Un hecho histórico // La triple amenaza sobre España
Por Pío Moa
17/01/2023
Un hecho histórico
La declaración de Abascal en su recurso contra la ley de memoria chekista tiene carácter histórico. Porque esa ley es en sí misma una nueva Constitución que, sobre la base de deslegitimar el franquismo, en conjunto con el PP, deslegitima toda su herencia: la unidad nacional, la democracia, la monarquía y la misma Constitución actual. Esa ley sirve para dotar de legitimidad el golpismo con el que quieren retomar las políticas del frente popular, que fueron precisamente eso: una mezcla de sovietización y de separatismos. Abascal vuelve a destacar como el único jefe de partido con talla moral y política.
Muchos necios no entienden por qué insiste tanto el gobierno en la guerra civil, en lugar de preocuparse por “los problemas actuales”. El gran problema actual, en que se concentran todos los demás, es precisamente la deslegitimación de la herencia del franquismo a través de la falsificación de la guerra civil.
No importa que un tribunal constitucional sea en realidad anticonstitucional y no podamos saber qué va a dictar. Lo que importa es que la gente, la población, quede advertida del problema, del enorme problema de golpismo que tenemos encima.
Esa ley existe porque su versión de la guerra y el franquismo solo puede sostenerse así, al estilo soviético. Desde el punto de vista intelectual están derrotados desde hace mucho, en particular desde que el libro Los mitos de la guerra civil tuvo tanto éxito, como lo tiene hoy en Francia. Por eso la denuncia del carácter totalitario de esa ley, que es la tarea que ha asumido VOX, debe completarse con la máxima difusión de la verdad sobre nuestra historia reciente, y eso es labor de todos los que queremos sanear una sociedad en gran parte envilecida por el Himalaya de falsedades de que hablaba Besteiro, o por “la mentira profesionalizada” que denunciaba Julián Marías.
Los tres grandes peligros para España
Por debajo de los mil pequeños problemas y conflictos políticos cotidianos, España padece tres tendencias fundamentales, que han llevado al golpismo actual: la tendencia disgregadora de los separatismos; la tendencia liberticida, totalitaria, contra las libertades y la separación de poderes; y la tendencia satelizadora del país a los intereses de otras potencias, acompañada de colonización cultural.
Esas tendencias no son nuevas: son precisamente las que condujeron a la crisis de los años 30 y a la guerra civil. Al llegar la transición parecían estar superadas, pero una pésima política, que culminó en la condena del 18 de julio por el PP, ha permitido que resurjan hasta derivar a un golpismo abierto.
Los tres grandes peligros están de nuevo encima de España. Y es preciso superarlos antes de que el golpismo se imponga de forma decisiva y desde el gobierno. Y para ello será crucial este año. No se trata simplemente de “echar al Dotor”, sino de marcar una alternativa que sanee la democracia, y todo va a depender del compromiso personal de cuantos no quieran repetir lo peor de nuestra historia. Y de VOX, que debe hacer gran política sin dejar que los votantes lo confundan con un PP matizado, lo que conduciría al “voto útil”, el más inútil de todos, como en Andalucía.
Para piomoa.es