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lunes, 14 de octubre de 2013

Persecución a los Cristianos: 15 millones de Mártires en 19 siglos más 30 millones en el siglo XX (1075)





Historia de las Persecuciones
 a los Cristianos en 20 siglos

Zenit (4/5/13): Ha dicho el papa Francisco en la misa de esta mañana en Santa Marta "La persecución a los cristianos proviene del príncipe de este mundo" (Satanás).

Los cristianos son perseguidos hoy más que a los inicios de la historia del cristianismo. La causa originaria de toda persecución es el odio del príncipe de este mundo hacia cuantos han sido salvados y redimidos por Jesús con su muerte y su resurrección. Las únicas armas para defenderse son la palabra de Dios, la humildad y la mansedumbre. Es en síntesis lo que ha dicho el papa Francisco en la misa de esta mañana, 4 de mayo, en la capilla de la Casa de Santa Marta.

Con el papa han concelebrado entre otros monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, Argentina. Entre los presentes estaba también el segundo grupo de la Guardia Suiza Pontificia, acompañado por el comandante Daniel Rudolf Anrig y el capellán monseñor Alain de Raemy.

Según publica hoy el diario vaticano L'Osservatore Romano, el papa ha indicado la vía a seguir para aprender a deshacerse de las insidias del mundo. Insidias que, ha explicado, son obra del diablo, “príncipe del mundo”, “espíritu del mundo”.

Comentando las lecturas del día --de los Hechos de los Apóstoles (16,1-10) y del Evangelio de Juan (15,18-21)--, centró su reflexión en el odio “una palabra fuerte –subrayó- usada por Jesús. Precisamente odio. Él que es maestro del amor, al que gustaba tanto hablar de amor, habla de odio”. Pero “a Él le gustaba llamar a las cosas por su nombre. Y nos dice '¡No tengáis miedo! El mundo os odiará. Sabed que antes que a vosotros me ha odiado a mí'. Y nos recuerda también lo que quizás había dicho en otra ocasión a los discípulos: 'recordad la palabra que os dije: un siervo no es más grande que su señor. Si me han perseguido a mí, os perseguirán también a vosotros'. La vía de los cristianos es la vía de Jesús”. Para seguirlo no hay otra que la marcada por Jesús, precisó el santo padre, “es una consecuencia del odio del mundo y también del príncipe de este odio en el mundo”.

Jesús –explicó el papa- "nos ha elegido y nos ha rescatado. Nos ha elegido por pura gracia. Con su muerte y resurrección nos ha rescatado del poder del mundo, del poder del diablo, del poder del príncipe de este mundo. El origen del odio es este: somos salvados y aquél príncipe del mundo, que no quiere que seamos salvados, nos odia y hace nacer la persecución que desde los primeros tiempos de Jesús continúa hasta hoy. Muchas comunidades cristianas son perseguidas en el mundo. En este tiempo más que en los primeros tiempos; ¡eh! Hoy, ahora, en este día, en esta hora. ¿Por qué? Porque el espíritu del mundo odia”.

Normalmente a la persecución se llega tras haber recorrido un camino largo. “Pensemos –dijo el papa- en cómo el príncipe de este mundo quiso engañar a Jesús cuando estaba en el desierto: '¡Venga valiente! ¿Tienes hambre? Come. Tú puedes hacerlo'. Le ha invitado incluso un poco a la vanidad: '¡Atrévete! Tú has venido para salvar a la gente. Ahorra tiempo, ve al templo, tírate y toda la gente verá el milagro y se acabó: tendrás autoridad'. Pero pensemos en esto: ¡Jesús nunca respondió a este príncipe con sus palabras! Nunca. Era Dios. Nunca. Fue, para la respuesta, a buscar las palabras de Dios y respondió con la palabra de Dios”.

Un mensaje para el hombre de hoy: “Con el príncipe de este mundo no se puede dialogar. Que quede claro”. El diálogo es otra cosa: “es necesario entre nosotros, es necesario para la paz. El diálogo es un hábito, es una actitud que debemos tener entre nosotros para oírnos, para comprendernos. Y debe mantenerse siempre. El diálogo nace de la caridad, del amor. Con aquél príncipe no se puede dialogar; se puede solo responder con la palabra de Dios que nos defiende”. El príncipe del mundo –ha subrayado el papa- “nos odia. Y como ha hecho con Jesús hará con nosotros: 'Pero mira, haz esto... es una pequeña estafa... no es nada... es pequeña' y así empieza a llevarnos por una vía un poquito injusta”. Empieza por pequeñas cosas, luego inicia con las lisonjas y con ellas “nos reblandece” hasta que “caemos en la trampa. Jesús nos ha dicho: 'Os envío como ovejitas en medio de los lobos. Sed prudentes pero sencillos'. Si en cambio nos dejamos coger por el espíritu de vanidad y pensamos contestar a los lobos haciéndonos lobos nosotros mismos 'estos os comerán vivos'. Porque si dejas de ser oveja, no tienes un pastor que te defienda y caes en las manos de estos lobos. Vosotros podríais preguntar: 'Padre, pero ¿cual es el arma para defenderse de estas seducciones, de estos fuegos artificiales que hace el príncipe de este mundo, de las lisonjas?'. El arma es la misma de Jesús: la palabra de Dios, y luego la humildad y la mansedumbre. Pensemos en Jesús cuando le dan una bofetada: qué humildad, qué mansedumbre. Podía insultar y en cambio ha hecho solo una pregunta humilde y mansa. Pensemos en Jesús, en su pasión. El profeta dice de El: 'como una oveja que va al matadero, no grita nada'. La humildad. Humildad y mansedumbre: estas son las armas que el príncipe del mundo, el espíritu del mundo no tolera, porque sus propuestas son de poder mundano, propuestas de vanidad, propuestas de riquezas. La humildad y la mansedumbre no las tolera”. Jesús es manso y humilde de corazón y “hoy –concluyó el papa- nos hace pensar en este odio del príncipe del mundo contra nosotros, contra los seguidores de Jesús”. Y pensemos en las armas que tenemos para defendernos: “sigamos siendo ovejitas, porque así tendremos un pastor que nos defienda”.


ÍNDICE

1 Judíos

2 Imperio Romano

-Nerón (64-68)
-Domiciano (81-96)
-Trajano (109-111)
-Marco Aurelio (161-180)
-Septimio Severo (202-210)
-Maximino (235)
-Decio (250-251)
-Valeriano (256-259)
-La gran persecución de Diocleciano (303-313)
-Juliano (361)

3 Edad moderna

-Inglaterra (1534-1601)
-Japón (1597-1873)
-Vietnam (1625-1886)
-China (1683-1839)
-Francia (1793-1815)
-Corea (1796-1883)

4 Siglo XX (30 millones de MÁRTIRES)

-URSS (200.000 mártires)
-Comunismo (150 millones de muertos) 
-Turquía islamista (1 millón de ortodoxos masacrados)
-México masón (30.000 católicos muertos)
-España republicana (50.000 católicos asesinados)
-Alemania nazi (10.000 sacerdotes asesinados)
-Francia laica
-Cuba comunista
-Argentina socialista

5 Siglo XXI (200 millones de cristianos perseguidos)
-Iraq
-India
-Unión Europea
-OSCE (100.000 cristianos asesinados por año)

6 Actual (Discriminación y Persecución)

-Oriente Medio
-Árabes cristianos marginados
-Egipto, Afganistán e Iraq
-Conflicto en Turquía
-Exodo de los cristianos
-Cristianos palestinos bajo presión
-Súplica para la solidaridad
-Resto del mundo
-Corea del Norte
-Pakistán
-Myanmar (Birmania)
-Somalia
-Islas Maldivas
-Paises de mayoría islámica

7 Bibliografía

Nota: La Edad Media y otros periodos no son objteto de este trabajo: Imperio Islámico, Reconquista...

1 Persecución por los judíos

El Nuevo Testamento dice que los primeros cristianos (comenzando por el propio Jesús) sufrieron persecución a manos de los jefes judíos de esa época. También relata el principio de persecuciones por los romanos. El término «los cristianos» es usado con frecuencia en una forma indiscriminada que ha sido causa de controversia.

Según el Nuevo Testamento, la persecución de los primeros cristianos continuó después de la muerte de Jesús. Pedro y Juan fueron encarcelados por los jefes judíos, incluido el sumo sacerdote Ananías, quien no obstante los liberó más tarde (Hechos 4:1-21). En otro momento, todos los apóstoles fueron encarcelados por el sumo sacerdote y otros saduceos, pero fueron liberados por un ángel (Hechos 5:17-18). Los apóstoles, tras haber escapado, fueron llevados nuevamente ante el Sanedrín, pero esta vez Gamaliel (un rabino fariseo bien conocido de la literatura rabínica) convenció al Sanedrín de liberarlos (Hechos 5:27-40).

La razón más probable de la persecución fue, por parte de los judíos, la evidente herejía que representaba la doctrina cristiana desde un punto de vista de la doctrina tradicional judío, ya que entre otras cosas, la idea de un Dios-Hombre chocaba de frente con su arraigado monoteísmo (esto se percibe claramente en la narración bíblica de los hechos de los primeros cristianos). Es deducible además que a oídos romanos, la predicación de los cristianos sobre el inminente regreso del rey de los judíos y el establecimiento de su reino, era sediciosa. Los romanos dieron a los judíos en ese tiempo un autogobierno limitado; las principales obligaciones de los líderes judíos eran recolectar impuestos paraRoma y mantener el orden civil. Así, los líderes judíos tendrían que suprimir cualquier tesis sediciosa, como las que defendían los cristianos. Esta oposición judía fue un potente motor para plantar en Roma la semilla del odio al incipiente cristianismo

Muerte de Esteban

El Nuevo Testamento relata la lapidación de Esteban (Hechos 6:8-7:60) por miembros del Sanedrín. Esteban es recordado en el cristianismo como el primer mártir (derivado de la palabra griega mártÿros que significa ‘testigo’).

Saulo-Pablo de Tarso

La ejecución de Esteban fue seguida de una gran persecución de cristianos (Hechos 8:1-3), dirigida por un fariseo llamado Saulo de Tarso, enviando a muchos cristianos a prisión. Según el Nuevo Testamento, esta persecución continuó hasta que Saulo se convirtió al cristianismo (y cambió su nombre a Pablo), tras decir que había visto una luz brillante y oído la voz de Jesús en el camino hacia Damasco, donde estaba viajando para encarcelar a más cristianos (Hechos 9:1-22).

Hechos (9:23-25) dice que «los judíos» en Damasco trataron entonces de matar a Pablo. Estaban esperándole en las puertas del pueblo, pero los evadió al ser bajado sobre el muro de la ciudad en una canasta por otros cristianos y luego escapó hacia Jerusalén. Comprensiblemente, tuvo dificultad al principio para convencer a los cristianos de Jerusalén que él, su antiguo perseguidor, se había convertido y de que ahora estaba siendo perseguido a su vez (Hechos 9:26-27). Otro atentado se hizo contra su vida, esta vez por «los grecianos» (KJV), refiríendose a un grupo de judíos helenistas (Hechos 9:29), a quienes él debatió mientras estaban dentro y alrededor de Jerusalén.


2 Persecuciones del Imperio Romano

Al principio, los romanos consideraron el cristianismo como una nueva secta judía. Aparte de las esporádicas persecuciones de Nerón y Domiciano, durante el siglo I los cristianos tuvieron que enfrentarse con mayor frecuencia con la animadversión de los escribas y fariseos, rectores del judaísmo, que con las autoridades romanas.

