El complot sionista para dominar el mundo
que el Presidente Kennedy denunció
10/11/2020
El Presidente John F. Kennedy, cuyo aniversario de asesinato recordamos este 23 de noviembre, pronunció un memorable discurso histórico a toda la población a favor de la libertad de los ciudadanos, de los medios libres de comunicación y en contra de la opresión y dominio que ejercen las sociedades secretas, intentando controlar siempre el poder por medios oscuros e ilegales, denunciando la conjura sionista para dominar y esclavizar a todo el mundo.
Este discurso lo pronunció el 27 de abril de 1961 ante la “American Newspaper Publishers Association” bajo título el Presidente y la prensa. El objetivo de la conferencia era dar a conocer información pública sobre las actividades de las sociedades ocultas.
Kennedy señalaba en su discurso que el gobierno oculto y paralelo de Estados Unidos, formado por las sociedades secretas sionistas-masónicas-illuminati (aunque no las menciona por nombre), sin que nadie lo hubiera elegido democráticamente, era quien dirigía desde la tras-tienda el Gobierno, y en secreto, los asuntos más sensibles de la Seguridad Nacional.
El Presidente Kennedy había sido advertido por todas las esferas de poder y estamentos militares y estratégicos, controlados por las sociedades secretas, que no debía revelar la existencia de estos planes de dominación y este gobierno paralelo que él había conocido desde mucho tiempo antes ya que su propio padre era parte de él.
Y el presidente Kennedy sabía la importancia estratégica de desenmascarar y hacer público a ese gobierno secreto y paralelo ya que era un asunto que afectaba a la Seguridad Nacional y al poder político, económico, social y militar de la nación.
A lo largo de su breve presidencia, Kennedy había mantenido encuentros con su predecesor, Eisenhower, para hablar sobre el asunto del poder oculto en la sombra, a fin de recibir los consejos del anterior Presidente.
Existe un discurso parecido al de Kennedy, pronunciado por Dwight Eisenhower refiriéndose, más o menos, a lo mismo, advirtiendo del peligro de un extraño complejo de poder «industrial militar», según lo llamaba Eisenhower, el cual gobernaba libre y a su antojo, los destinos del país, para su propio interés. Kennedy era el Presidente demócrata entrante y Eisenhower era el Presidente republicano saliente. El sucesor de Eisenhower en el Partido Republicano, Nixon, había perdido las elecciones contra Kennedy.
Eisenhower durante la Segunda Guerra Mundial había sido un brillante héroe de guerra en episodios bélicos como el Día D y la Invasión de Normandía, sin embargo durante su carrera política se convirtió en un hombre gris, que no combatió firmemente a las sociedades secretas.
Esta es la gran diferencia de Kennedy con el resto de los presidentes anteriores. Kennedy no se plegó a los deseos de las Sociedades Ocultas que controlaban el poder político y económico, y de las Comisiones Secretas gubernamentales.
Con este Discurso del Presidente John F. Kennedy, criticando y denunciando el poder sionista que se mueve en la sombra de Estados Unidos, evidenció su rechazo hacia los grupos conspiradores y su comprensión completa de la situación que le tocó enfrentar.
“La propia palabra SECRETO es repugnante en una sociedad libre y abierta. Somos un pueblo que nos hemos opuesto, expresa e históricamente a las sociedades secretas. Tanto a juramentos como a actos secretos”.
“Decidimos hace ya tiempo que los riesgos de ocultar hechos de importancia eran injustificados puesto que tenían mucho más peso los peligros que se generaban para justificar ese secreto. Hoy en día, no existe mucha oposición a la amenaza de sociedades ocultas y de sus restricciones arbitrarias”.
“Aún en la actualidad, hay poca seguridad de que sobreviva nuestra nación, si nuestros tradicionales valores no sobreviven consigo”.
“Existe un peligro muy grave de que se proclame necesario aumentar la seguridad, lo que será aprovechado por aquellos interesados en exagerar su importancia y con ella, los límites de la censura oficial y del encubrimiento”.
“Yo no lo permitiré mientras esté en mi mano que esto ocurra. Y tampoco lo hará ningún funcionario de mi Administración, tanto si es de alto como de bajo rango, civil o militar”.
“Que nadie interprete mis palabras como una excusa para censurar las noticias, suprimir la disensión, para encubrir nuestros errores o para coartar a la prensa o al público de los que hechos que merecen saber”.
