Alerta Digital-Roberto Centeno (13/6/2014): Este es el oscuro futuro político y económico de este infortunado país llamado España. La Escila y Caribdis de la desgraciada odisea española trazada en la nefasta Transición. Las tendencias de voto dibujadas en las recientes elecciones apuntan a dos opciones: o un Gobierno bipartidista de coalición PP/PSOE, es decir, de los corruptos e incompetentes que nos han llevado al desastre, o la alternativa de un Frente Popular bis, con un PSOE radicalizado, una Izquierda Unida más radicalizada aún, los separatistas y un Podemos.
Un “Podemos destruir España”, que es lo único que pueden hacer realidad, afirmando que esto se puede cambiar, lo que es cierto, pero jamás con las fórmulas utópicas que proponen y que nos llevarían a la mayor catástrofe política y económica de todos los tiempos. Dicho sea todo esto a sabiendas de que ni una sola utopía ha sido jamás realizada en la historia.
Los dirigentes de Podemos no tienen ni la menor idea de cómo gestionar un país ni una economía, y menos aún de cómo funciona el mundo. Simplemente están engañando a los más débiles y a los más desesperados con falsas promesas que jamás podrán cumplir.
Son admiradores de ETA, de Hugo Chaves, del Che Guevara, es decir, gravemente peligrosos y no incorporan ni idealismo ni moralidad alguna a la vida política española. Su idea es gastar sin preocuparse de quién paga, expropiar, endeudarse y no pagar, derecho a que el primer mindundi que lo desee pueda romper España –algo que ni Hugo Chaves ni el Che Guevara habrían tolerado en sus mesiánicos proyectos–, a la nacionalización de la banca y de las grandes empresas, a un nuevo modelo productivo utópico ecologista, papeles para todo el que quiera entrar en España, o sea, el mayor compendio de disparates y quimeras destructivas que cabe imaginar.
Y por si la situación de hundimiento en que nos encontramos no fuera ya suficiente desgracia, se añade ahora un escenario con una bomba cuya mecha acaba de ser encendida. Y hablo de hundimiento porque la manipulación de las cifras de Contabilidad Nacional ha llegado ya a límites absolutamente escandalosos. El supuesto crecimiento de la economía en el primer trimestre de este año, pasando del 0,3 % en el trimestre anterior al 0,4 %, es una gigantesca farsa montada sobre la base de trasladar gasto público realizado en 2013 a 2014.
En concreto este Gobierno de tramposos ha contabilizado 7.000 millones de gasto público del Estado, más una estimación de 5.000 millones de las Administraciones territoriales (sólo 1.000 millones Andalucía) realizados el año anterior, en 2014. El objetivo es falsificar las cifras de déficit, del 7,8 % real al 6,6 % oficial, mientras Bruselas hace como que se lo cree, como ocurrió con Grecia antes de la quiebra. Si se descuenta este gasto público realizado en 2013, el PIB del primer trimestre de 2014, como demostraré después, ha caído un 0,08%, lo que significa que la economía no está creciendo, sino que sigue cayendo.
Corruptos e ineptos unidos como opción más probable
El PP, muy justamente, por su mendacidad, por su incompetencia, por su alianza descarada con la oligarquía financiera, por su plan de ajuste salvaje sobre los más débiles manteniendo intacto al mayor despilfarro político y la mayor corrupción conocida jamás en el mundo civilizado, ha perdido más del 40% de sus efectivos. Hecho este que, unido a la enfermiza dejadez de Rajoy y su inaudita capacidad para promover mediocres –¿sabe alguien cómo se llama en candidato del PP en Andalucía?, ¿o puede alguien recordar algo meritorio del actual presidente de la Comunidad Valenciana?– y apartar a los mejores, ampliará aún más la derrota del PP en elecciones futuras: el PP, con sólo un 26% de votos nacionales está acabado, acabado en Madrid, acabado en Valencia, desaparecido en Cataluña y en el País Vasco y en vías de extinción en Andalucía. ¿Cuánto quedará de él dentro de un año, cuando se compruebe que la recuperación era una patraña?