Con base en diversos testimonios se afirma que durante la segunda mitad del siglo I, todo el siglo II y hasta el siglo IV, los cristianos fueron también perseguidos por autoridades del Imperio Romano, que consideraba a los cristianos, ya sea como judíos sediciosos (recordando que en el año 70 los judíos armaron una revuelta en Judea que originó la destrucción de Jerusalén y la deportación de los judíos de su territorio a manos romanas), o como rebeldes políticos. El historiador Suetonio menciona las revueltas causadas en Roma en tiempo del emperador Claudio "por un tal Cresto", a quien cabe identificar con Cristo, cuyas doctrinas debían haber sido divulgadas por emigrantes o esclavos judíos en Roma. Asimismo, Tácito en sus Anales habla de la persecución a los cristianos ("nombre que toman de Cristo"), por parte de Nerón. Tertuliano, en su "Apología contra los gentiles", escrita en el año 200, explica cuáles eran los delitos que la fama imputaba a los cristianos:

"Que en la nocturna congregación sacrificamos y nos comemos un niño. Que en la sangre del niño degollado mojamos el pan y empapado en la sangre comemos un pedazo cada uno. Que unos perros que están atados a los candeleros los derriban forcejeando para alcanzar el pan que les arrojamos bañado en sangre del niño. Que en las tinieblas que ocasiona el forcejeo de los perros, alcahuetes de la torpeza, nos mezclamos impíamente con las hermanas o las madres. De estos delitos nos pregona reos la voz clamorosa popular, y aunque ha tiempo que la fama los imputa, hasta hoy no ha tratado el Senado de averiguarlos" (Tertuliano-Apología, c.7).

Los gentiles asimilaban las reuniones nocturnas de los cristianos a ritos orientales de los "misterios", como los de Eleusis y Samos, enraizados en las prácticas mágicas, los misterios de Cibeles, los de Isis, originarios de Egipto, o los de Mitra, procedentes de Persia, que alcanzaron notable difusión incluso en España y en especial en la costa catalana.

En este contexto, hay que recordar que se hizo costumbre entre varios emperadores romanos el erigir estatuas propias en las diversas ciudades del imperio, y en autoproclamarse dioses o hijos de dioses (bajo el título de señor de señores) a los que sus súbditos debían de respetar. Un signo ejemplar de esto era la obligación de adorar o cuando menos arrodillarse ante las estatuas de los emperadores en las ciudades donde se encontraran. Los cristianos, tomando como principio el que Jesús es el único Señor de señores, y el único hijo del Dios verdadero, se negaban a tomar tales actitudes. Los romanos, antes que juzgar sus creencias, verían en estos gestos las actitudes de una rebelión política contra el imperio, lo cual originó varias persecuciones contra los cristianos en esa época.

Hubo diez grandes persecuciones romanas contra el Cristianismo, denominadas generalmente con el nombre de los emperadores que las decretaron: las de Nerón, Domiciano,Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.

Puesto que el cristianismo era considerado ilegal en el imperio, los cristianos debían ocultarse. Sus reuniones serían entonces secretas y son famosas las catacumbas de la ciudad de Roma, donde se dice que los cristianos se reunían, aunque según los testimonios cristianos conservados, las catacumbas no eran el medio más utilizado para esconderse, ya que la mayor parte de las reuniones de culto, se haría secretamente en las mismas casas de los fieles. Para identificarse habrían utilizado símbolos que a ojos romanos no fueran evidentes, como el símbolo del Pez (Ichthys, o IXΘΥΣ en griego), acrónimo que significaba para ellos Jesucristo, Hijo de Dios, Redentor.

La persecución de Nerón (64-68)
Gran incendio de Roma

Una de las más famosas y quizá la más temprana es la originada por el emperador Nerón, en torno al cual se originó la leyenda de su autoría del incendio que acabó con varios barrios de la ciudad de Roma. El historiador Cornelio Tácito escribió a principios del siglo II que ante el rumor popular de que el incendio se había originado por orden superior, halló en los cristianos los chivos expiatorios que en principio satisficieron la ira del populacho. Fueron cruelmente reprimidos, según Los Anales de Tácito. Suetonio, otro escritor prominente de principios del siglo II corrobora la versión, señalando que entre las obras públicas de Nerón se contaba "persiguió a los cristianos". Esta sería una de las razones que habrán llevado a cristianos como Pedro o Pablo a la muerte en Roma, de lo que hablan escritores cristianos de los primeros siglos como el Papa Clemente I.

La persecución de Domiciano (81-96)

Otro emperador que se recuerda por su crueldad con los cristianos fue Domiciano, entre los años 81 y 96. Entre los numerosos cristianos martirizados durante esta persecución estaban Simeón, obispo de Jerusalén, que fue crucificado. Flavia, hija de un senador romano, fue asimismo desterrada al Ponto; y se dictó una ley diciendo: "Que ningún cristiano, una vez traído ante un tribunal, quede exento de castigo sin que renuncie a su religión".

La persecución de Trajano (110)

Entre 109 y 111 dC, Plinio el Joven fue enviado por el emperador Trajano (98-117) a la provincia de Bitinia como gobernador. Durante su mandato, Plinio encuentran a los cristianos, y escribe al emperador sobre ellos. El gobernador indicó que había ordenado la ejecución de varios cristianos. Sin embargo, no estaba seguro de qué hacer con aquellos que dijeron que ya no eran cristianos, y pidió a su consejo de Trajano. El emperador respondió que los cristianos no deben ser buscados y que las acusaciones anónimas deben ser rechazadas como una muestra "indigna de nuestra época", y si se retractan y "adoran a nuestros dioses", deben ser liberados. Los que persistan, sin embargo, deben ser castigados.

La persecución de Marco Aurelio (161-180)

Parte del problema que los cristianos tuvieron durante esta época, fue mayormente provocada por el populacho, que saqueó a las comunidades cristianas de Asia Menor fundadas por el Apóstol Pablo. Sin embargo, la condena de Marco Aurelio al cristianismo, tuvo repercusiones tan conocidas como la condena a muerte de Justino, que ocurrió durante esta época. La Persecución de Lyon, que fue precedida por la violencia colectiva, incluyendo asaltos, robos y lapidaciones (Eusebio, Historia eclesiástica 5.1.7), provocó la aniquilación de la floreciente cristiandad de esta ciudad (según se dijo, por ateísmo e inmoralidad). Otros cristianos conocidos fueron torturados y martirizados en este momento, como Potinoo Blandina.

La persecución de Septimio Severo (202-210)

Otro emperador bajo quien los cristianos sufrieron terriblemente fue Septimio Severo que gobernó desde el 193-211. Durante su reinado, Clemente de Alejandría dejó escrito: "Muchos mártires son quemados a diario, confinados o decapitados, ante nuestros ojos." Septimio Severo usó la persecución como pretexto para atribuir a los cristianos la peste y el hambre que asolaban el imperio; en esta persecución, especialmente violenta, sufrieron martirio Santa Cecilia y su esposo Valeriano y tuvo lugar el famoso episodio de la Legión fulminante.

El emperador Severo quizás no estaba personalmente en contra de los cristianos, pero la iglesia estaba ganando poder y la adhesión masiva de fieles condujo al sentimiento popular anti-cristiano y su persecución en Cartago, Alejandría, Roma y Corinto aproximadamente entre 202 y 210.

En el 202 Séptimio promulgó una ley que prohíbía la difusión del cristianismo y el judaísmo. Este fue el primer decreto universal prohibiendo la conversión al cristianismo. Estallaron violentas persecuciones en Egipto y África del Norte. Leonidas, defensor del cristianismo, fue decapitado. Su hijo Orígenes fue perdonado porque su madre escondió su ropa. Una joven fue cruelmente torturada y luego quemada en una caldera de brea ardiente con su madre. Perpetua y Felicidad que fueron martirizadas durante este tiempo, al igual que muchos estudiantes de Orígenes de Alejandría.

La persecución de Maximino (235)

Maximino el Tracio inició una persecución dirigida principalmente contra los jefes de la Iglesia en el año 235. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, que con Hipólito fue desterrado a la isla de la Cerdeña.

La persecución de Decio (250)

La persecución de Decio arrojó numerosos eremitas a los bosques; entre sus mártires se cuentan el papa San Fabián y Santa Águeda; el célebre Orígenes sufrió tales tormentos que murió después a consecuencia de ellos. La persecución de los cristianos se extendió a todo el Imperio durante el reinado de Decio y marcó de forma duradera a la iglesia cristiana.

En enero de 250, Decio publicó un edicto por el que se requería que todos los ciudadanos hicieran un sacrificio para mayor gloria del emperador en la presencia de un oficial romano y así obtener un certificado (Libellus) que demostrara que lo habían hecho. En general, la opinión pública condenaba la violencia del gobierno y se admiraba de la resistencia pasiva de los mártires con lo que el movimiento cristiano se fortaleció. La persecución de Decio cesó en 251, pocos meses antes de su muerte.

La persecución de Decio tuvo repercusiones duraderas para la iglesia: ¿Cómo deben ser tratados los que habían comprado un certificado o había hecho realmente el sacrificio? Parece que en la mayoría de las iglesias, los apóstatas fueron aceptados de nuevo al seno de la iglesia, pero algunos grupos se les negó la entrada a la iglesia. Esto plantea importantes cuestiones acerca de la naturaleza de la Iglesia, el perdón, y el alto valor del martirio. Un siglo y medio más tarde, san Agustín discutió con un influyente grupo llamados Donatistas, que se separó de la Iglesia Católica porque ésta abrazó a los que se habían acobardado.

Gregorio de Tours glosa las persecuciones en su Historia de los francos: Bajo el emperador Decio muchas persecuciones se levantaron contra el nombre de Cristo, y hubo tal masacre de los creyentes que no podían ser contados. Babillas, obispo de Antioquía, con sus tres pequeños hijos, Urban, Prilidan y Epolon, y Sixto, obispo de Roma, Lorenzo, un archidiácono, y Hipólito, se perfecciona por el martirio, ya que confesó el nombre del Señor. Valentiniano y Novaciano eran los jefes herejes más activos en contra de nuestra fe, animando al enemigo. En este momento, siete hombres fueron ordenados como obispos y enviados a los galos a predicar, como la historia del martirio del santo mártir Saturnino refiere. Porque dice: "En el consulado de Decio y Grato, como la memoria fiel, recuerda, la ciudad de Toulouse, recibió al santo Saturnino como su primer y más grande obispo". Estos obispos fueron enviados: Catianus obispo de Tours, Trófimo obispo de Arles, Pablo obispo de Narbona, Saturnino obispo de Tolosa, Dionisio obispo de París; Stremonius obispo de Clermont, Marcial obispo de Limoges.

Los escritos de Cipriano, Obispo de Cartago, arrojan luz sobre las consecuencias de la persecución de Decio en la comunidad cristiana cartaginesa.

La persecución de Valeriano (258)

Bajo el reinado de Valeriano, que subió al trono en 253, todos los clérigos cristianos fueron obligados a sacrificar a los dioses romanos. En un edicto de 257, el castigo fue el exilio, en 258, el castigo era la muerte. Senadores cristianos, caballeros y damas fueron también obligados a sacrificar, bajo pena de fuertes multas, reducción de rango y, más tarde, la muerte. Por último, se prohibió a todos los cristianos visitar sus cementerios.