“Nos oponemos tanto aquí como en el mundo entero a una conspiración monolítica y despiadada que confía sobre todo en los medios secretos para expandir su esfera de influencia, en la infiltración en vez de la invasión, en la subversión en vez de las elecciones, en la intimidación en vez de la libre elección, en las guerrillas de noche en vez de los ejércitos de día”.
“Es un sistema que ha reclutado a la HUMANIDAD ENTERA y los recursos materiales dentro de un aparato sumamente eficiente que combina operaciones militares, diplomáticas, económicas, científicas y políticas”.
“Sus preparativos se ocultan, no son publicados. Sus errores se esconden. No aparecen en las portadas. Sus disidentes son silenciados, no alabados”.
“Ningún gasto se cuestiona, ningún rumor se confirma, ningún secreto se revela”.
“Ningún presidente debería temer a la inspección pública de su programa de gobierno porque de esa inspección llega la comprensión, llega el apoyo o la oposición”.
“Y ambos son necesarios. Yo no pido que los periódicos apoyen mi administración pero sí solicitamos su ayuda en la enorme tarea de informar y poner sobre aviso al pueblo americano”.
“Tengo la completa confianza en la respuesta y dedicación de nuestros ciudadanos, siempre y cuando ellos sean bien informados”.
“Yo no podía suprimir la controversia entre sus lectores, más bien al contrario, le doy la bienvenida”.
“Esta administración piensa ser sincera en sus errores. Como un hombre sabio dijo una vez: “un error no llega a ser error hasta que usted se niegue a corregirlo”. Pensamos aceptar la completa responsabilidad de nuestros errores y esperamos que nos señalen cuando no seamos conscientes de ellos”.
“Sin el debate, sin la crítica, ninguna Administración y ningún país pueden triunfar y ninguna república puede sobrevivir”.
“Es por ello que el legislador ateniense Solón decretó que era un crimen para la ciudadanía no enterarse de las controversias políticas. Y por eso, también, nuestra libertad de prensa fue protegida expresamente por la Primera Enmienda”.
“Es el único tipo de empresa expresamente protegida por la Constitución de Estados Unidos, no para divertir y entretener, no para acentuar lo trivial y lo sentimental, no simplemente para dar al público lo que quiere sino para informar, despertar, reflejar, recalcar nuestros peligros y nuestras oportunidades, para indicar nuestras crisis y nuestras elecciones, para dirigir, moldear, educar y a veces enojar a la opinión pública”.
“Esto significa una profundidad en el análisis de las noticias internacionales. De esta manera, el extranjero no estará más lejos, sino que se encontrará a nuestro lado y será local”.
“Significa una atención más amplia y la mejor comprensión de las noticias, así como una mejoría en las transmisiones”.
“Y significa, finalmente, que el gobierno, a todos los niveles, debe tener la obligación de proporcionar la información más completa posible por encima de los límites más estrechos de la seguridad nacional”.
“Y lo mismo para la prensa escrita: los archivadores de los acontecimientos de la humanidad, los guardianes de la conciencia, los mensajeros de las noticias.”
“Buscamos su ayuda y asistencia, confiamos en que, con su apoyo, el hombre será lo que siempre ha querido ser: LIBRE E INDEPENDIENTE”
La vigencia de este discurso es tan actual que sorprende su claridad y contundencia.
Y para todos aquellos escépticos que en cuanto escuchan sobre la existencia de un grupo secreto que organizadamente planea hacer el mal y que tienen una agenda transgeneracional de largo plazo para hacerse con el control del mundo, inmediatamente lo descartan y desacreditan señalando de conspiranoicos a los que aseguramos la existencia de estas fuerza oscuras que desde hace cientos de años se mueven en las sombras para lograr sus obscuros e inconfesables fines, sirva este magistral discurso del presidente Kennedy que -siendo uno de los hombres mejor informado del mundo- no iba a jugar al complotista si no tuviera absoluta certeza y pruebas de que este grupo inmensamente poderoso que está detrás de los gobiernos de verdad existe y actúa.
Todo el material expuesto en este boletín, desde el número 1 del vol. 1, tiene la finalidad de abrir y despertar la conciencias para eso está enfocado y encaminado nuestro trabajo y esperamos que en este número como en los anteriores hayamos logrado ese objetivo.