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lunes, 17 de junio de 2013

YOGA-NUEVA ERA: ¿Es lícita su práctica para un Católico? Debate (888)


InfoCatólica-José Miguel Arráiz (25/5/13): Hace unos cuatro meses coloqué un post donde compartía algunas de las advertencias que algunas importantes personalidades de la Iglesia han realizado sobre los peligros espirituales que puede acarrear practicar esta disciplina de meditación oriental (¿Es lícito para un católico practicar Yoga?). La razón en aquella ocasión, fue que en un grupo católico que suelo visitar esporádicamente me encontré una interesante discusión donde algunos católicos defendían esta práctica y otros no lo hacíamos, y consideré útil recopilar estas opiniones para arrojar un poco de luz sobre el asunto.

Recientemente me he encontrado una discusión similar en la cual por cuestión de tiempo tuve que limitarme a dejar solo dos comentarios puntuales antes de que fuera eliminada. La discusión en sí es bastante larga y en algunos momentos se hace algo repetitiva (puede leer una copia de lo que pude respaldar de ella aquí: Debate sobre el Yoga), pero aun así se me hace interesante comentar algunas de las opiniones que allí se reflejaron en el blog por si sirven de alguna utilidad.

Comentario previo: El debate se inició cuando un participante comparte en un vídeo la opinión del padre Gabriel Amorth, quien fue el exorcista oficial del Vaticano, sobre el carácter perjudicial del Yoga. A partir de allí los ánimos se van caldeando y algunos participantes comienzan a agredir verbalmente al participante que publicó el enlace, acusándolo de ser un “fundamentalista", un “campesino con antorcha", un “católico asustado come cacahuates con poco cerebro", un “tarufo” y otros calificativos nada caritativos además de ridículos, mientras esta persona con admirable paciencia siempre respondió con humildad y mansedumbre.

Debo decir que aunque me pareció un espectáculo lamentable y vergonzoso, en mis observaciones me limitaré solo a analizar los argumentos de fondo, no porque justifique o pase por alto estas conductas, sino por ser este un post de orden apologético.

1.- ¿Satanizar el Yoga?

El primer tipo de objeciones que se presentó en el debate, fue de manera burlista tratar de hacer parecer al que compartía el vídeo, como alguien que “satanizaba” el yoga:

“Jajajajajaja…. espero que al rato no satanicen a las Ardillitas o el Running… jajajaja… a este paso vamos a quemar bibliotecas y escuelas… simplemente y con todo respeto para Amorth… no hay que caer en fanatismos y tonterías. Por cierto la opinión de un exorcista no hace Magisterio”.

En primer lugar, se observa ya aquí una falacia (conocida como falacia de muñeco de paja) en la cual se distorsiona y caricaturiza el argumento del contrario para atacarlo con ventaja. Coloca al otro en el lugar del fanático fundamentalista mientras se coloca a sí mismo como el hombre de mundo (o más bien deberíamos decir, apropiadamente, “del mundo").

Ahora bien, la gran mayoría de las objeciones de teólogos y sacerdotes sobre lo perjudicial de practicar esta disciplina, religión, o como se le llame, lo hacen en base a advierten que en las ideas y técnicas del yoga en sus varias escuelas y formas, junto a elementos naturales (afirmaciones o prácticas que pueden ser útiles para el domino de sí o para la oración), se encuentran elementos que difícilmente se pueden considerar válidos, ni aun naturalmente (por ejemplo, la tendencia al panteísmo, la disolución de la persona y de la actividad personal como meta ideal de la ‘mística’, confusas y equívocas explicaciones sobre la naturaleza humana y sus relaciones con el resto de la realidad, infravaloración de aspectos de este mundo, etc.). Así por ejemplo lo explica el padre Miguel Ángel Fuentes, doctor en teología, en su Web: ¿Es moralmente lícito practicar yoga? ¿Y si uno lo hace sólo como gimnasia?

