Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



martes, 9 de abril de 2024

El peligro del blanqueamiento de lo demoníaco, por el P. Luis Petit

El peligro del blanqueamiento de lo demoníaco, 
por el P. Luis Petit
8/04/2024

P. Luis Petit

P. Luis Petit. Natural de Barcelona. Estudió en el Seminario de Toledo y se ordenó sacerdote en el año 2000. Después estudió Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Lateranense de Roma. Con diversos cargos pastorales en Toledo hasta 2006 que fue a Perú, a la Prelatura de Moyobamba, donde estuvo de 2006 al 2018. Y del 2018 hasta el presente está en la diócesis de Barcelona en varias parroquias.

¿Cómo exorcista, percibe un gran blanqueamiento de lo demoníaco y satánico en la sociedad, distorsionando la realidad sobre la malévola naturaleza del ángel caído?

Sí, se presenta lo demoníaco como algo agradable, como algo simpático, como algo atractivo y en cambio se presentan las cosas de Dios y la religión como aburridas, como que te coartan la libertad, etc. y esto es peligroso porque evidentemente el demonio, como decía San Ignacio de Loyola, es el enemigo de la naturaleza humana. Busca siempre hacernos daño.

¿Cuál es el gran peligro de hacernos simpático a un ser que busca nuestra perdición eterna?

El gran peligro es que el demonio no juega. Tú puedes pensar que es simpático, que es agradable o que es más divertido, pero de una manera u otra siempre te va a hacer daño. El demonio no juega, no tiene alegría y, ni siquiera, sentido del humor.

Es curioso que mientras menos se habla del demonio en los púlpitos, más presente está en la sociedad y cada vez se ha normalizado más su presencia, en la moda, tendencias…

Es cierto que hay como una paradoja entre la ausencia de la predicación sobre el demonio especialmente en la Iglesia Católica y su presencia constante en el mundo secular. Camisetas, tatuajes, canciones, películas, amuletos, etcétera. Creo que responde al hecho de que el demonio por un lado quiere permanecer oculto, pero por otro lado busca ser adorado y ser el centro de atención. Esto lo resuelve simulando su presencia como un símbolo de rebeldía y anticristianismo, como si fuera sólo una cuestión estética. Pero detrás de esa moda está él mismo. Deberíamos recuperar la enseñanza sobre este tema, sin exageraciones, simplemente siendo fieles a la Escritura. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis aparece la existencia y acción del demonio.

Llama la atención el juego Invoquemos demonios, que he comprobado que existe y no es un fake en donde claramente se incita a los niños a invocar a estos seres del averno…¿Qué peligro real puede traer el acceso de los pequeños a estos juegos?

Como decía antes el demonio no juega. Cualquier apariencia de juego con el demonio es muy peligrosa. Además, podrían darse casos de posesión en niños. Es sorprendente, pero a partir del uso de razón los pecados que abren la puerta a una posesión pueden acabar en la necesidad de un exorcismo para un niño.

En los últimos años esta atracción por el mal se percibe claramente por ejemplo en la siniestra moda de Halloween, que se presenta de forma simpática a los niños y se va convirtiendo desgraciadamente en una tradición en España…

Una sociedad como la nuestra que renuncia a sus raíces cristianas se ve obligada a sustituir las fiestas y celebraciones por otras. Y puesto que estamos en una época de dominio del mal y de la cultura de la muerte se celebra el mal y la muerte. Se prefieren las tinieblas a la luz, especialmente porque la luz pone de manifiesto las malas obras como dice Jesús.

También se ve mucho en las series y películas, desde Harry Potter a Crepúsculo, en las que el ser malvado se presenta de una manera simpática y seductora…

El demonio busca seducir. Se presenta de manera seductora a Eva. Se nos presenta en el Génesis como una serpiente, queriendo señalar que es sigiloso, difícil de detectar su presencia, pero trae un veneno de muerte.

A Jesús en el desierto se le presenta de una manera seductora también. Incluso cita la Biblia para cumplir su propósito. Siempre va a seguir tentando con la idea de qué Dios no quiere nuestra felicidad. Y esto lo va a presentar de todas las maneras posibles: a través de ideologías, de literatura, de música, etcétera.

Igualmente muchos de los grandes iconos de la música a nivel mundial, ya sea de forma sutil o más descarada muestran una cierta adhesión al príncipe de las tinieblas…

El tema de la música es peligroso. Y me llama la atención que no se suele incluir en las posibles puertas de apertura a una acción de Satanás en nuestras vidas. Si una persona canta una canción donde pide reiteradamente que el diablo vaya a él, hay un peligro real de que esto suceda. Una persona puede quedar afectada por presencias diabólicas por culpa de las letras de las canciones. El peligro no está en mensajes subliminales y cosas de estas que a veces se buscan. Sino que el peligro está realmente en hacer invocaciones diabólicas. También quedar afectados por un tipo de mensaje que nos lleva al mal y al pecado. Además, yo incluiría aquí un tipo de música que no es agradable. Dios ama la belleza y ha creado la naturaleza humana de tal modo que sienta una atracción por la belleza. El rechazo moderno por el arte verdadero es también una rebeldía contra la naturaleza humana, don de Dios.

Sin embargo películas como Nefaroius nos advierten de las auténticas intenciones de este ser infernal…

Creo que esta película hace un recurso legítimo a hacer hablar al diablo y mostrar lo que piensa. Dar a entender que detrás de tantas leyes e ideologías de nuestros tiempos hay una acción diabólica. El modo como está poseído el protagonista es un poco exagerado, pero me parece un recurso legítimo, para hacer hablar al diablo. También aparece la figura del sacerdote racionalista que no cree en estas cosas. Pero es curioso ver como el diablo, hasta que se da cuenta de que el sacerdote no cree en el demonio, le tiene miedo al sacerdote y su poder. Este punto me pareció muy real.

En las grandes ciudades se percibe cada vez más gente hablando sola o gritando de forma extraña, ¿qué porcentajes de casos pueden deberse a cualquier tipo de influencia demoníaca?

Creo que una sociedad alejada de Dios y que rechaza el orden natural es una sociedad enferma y enfermante. Hay una acción ordinaria del diablo que es la tentación, que explica la locura a la que está llevando a nuestra sociedad occidental. La naturaleza no perdona nunca. Rechazar el orden natural y la moral produce la enfermedad del alma. Pero, además, abrir la puerta a lo diabólico une a esta sociedad enferma con una presencia del mal, en algunos casos con signos preternaturales. Es imposible dar un porcentaje, pero no tengo dudas de que algunos casos que se presentan como trastornos mentales son en realidad influencias demoníacas. Lo ideal sería que un psiquiatra supiera reconocer que hay diagnósticos que escapan a las tipologías patológicas. Que se diera cuenta de que ahí hay algo que no encaja. Evidentemente un exorcista reconoce por su lado la existencia de enfermedades mentales de origen natural.