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jueves, 18 de agosto de 2016

Bruno Hortelano, Record de España (20,12) en JJOO-RÍO: 4º en Semifinal 200 y 2ª marca de su vida (20.16). El sueño de la final con Usaín Bolt se evapora por 6 centésimas (2328)

Semifinal: 2ª marca de su vida (20.16)
El sueño de la final con Bolt se evapora por 6 centésimas
Gatlin y Blake, tampoco estarán en la final
Usaín Bolt (19.78) se queda solo
MARCA-Gerardo Riquelme: Bruno Hortelano encontró su límite por ahora. Una frontera insospechada hace tres meses para cualquier español. Seis centésimas, un estornudo, le separó de la final olímpica, que tampoco contará con grandes de la constelación como Justin Gatlin y Yohan Blake. Al español le pesó el tute de tener que batir el récord de España el martes (20.12) y tener que volver a someter al cuerpo a otro esfuerzo exagerado en las semifinales. "Ninguno de los grandes rivales que tengo tiene que pedir tanto a su cuerpo porque ya está acostumbrado a esta demanda. Casi todos han bajado varias veces de 20", reflexionó. El 20.16, la segunda vez que ha corrido más rápido en su vida, no bastó.
En su mente había imaginado que ganaba. Pasaban él y otro. O Gatlin o Blake. No fueron ninguno de los tres. Lo hicieron el panameño Edwards (20.07) y el holandés Martina (20.10), Tercero fue Gatlin (20.13), no abucheado -noticia-, al que en la cámara de llamadas, un mundo tenso como dice Bruno, le había deseado suerte. También a Blake.
Bruno apareció en la calle 4 de la tercera serie para ocupar los tacos que habían dejado las zapatillas doradas de Usain Bolt unos instantes antes. Bolt se lo había pasado bien en la serie 2 corriendo en 19.78 y no permitiendo a De Grasse ganar la semifinal. "Parece que va haciendo jogging a nuestro lado", exclamó Lemaitre, que sí estará en la final.
La víspera Bruno había visto a Orlando Ortega ganar la plata en los 110 vallas. "Yo quiero eso", le dijo a su entrenador. Quiere disfrutar algún día, y tiene tiempo, de pelear en un mundo que hace tres meses era Júpiter. Ya es sólo la luna.
Lo que hace tres meses parecía Júpiter, una final olímpica, ya sólo es la Luna
Hortelano salió a disfrutar. "Pa, pa, pa, pa", soltó moviéndose delante del camarógrafo antes de señalarse a las sienes, su gesto fetiche. Al disparo de salida respondió bien (142 milésimas), casi como Gatlin y Edwards, que le flanqueaban e hizo la curva al ritmo que deseó. Duro.
Salió de ella emparejadísimo a Gatlin, un tipo con una marca de 19.57, una señal que parecía definitiva. Pero era equivocada. No era la noche del estadounidense y menos la de Blake. Fue sexto con 20.37. Era la de Edwards, que estaba ya escapado. Todas las hienas se lanzaron a por la única plaza que había. Bruno, que tiene un final los últimos 50 metros a tren, se sintió cansado. Y el holandés Martina se llevó la puja.
El sueño abre otro sueño. Hortelano ha despertado el sector de la velocidad e igual que hizo el francés Lemaitre, ya un asiduo, en 2010, tiene un margen de progresión serio. Seguramente si le hubiese tocado en la serie de Bolt, que es un imán y tira de todos -los dos por tiempos en la final estaban en su serie- Hortelano estaría en la carrera del jueves. Pero un hombre de ciencia como él, no entiende de supuestos sino de empirismo. Y quedó certificado que no era su noche.