Entre los ejecutados por Valeriano se encuentran: San Cipriano, obispo de Cartago y el papa Sixto II. Y San Fructuoso de Tarragona, martirizado junto con los diáconos Eulogio y Augurio, que fueron quemados vivos en el anfiteatro de Tarraco y son posiblemente los primeros mártires de los que hay constancia documental en en España: hay testimonio escrito en una lápida hallada en 1895 por una misión arqueológica francesa. San Agustín sentía gran admiración por estos tres mártires hispanos, y escribió uno de sus sermones para la misa de su festividad. El año 2008-2009, con motivo del 1750 aniversario de su muerte, se celebró un año jubilar para la archidiócesis de Tarragona por mandato del papa Benedicto XVI.

Según una carta escrita por Dionisio durante este tiempo, "hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doncellas y matronas, soldados y civiles, de toda edad y raza, algunos por la flagelación y el fuego, otros por la espada, han conquistado en la lucha y ganado sus coronas." La persecución terminó con la captura de Valeriano por Persia. Su hijo y sucesor Galieno, revocó los edictos de su padre. Una orden de arrestar a un cristiano, de fecha 28 de febrero 256, se encontró entre los Papiros de Oxirrinco.

 La gran persecución de Diocleciano (303-313)

La persecución de Diocleciano fue la más grave , pues este quiso reformar el imperio en todos los aspectos y una parte muy esencial de su política era reforzar el culto imperial. Fue instigado a ella por los césares Maximiano y Galerio; hasta ciudades enteras cristianas fueron arrasadas. Fue tan larga esta persecución que fue llamada la Era de los mártires, y entre los más célebres se cuentan varios papas, San Sebastián, San Pancracio y Santa Inés.

La persecución de Juliano (361)

Juliano el Apóstata, fue el último emperador pagano del Imperio Romano. Se crio en un momento en que el paganismo estaba en declive, en Roma. Al ser proclamado augusto en el año 361, Juliano de inmediato declaró su fe a los antiguos dioses romanos y empezó a provocar un renacimiento pagano. Sin embargo, fue asesinado en Persia en el año 363 y su intento de restaurar el paganismo finalmente fracasó.

Juliano utilizó muchos métodos para romper sutilmente la Iglesia. Recordó a los obispos que habían sido desterrados por las enseñanzas heréticas, el clero fue despojado de su derecho a viajar por cuenta del Estado (como lo habían hecho anteriormente) y prohibió a los cristianos enseñar obras clásicas tales como La Ilíada o La Odisea. Juliano fue sustituido por el emperador cristiano Joviano.



3 Persecuciones en la edad moderna


Inglaterra (1534-1601): 

Enrique VIII (1509-1547) de Inglaterra obtuvo, del papa León X, el título de "Defensor Fidei" por su apoyo contra el hereje Lutero pero, cuando el emperador Carlos V venció en Pavía (1521), se alió con Francisco I de Francia e intentó independizarse de Roma. Casado con Catalina de Aragón, tía del emperador, pidió el divorcio que fue rechazado por Roma. Su "fogoso" temperamento, la necesidad de un heredero varón y el consejo del cardenal Wolsey le llevó al adulterio con la joven y bella Ana Bolena, siendo excomulgado por el papa Clemente VII. En 1534, el Parlamento reconoce la iglesia nacional de Inglaterra e inviste al rey como su suprema autoridad. Enrique reprime duramente toda oposición, por consejo de Tomás Cronwell, ejecutando al gran canciller Tomás Moro, santo mártir por defender a la Iglesia de Roma. Suprime los monasterios y roba sus propiedades, se separa de la reina Ana y la manda ejecutar. Todavía se casará cuatro veces más, continuando su sanguinario reinado.
María Tudor (1553-1558), hija de Enrique y nieta de Isabel la Católica de España, subió al trono con 15 años a la muerte de su hermano, trató de recuperar los derechos de los católicos y se casó (1554) con Felipe II, que no pudo frenar la herejía protestante, porque la católica María murió, y no pudo unir las coronas de España e Inglaterra, poniendo freno a Francia, nuestro ambicioso vecino. Desde entonces, Inglaterra se convierte en "La pérfida Albión", cuya estrategia política es acabar con el poder de España, la nación defensora a ultranza de la Iglesia Católica.

Enrique VIII, el Adúltero e Isabel, la Sanguinaria, reina ilegítima, decapitaron a:
-1536. Ana Bolena, ex-Reina
-1541. Margarita Plantagenet, Condesa de Salisbury
-1542. Catalina Howard, Reina
-1542. Lady Rochford
-1554. Jane Grey
-1601. Roberto Devereux, Conde de Essex
-1601. 75 nobles fuera de las murallas del castillo
-Decenas de miles de católicos

Japón (1597-1873): 

No hay en toda la historia de la Iglesia una sola persona que pueda ofrecer, a la admiración de los anales cristianos del mundo, tan glorioso y tan gran martirologio como el de los japoneses. En enero de 1552, San Francisco Javier había remarcado el espíritu proselitista de los primeros neófitos. "Yo los he visto", escribió," regocijándose con nuestros éxitos, manifestando un celo ardiente por extender la fe y ganar para el bautismo a los paganos que les conquistaron". 

Él previó los obstáculos que bloquearían el progreso de la fe en ciertas provincias: el absolutismo de este o aquel daimyo (señor feudal), una clase en ese momento muy independiente del Mikado (máxima autoridad en Japón) y en revuelta contra su autoridad suprema. De hecho, en la provincia de Hirado dónde convirtió a cien y donde, seis años después, se bautizaron 600 paganos en tres días, una mujer cristiana (la proto-mártir) fue decapitada por orar ante una cruz. En 1561 los diamyo obligaron a los cristianos a abjurar de su fe, “pero ellos prefirieron abandonar todas sus posesiones y vivir en Bungo, pobres con Cristo, en lugar de ricos sin Él”, escribió un misionero, el 11 de octubre de 1562.

Cuando, bajo el Shogunato de Yoshiaki, Ota Nobunaga, apoyado por Wada Koresama, un cristiano, dominó la mayor parte de las provincias y restauró la unidad monárquica, ocurrió lo que San Francisco Javier esperaba. En Miyako (la moderno Kyoto) la fe era reconocida y se había construido una iglesia el 15 de agosto de 1576. La fe continuó extendiéndose sin notable oposición, mientras los daimyos aceptaron la primacía del Mikado (Ogimachi, 1558-1586 y Ota Nobunaga). La tolerancia, o favor, de la autoridad central provocaron la extensión de la religión cristiana por todas partes, y sólo son conocidos unos casos aislados de martirio (Le Catholicisme au Japon, I, 173). 

No fue hasta 1587, cuando había 200 mil cristianos en Japón, cuando un decreto de persecución, o más bien de prescripción, fue emitido para sorpresa de todos, por instigación de un bonzo intolerante, Nichijoshonin, celoso por la religión de su raza. Se destruyeron veintiséis colegios y 140 iglesias; los misioneros fueron condenados al destierro, pero fueron bastante diestros para esconderse o dispersarse. Ellos nunca dudaron de la constancia de sus conversos; les ayudaban en secreto y en diez años había 100 mil conversos más en Japón. Sabemos de dos martirios, uno en Takata, el otro en Notsuhara; pero muchos cristianos fueron desposeídos de sus bienes y reducidos a la pobreza. 

La primera persecución sangrienta data de 1597. Se atribuye a dos causas: 
(1) Cuatro años antes algunos religiosos castellanos habían venido de las Filipinas y, a pesar de las decisiones de la Santa Sede, se habían unido a los 130 jesuitas que, a causa de la delicada situación creada por el decreto, estaban actuando con gran cautela. A pesar de todos los caritativos consejos que se les dieron, estos hombres se pusieron a trabajar de una manera muy indiscreta y violaron las condiciones del decreto, incluso en la propia capital; 
(2) un bajel castellano arrojado por una tormenta a la costa de Japón fue confiscado bajo las leyes en vigor. Se encontró algo de artillería a bordo y los susceptibles japoneses se entusiasmaron extraordinariamente con los relatos falsos del piloto, de los que salió la idea de que los castellanos estaban pensando en anexionarse el país. Se elaboró una lista de todos los cristianos en Miyado y Osaka y, el 5 de febrero de 1597, 26 cristianos, entre los que había 6 misioneros franciscanos, fueron crucificados en Nagasaki. Entre los 20 cristianos nativos había un niño de 13 años y otro de 12. “El asombroso fruto del generoso sacrificio de nuestros 26 mártires” (escribió un misionero jesuita) “es que los cristianos, los recién convertido y los de fe madura, ha sido confirmados en la fe y en la esperanza de la salvación eterna; ellos han resuelto firmemente entregar sus vidas por el nombre de Cristo. Los mismos paganos que ayudaban al martirio fueron golpeados al ver la alegría de los benditos cuando eran crucificados y el valor con que afrontaron la muerte.”

Diez años antes de esto otro misionero había previsto y había predicho que “del valor de los japoneses, ayudados por la gracia de Dios, se espera que la persecución inaugure una raza para el martirio.” Es cierto que las costumbres nacionales y religiosas de la gente les predisponían a entregar sus vidas con un singular fatalismo; cierto que algunas de sus costumbres arraigadas, el suicidio religioso, el hara-kiri, habían desarrollado un desprecio por la muerte; pero la gracia no destruye la naturaleza, la exalta, y su caridad ferviente y su amor por Cristo llevó a los neófitos japoneses a mortificaciones que los misioneros tenían que refrenar. Cuando este amor por Cristo había crecido fuerte en medio del sufrimiento libremente escogido, se convirtió en fácil para los creyentes dar al Salvador la prueba más gran de amor, entregando sus vidas en una muerte cruel por causa de Su nombre. “Las cincuenta cruces, ordenadas en la montaña sagrada de Nagasaki, multiplicadas por diez o por cien, no habría bastado (escribió un misionero) para todo los creyentes que anhelaban el martirio.” Se formaron asociaciones (Kumi) bajo el patrocinio de la Virgen Bendita, con objeto de preparar a sus miembros con la oración y mortificaciones, hasta la sangre, a estar listos para entregar sus vidas por la fe. Tras la persecución de 1597, hubo casos aislados de martirios hasta 1614, en total unos 70. Los reinados de Ieyasu, que es más conocido en los anales cristianos por el nombre de Daifu Sama, y de sus sucesores Hidetada e Iemitziu, fueron los más desastrosos. No nos vamos a ocupar ahora de las causas de esa persecución que duró medio siglo con algunos breves intervalos de paz. Según el Sr. Ernest Satow (citado por Thurston en “The Month”, marzo de 1905, “Japón y Cristiandad”): “Con el gran tacto con que se comportaban los misioneros jesuitas, no parece improbable que pudieran haber continuado haciendo conversiones año tras año hasta la atraer a gran parte de la nación a la religión católica, si no hubiera sido por la rivalidad de los misioneros de otras órdenes.” Éstos fueron los religiosos castellanos; y, por tanto, el miedo de ver a España extender sus conquistas desde las Filipinas a Japón. Además el celo de ciertos religiosos franciscanos y dominicos estuvo falto de prudencia y llevó a la persecución.

Año tras año, desde 1614, el número de martirios fueron 55, 15, 25, 62, 88, 15, 20. El año 1622 fue particularmente fructífero en héroes cristianos. El martirologio japonés cuenta 128 con nombre, nombre de Bautismo y lugar de ejecución. Antes de esto, las cuatro órdenes religiosas, dominicos, franciscanos, agustinos y jesuitas, habían tenido sus mártires, pero el 10 de septiembre de 1622, 9 jesuitas, 6 dominicos, 4 franciscanos y 6 cristianos laicos, fueron llevados a la muerte en el poste, después de ser testigos de la decapitación de aproximadamente 30 creyentes. Desde diciembre hasta finales de septiembre de 1624, hubo 285 mártires. 

