Fray Tuk
(19.11.2012)
Islamismo y Masonería
son dos de los principales obstáculos
para la nueva evangelización en África.
Así lo explica el obispo de Togo,
país con 25% de católicos,
Nicodème Anani Barrigah-Bénissan
Felicito a este valiente obispo que se atreve a denunciar las oscuras maquinaciones de la Masonería. 'Oscuras' porque se trata de sociedades secretas. 'Maquinaciones' porque no creo que se reúna gente tan destacada para debatir sobre el canto del grillo. Entre comilas las palabras del obispo Barrigah-Bénissan en el pasado Sínodo de los Obispos.
Avance del Islam
"La rápida expansión del Islam y, sobre todo, la difusión del fundamentalismo en África Occidental, inquieta muchísimo a la Iglesia. Un día es suficiente para convertirse en musulmán; pero después es imposible renunciar a esta religión. En cambio, la preparación de los catecúmenos dura de tres a cuatro años en nuestras diócesis; pero los bautizados abandonan con gran facilidad la fe católica". Se pone de manifiesto una vez más la falta de libertad religiosa entre los musulmanes, y la necesidad imperiosa de una sólida catequesis en catecúmenos y bautizados.
Proliferación de Sectas
Sectas para la clase baja. "La pobreza de nuestra población, el paro juvenil, la decepción política, la gran religiosidad de nuestro pueblo constituyen un terreno fértil en el cual brotan las sectas que encuentran fácilmente adeptos entre nuestros fieles".
Sociedades secretas para la clase dirigente. "Las sociedades secretas y esotéricas, en especial la franc-masonería, reinan sin ser molestadas en los vértices del Estado, en las instituciones más importantes y en todos los ambientes intelectuales del país". La masonería es una de las grandes vergüenzas y lacras mundiales de los últimos siglos. Como dijo John F. Kennedy, "la misma palabra 'secretismo' es repugnante en una sociedad libre y abierta".
Texto completo de su intervención