PROFETICO ANUNCIO DE LO QUE PASA HOY PREDICADO A FINES DE LOS AÑOS 60S. UN SACERDOTE QUE VIO MAS LEJOS Y ACERTO CON LOS MALES QUE TRAIA EL PROGRESISMO Y LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION…
Julio Ramón Meinvielle nació el 31 de agosto de 1905 en la ciudad de Buenos Aires, sacerdote argentino y filósofo tomista, su obra ha sido muy influyente en el nacionalismo católico argentino.
Estudió en el Pontificio Seminario Conciliar de Villa Devoto. Se doctoró en teología y filosofía en Roma y pronto comenzó su prolífica obra sobre historia y economía y, a fines de diciembre de 1930, fue ordenado sacerdote.
A partir de su trabajo en la parroquia de Nuestra Señora de la Salud del barrio porteño de Versalles dio el puntapié a una iniciativa de campamentos juveniles parroquiales, que se difundió entre otros sacerdotes.
Años después promovió la creación de la unión scouts católicos argentinos (USCA), en la cual lo eligen como su primer secretario. El 7 de abril de 1937 dicha asociación scout sería reconocida por el cardenal Santiago Luis Copello, primado de la Argentina, como “asociación privada de fieles de la iglesia católica”.
También fundó el Ateneo Popular de Versalles, en la calle Roma 950, que presidió hasta su muerte.
El padre Meinvielle interpretaba la historia como un proceso de declive y decadencia de los valores católicos, que vendría determinado por tres eventos catastróficos para la iglesia: La irrupción de Martín Lutero, la revolución francesa y la revolución bolchevique.
Fue un crítico acérrimo en lo que percibía como retrocesos en la educación católica, y tuvo a finales de la década de 1930 una disputa pública con Jaques Maritain. El conflicto había comenzado en 1936, cuando Maritain visitó Argentina por primera vez, bien recibido por una parte de la jerarquía eclesiástica. Como editor del periódico “Criterio”, Meinvielle arremetió contra Maritain, por ser, “el abogado de los rojos de España”, desatando una guerra verbal entre ambos.
Su obra de “Lammenais a Maritain” supuso una crítica a sus ideas. Meinvielle sostenía que Maritain defendía la falta de fe en la sociedad moderna, dado su apoyo al liberalismo. Expuso que la obra de Maritain se asentaba en la felicidad de Roberto de Lammenais, en la de Marc Sangnier y en la de Le Sillon; afirmó que el antropocentrismo de estos autores era incompatible con la fe católica.
Su obra también dio frutos en la formación de doctrinarios católicos notables como Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri y en dirigentes nacionalistas católicos como Ezcurra Uriburu; de hecho se lo llegó a vincular con el Movimiento Nacionalista Tacuara (MNT) y con Guardia Restauradora Nacionalista (GRN).
Con respecto a su concepción sobre la economía, condenó el capitalismo y el marxismo por igual y trato de buscar paralelos entre ambos, sosteniendo que el materialismo era la base para las dos posiciones. Abogó por un sistema económico basado en la Doctrina Social de la Iglesia, en el que el consumo regulase la producción y en el que la creación de riqueza fuese permitida siempre que se reinvirtiera. Al igual que Rodolfo Irazusta fue un furibundo crítico de la usura, de la que culpó al judaísmo.
Arguyó que la Sinagoga de Satanás tenía como objetivo la destrucción del cristianismo y sostuvo que todo tipo de males que le sucediesen a la Iglesia tendrían base en su acción. Aunque no repitió libelos de sangre, afirmó que el comunismo y el capitalismo eran su creación como parte del plan para dominar el mundo.
También criticó al antisemitismo ya que, citando el decreto del Santo Oficio que lo condena (1928), consideró que la Iglesia siempre a rezado por el pueblo judío a pesar de su ceguera y reprochó el odio contra el pueblo escogido por Dios en otro tiempo.
Asimismo fue un fuerte opositor del nazismo, lo criticó desde el catolicismo en su obra “Entre la Iglesia y el Reich” (1937) en la cual detalla las persecuciones que el III Reich infligió a la Iglesia antes de la guerra. Asimismo criticó el racismo nazi por su positivismo, cientificismo exacerbado y su carácter anticristiano.
El padre Meinvielle fue un visionario y una de las figuras más influyentes de su tiempo, el que lee sus libros puede notar la vigencia de su contenido y sobre todo la claridad de su pensamiento.
Murió el 2 de agosto de 1973, víctima de un «accidente de tránsito» en la Avenida 9 de Julio, de la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, son fuertes las versiones de que el hecho fue perpetrado por facciones subversivas marxistas que se sentían amenazadas por su obra.
Fuente | Gloria TV