El capitán inglés, Richard Cocks (Anuario de Papeles de Estado: Colonias de las Indias Orientales, 1617-1621, pág., 357) “vio 55 martirizados a la vez en Miako. . . y entre ellos niños pequeños de 5 o 6 años quemados en brazos de su madre, mientras gritaban: ¡Jesús, recibe nuestras almas! Muchos más están en prisión custodiados, esperando la hora de su muerte, por unos pocos paganos.” No podemos entrar en los detalles de estas horribles matanzas, las expertas torturas de Monte Unaen, la crueldad refinada del foso. 

Después de 1627 las muertes fueron cada vez más terribles para los cristianos; en 1627 murieron 123, durante los años siguientes, 65, 79, y 198. La persecución siguió incesantemente allá donde hubiera misioneros, y los últimos de los que tenemos conocimientos fueron 5 jesuitas y 3 seglares que sufrieron la tortura del foso del 25 al 31 de marzo de 1643. La lista de mártires que conocemos (nombre, nombre de Bautismo y lugar de ejecución) tiene 1648 nombres. Si agregamos a este grupo los que sabemos por los misioneros, o después por los viajeros holandeses entre 1649 y 1660, el total se eleva a 3.125, y esto no incluye a los cristianos que fueron desterrados, cuya propiedades fueron confiscadas, o que murieron en la pobreza. Un juez japonés, Arai Hakuseki, atestiguó aproximadamente en 1710, que al final del reinado de Iemitzu (1650) “fue ordenado que los conversos debían inclinarse ante su bastón de mando.” En ese momento perecieron un inmenso número, de 200 mil a 300 mil. Sin contar a los miembros de Terceras Órdenes y Congregaciones, los jesuitas tuvieron, según el martirologio (Delplace, II, 181-195; 263-275), 55 mártires, los franciscanos 36, los dominicos 38, los agustino 20. Pío IX y León XIII declararon dignos de culto público a 36 mártires jesuitas, 25 franciscanos, 21 dominicos, 5 agustinos y 107 víctimas laicas. 

Después de 1632 es imposible obtener datos fiables o la información que llevarían a la beatificación canónica. Cuando en 1854, el comandante Perry forzó la entrada en Japón, supo que la fe cristiana, después de dos siglos de intolerancia, no estaba muerta. En 1865, sacerdotes de las Misiones extranjeras encontraron 20.000 cristianos practicantes de su religión en secreto en Kiushu. La libertad religiosa no fue concedida por la ley japonesa hasta 1873. Hasta este momento en 20 provincias, 3404 habían sufrido por la fe el destierro o la prisión; 660 de éstos habían muerto y 1981 regresaron a sus casas. En 1858, 112 cristianos entre los que había dos catequistas, fueron torturados hasta la muerte. Un misionero calculó que en total murieron por la fe unos 1.200.

Vietnam (1625-1886)
130.000 mártires


En Vietnam la actividad de la Sociedad para las Misiones Extranjeras fue decisiva para la difusión del cristianismo. Aquí el mismo padre de Rhodes había permanecido más veces en el centro y en norte del país ambicionado por dos señores rivales, y se estimaba en cien mil el número de cristianos. Después de él, el P. Louis Chevreuil, Vicario de Mons. Lambert de la Motte, había penetrado en 1664 y fue expulsado al año siguiente. Desde entonces se alternaban periodos de tolerancia y periodos de persecución.

En el S. XIX las mayores represiones se verificaron bajo el reinado de Minh Mang (1820-1840), que optó por una política de rechazo del cristianismo, oficializada con un edicto en 1833 que prohibía toda actividad misionera y obligaba a los cristianos a abjurar de su fe a favor de las tradiciones religiosas de Vietnam. El primer sacerdote arrestado fui el P. Pierre Tuy, decapitado en 1833. En el mismo año, el P. Gagelin, Provicario de la Conchinchina, después de haberse entregado voluntariamente, fue condenado a muerte por estrangulamiento.

Dos años después el P. Joseph Marchand fue arrestado y encadenado en Hue, para ser condenado después a morir con el terrible suplicio de las 100 llagas. Otros misioneros condenados a muerte fueron Mons. Pierre Borie Dumoulin y el padre François Jaccard (1838).

Bajo el reino de Tu Duc (1848-1883) el Estado permaneció fiel a las tradiciones de Confucio y entre 1848 y 1860 fueron proclamados seis edictos de persecución. Estas precauciones demuestran el desarrollo del cristianismo a pesar de las restricciones vigentes. Las incursiones coloniales francesas en la zona provocaron un recrudecimiento y entre 1857 y 1862 fueron asesinados 115 sacerdotes vietnamitas, o sea, un tercio de todo el clero autóctono. Los conventos fueron destruidos, las religiosas dispersadas y muchos cristianos notables encarcelados. Otros cinco sacerdotes de las Misiones Extranjeras sufrieron el martirio. El 19 de junio de 1988, el Papa Juan Pablo II canonizó a 117 mártires de Vietnam, entre los que figuran los diez sacerdotes del MEP.

En los años 80 del S. XIX, una serie de revueltas antifrancesas golpeó duramente a los cristianos y otros nueve misioneros fueron asesinados, frecuentemente junto a las comunidades que ellos dirigían. En 1886, Francia conquistó el país y desde entonces comenzó un periodo de paz que durará hasta los años 40 del S. XX y a las expulsiones decretadas por la República Popular de Vietnam, en el norte del país. Las Misiones Extranjeras continuaron su apostolado en el Sur, aunque las guerras habían causado muchos daños. La reunificación del país y la libertad controlada no pudieron impedir al crecimiento de una Iglesia que cuenta con seis millones de católicos y 26 diócesis.

China (1683-1839): 

El jesuita Matteo Ricci había abierto a los misioneros cristianos un camino hacia China. Desde entonces muchos otros religiosos habían seguido sus huellas, y también la Sociedad para las Misiones Extranjeras de París, desde el primer cenáculo de los Buenos Amigos, programó expediciones para China. François Pallu fue el primero en entrar en China en 1683 después de haber hecho tres veces la vuelta al mundo, pasando por las misiones portuguesas y españolas gracias al reconocimiento de sus credenciales como Vicario Apostólico nombrado por el Papa. Él apoyará la elección como obispo del sacerdote chino Gregorio Lou, a la que se oponían desde hacía tiempo los dominicos españoles, y que finalmente se realizó en 1685, pocos meses después de la muerte de Mons. Pallu.

Mientras en 1692 los Jesuitas obtuvieron del Emperador un edicto de tolerancia que autoriza oficialmente la práctica del cristianismo, los Vicarios Apostólicos de las Misiones Extranjeras nombrados por Roma descubren dificultades en las prácticas de confucianismo que practican los neoconversos. A finales del siglo Mons. Lambert de la Motte y Mons. Maigrot de Crissey dirigen algunas investigaciones sobre la incompatibilidad de los ritos tradicionales con la fe cristiana. En 1706 un edicto imperial ordena que todos los misioneros estén provistos de un “piao” (documento), una autorización para predicar la fe cristiana aceptando no oponerse a los ritos tradicionales. En respuesta, el Papa Clemente XI publica la Bula Ex illa Die (1715) que impone a los misioneros la oposición a los ritos chinos. Los Vicarios Apostólicos y el Legado Papal pertenecientes a las Misiones Extranjeras se muestran cercanos a esta posición.

Todos los misioneros, imposibilitados a sellar el “piao”, son obligados a dejar el país y el futuro de las comunidades cristianas se confía en las manos de los sacerdotes chinos. Mientras, los sucesores del Emperador Kangxi serán cada vez más hostiles al cristianismo hasta declararlo “culto perverso”, algunos Vicarios impulsarán sin descanso la vía de los sacerdotes autóctonos, demostrándose de hecho permisivos hacia las liturgias “heterodoxas”. Es el caso, por ejemplo, de Mons. Artus de Lionne, que consiguió ordenar cuatro sacerdotes en su Vicariato o de Jean Basset, autor de una traducción de la Biblia en chino y de una memoria en la que pide a Propaganda Fide una liturgia en lengua china.

Entre los seminaristas de Jean Basset está André Li, un joven ordenado a los 33 años y que entró a formar parte de las Misiones Extranjeras, a quien le fue confiado en 1726 un viaje a Sichuan. En Sichuan la población tolera cada vez menos el ejemplo de vida de los cristianos, que se oponen a la práctica de los matrimonios entre niños y a las prácticas adivinatorias. Además, el rechazo del culto de los antepasados es considerado escandaloso. Los cristianos son denunciados a los magistrados locales y castigados con un número impresionante de golpes con varas. El Padre Li administra como un verdadero párroco la comunidad de Sichuan y cada año envía un informe detallado de toda su actividad al Procurador de las Misiones Extranjeras residente en Macao. En 1764 es nombrado Vicario Apostólico y dedicará sus últimos años de vida a la formación de los seminaristas locales.

En 1815, mientras se desarrolla una violenta persecución declarada por el Emperador Jiaqing, el P. Agustín Zhao es apaleado y muere en la cárcel. En el mismo año, el Obispo francés Mons. Dufresse es decapitado. Ambos serán beatificados por León XIII en 1900 y canonizados en Roma en el 2000 por Juan Pablo II (Agustín Zhao el primero en la lista de los 120 mártires de China). Junto con ellos, otros tres sacerdotes chinos son asesinados.

En el s. XIX, además de Sichuan, otra provincia duramente golpeado por las persecuciones es Guizhou, donde los cristianos son frecuentemente asociados a las sectas subversivas, en particular a la secta del Loto Blanco que aprovecha el descontento de la población ante el régimen en el gobierno. Al comienzo de siglo los cristianos de Guizhou son solamente unos pocos cientos, convertidos por los catequistas y sacerdotes chinos venidos de Sichuan.

Pierre Wu Guosheng es un simple posadero en Longping y ha trasmitido la fe a muchos viajeros (el número total de conversos es de, al menos, ciento veinte). En 1812 fue arrestado y condenado a ser estrangulado. Pronto muchos cristianos de la región cuentan haber obtenido milagros por su intercesión y su tumba se hace objeto de devoción entre los peregrinos, que ponen en las cercanías pequeñas cruces.

Joseph Zhang Dapeng es también muy venerado por los cristianos de Guizhou. Era un destacado afiliado a una secta cercana al Loto Blanco, y al entrar en contacto con los cristianos, se interesó por el catecismo, hasta que recibió el bautismo en Guiyang convirtiéndose en uno de los mayores catequistas de la región. Durante la persecución de 1812 huyó del país, pero encontró por el camino a Mons. Dufresse (que será martirizado tres años más tarde): “Querido hijo –le dijo- ¿por qué huyes cuando tus hermanos están en peligro?”. Joseph se confiesa, recibe la comunión y regresa a Guiyang para continuar su apostolado. Hasta 1815 convirtió otros nueve habitantes, pero es traicionado y entregado a las autoridades que lo perseguían. El 12 de marzo de 1815 es estrangulado en una horca en forma de T.

El mismo suplicio le tocó al campesino Pierre Liu Wenyuan en 1834. Pierre se había convertido al cristianismo a los 40 años y fue arrestado y condenado al exilio –tatuaron en su mejilla la frase “Religión perversa del Señor del Cielo”. En la frontera siberiana fue hecho esclavo de una maestra manchú que lo trataba como a una bestia de carga. Liberado en 1830, fue nuevamente arrestado cuatro años después por haber socorrido a los prisioneros y después condenado a muerte tras meses de sufrimiento en la prisión.