Inclusive las declaraciones del padre Gabriel Amorth deben ser entendidas en su contexto cuando califica de satánica la práctica del yoga, ya que él mismo explica que es por su radical incompatibilidad con las Sagradas Escrituras, y con el hecho de que la práctica del yoga conduce a adoptar creencias hinduistas que tienen como uno de sus dogmas esenciales la reencarnación. En pocas palabras, el demonio puede servirse de estas prácticas para alejar a los creyentes de la fe cristiana.

2.- La Nostra Aetate ¿Reconoce que es lícito de alguna manera la práctica del yoga?

El participante que inició el tema, comparte también el documento del Magisterio Jesucristo, portador del agua de la vida en el cual se aborda la problemática de la Nueva Era y se menciona el Yoga como uno de sus elementos prejudiciales (sobre esto volveré más adelante), a lo cual le responden que ese documento debe ser leído a la luz de la Declaración del Concilio Vaticano II la “Nostra Aetate” la cual declara que el Yoga por ser una religión hay que respetarlo:

“En la Nostra Aetate la Iglesia enseña lo que realmente piensa sobre las religiones No cristianas, entre ellas el Hinduismo (dentro del cual está la yoga)… y el respeto que les debemos de tener por tener dentro de sus concepciones un genuino valor de búsqueda de Dios por parte del hombre…”

“El documento que colocas no puede ser entendido si no has leído este: Nostra Aetate ya que este que coloco hace una diferenciación entre lo que es otra religión y lo que es la New Age…veamos Nostra Aetate dice sobre el hinduismo (en el cual esta implico el Yoga).

 “Así, en el Hinduismo los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía, y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición mediante las modalidades de la vida ascética, a través de profunda meditación, o bien buscando refugio en Dios con amor y confianza.” (Nostra Aetate) Ahora “Portador de agua Viva” habla dentro de un contexto NEW AGE… no sobre lo que menciona como parte de una tradición Religiosa en sí. El problema es que dicho documento lo lean laicos sin formación alguna y quieran sacar verdades al gusto sin contemplar una correcta interpretación a partir del contexto en el cual fue escrito….”

Más adelante el mismo participante reconoció su amor por otra religión oriental, el budismo:

“Soy Católico oriental, pero aun conservo en mi es amor por el budismo y su cultura y filosofía… que generalmente no es lo que piensa el católico promedio.”

Interpretaciones como la anterior del decreto conciliar son frecuentemente las causantes de que el Concilio Vaticano II encuentre tanta resistencia entre algunos sectores tradicionalistas. Y es que asumir que las menciones del documento Jesús, portador del Agua de la vida referentes al yoga no aplican al yoga del hinduismo, porque este es una religión y la Nostra Aetate dice que hay que respetar esas religiones, es un disparate de magnitudes apocalípticas. Si realmente esa fuera la correcta interpretación de los documentos habría que darles la razón a los tradicionalistas. Como dijo reiteradamente el Papa Benedicto XVI, los documentos del CVII deben leerse a la luz de la hermenéutica de la continuidad, y también a la luz del resto de los documentos conciliares, que dejan claro que solo hay una religión verdadera:

“En primer lugar, profesa el sagrado Concilio que Dios manifestó al género humano el camino por el que, sirviéndole, pueden los hombres salvarse y ser felices en Cristo. Creemos que esta única y verdadera religión subsiste en la Iglesia Católica y Apostólica, a la cual el Señor Jesús confió la misión de difundirla a todos los hombres” (Dignitatis Humanae 1).

Eso que seguramente no lo objetan ni los defensores del yoga, tiene otra consecuencia obvia, pues si según el Concilio solo hay única y verdadera religión, es lógico concluir también que según el mismo Concilio el resto de las religiones son falsas. El Concilio también declara el deber moral de los hombres de abrazar esta única religión verdadera:

“Deja íntegra la doctrina tradicional católica acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo“ (Dignitatis Humanae 1).

Y así como es deber moral abrazar la religión verdadera, también lo es apartarse de las religiones falsas. La Nostra Aetate no aprueba pues, la práctica de ninguna otra religión, ni yoga, ni budismo, ni hinduismo, simplemente dice que las respeta “por más que discrepe en mucho de lo que ella profesa y enseña“. Lo mismo podría decirse perfectamente del ateísmo sin implicar ninguna aprobación en lo absoluto.