Son tan ilusos que quieren convencerse de que su problema es de pedagogía. El problema es que no les han explicado bien a los parados la necesidad de que hayan tenido que reducirles las prestaciones en 4.700 millones. No les han explicado bien a los estudiantes por qué les han tenido que reducir drásticamente las becas. No le han explicado bien a la clase media la mayor subida de impuestos de la historia de España y de Europa, por qué de un Presupuesto de 470.000 millones de euros, de los cuales unos 100.000 millones son puro despilfarro (sólo 34.000 millones son duplicidades entre Administraciones Públicas), no existía un solo sitio de donde recortar. No les han explicado bien que los 30.000 coches oficiales, los 20.000 asesores que no asesoran, las 4.000 empresas públicas creadas para colocar a cientos de miles de parientes y amigos no se pueden reducir. “Eso ni si plantea”, dijo Rajoy. Se ve claramente que el problema de la pedagogía es el que tienen ellos: ni siquiera se han enterado de lo que les ha pasado en estas elecciones.
Y un PSOE que ha perforado su suelo para quedarse con un 23% de los votos nacionales ha obligado a Rubalcaba a marcharse poniendo fin a una de las trayectorias políticas más dañinas de nuestra historia, que comenzó a mediados de los 80 con la destrucción –junto con Maravall y Solana– del sistema de enseñanza pública, uno de los mejores de Europa entonces, para convertirlo en uno de los peores del mundo desarrollado, donde la militancia de izquierdas y el nepotismo han sustituido al conocimiento como baremos de selección del profesorado. Su contribución al desastre económico, político y moral de la nación española está también en la mente de todos. D. Alfredo ya ni siquiera salva su honor por el hecho de que haya dimitido sin esperar a que lo echaran: el daño que ha hecho a España y a los españoles durará varias generaciones.
El PSOE se mueve ahora en las catacumbas de los congresos y primarias del subsuelo, aunque tendrá la llave de la gobernabilidad de España bien en gran coalición con el PP (49% de los votos) o bien en pequeña coalición con una izquierda radical (6,2 millones de votos frente a 4 millones el PP en las europeas) de la peor especie imaginable, sin programa, sin idea de España, sin el menor conocimiento; sólo demagogia en estado puro. La alternativa Frente Popular bis no es concebible porque sus consecuencias serían inimaginables.
Las oligarquías financieras y empresariales ya están trabajando en ello para impedirlo y, no en vano, controlan férreamente a Génova y Ferraz a través de los medios de comunicación y las financiaciones políticas del país. Aunque han sido tan irresponsables y tan ineptos que aún con todas las cartas en la mano están a punto de perder el control de la situación. De momento, el control de la iniciativa ya lo han perdido.
El primero en salir en tromba ha sido Felipe González pidiendo respecto a Podemos, “una alternativa bolivariana sería una catástrofe sin paliativos para España y para Europa”, y donde, por una vez y sin que sirva de precedente, tiene toda la razón. Y dado el ascendiente que González tiene aún en el partido socialista, y el hecho de que a toda la cúpula socialista, a quien los dirigentes de Podemos llaman, en este caso también con toda razón, “la casta”, les producen un desasosiego tal que la única alternativa imaginable es la “gran coalición” de los ineptos y los corruptos del PSOE y del PP para seguir mandando y robando.
Por lo que se refiere a los dirigentes del separatismo, el hundimiento de Mas ha sido espectacular. A pesar de la desidia, el abandono y la traición de sus oponentes, el Gobierno y la Corona, los separatistas son conscientes de que han perdido la batalla, y ahora sólo intentan salvar la cara consiguiendo del cobarde de Rajoy un pacto económico y su reconocimiento como nación, lo que jamás han sido, algo que sería una alevosa traición para uno de los países más antiguos del mundo. De todas formas, la independencia no la van a conseguir. Y si con el Gobierno y la Monarquía más cobarde que España haya conocido desde Fernando VII no lo logran, no lo lograrán jamás. Sólo una guerra civil donde triunfaran los separatistas, como ocurrió en la antigua Yugoslavia, podría reportarles la independencia.
