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martes, 18 de junio de 2013

Papa Francisco: «No a los cristianos de salón» (889)


Papa Francisco: Una vez más, mis buenos hermanos, voy a molestar con esta reflexión, no deben leerlo si no quieren sentirse molestos. La intención de molestar es contra la mundanidad, pero de ninguna manera es ofender a los verdaderos sentimientos religiosos, sino a los mundanos.

No queridos hermanos, no se trata de ofender a persona alguna, sino a actitudes contrarias a los intereses de Cristo Jesús. No hay dudas, mis buenos hermanos, que cuando el corazón se entrega a la mundanidad del diablo, a la idolatría deportiva, uno termina tibio y corrompido, permaneciendo insensible a los dones del Espíritu Santo, que lo mismo hablan de las cosas del cielo, que seguidamente, aparece lo que hay en su corazón, los amadores del mundo, enemigos de Dios. La mundanidad, y el deporte no buscan la unidad con Cristo, la Iglesia Católica siempre atiende a los deseos de Dios, de nuestro Señor Jesucristo. 

El Papa Francisco una vez dijo, que quiere que la Iglesia sea completamente espiritual, y nos lo confirma tantas veces cuando leemos sus reflexiones espirituales, homilías, pero que son palabras que no llegan a ser comprendidas por los amadores de este mundo, no se animan a abrirse al Espíritu Santo de una forma radical. Pues desde la tibieza no se puede decir, con acierto ni con verdad, que la idolatría no puede ofender a Dios, y es por eso, son las obras de los mundanos quienes manifiestan sus propios deseos, como si fueran deseos de Dios, y están convencido de ellos.

Las almas tibias no ayuda al plan de Dios para salvación de las almas. No tiene interés por Jesucristo en su corazón, en cuánto siempre guiados por los deseos del hombre viejo, una y otra vez siempre se inclinan hacia el proceder de los mundanos. Con tales cosas no hacen un bien a las almas, sino que las confunden, de la propia afición quiere que otros disfruten de su mismos deseos.

Por el contrario los Santos Padres, siempre atentos a la voz de Dios, en el Espíritu Santo, siempre hablan del cielo, rechazan todos los entretenimientos, diversiones, juegos que el mundo les ofrece. Algunos tienen apariencia de religiosidad, pero se traicionan cuando en primer lugar, hacen traición a Cristo y a su vocación... ¿Se puede complacer a Dios y al mundo? Pues el alma incorregible por su propia tibieza es esto lo que hace con mucha frecuencia.

¿Llego a molestar al decir estas cosas? No hay nada que más entorpezca a Jesucristo, que los cristianos de salón, que siempre desean estar en enemistad con Cristo por su amor al mundo deportivo que es una especie de idolatría, que es contrario a la Palabra de Dios. No tienen deseos de volar a lo alto, pues siempre, digo siempre, están en las cosas terrenales, y se gozan de ello, aunque hablen de Cristo, pero ya sin frutos espirituales. No podemos servir a dos señores.

Volviendo a la pregunta: ¿molesto cuando digo estas cosas? mi respuesta es sí, pero molesto a cuántos no quieren unirse al Corazón de Cristo. Pues buscan un Cristo en la medida del hombre viejo y terreno, lo cual es imposible.

Papa Francisco: Por lo tanto, pidamos al Espíritu Santo esta gracia del celo apostólico, cristianos de celo apostólico. Y si molestamos, bendito sea el Señor. Adelante, como dice el Señor a Pablo: «¡Ánimo!»". 

El texto completo, podemos leerlo aquí: No a los cristianos de salón |.

Hay otra cosa, que algunos se esfuerzan en desviar las enseñanzas de la Iglesia Católica, cada vez que promociona noticias sobre el fútbol. Estos no son servidores del Señor, sino enemigos suyos, y hacen caer más en la confusión a los cristianos débiles, no les lleva seriamente hacia el verdadero Espíritu de Dios, no obran con sabiduría espiritual, sino con un tipo de astucia, en el que un día, se arriesgan a no participar de la Herencia Eterna. Pues para entrar en el Reino de los cielos, el corazón del cristiano debe asemejarse al de Nuestro Señor Jesucristo,

Pero nuestro combate no es contra los hermanos, sino contra los espíritus malignos, por lo que algunos cristianos, se dejan seducir por el mundo para su perdición y no son capaces de reconocer en el grave peligro que exponen su alma,

No engañes, pues si de verdad amas a Dios, olvídate de los deseos del hombre viejo, porque con esto, endurece cada vez más tu corazón. Pues no es de confianza, ni encontramos credibilidad, (hablando por mí) cuando veo a algún defensor de lo mundano, intentar arrojar su propia basura, la idolatría del deporte, que hasta ahora, no hay contenido espiritual, sino apariencia de una falsa religiosidad, según lo examinamos a la Luz de la Palabra de Dios y la doctrina de los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica. Hasta ahora, lo único que argumentan los amadores del mundo, son opiniones personales, muy lejos del Espíritu Santo, cuando defienden lo que Dios rechaza. Por lo que también desean hacernos daño en nuestro espíritu, pero no todos nos dejamos convencer por esas perversas intenciones. 

Pues la realidad es esta, alguien tiene amor al fútbol, y como son oportunistas, aprovechan en compartir noticias del momento, ya alguna foto o noticias de futbolistas o sobre algún que otro deporte. Los deportistas en sí, buscan la gloria de este mundo, la gloria de unos a otro, en vez de la Gloria de Dios, que sería dejarlo todo para caminar con Cristo.

El corazón mundano es incapaz de comprender las cosas de la fe, y trata de atraer, como en este caso, al Papa Francisco hacia un terreno que no tiene nada que ver con la espiritualidad.
Molestamos sí, hermanos míos, pues no intentamos buscarnos a nosotros mismos, sino a Cristo. 

Satanás consigue que no siempre entre los cristianos se hablen de Cristo, y todo aquel que no lleva el Espíritu de Dios, no le pertenece, dice San Pablo, y es por eso, en ocasiones como estas, que seguirá insistiendo en la mundanidad del diablo con la idolatría deportiva. La cuestión es que el pensamiento no se dirija a Dios, sino al mundo.

Desengáñate, hermano, hermana, para ti, la vida no es Cristo, por mucho que hables de Él, pero que astutamente termina por difundir imágenes y noticias que no tienen relación con los intereses de Cristo. 

Fuente:
Blog "Salvación en la Iglesia Católica"-Jose Luis (25/5/13)

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