En 1839, también Joachim Hao Kaizhi – bautizado por consentimiento de Zhang Dapeng- fue enviado a morir por estrangulamiento después de estar durante 35 años en el punto de mira de las autoridades chinas y también él marcado con el tatuaje de “perverso culto católico”.

Pierre Wu, Joseph Zhang, Pierre Liu y Joachim Hao son los mártires que la Iglesia en Guizhou recuerda como sus fundadores. Beatificados por León XIII el 27 de mayo de 1900, fueron canonizados por Juan Pablo II el uno de octubre del 2000.

Francia (1793-1815): 

Las masas revolucionarias asaltaron el palacio real de las Tullerías, instigadas por Dantón y Robespierre. La Convención, dominada por abogados y banqueros masones, proclamó la República y declaró la guerra a Austria y Prusia.

Los reyes de Francia, Luis XVI y María Antonieta de Austria fueron condenados y guillotinados (1793) por una exigua mayoría de votos en la Convención. Fue un asesinato legal. La guerra civil estalló formalmente en la Vendée, región occidental al sur de París, donde el pueblo se sublevó masivamente en defensa del rey y de la religión. Los jacobinos se impusieron a los girondinos en la Convención, que entregó el poder a un “comité de salud pública” dirigido dictatorialmente por un energúmeno iluminado y masón, Robespierre, que implantó el Terror (octubre de 1793 a julio de 1794). Fue un periodo sangriento de arbitrariedad totalitaria que causó más de 40.000 víctimas, sin contar el genocidio de la Vendée (más de 300.000 asesinados).

Es la verdadera historia de la primera “democracia” nacida en Europa con los ideales de libertad, fraternidad e igualdad, ninguno de los cuales se cumplió. La era napoleónica (1799-1815) es la etapa imperial de la R.F. que esclavizó a los pueblos de Europa, provocando millones de muertos.

Corea (1796-1883):

Los laicos llevaron la fe católica a Corea al final del siglo XVI. La evangelización era muy dificil porque Corea se mantenía aislada del mundo, excepto por los viajes a Pekín para pagar impuestos. En uno de esos viajes, hacia el año 1777, algunos coreanos cultos obtuvieron literatura de los padres jesuitas en China. Comenzaron una iglesia doméstica en Corea. Doce años después, un sacerdote chino fue el primer sacerdote que logró entrar secretamente en Corea. Encontró allí 4.000 católicos. Ellos nunca habían visto un sacerdote. Siete años mas tarde (1796), en medio de gran persecusión había 10,000 católicos. 

Ignacio Kim, fue martirizado en la persecusión del año 1839 y fue beatificado en 1925 con su hijo Andrés, bautizado a los 15 años de edad. Después viajó 1,300 millas hasta el seminario mas cercano, en Macao, China. Seis años después se las arregló para volver a sus país a través de Manchuria. Ese mismo año cruzó el Mar Amarillo y fue ordenado sacerdote en Shangai. Era el primer sacerdote nacido en Corea. Regresó a Corea y se le asignó preparar el camino para la entrada de misioneros por el mar, para evitar los guardias de la frontera. En 1846 fue arrestado, torturado y decapitado junto al Rios Han, cerca de Seoul, Corea. Tenía 25 años.Varios miles de cristianos coreanos fueron mártires en esa época. En 1883 llegó la libertad religiosa.


4 Persecuciones del siglo XX
(30 millones de MÁRTIRES)

Imperio Otomano (1890-1923): 
Genocidio Armenio de 1 millón de ortodoxos 


La votación de una polémica ley francesa que castiga con la cárcel la negación de que la masacre de armenios en 1915 a manos del Imperio Otomano fue un genocidio, ha vuelto a poner de relieve la controversia histórica más amarga de Turquía. El conflicto empezó a gestionarse a partir de 1880, con el surgimiento de corrientes nacionalistas tanto en la sociedad turco-musulmana como entre los más de dos millones de cristianos armenios que habitaban el Imperio Otomano.

En 1890, los armenios crearon el partido Dashnaktzutiun ("Federación Revolucionaria", en armenio) que abogaba por un Estado autónomo armenio y armaba milicias para defenderse contra operaciones de castigo del Gobierno otomano.

A finales del siglo XIX, las masacres cometidas por militares otomanos en respuesta a la insurgencia armenia causaron unas 50.000 víctimas, según datos del Gobierno británico de la época.

A inicios del siglo XX, el Dashnaktzutiun apoyó el movimiento nacionalista de los "Jóvenes Turcos" y su revolución contra el sultán, lo que en 1908 conllevó una mayor presencia de diputados armenios en el Parlamento otomano, pero no la autonomía.

Los aliados acabaron enfrentados y en abril de 1915 las milicias armenias defendieron la ciudad armenia de Van contra el ejército otomano, hasta su liberación por tropas rusas. El mismo mes, el Gobierno de los Jóvenes Turcos empezó con la deportación masiva de la población civil armenia de todas las provincias anatolias hacia Siria, entonces parte del Imperio.

Teóricamente se trataba de "reubicar" a los armenios en las regiones árabes, lejos de la conflictiva zona fronteriza del Cáucaso, donde podrían, según se temía, servir de "quintacolumna" para los intentos de invasión del imperio ruso. En realidad, gran parte de los deportados murieron por el camino, bien asesinados por soldados otomanos o por mercenarios kurdos, bien por hambre o enfermedades. La falta de alimentos exterminó a prácticamente todos los que llegaron vivos a los campos de concentración en Deir ez Zor, en la actual frontera sirio-iraquí.

Algunos historiadores calculan que entre 1915 y 1923, un millón y medio de armenios murieron directamente por las masacres y la deportación, mientras que otro medio millón se vio forzado a huir al extranjero. Turquía no reconoce estos hechos como "genocidio" sino que los considera "lamentables excesos" cometidos durante una guerra entre las fuerzas del orden y las milicias armenias, aliadas con Rusia.

En 1919, un tribunal militar otomano sentenció y ejecutó a tres responsables de las masacres, tras caer el Gobierno de los Jóvenes Turcos en la I Guerra Mundial. En Turquía viven hoy 30.000 armenios, la mayoría en Estambul, que tienen reconocido desde 1924 el estatus de minoría religiosa, con derecho a mantener colegios privados con educación en su idioma.

URSS (1917-1989):
Stalin en la época del Gran Terror: 
-Más de 200.000 mártires de la fe
-Todos los obispos (225)

La política soviética hacia la religión se basaba en la ideología del marxismo-leninismo, siendo el ateísmo la doctrina oficial del Partido Comunista.. "La religión es el opio del pueblo": esta frase de Marx es la piedra angular de toda la ideología del marxismo sobre la religión. Todas las religiones e iglesias modernas, todas y todo tipo de organizaciones religiosas son siempre considerados por el marxismo como los órganos de la reacción burguesa, utilizados para la explotación de la clase obrera.

El marxismo-leninismo abogó por la supresión y, en definitiva, la desaparición de las creencias religiosas, por considerar que son "poco científicas" y "supersticiosas". En los años 1920 y 1930, organizaciones como la Liga de los Militantes sin Dios estaban activos en la propaganda anti-religiosa. El ateísmo era la norma en las escuelas, las organizaciones comunistas (como la Organización de Pioneros), y los medios de comunicación.

Al santuario de los Nuevos Mártires de Butovo le han llamado el Gólgota del siglo XX. Butovo va siendo conocido. De lugar de sufrimiento y de muerte, ha pasado a ser un santuario de la victoria y de la vida. Allí, en medio de un bosque a 18 kilómetros de Moscú, fueron ejecutadas, por orden de Stalin, millares de víctimas, sobre todo en los años 1937 y 1938. En catorce meses fueron fusiladas 20.765 personas; entre ellas, y exclusivamente por su condición de cristianos, 7 obispos ortodoxos (uno de los cuales, el obispo Serafín, de Leningrado, octogenario, fue canonizado en 1997) y unos 1.000 sacerdotes, monjes y laicos. De éstos, 322 han sido canonizados por la Iglesia ortodoxa rusa. Es un número significativo sobre el total de los nuevos mártires rusos canonizados hasta ahora, que son 1.100. Los obispos ortodoxos asesinados en la Rusia soviética rondan los 250; y los sacerdotes, monjes y clérigos pasan de los 200.000. Butovo puede, pues, considerarse con toda razón un símbolo de aquella persecución sin igual en la historia de la Iglesia.

El comunismo ha asesinado más cristianos en el siglo XX que en 1.900 años de cristianismo. Su saldo de muertos en el mundo es mucho mayor que el del nazismo. En 1939 la Gestapo empleaba 7.500 agentes en contraste con los 360.000 de la NKVD soviética (incluyendo el personal de los gulags) mientras tanto para los miembros del Partido Comunista la delación era una obligación, no asi para los miembros del Partido Nazi. 

Los métodos de genocidio usados por los comunistas incluyen fusilamiento, ahorcamiento, inmersión en tanques de agua, palizas, envenenamiento, falsos accidentes, hambruna provocada de poblaciones enteras por supresión de alimentos (20 millones de ucranianos), deportaciones en las cuales unos morian en tránsito “por agotamiento”, hambre o hacinamiento y también por trabajos forzados, agotamiento, enfermedad, frio,...Todo esto sin mencionar las torturas psicológicas
.
Victimas del comunismo: 160 millones de muertos
-Union Sovietica (URSS) : 73 millones 
-China : 75 millones 
-Vietnam : 1.5 millones
-Corea del Norte : 2.5 millones 
-Camboya : 2.5 millones
-Europa del Este : 1.2 millones 
-Ibero-America : 250,000 muertos 
-Africa : 1.9 millones 
-Afganistan : 1. 55 millones 
-Movimiento Comunista Internacional en paises en los cuales no estaban en el poder: 250.000 muertos. 
-Polonia: Stalin ordenó la liquidación de casi toda la totalidad de la oficialidad del ejercito Polaco que fueron tomados prisioneros en 1939 y llevados al bosque de Katyn. En un solo episodio 15.000 fueron masacrados. 

México (1926-1929):

En 1924 subió a la presidencia el general Elías Calles, demagogo prevaricador que recrudeció hasta el paroxismo la persecución contra la Iglesia y los católicos, a los que pretendió aniquilar con vesania masónica; incluso intentó crear una iglesia apóstata y cismática. Provocó la reacción en varios estados: Jalisco, Zacatecas, Guadalajara, Michoacán. La rebelión contra la tiranía anticatólica se conoce como “Cristiada” o Guerra Cristera (1926/9).

La Cristiada es un conflicto de origen masónico e importancia mundial, además de un clarísimo precedente de la Guerra civil española (1936/9) consecuencia de la Constitución masónica de 1931 y la Revolución socialista (1934), cuando fueron asesinados 13 obispos y 7.000 eclesiásticos.

La intolerable persecución del gobierno de Calles y Obregón provocó la reacción de los católicos, con dos millones de firmas contra la violación de las leyes más elementales de la convivencia. Finalmente el Episcopado mexicano decretó el “interdicto”, pena canónica que suspendía el culto público en toda la nación.

Nunca se había visto una guerra popular de tal envergadura desde el alzamiento (1793) de la Vendée contra el ejército de la Revolución ilustrada y masónica de Francia que provocó el genocidio de 300.000 católicos.

Los rebeldes mexicanos se llamaron “cristeros” y entraban en combate al grito de “Viva Cristo Rey”. Las jóvenes pelearon también heroicamente en las brigadas Juana de Arco. El gobierno respondió con decenas de sacerdotes asesinados, profanación de iglesias, atentados y violaciones por militares. Juan Pablo II ha beatificado (1992) a 22 sacerdotes y 3.000 seglares víctimas del odio a la fe en la guerra cristera.