Lo mismo cuando dice que “la Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero”, no hay por qué entender que se reconoce en modo alguno que dichas religiones sean buenas o lícitas, sino simplemente que podrían encontrarse cosas buenas, que no tienen por qué rechazarse meramente por pertenecer a esas religiones. ¿Es la práctica del yoga una de ellas cuando tiene elementos incompatibles con la fe cristiana? Evidentemente no.

Por otro lado, si bien es cierto que el documento Jesucristo, portador del agua de la vida se refiere a la Nueva Era, también es cierto que uno de los elementos nocivos que encuentra en ella es precisamente la presencia de estos elementos incompatibles con la fe cristiana, entre los cuales está el yoga:


“Entre las tradiciones que confluyen en la Nueva Era pueden contarse: las antiguas prácticas ocultas de Egipto, la cábala, el gnosticismo cristiano primitivo, el sufismo, las tradiciones de los druidas, el cristianismo celta, la alquimia medieval, el hermetismo renacentista, el budismo zen, el yoga, etc. En esto consiste lo « nuevo » de la Nueva Era. Es un « sincretismo de elementos esotéricos y seculares »”(Jesucristo, Portador del agua de la vida, 2.1).

Observe que se identifica el Yoga como una de las tradiciones que confluyen en la Nueva Era y se le califica como uno de esos “elementos esotéricos”. No se trata pues como interpretan erróneamente algunos participantes del debate, que el Yoga sea un problema cuando se practica dentro de la perspectiva de la Nueva, sino todo lo contrario: la Nueva Era es perjudicial entre otras cosas porque incluye estos elementos esotéricos. No hay yoga “válido” cuando es hinduista, e inválido cuando es “Nueva Era", como tampoco es bueno que un hinduista practique una religión falsa, lo bueno es que deje de practicarla y abrace la verdadera.

3.- ¿Y si no se practica como religión sino sólo como ejercicio?

Desde esta perspectiva plantearon su defensa de la práctica del Yoga también varios participantes:

“Es que aun no puedo entender cómo es posible que teniendo buena formación católica todavía estén con prejuicios, el yoga como ejercicio es muy bueno, nada que ver con que nos vamos a cambiar de religión o creencia, pues que poca fe si así pasara eso lo único que denotaría es que nunca comprendieron su fe.”

Los coordinadores de ese grupo católico también fueron de la misma opinión discrepando de varios artículos publicados en Catholic.net:

“Yo aún cuando respeto mucho a Catholic.net creo se debe de matizar, si ya se anda en ondas de chacras y cosas de nueva era es malo, si sólo es ejercicio no".

Uno de los participantes expresó su opinión respecto a que aún así habría que evitarlo, por ser un riesgo:

“¿Para qué arriesgarse? ¿Por hacer un “ejercicio"? No vale la pena.”

A lo que otro de los coordinadores le respondió que esos eran escrúpulos y eso era pecado:

“Pues los escrúpulos son pecado en sí mismo, es como aquellos que me piden no vea películas como Harry Potter o el Exorcismo de Emily Rose, o el Rito para no dejar la puerta abierta al enemigo, son escrúpulos”

En este punto habría que distinguir dos cosas:

1) Respecto a si el yoga puede practicarse exclusivamente como ejercicio, las opiniones autorizadas de teólogos y sacerdotes coinciden en que es sumamente difícil si no imposible, sobre todo cuando se avanza en los niveles de esta práctica. Por ejemplo, el profesor Joel S. Peters, que enseña Teología en un Instituto católico de segunda enseñanza en Montvale, New Jersey (Estados Unidos) responde:

“¿Y los beneficios de la salud del yoga? Pero ¿no es posible lograr los beneficios corporales del yoga dejando de lado los aspectos religiosos? 

