Pfizer, la más corrupta de FARMAFIA
12-11-20
La Mafia Médica, palmaria realidad. Su único anhelo: transformar a los sanos en enfermos y convertir éstos en crónicos para que consuman sus medicamentos, su feroz y feraz veneno…toda la vida. Y, entre medias, pasta, mucha pasta. E infinita corrupción. Muy sencillo de comprender: mientras la peña planetaria continúe con el dodotis puesto y rebosante de mierda, lo tienen a huevo.
La joya de la corona: sobornar a médicos
Y surge la mafiosa Pzifer con el apéndice alemán de BioNTech. Por supuesto, ambas, al servicio del genocida Gates. Como toda la FARMAFIA, única industria en el mundo que siendo manifiestamente corrupta se topa con una población mundial que le confía su salud. Sus indesmayables costumbres. Sobornos a médicos, acusaciones de lucrarse de la investigación ajena (vía espionaje industrial), lanzar al mercado algunos medicamentos que apenas aportan nada (más bien, gravemente perniciosos) y, por supuesto, precios desorbitados. Dichas prácticas de FARMAFIA, idénticas en todo lugar. Pero algunos mafiosos poseen más guita que otros.
Pzifer, perita en corrupciones. Innúmeras. Un no parar. La compañía Pfizer, la número uno del ranking mundial tras GlaxoSmithKline, fue acusada en su día de practicar “una conducta delictiva” y de financiar “un oscuro sistema de sobornos a los médicos en el marco de la cadena de comercialización de los medicamentos”, según dictaminó el argentino Juzgado Nacional de lo Criminal de Instrucción Número 27 de Buenos Aires durante un juicio contra dos de sus ex jefes de zona del departamento comercial.
Un clásico, soborno y cohechos y unto a los matasanos. FARMAFIA despliega, a la sazón, enjundiosas campañas de manera perfectamente planificada, fomentado deliberadamente dichas prácticas al “engrasar” generosamente a sus visitadores médicos y sugerirles/exigirles la realización de dichas prácticas corruptas.
Sobornarles sin parar
Los regalos desmesurados y atenciones a los médicos en la multinacional vienen de muy lejos y se hallan en el ADN de Pfizer. Sin achicar en gastos para influir en las prescripciones de los médicos de la Seguridad Social. Regalos y atenciones, comidas, marketing, viajes, congresos y miríada de reuniones locales. Y en la partida asignada a cada delegado comercial cabe de todo. Ordenadores portátiles, teléfonos móviles, carteras de cuero, viajes, fines de semana de «placer» con todos los gastos pagados…
Todo ello para «convencer» y “persuadir” a los médicos. Se denominada «taruguear». El matasanos corrompido recibe el nombre de «tarugo». Y los otros galenos, jefes de servicio o especialistas, con capacidad de «influencia» entre sus compañeros, son denominados «capos». Y. para ellos, atenciones especiales. Cena y copas a cargo de Pfizer. El clásico de la discoteca Olivia Valere de Marbella, un local frecuentado en su día por las élites económicas de la ciudad malagueña. Tras la farsa del examen PRITE de los siniestros psiquiatras/comecocos, todos los delegados de Pfizer henchidos y rebosantes de fajos de pasta. Invitaciones a copas a tutiplén. La fiesta concluyó cuando se habían gastado dos millones de pelas.
Viajes de placer…
Y viaje transatlánticos y congresos en Nueva Orleans o en Chicago. Uno muy solicitado en el caso de los citados e inicuos comecocos era el que programaba la Asociación Psiquiátrica de America Latina (APAL) en “paradisiacos” lugares como Cuba o Cartagena de Indias. La misma ciudad (¿casualidad? ) colombiana donde Dolores Delgado, La Lola, la que bebe de la copa de Garzonetti, a la sazón Fiscal General del Estado, se encontró en otro congreso ( éste de ropones) con varios jueces y fiscales del Supremo y la Audiencia Nacional reventando el ojete de varias crías colombianas.
Pfizer acordó en su día con las autoridades yanquis pagar una multa de quince millones de dólares, así como el reembolso de 26,3 millones de dólares en beneficios, antes de que comenzaran procesos criminales contra ella por sobornar a médicos. Lo hizo porque sale más barato pagar, claro. Dónde va a parar. Se demostró que los sobornos se produjeron en Rusia, Bulgaria, Croacia, Kazajistán, Serbia, República Checa, China e Italia. ¿En España, no? Claro, cómo no. En la multinacional farmacéutica hubo decenas de despidos en la sede española por sobornos a médicos. El fármaco Enbrel, cuando era un fármaco hipervendido, poro abierto. Origen de cómo se destapó el pastel. El pastelón, mejor expresado.
Pfizer aceptó también pagar casi quinientos millones de dólares en acuerdos civiles en Estados Unidos. El Departamento de Justicia indicó que la farmacéutica Wyeth, que Pfizer compró en octubre de 2009, entrenó a representantes de ventas para que animaran a los médicos a prescribir Rapamune (no sólo para la prevención de un rechazo de riñones trasplantados), incluso dándoles bonificaciones por hacerlo. Recordemos que Rapamune fue aprobado en 1999, para su uso exclusivo en pacientes con trasplante de riñón. Las leyes federales yanquis prohíben que FARMAFIA promueva medicamentos para usos no aprobados específicamente por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, en inglés). Esto ya había sucedido con el medicamento de Pfizer Neurontin, lo que confirma la idea de que estas empresas son sistémica y sistemáticamente reincidentes en sus delitos. En el crimen. Les sale gratis. Casi.
FARMAFIA, hipercorrupta y maligna
Y la aterrorizada ciudadanía se ilusiona con tales mafiosos. La «ciencia» oficial, puro marketing. Un ejemplo señero. Relevante. Hace unos años Pzifer no investigó si uno de sus fármacos, el citado Enbrel (Etanercept), era conveniente para el Alzheimer. Su patente expiraba y vieron que no devendría suficientemente lucrativo. O sus prácticas engañosas. Pfizer es una compañía que no tiene problemas en publicitar de manera escondida su lastimosa vacuna “contra” el neumococo Prevenar. Y le sale gratis, como todo. ¿Acontecerá algo semejante transcurridas calendas varias con su “salvadora” vacuna contra la inexistente covid-19?
La citada FDA desatoró también las pésimas prácticas de Pfizer en China. En concreto, la compañía habría utilizado ingredientes caducados para elaborar sus tratamientos en la sanguinaria dictadura oriental. La Agencia yanqui también detectó que Pfizer poseía una caja B para ocultar los fallos de calidad. O, sin duda, el Reino Unido. Las autoridades de la Competencia británica sentenciaron que Pfizer y otra compañía, Flynn Pharma, cobraron precios injustos y descomunales por la fenitoína sódica vulnerando flagrantemente las leyes británicas y europeas de la competencia. Y no hace falta que les diga que los propios accionistas e inversores de Pfizer han denunciado en más de una ocasión al laboratorio por falsear datos de seguridad en ensayos clínicos, lo que origina, ingenuamente, potentes inversiones en la empresa. Obviamente, en el camino, dilapidan mucho parné.
Déjà vu, incesantes días de la marmota con FARMAFIA. Y con Pzifer la viagrera, más. En fin.