España (1934-1939):

Desde la revolución socialista de octubre de 1934 hasta el final de la guerra civil, el 1 de abril de 1939, más de 10.000 católicos  fueron asesinados por odio a la fe. En toda la Historia de la Iglesia no hay un solo precedente, ni siquiera en las persecuciones romanas, del sacrificio sangriento en poco más de un semestre de: 13 obispos y más de 7.000 sacerdotes y religiosos/as, sin contar miles de seglares. La Guerra civil española (1936/9) fue consecuencia de la Constitución masónica de la II República (1931) y de la Revolución socialista (1934).

Alemania (1939-1945): 

En el campo de concentración nazi de Dachau  fueron internados casi tres mil sacerdotes de diferentes nacionalidades. Más de la mitad encontraron allí la muerte por sus creencias. Como recuerda Kazimierz Majdanski, arzobispo emérito de Stettino-Kamien y superviviente de Dachau, «los presos creían haber vuelto a los tiempos de Nerón y Diocleciano, a los tiempos del odio por el cristianismo y por todo lo que representaba». Para monseñor Majdanski, «el campo de concentración era la encarnación de la civilización de la muerte». Sólo en Alemania, recuerda, se calcula que cerca de doce mil religiosos fueron torturados por el régimen nazi, y gran parte de ellos murieron: «En Dachau vi cómo morían muchos sacerdotes de manera heroica». Muchos de ellos son hoy mártires beatificados durante el pontificado de S. S. Juan Pablo II.

La muerte del 20% de los 10.017 sacerdotes polacos que había al inicio de la segunda guerra mundial (incluidos cinco obispos) parece haber sido olvidada por muchos libros de historia, reconoce monseñor Kazimierz Majdanski, arzobispo emérito de Stettino-Kamien, que fue arrestado por los nazis cuando era alumno del seminario de Wloclawek, el 7 de noviembre de 1939, junto a otros alumnos y profesores del seminario, y encerrado en el campo de concentración de Sachsenhausen, en un primer momento, y de Dachau, después. En Dachau fue sometido a criminales experimentos pseudocientíficos. Tras la guerra, fue ordenado sacerdote en París.

Francia:

En 1952, cuando ya era bien conocido el genocidio comunista, intelectuales como Jean Paul Sartre y muchos otros, lo justificaban explicando la necesidad de terror como parte del “humanismo”.

Cuba:

Las hordas de Castro asesinaron a mas de 200,000 africanos durante sus guerras Internacionalistas en Africa. El terrorismo de Castro a través de Ibero-America dejó mas de 150,000 muertos y aún sigue asesinando victimas especialmente en Colombia, Venezuela y posiblemente Nicaragua. 

Argentina:

Objeto del mas fuerte ataque comunista, terrorista y guerrillero del mundo, sólo gracias a sus FF.AA. pudo vencerlos militarmente. Los gobiernos socialistas "democráticos" de 1983 a la fecha, emergentes electoralmente, sometieron por ello a los ex-comandantes de esas FF.AA. a juicio con leyes preparadas a efecto, para condenarlos a prision perpetua, favoreciendo de tal manera a los subversivos que fueron “indemnizados” por el Estado. 


5 Persecuciones del siglo XXI
( 200 millones de cristianos perseguidos)

2001: Más de 160.000 mártires

Iraq: Entre los años 2003 y 2009, según informó Asianews en diciembre 2009, habrían sido asesinados alrededor de 2.000 cristianos. A causa de la inestabilidad política y de los ataques dirigidos contra cristianos, muchos de ellos han huido a otros territorios. De los cerca de 800 mil cristianos que había en 2003, se calcula que quedan 450 mil en 2010.

India: Entre 2008 y 2010 se registraron más de 1.000 episodios anticristianos en el estado de Karnataka,. En el estado de Orissa, entre los años 2008 y 2010 más de 4.000 cristianos sufrieron persecución y presiones para convertirse a la religión hindú.

Unión Europea: "El cristianismo es odiado en Europa". El Informe contra la Intolerancia y la Discriminación de cristianos en Europa denuncia casos concretos. Bajo las áreas de libertad de conciencia, libertad de expresión, dimensión colectiva de libertad religiosa, empleo, educación y derechos de los padres, y ámbitos de marginación a cristianos en Europa, entre otros, el informe detalla con claros ejemplos cómo en los últimos cinco años el 'hecho cristiano' es atacado y vulnerado desde ámbitos legislativos, judiciales y laborales.

Reino Unido y España destacan muy por encima de otros países de la Unión Europea como los más intolerantes, llegando a extremos grotescos presenciados en los últimos años en el intento de erradicar la huella cristiana de una forma no violenta.

Un grupo de reflexión austriaco, organización no gubernamental, está advirtiendo que la libertad de expresión religiosa está “en riesgo” en Europa, a causa de la intolerancia secularista de la izquierda. Mientras los extremistas islámicos continúan los ataques contra comunidades cristianas en Egipto, Irak, Pakistán y en todo el Medio Oriente y Asia, las restricciones a las expresiones públicas de las creencias religiosas de los cristianos están aumentando en Europa occidental, cuna de la Cristiandad. 

“No se puede comparar las injusticias de aquí con la situación, por ejemplo, de Corea del Norte, India o Pakistán”, advirtió Gudrun Kugler, abogada y directora del Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los cristianos en Europa. “Los cristianos que están allí, a pesar de la feroz persecución ,son nuestros grandes modelos”. Dijo que el cristianismo es odiado en Europa porque es “el último obstáculo para una nueva visión del secularismo que es tan políticamente correcto que raya en el totalitarismo”.

“Los cristianos son cada vez más marginados y están apareciendo con más frecuencia en los tribunales sobre asuntos relacionados con la fe. Así que pienso que nos estamos dirigiendo a una persecución sin derramamiento de sangre”.

Sus preocupaciones fueron repetidas por el Dr. Massimo Introvigne, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, un italiano especialista en sociología de la religión, quien dijo esta semana que actualmente los cristianos europeos no son “demasiado sensibles”.La discriminación contra los cristianos en Europa, dijo, “es más sutil” que en los países donde son perseguidos en forma total, pero es real.

“Irónicamente, uno de los análisis más importantes de esta situación está incluido en un discurso que nunca fue distribuido, aunque su texto fue posteriormente dado a conocer”, dijo Massimo Introvigne. “Benedicto XVI preparó un discurso para una visita a la Universidad La Sapienza, en Roma, el 17 de enero de 2008, donde tenía previsto debatir la marginación de los cristianos en el discurso público occidental”. Sin embargo, ese discurso papal fue archivado después de las protestas efectuadas por un reducido número de estudiantes y profesores contra la supuesta “homofobia” del Papa. “El incidente, por supuesto, confirmó más que nada que el Papa puede haber dicho que el problema de la intolerancia contra los cristianos existe realmente en Occidente”.

El Observatorio monitorea y documenta sistemáticamente incidentes de intolerancia y discriminación contra los cristianos y el cristianismo en toda Europa. Ha elaborado un informe de la crónica de los incidentes de discriminación anti-cristiana en instituciones europeas entre los años 2005 y 2010. Kugler le dijo a MercatorNet que “en privado, usted puede orar y pensar como quiera, pero en el ámbito público hay cada vez más restricciones. Judíos y musulmanes experimentan intolerancia y discriminación. Pero también lo sufren los cristianos, inclusive si constituyen aquí una mayoría nominal”.

“Hemos recibido muchos informes en los que se denuncia la eliminación de los símbolos cristianos, representaciones distorsionadas y estereotipadas y negativas de los cristianos en los medios de comunicación, y los problemas sociales que enfrentan los cristianos, como ser ridiculizados o desfavorecidos en los lugares de trabajo”. En general, el informe del Observatorio revela que la falla geológica principal en Europa es el enfrentamiento entre las nuevas leyes “igualitarias” que se han puesto en marcha a instancias de los grupos de presión políticos homosexualistas y feministas radicales, y la población todavía nominalmente cristiana de Europa. Este quiebre ha sido favorecido por un medio de comunicación institucionalmente anti-cristiano.

“Tengo la impresión que los periodistas y los políticos son a menudo más anticristianos que sus conciudadanos. Pero ellos forman el estado de ánimo del país. Lo que observamos es que a los cristianos se los describe cada vez más como ‘homofóbicos’, machistas, intolerantes y sin experiencia del mundo”.

Cuando se le preguntó qué pueden hacer los cristianos, Gudrun Kugler dijo: “hablar”. “Muchos cristianos europeos no se dan cuenta que defender las propias creencias es una forma de hablar a favor de los débiles, de los perjudicados y de los indefensos”. Es un “acto de caridad cristiana insistir en los derechos democráticos propios de cada uno”, añadió. “Tenemos que buscar la inspiración de nuestros hermanos y hermanas, que con valentía enfrentan formas violentas de la persecución, en lugar de dar marcha atrás en silencio

España: La ministra de exteriores Trinidad Jiménez (PSOE), ha sido lamentable al negarse a firmar la denuncia oficial europea contra la discriminación, persecución, agresiones violentas y asesinatos a minorias cristianas

OSCE: Según unas declaraciones de Mario Mauro en agosto 2010, representante de la OSCE contra la discriminación de los cristianos, de 100 personas que mueren al año por persecución religiosa, 75 serían cristianos. Ese mismo mes de agosto de 2010, monseñor Mario Toso, Secretario del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, declaró que los cristianos eran el grupo religioso más perseguido en el mundo. Habría, según los datos de ese año, unos 200 millones de cristianos perseguidos.

Según una declaración hecha pública en junio de 2011 por Massimo Introvigne, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la lucha contra la intolerancia y la discriminación, más de 100.000 cristianos son asesinados anualmente .

Las denuncias sobre las persecuciones a cristianos en el mundo son cada vez más frecuentes en Iraq y Pakistán, Egipto... En la mayoría de los casos, estas violencias son promovidas por fanáticos islámicos. No son todos los islámicos los que practican este tipo de violencia, pero tampoco sería justo decir que se trata de una insignificante minoría. Por no hablar de los régimenes ateos como Corea del norte o China donde la persecución es brutal, régimenes sin Dios, donde no por eso han conseguido el humanitarismo y la libertad , sino una megalomanía rayana en la locura de sus lideres que se hacen adorar como dioses humanos.


7 Discriminación y Persecución 

Medio Oriente: La triste verdad es que en general los cristianos que viven en el Medio Oriente se sienten empujados hacia la periferia. Aun hoy en día, existe en algunos países un clima de discriminación y persecución. En medio de un mundo que sufre los efectos del terrorismo con sospechosas raíces religiosas, es demasiado fácil pasar por alto la marginación de nuestros hermanos cristianos, tanto en países árabes como en otras partes del mundo. Queremos detenernos para reflexionar sobre la “libertad religiosa” que, a pesar de los logros de nuestro mundo moderno, sigue siendo un tema que nos debe preocupar.

Normalmente, el cristianismo se considera un fenómeno más bien occidental, a pesar de sus orígenes claramente orientales y sus libros sagrados penetrados por una rica veta cultural del Medio Oriente. En el primer Pentecostés, cuando los discípulos eran bendecidos con lenguas para contar la buena noticia del Evangelio, una de las lenguas era el árabe. La expansión del cristianismo a través de una región que ahora incluye partes de Irak, Siria, Palestina y Egipto, fue tan exitosa que al llegar al siglo sexto, contaba con 15 millones de seguidores. El número de cristianos en esta región es aproximadamente lo mismo hoy y abarca unas 20 diferentes iglesias, incluyendo las católica, copta y ortodoxa. Sin embargo, aunque quince siglos atrás los cristianos eran 95% de la población de esta región, hoy son apenas 5%. Y van bajando rápidamente.

