Abascal, Orbán y Le Pen se unen en Madrid en
"una cumbre de patriotas europeos"
El objetivo del encuentro pasa por debatir
sobre el futuro de Europa: "Debemos proteger nuestras
fronteras, nuestra soberanía y nuestras raíces"
Madrid | 26·1·22
VOX exhibirá este fin de semana en Madrid sus alianzas internacionales en una cumbre en la que su líder, Santiago Abascal, reunirá a "patriotas europeos" como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, el de Polonia, Mateusz Morawiecki, o la líder del partido francés Agrupación Nacional, Marine Le Pen.
La cita tendrá lugar este viernes y sábado para "reflexionar sobre el futuro de Europa", según explica Vox, que subraya la necesidad de hacer frente a "la deriva globalista" que a su juicio amenaza a la Unión Europea con un "ataque" a la soberanía de las naciones.
A la 'cumbre de Madrid' asistirán también Marlene Svazek (Austria), Tom Van Grieken (Bélgica), Krasimir Karakachanov (Bulgaria), Martin Helme (Estonia), Valdemar Tomasevski (Lituania), Rob Roos (Países Bajos) y Aurelian Pavelescu (Rumanía).
"El objetivo de este encuentro es continuar con el trabajo iniciado durante la Cumbre de Varsovia: defender Europa de las amenazas exteriores e interiores, impulsando una alternativa que haga frente a la deriva globalista, que amenaza a la Unión Europea atacando la soberanía de las naciones", ahonda Vox.
Abascal asegura que coincide con el resto de participantes en el "diagnóstico" de los desafíos de Europa y su "voluntad de colaboración para construir una Unión Europea fuerte de naciones soberanas que colaboren libremente".
"Debemos proteger nuestras fronteras, nuestra soberanía y nuestras raíces. Europa tiene que ser fiel a sí misma. La mayoría de los europeos así lo exige", subraya Abascal, que ya ha constatado su "sintonía" con los líderes de Polonia y Hungría en diferentes viajes realizados a esos países.
En el mes de junio, quince partidos de catorce países firmaron una declaración conjunta en la que reclamaban a Bruselas una Unión Europea basada en la soberanía de sus estados miembros y rechazaban su actual deriva federal.
"En los países miembros sigue existiendo una abrumadora voluntad de cooperación, y un espíritu de comunidad y amistad impregna las naciones y sociedades de nuestro continente. Es nuestro gran capital. Una Unión reformada hará uso de este capital, mientras que una Unión que rechace la reforma lo dilapidará", reza el texto.