El crecimiento económico 1T-2014 no fue del 0,4%, sino del -0,08%
El Banco de España afirmó hace unas semanas que la economía española había crecido un 0,4% en el primer trimestre de 2013, un 0,2% atribuible al crecimiento de la demanda interna y otro 0,2% por el “tirón” del sector exterior. Pero esta patraña se vino abajo hace unos días porque los datos trimestrales de comercio exterior demostraron que las importaciones habían crecido mucho más que las exportaciones, y el sector exterior en lugar de sumar había restado 0,2 puntos al crecimiento. Algo realmente inaudito y es que la cúpula de enchufados de lujo del Banco de España no tiene vergüenza. ¿Acaso no habían visto que las cifras de enero y febrero hacían imposible ya todas sus cifras? Siguiendo órdenes del Gobierno, la cúpula de enchufados del Instituto Nacional de Estadística mantiene la cifra, pero con una versión completamente diferente.
Según esta versión, la economía no ha crecido por el sector exterior, sino por el fuerte incremento del gasto público, algo que, si fuera verdad, sería ya un puro disparate, aunque no lo es. Es una pura trampa contable, tanto que el secretario de Estado de Economía, Jiménez-Latorre, no ha tenido más remedio de reconocer que no disponía de argumentos para poder justificar el incremento del gasto público. La realidad que Jiménez-Latorre, al igual que el resto de este Gobierno de tramposos, conoce perfectamente y no ha tenido ni la dignidad de confesar es esta: el déficit público 2013 fue 7.000 millones superior sólo de la parte del Estado, más la parte de gasto transferida de año por las CCAA y los ayuntamientos estimada en 5.000 millones. Estas cantidades las han imputado al primer trimestre 2014, lo que da un incremento del gasto público en la Contabilidad Nacional absolutamente falso, algo que desmienten rotundamente los datos de la Intervención General del Estado, los cuales señalan que el déficit del Estado se redujo un 7,3% respecto al año anterior.
Esto significa tres cosas. La primera, que el déficit público 2013 ha sido del orden del 7,8% y no del 6,6% oficial. La segunda, que el crecimiento del primer trimestre de 2014 no ha sido del +0,4%, sino del -0,08% porque se descuenta la trampa del gasto transferido y porque la aportación del sector exterior fue del -0,2%; la del consumo privado –que creció un minúsculo 0,4% y representa un 60% del PIB– del 0,24 %; y la del sector público, cero. Mientras, la inversión se redujo en un 0,6% consecuencia de la nueva caída en el sector de la construcción, lo que significa una aportación al PIB del -0,12%. En conjunto, el crecimiento ha sido del -0,08 %.
Y la tercera, que la economía no está creciendo, sino que sigue cayendo, ya que el crecimiento del último trimestre del año pasado fue muy superior al del primer trimestre de este año.
Adicionalmente, y a pesar del río de dinero especulativo que está entrando para comprar activos a un 20/25% de su valor de coste, la necesidad de financiación en el primer trimestre frente al resto del mundo, se incrementaría en un 129% respecto al mismo periodo del año anterior, pasando de 3.075 millones a 7.057, un cambio de tendencia enorme a peor. ¿Pero cómo pueden ser tan tramposos? ¿Es que piensan que nadie en España sabe sumar? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que Eurostat, el BCE y el FMI no denuncien de una vez al Gobierno de España por la falsedad manifiesta de sus cuentas y auditen ya nuestra Contabilidad Nacional? ¿Qué ganan estos organismos haciéndose cómplices de la gran mentira de nuestras cifras oficiales?
La prueba del nueve de la falsedad de la recuperación me la daría el sábado el presidente de una de las mayores cadenas de alimentación del país. Las ventas del sector alimentación en España se encuentran totalmente estancadas en términos monetarios, lo que significa que están cayendo un 0,4 % en términos reales.