Los marginados árabes cristianos

Aunque muchos prefieren olvidarlo, los cristianos iban a la delantera del renacimiento de nacionalismo árabe que recorrió la región entera en la mitad del siglo XIX. Sin embargo, los movimientos islámicos han tratado de ocultar la identidad de los cristianos árabes. Al enfatizar el Islam genérico como origen primario de solidaridad, han forzado a los cristianos hacia la periferia de la vida árabe.

Hay varios factores que tuvieron su parte en la desaparición de los cristianos del Medio Oriente durante el último siglo: un crecimiento de población relativamente más bajo, conversiones al Islam y emigración a otras regiones. La guerra contra el terrorismo, presentada como una campaña que traería libertad, tuvo mucho que ver con esta marginación. John Pontifex, representante de la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre ha dicho que “Estados Unidos debiera considerar con mucho cuidado el impacto de su política exterior sobre las iglesias cristianas nativas a través del mundo islámico. Grupos islámicos militantes se encienden por las injusticias perpetradas por el Occidente cristiano”, dice Pontifex, “y cuando buscan represalias, las comunidades cristianas locales, sin defensas, son blancos fáciles por su afiliación cultural, social y religiosa con aquellos que son percibidos como agresores.” El Occidente tiende a considerar esta situación como el problema de “otros” y, por lo tanto, ha llegado a ser un problema mayor. Pontifex, con datos concretos, describe una situación depersecución insidiosa de las comunidades cristianas a través del mundo islámico. Aunque no siempre es apoyada por los gobiernos, existe, sin embargo, una lucha psicológica al nivel local, con cristianos que enfrentan la discriminación cuando buscan empleo, son forzados a pagar pesados impuestos por propiedades eclesiales y sufren ataques a sus hogares.

En el norte de Egipto, un hombre fue apuñalado a muerte y doce más heridos en ataques a tres iglesias que ocurrieron en un espacio de una hora, durante las celebraciones de Pascua. Cristianos coptos de Alejandría dicen que la policía encubrió los delitos y que los ataques eran parte de un complot anti-cristiano de extremistas musulmanes. “Somos perseguidos en todas partes, en las escuelas, en nuestras vidas”, decía la hermana de una de las víctimas, “pero no debiera pasar cuando estamos rezando.” Cuando Noshi Atta Girgis, de 78 años, murió de sus heridas en un hospital, 500 coptas se reunieron frente a la Iglesia de los Santos en Alejandría para manifestar su ira. Gritaron eslóganes contra el gobierno y llevaron lienzos que decían: “¿Hasta cuándo?” y “Alto a las persecuciones coptas”. Hubo varios días de choques entre grupos islámicos y cristianos, que dejaron dos muertos y 50 heridos. La policía usó gas lacrimógeno para separar los grupos que atacaron con cuchillos, palos y piedras. Tiendas destruidas, autos quemados, calles arruinadas, resultados de la celebración copta de la Pascua del Señor.

Egipto, Afganistán e Irak

Los cristianos coptos que representan alrededor del 7% de los 73 millones de egipcios se quejan frecuentemente de acoso y discriminación en esta nación suni-islámica, en su gran mayoría. El éxito de los duros de la Hermandad Islámica en las elecciones de diciembre de 2005 ha hecho poco para calmar los miedos de los cristianos frente a la persecución. Los coptos dicen que el gobierno hace muy poco para protegerlos, afirmando que los ataques sectarios en el pasado o no fueron castigados o recibieron castigos leves.

Aun en los países donde los aliados de Occidente lucharon para establecer el respeto por los derechos humanos, las comunidades cristianas eran forzadas a celebrar la Pascua en secreto. En Afganistán, 99% de los 29 millones son musulmanes, pero se dice que una pequeña minoría -estimada en alrededor de 1.000 personas- sobrevive a pesar de investigaciones permanentes de las fuerzas de seguridad, interrupción telefónica y amenazas de muerte. Muy pocos reconocen su fe en forma pública por miedo de la represión. No hay iglesias en el país fuera de aquellas en las embajadas. La constitución post-Talibán afirma que los seguidores de otras religiones serán libres dentro de la ley en el ejercicio de sus derechos religiosos pero luego añade que “ninguna ley puede contravenir los dogmas y provisiones de la religión del Islam”.Entonces los esfuerzos por practicar la libertad religiosa pueden terminar en la muerte.

En Irak, guardias armados patrullaron frente a las iglesias cristianas durante la Pascua. El miedo a los ataques ha sido muy fuerte después de que tres cristianos fueron muertos en el bombardeo coordinado de cinco iglesias en Kirkuk y Bagdad en febrero. Estos golpes fueron para castigar a los cristianos por las caricaturas que denigraron al Profeta. Las caricaturas que aparecieron en un diario danés, ofrecieron una excusa a grupos privados de sus derechos democráticos para buscar un blanco fácil para su ira. Estudiantes musulmanes golpearon a sus colegas cristianos en la universidad de Mosul, respondiendo a fatwas de líderes religiosos que llamaron a musulmanes a expulsar a los cruzados e infieles de las calles, escuelas e instituciones porque habían insultado la persona del Profeta. 

Tales sentimientos fueron compartidos a través de la región. En Beirut, 20.000 manifestantes entraron a Achrafieh, un área cristiana donde una iglesia maronita y la sede del arzobispo griego-ortodoxo sufrieron la acción de vándalos. Manifestantes pakistaníes golpearon a los cristianos mientras en Palestina, un grupo de la islámica-jihad advirtió a la comunidad cristiana que pagaría con sangre por las caricaturas.

Conflicto en Turquía

Incluso en Turquía, frecuentemente alabada como modelo de un Islam moderado, los cristianos también sufren la ira de los grupos islamistas. Un misionero italiano de 61 años, el R.P. Andrea Santoro, fue asesinado mientras rezaba en su iglesia parroquial en la ciudad- puerto de Trabzon. El asesino fue un joven enojado por las caricaturas del Profeta que aparecieron en la prensa. La reacción del representante papal en Anatolia sugiere que la violencia anti-cristiana tenía que ver con algo más que las caricaturas. El obispo Luigi Padovese insiste en que el creciente fundamentalismo islámico y el prejuicio anti-cristiano en el mundo islámico plasmaron el contexto para el crimen del joven. “Existe una fuerte corriente de extremismo religioso y el clima que resulta es capaz de alimentar este tipo de odio. Se transmite en las familias, en las escuelas y en los diarios.”Añadió que existen áreas en Turquía que están “completamente islamificadas y donde es peligroso ser cristiano”. De varios millones de personas, la población cristiana de Turquía ha menguado a solo 70.000 desde la caída del Imperio Otomano, al fin de la Primera Guerra Mundial.

El éxodo de los cristianos

Turquía no está sola respecto a este fenómeno. A lo largo del Medio Oriente el bajo número de nacimientos en familias cristianas y los esfuerzos de misioneros protestantes han tenido efectos negativos. Es irónico que el celo evangélico de estas nuevas iglesias esté socavando la fuerza de sus antiguas contrapartes, descoyuntando, desarticulando y reorientando la base de su fe tradicional.

Al principio del siglo XX, la tercera parte de la población de Siria era cristiana; actualmente, los cristianos son menos de 10%. En el Líbano, han sido reducidos a una minoría en los últimos 15 años, ¡por la primera vez en quince siglos! Incluso la Iglesia copta de Egipto, una de las comunidades cristianas más antiguas y más establecidas, tiene una diáspora de más de dos millones en el Occidente.

Mientras tanto, en Irak, los caldeos que representan la denominación cristiana más grande, han visto sus números reducidos a menos de 200.000 en los últimos cinco años. En la era de post-independencia, muchos abrazaron el partido Baath, a favor de la unidad nacional, y cristianos como Tariq Azíz tomaron posiciones de importancia en el gobierno. Con la caída de Saddam Hussein y la ocupación de tropas aliadas del Occidente, los cristianos llegaron a ser el blanco de grupos islámicos locales por su afiliación anterior. Decenas de miles de refugiados cruzaron las fronteras de Irak a campamentos en Turquía, Siria y Jordán.

Cristianos palestinos bajo presión

Los datos de la Tierra Santa presentan un cuadro pavoroso. Hace un siglo, 20% de los palestinos eran cristianos, hoy son menos de 2%. Hay más cristianos palestinos viviendo en Australia que en la Tierra Santa. Los cristianos son especialmente golpeados por el conflicto entre Israel y Palestina porque la subsistencia de muchos depende de la industria turística, ahora paralizada.

La Iglesia local enfrenta draconianas restricciones para viajar impuestas por el gobierno israelí. Por ejemplo, para laPascua de Resurrección sólo 1.000 licencias fueron entregadas para los 30.000 cristianos de Belén para atender los ritos de celebración en Jerusalén, a menos de cinco millas de distancia. Bajo tales condiciones no es sorprendente que incluso áreas tradicionalmente cristianas, como Belén, estén perdiendo a los jóvenes cristianos educados. Las jóvenes se casan con palestinos que viven en el extranjero, para así evitar una vida de privaciones y terrores. La aparición del partido islamistaHamas no ha disminuido la desconfianza y miedo de los cristianos frente al futuro, y el éxodo ha llegado a ser tan severo que es posible pronosticar la desaparición de cristianos nativos de Belén, incluso dentro de dos generaciones.

La mayoría de los israelíes no saben de la condenación al anti-semitismo hecha por la Iglesia ni de su rechazo de la responsabilidad generalizada de Israel por la muerte de Jesús. La misma ignorancia penetra la clase política a pesar del excelente trabajo de muchos, entre los cuales el Consejo Coordinador Interreligioso en Israel. Diplomáticos e israelíes que son miembros de grupos internacionales de diálogo, comentan con frecuencia sobre la ignorancia y indiferencia de la generación actual y de sus líderes respecto a los asuntos católicos. Mientras ha habido, por ejemplo, tres distintas re-evaluaciones sobre judaísmo en textos escolares católicos en los EE.UU. desde el Concilio Vaticano II, nada comparable ha sido hecho en los textos escolares de Israel.

Una súplica para la solidaridad

Un sacerdote de la orilla occidental de Palestina comentó sobre la falta de solidaridad entre los cristianos del mundo. Si la solidaridad pan-islámica se extiende desde Kashmir a Kosovo, ¿por qué no recibieron los cristianos palestinos el mismo apoyo de sus hermanos cristianos a través del mundo? “Nosotros pensamos que la presencia cristiana aquí no es solamente nuestra responsabilidad sino la responsabilidad de todos nuestros hermanos y hermanas, a través del mundo, que debieran tener un cuidado especial por su Iglesia materna en Jerusalén”. 

Aunque en su Mensaje de Pascua el Papa Benedicto XVI llamó la atención sobre la situación de la Tierra Santa y los sufrimientos de los palestinos que tenían derecho a un estado propio, la comunidad internacional pareció tomar el camino contrario, retirando fondos dirigidos al apoyo de la sociedad palestina. Cualquiera que sea el impacto de tales políticas sobre el gobierno de Hamas, sólo puede empeorar la situación de la comunidad cristiana y aumentar el éxodo.

