Donbass: crónica de un genocidio
3-5-22
Andrés Palomares.- Ahora que el mundo (es un decir: el Occidente cretinizado y zombificado por los medios a sueldo del poder satánico que lleva a los pueblos de cabeza al abismo) se indigna y llora por Ucrania, sería bueno recordar cómo empezó todo esto.
El que pueden ver abajo es un reportaje de 2014, el año en que comenzó la brutal represión y las masacres contra la población rusa del Donbass. La política del régimen ilegítimo y criminal de Kiev, surgido de un golpe de estado de corte nacionalista/fascista (con elementos neonazis), fue siempre la de machacar a la población para expulsarla y llevar a cabo una limpieza étnica que dejara el territorio libre de esa población indeseable.
Los gobiernos que hoy alimentan irresponsablemente la guerra con envíos de armas al régimen de Kiev nunca dijeron lo más mínimo sobre el genocidio en curso en las llamadas repúblicas separatistas.
El ejército ucraniano, que durante 8 años ha bombardeado sin piedad ni descanso a la población civil de su propio país, ahora se enfrenta a un ejército de verdad. Y no cualquier ejército. Los ucranianos están experimentando la diferencia entre masacrar a civiles indefensos sin correr riesgos y pelear contra un contrincante de verdad. Se acabó la fiesta. Ahora, pasen por caja.
Rusia está poniendo fin a un terrible episodio de ese monstruoso proyecto de las elites satánicas de esclavizar y llevar al matadero a la humanidad entera creando guerras, conflictos y crisis de todo tipo a lo largo y ancho del planeta para acelerar su agenda.
El régimen ucraniano, sus amos, sus patrocinadores y demás acólitos, por mucho que ganen batallas en Youtube y en los comunicados oficiales, han perdido la guerra y todo lo demás. Se siente. Ahora que griten y pataleen.