-M; no son familiares) tras la Misa de difuntos, celebrada por Fernando García de Cortázar, el juez Gómez Bermúdez respondió en el claustro de los Jesuitas (c/Serrano, Madrid) a una pregunta de Inma Castilla de Cortázar, presidenta del Foro Ermua: “Todos los que han sido imputados estaban –de un modo u otro- implicados en los atentados”. Inma le replicó: “Me refiero directamente a la autoría intelectual de los atentados. Y le pregunto indiscretamente si en su fuero interno tiene alguna idea clara, porque en el externo ya vemos que no: hemos leído la sentencia”. El juez respondió a Inma C. de Cortázar y al P. Fernando G. de Cortázar que la acompañaba: 

“Hay asuntos tan graves, tan complejos… que es mejor que no se sepan, que se conozcan más adelante”. Ella contestó: “No sabía que los jueces tuvierais competencia para saber cuando es el momento oportuno de hacer justicia”. (tomado de un mensaje electrónico reciente de Inma -6.2.2015). ¿A qué se refiere el juez? La verdad, que es sagrada, tiene sus derechos y el pueblo español el de que no le oculten la verdad, ni le mientan, ni le traten como a un menor de edad. Además, deberían saberse precisamente por ser “tan graves”. 

5.2.2. La Iglesia católica 
El 11-M fue un atentado de índole y finalidad política que, no tardando mucho, iba a provocar la erupción desbordada de lo que – desde la Ilustración masónica- se venía gestando en las entrañas de España, a saber, la implantación sociocultural y política del relativismo y del laicismo. 
Masónica es la Ilustración francesa y su Enciclopedia elaborada en una logia parisina. La específicamente española (Jovellanos, Campomanes, Feijoo, etc.,) era superior, pues completaba la luz de la Razón con la Luz que es Jesucristo y el esplendor sociocultural de su Evangelio (cf. Rafael Nieto, Luis Suárez habla de España, “Altar Mayor” 162 -2014- pp. 948-949). 
Pero ha terminado por imponerse la masónica, también en España. Por ello, los católicos serán los más perjudicados a corto y medio plazo. La Iglesia católica y el cristianismo en general es incompatible con el “método” masónico marcado por la eliminación de lo sobrenatural, de la revelación divina, de las verdades dogmáticas, de las normas éticas de vigencia absoluta y universal y que lo supedita todo al consenso y al poder de la mayoría, con votación o sin ella (cf. Masonería, religión y política, pp. 327-396). 

Ya a las 11:35 del día 11-M Gabilondo proclamaba desde la SER la necesidad -a partir del 11-M- de un “cambio de página” y de una “política mayor” (negociaciones oficiales con ETA, etc.,) y el advenimiento de un “tiempo nuevo”, una nueva época para España. Es “la apertura de un tiempo nuevo más allá de la violencia de ETA”, augurado por Ramón Jáuregui en un documento presentado al PP y a otros partidos (PNV, CIU) (El País, 21.2.1012). 
Al comienzo del “Tiempo nuevo” aludió también Felipe VI en el discurso de su proclamación como rey (19.7.2014), día de la implantación oficial del laicismo en España, aunque el Estado español, según la constitución española de 1978, sea aconfesional, no laicista, es decir, está marcado por la laicidad, no por el laicismo (cf. la bitácora ¿España es oficialmente laicista? en este mismo blog).

¿Qué debemos hacer los católicos ante la sustitución del paradigma cristiano por el masónico? “Solo quien no comprenda que la Iglesia no es nuestra, sino de Cristo, puede preocuparse por ella”, por su porvenir (Benedicto XVI en su despedida antes de su jubilación, febrero 2013). La Iglesia ya ha padecido avalanchas similares, por ejemplo la del gnosticismo (siglo II-IV) que afectó sobre todo a los estratos intelectuales, completada con el irracionalismo religioso y el feminismo radical del montanismo que impregnó especialmente a las capas bajas de la sociedad, y rematada con la persecución religiosa. 

Recuérdese que la Masonería y Nueva Era son dos rebrotes de la gnosis en nuestro días (Guerra, M., La gnosis y sus rebrotes en nuestro tiempo, “Burgense” 47/1 -2006-, pp. 71-130). Recuérdense también las avalanchas de los Bárbaros (siglos V y siguientes), que fragmentaron el Imperio romano. Entonces la Iglesia quedó como sepultada bajo los estratos de los Bárbaros vencedores, que eran paganos o arrianos, pero solamente en la mitad occidental del Imperio, que unos siglos más tarde será cristina. Por su parte, el gnosticismo y el montanismo afectaron casi exclusivamente a las zonas orientales. 

En cambio, lo masónico actual es global, mundial; además no respeta lo religioso natural a no ser recluido en el foro de la conciencia y dentro de los templos, ni lo sobrenatural, que rechaza abiertamente. Además de no tener miedo que inhibe y cohíbe, específico de los Apóstoles y de los primeros cristianos antes de la resurrección del Señor, es preciso no andar con la nariz pegada a la pared de los acontecimientos con riesgo de que un grano de arena parezca un montículo y un mosquito un elefante. La visión de los sentidos y de la razón debe completarse con la perspectiva histórica y con la visión de eternidad o de la fe sobrenatural, gracia de Dios. 

Hay que salir afuera, ir a las periferias existenciales (papa Francisco, Evangelii gaudium) para realizar la “Nueva Evangelización”, o la recristianización del mundo neopagano de nuestros días, que puede y debe inspirarse en la “evangelización” tan “nueva” que fue la primera, la de los primeros cristianos, que lograron cristianizar el mundo pagano de su tiempo. No olvidemos que “el cristianismo ha muerto muchas veces y otras tantas se ha alzado de nuevo, pues contaba con un Dios que sabía cómo salir del sepulcro” (Chesterton, El hombre eterno, Cristiandad, Madrid 20118 , p. 323). Como Jesucristo, su fundador, la Iglesia católica –crucificada casi siempre- resucita siempre.

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