La persecución de cristianos en el resto del mundo

Para muchas personas en nuestro mundo, la afiliación a Cristo es tan peligrosa hoy como fue en Jerusalén 2.000 años atrás. Pero el Medio Oriente no es un fenómeno aislado. En países controlados por regímenes totalitarios y autoritarios, la libertad religiosa es vista como un desafío a la ideología de la autoridad central. Los grupos religiosos de minoría están considerados como enemigos del Estado y castigados como tales. Las situaciones peores se dan en:

Corea del Norte 

El gobierno comunista ha destruido más de 1.500 iglesias desde 1948, mientras informes sostienen que 300.000 cristianos han desaparecido. Cualquiera persona que es vista con una Biblia puede ser fusilada y los sorprendidos en conversaciones sobre Dios, podrían ser condenados a prisión. Se cree que decenas de miles de cristianos están actualmente sufriendo como prisioneros en campos de concentración en Corea del Norte donde enfrentan crueles abusos. A pesar de eso, se estima que un medio millón de cristianos todavía queda en una población de 23 millones.

Pakistán

Los cristianos representan menos de 2% de una población de 150 millones. El Islam es la religión del Estado y frente a la ley, el testimonio de un cristiano tiene menos peso que el de un musulmán. El Código penal nacional, sección 295 (c) pide el castigo de muerte para cualquiera que profane el nombre del Profeta y requiere el testimonio de cuatro musulmanes para alcanzar una convicción. Esta posición crea un ambiente en que los musulmanes sienten su derecho de utilizar la intimidación y violencia contra las minorías religiosas para su provecho personal. En noviembre de 2005, el área cristiana deSangla Hill en el Punjab fue saqueada por 3.000 musulmanes que quemaron dos iglesias, las casas parroquiales y escuelas. Estaban respondiendo al llamado de imanes locales, encolerizados por el caso de un hombre musulmán que al perder un juego de naipes con un cristiano, se vengó acusándolo injustamente de haber quemado una copia del Corán.

Myanmar (Birmania)

Entre 5 y 10% de los 40 millones de habitantes de Myanmar son cristianos, pero el gobierno normalmente infiltra y monitorea las reuniones y actividades de todas las minorías religiosas, prohibiendo toda ceremonia cristiana pública. Existen pautas estrictas del gobierno que imponen restricciones sobre la libertad de expresión y asociación y los no-budistas experimentan la discriminación en el sector laboral.

Somalia

Los cristianos representan menos de 2% de los 8 millones de habitantes y les está prohibido reunirse públicamente. La religión oficial es el Islam y no existe provisión legal para proteger la libertad religiosa. El gobierno nacional es débil y jefes guerreros todavía dominan gran parte del país donde se usan tradiciones de clanes locales o la ley de la sharia para solucionar conflictos. Hay fuerte presión social para seguir la tradición islámica especialmente en ciertas partes rurales del país.

Islas Maldivas

En estas islas paradisíacas, visitados por decenas de miles de turistas cada año, el cristianismo no es tolerado. Aunque existen alrededor de 300 cristianos entre 300.000 habitantes, y se reúnen para el culto, lo hacen corriendo el riesgo de la cárcel o peor si son descubiertos por las autoridades islámicas. La Biblia está prohibida y los turistas que se atrevan a llevarlas pueden ser arrestados.

Paises de mayoría islámica

Aunque estamos viviendo supuestamente en tiempos modernos y presuponemos la existencia general de la libertad religiosa, es importante recordar que los días de persecución de nuestras creencias no han terminado. Hay países enteros donde nuestros hermanos cristianos sufren diariamente por su fe y necesitan de nuestro apoyo y de nuestras oraciones. Nos queda mucho trabajo en este camino de tolerancia y aceptación.

>23 países de mayoría islámica persiguen a los cristianos, de forma inhumana, por su religión
>Los católicos y miembros de otras confesiones son proscritos en naciones que profesan el mahometanismo
>La iglesia católica pide reciprocidad al Islam
>Los musulmanes pueden pagar con la muerte la osadía de apostatar del Islam para convertirse a Cristo
>En ningún país en el que impere este fundamentalismo islámico se puede divulgar el cristianismo
>El Papa ha sido el único líder mundial que ha clamado contra la discriminación de los cristianos
>Ayuda a la Iglesia Necesitada» ha denunciado esta situación

Algunos lo llaman «el circo de los leones del siglo XX». La verdad es que los cristianos que viven en los países de mayoría islámica, y con fuertes impregnaciones fundamentalistas, sufren un auténtico calvario. Su profesión religiosa cristiana les supone discriminaciones serias, cuando no cárcel o la muerte.

Gracias al informe presentado por la organización católica «Ayuda a la iglesia Necesitada», del que FE Y RAZÓN ofrece a sus lectores en primicia para España, podemos conocer con rigurosidad y prontitud, todos los detalles de estas violaciones de derechos humanos, que pasan, muchas veces, desapercibidas por la opinión pública mundial. Una situación patética. Un grito descarnado.

La persecución, expulsión y sufrimiento de los cristianos que viven en países de mayoría islámica no parece terminar. Según confirma el «Informe 2000 sobre libertad religiosa en el mundo», confeccionado por la prestigiosa organización católica «Ayuda a la Iglesia Necesitada», al que ha tenido acceso FE Y RAZÓN, en la actualidad son 23 países islámicos los que «persiguen a los cristianos por motivos religiosos».
A continuación ofrecemos, una panorámica de cada uno de estos países:

ARGELIA: De los 29 millones y medio de habitantes sólo tres mil son católicos. Se les permite practicar su fe sin interferencia de parte del Gobierno. Quedan, sin embargo, prohibidas las asambleas públicas orientadas a propagar religiones que no sean el Islam. Por miedo a posibles implicaciones legales no se producen conversiones del Islam a otras religiones. A las mujeres, por efecto del derecho de familia, se les impide casarse con hombres de fe no musulmana.

ARABIA SAUDÍ: El número de católicos se eleva, en este país, a 641 mil, de los 20 millones de habitantes que lo integran. La ley saudí prohíbe a los no musulmanes a reunirse por motivos relacionados con la propia fe religiosa. En los últimos dos años cerca de 130 inmigrantes cristianos han sido llevados a prisión, privados de trabajo y expulsados del país acusados de «actividades cristianas».

AZERBAIJAN: Todas las religiones deben obtener aprobación del departamento de asuntos religiosos. Este proceso de aprobación se lleva a cabo con una declarada falta de transparencia.

BAHREIN: 30 mil católicos. Está prohibida la conversión de musulmanes a cualquier otra fe religiosa.

BANGLADESH: Los 241.000 cristianos encuentran dificultad para hacerse aceptar por los exponentes de otras religiones del país.

BRUNEI: Los 4.000 cristianos representan el 10 por ciento de la población. Según prevée la constitución, el Islam debe ser la religión del estado, aunque las otras religiones pueden ser profesadas en paz y en armonía. Este principio, sin embargo, junto con otras declaraciones similares es sólo parcialmente respetado. Normalmente la práctica religiosa es controlada a través de diversas formas de discriminación: se prohíbe la propaganda, se niega el ingreso al país de religiosos extranjeros; queda prohibida también la importación de material de instrucción religiosa y la Biblia, rechazadas la concesiones para ampliar, reparar o construir nuevas iglesias.

EGIPTO: Los 218.000 católicos, en un país de 66 millones de habitantes, carecen de opciones para practicar libremente su fe. La constitución favorece abiertamente a musulmanes y reduce a los cristianos a rango de ciudadanos de segunda clase, a los que no se les concede representación política. La admisión de estudiantes cristianos en la escuela comporta el aprendizaje del Corán. Se constatan con frecuencia ataques de islamistas contra los cristianos y casos de conversión forzada de cristianos al Islam.

EMIRATOS ÁRABES UNIDOS: De los dos millones y medio de habitantes, sólo el 3,8 por ciento forman parte de la comunidad cristiana, y 155.000 son católicos. Según Moseñor Bernardo Gremoli, Vicario Apostólico de Arabia, las relaciones con las autoridades islámicas de este país son buenas. A los siete colegios dirigidos por monjas acuden 13 mil alumnos, hijos de potentados árabes. Queda prohibida, sin embargo, cualquier acción orientada al proselitismo religioso.

MARRUECOS: El número de cristianos asciende a 25 mil en este país de 27 millones y medio son musulmanes. La religión cristiana es tolerada como una expresión cultural. El código penal castiga en su artículo 220, con una pena de 3 a 6 meses de encarcelamiento a quien induzca a la apostasía del Islam. Está prohibida la venta de biblias en lengua árabe. Se puede decretar el cierre de una escuela, orfanatorio, etc. si este sirve para la conversión de un musulmán.

lNDONESIA: En una extensa población de 206 millones de habitantes la comunidad de cristianos asciende a 5 millones y medio. En este país se imponen limitaciones jurídicas al ingreso de misioneros. Se respira una atmósfera de intolerancia entre las decenas de religiones que comparten territorio. Se suceden ataques de paramilitares contra comunidades católicas así como otras manifestaciones de violencia como el incendio de Iglesias cristianas de parte de los musulmanes.

lRÁN: 12 mil cristianos en una población que alcanza casi los 66 millones. La libertad religiosa no se menciona. La apostasía del Islam se castiga con la muerte. En las comunidades cristianas espías del gobierno controlan las actividad religiosa. Está prohibida en el país cualquier actividad misionera.

IRAQ: Casi 22 millones de habitantes. 275 mil católicos. Está prohibida la conversión de musulmanes a cualquier religión extraña.

KUWAIT: 156 mil católicos. Prohibido el derecho de realizar actividades misioneras. Todo hombre debe convertirse al Islam si quiere casarse.

LIBIA: Los católicos sólo tienen derecho a un solo lugar de culto en cada ciudad.

MAURITANIA: 300 mil católicos. La constitución reconoce el derecho a la libertad religiosa. Se verifican episodios de violencia entre católicos y musulmanes. Se ha creado un consejo interreligioso par favorecer la relación.

NIGERIA: Aquí el número de católicos se eleva a 13 millones 500 mil, en medio de una población de 106 millones. La constitución establece que el gobierno no puede adoptar ningún credo como religión del estado. De hecho comunidades de musulmanes impiden a cristianos la construcción de edificios de culto. Se suceden actos de violencia donde cristianos son asesinados por la manifestación pública de su fe.

OMAN: La actividad religiosa de grupos no musulmanes sufre graves limitaciones.

QATAR: La apostasía está penada con la pena de muerte.

SIRIA: El cristianismo se considera una religión sectaria y se ve seriamente amenazado por las fuerzas militares.

SUDÁN Y YEMEN: No existe la libertad religiosa.

TÚNEZ: La presión social juega un papel determinante. Las celebraciones religiosas sólo pueden realizarse en lugares destinados al culto.

6 Bibliografía


-Ricardo dela Cierva (1990). Misterios de la Historia. Planeta.
-Vicente Cárcel Ortí (2001). Persecuciones religiosas y mártires del siglo XX. Ediciones Palabra.
-Antonio Montero Moreno, Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939). BAC.
-Antonio Socci (2003). Los nuevos perseguidos: investigación sobre la intolerancia anticristiana en el nuevo siglo del martirio. Ediciones Encuentro. 
-J. Zahonero y M. A. Martín, Historia de la iglesia. Editorial Marfil.
-Ángel D. Martín Rubio (2005). Los mitos de la Represión en la Guerra civil. Grafite Ediciones.
-José F. Guijarro (2006). Persecución religiosa y Guerra civil. Esfera de los libros.

Fuentes: Encioclopedia Católica, Blog Clavijo,Wikipedia