Esta pregunta es engañosa y revela cierta ignorancia por parte de quien la formula. Es engañosa porque presupone que puede plantearse una dicotomía entre las posturas físicas del yoga y su espiritualidad subyacente; revela ignorancia porque el cristiano practicante que la pregunta, muy probablemente no ha investigado previamente al yoga.. Si lo hubiese hecho, debería haberse dado cuenta que es, en su verdadera naturaleza, una práctica de la religión hindú.” (Artículo completo en: ¿Puede un cristiano practicar yoga como disciplina corporal? Un experto habla de su fin religioso - Religión en Libertad)

Una opinión similar la encontramos de parte del doctor en teología y sacerdote, Miguel Ángel Fuentes en el artículo previamente citado, donde se agrega que aquellos que se limitan a usar del yoga lo que prescribe para la tercera o cuarta etapa, se trata de un comportamiento superficial que no puede ser considerado propiamente yoga. Luego de esto enumera los recelos totalmente justificados que impone el uso del yoga por parte de un cristiano, y aquí es oportuno diferenciar estos recelos de lo que uno de los coordinadores de este grupo confundió con “escrúpulos” y “pecado".

En primer lugar, hay que aclarar que los escrúpulos no son un pecado, sino la duda irrazonable sobre la moralidad de un acto hecho o por hacer. La persona escrupulosa vive preocupada viendo pecado donde no lo hay. El escrúpulo es un problema o una enfermedad espiritual que puede sanarse con la asistencia de una buena dirección espiritual y la gracia de Dios, y así ha sido con numerosos santos que han sufrido de este problema. El que es escrupuloso no peca por tener escrúpulos, sino que por el contrario, teme pecar por cosas que realmente no son pecado, lo que puede afectar su salud espiritual. No son un pecado “en sí mismo", como asume este amigo católico.

En segundo lugar, hay que distinguir entre recelos justificados, del escrúpulo que no es justificado. En el caso del Yoga hemos visto que hay numerosas advertencias de voces autorizadas previniendo sobre los riesgos de este tipo de prácticas, alertando sobre su incompatibilidad de la fe cristiana e incluso un documento magisterial lo incluye entre el número de prácticas esotéricas. Apartarse de todo lo que pueda ser ocasión de caída es más bien un acto de sensatez y prudencia que Jesús nos recuerda en el evangelio “Si tu mano es ocasión de pecado córtala” (lo cual por supuesto, es una hipérbole cuya moraleja es que debemos apartarnos de la ocasión de caer o alejarnos de Dios o de la verdadera Fe).

4.- ¿Pero todas esas “voces autorizadas” no son solo “opiniones personales"?

Ante las opiniones de teólogos y sacerdotes al respecto los defensores del yoga en este debate alegaron que se trataba de mera “opiniones personales":

“La Iglesia es más que opiniones personales, gracias a Dios. Afortunadamente la Iglesia tampoco se basa en portales de internet. Con todo respeto para Amorth… no hay que caer en fanatismos y tonterías. Por cierto la opinión de un exorcista no hace Magisterio. Un exorcista es un ser humano que en sus opiniones puede fallar…”

Es cierto que muchas de las advertencias sobre la práctica del yoga provienen de opiniones de teólogos y sacerdotes autorizados publicadas en reconocidos portales católicos. En ningún momento se pretende elevar su opinión al nivel de “dogma", pero eso no quita que por venir de personas católicas conocedoras del tema no sea valiosa y digna de tomar muy en serio.

Las advertencias del padre Gabriel Amorth, por ejemplo, aunque falibles, provienen de alguien con una amplia experiencia en el trato con los demonios. Habiendo sido el exorcista oficial del Vaticano y realizado más de 50.000 exorcismos, “algo” de experiencia debe tener. Lo mismo para el resto de teólogos y sacerdotes especializados en la materia.

Si a ver vamos, la posición de quienes defienden la práctica del yoga son también opiniones personales. Y si toca evaluar que opinión es más autorizada: si la de sacerdotes, teólogos, doctores publicadas en consenso por los portales católicos más reconocidos, añádase al exorcista oficial del Vaticano, mientras del otro lado tenemos la de unos cuantos católicos, uno de ellos, confeso amante del budismo y que cree que quien no comparta su parecer es un “campesino con antorcha", yo por lo menos no albergaría la menor duda.

Para culminar un breve resumen de las “opiniones” de teólogos, sacerdotes, y especialistas en la materia:

Documentos oficiales del Magisterio:
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