Es la hora de VOX, si es que es todavía VOX
29/05/2023 España
El voto inútil… el del PP, ha arrasado. Votar para echar a otro, por malo que sea, y Sánchez lo es, no es un voto útil si al que se aúpa es de la misma, parecida o similar ralea. Votar para echar a otro y deshacer sus entuertos sí es el verdadero voto útil. Esta vez, y de nuevo, el PP ha logrado encandilar a tantos con lo del «voto útil» y lo del «echar a Sánchez», pero no con un programa que de forma radical arrase hasta no dejar ni rastro no tanto del «sanchismo», sino del PSOE, que es el problema; Sánchez no es más que la última expresión, por ahora, claro, de Pablo Iglesias Posse, Largo Caballero, Indalecio Prieto, Juan Negrín, Felipe González y Rodríguez Zapatero, o sea del PSOE de siempre, ese socialismo cancerígeno por antinacional y antiespañol, además de por criminal, que corroe España y que tantos desastres nos ha prodigado desde su nacimiento. Echar a Sánchez no servirá de nada si no se elimina, o somete, al PSOE… y a sus satélites comunistoides que cual hiedra no dejan de florecer aquí y allá con las siglas que sean.
Pues bien, dado que el voto inútil al PP ha arrasado y que de él nada se puede esperar, ya lo irán viendo, porque el PP es la piedra angular de este sistema antidemocrático, de esta partidocracia corrupta y corruptora, la esperanza está en VOX que ha triplicado sus resultados, que se consolida y al que el PP, por mucho que Feijóo vomite, no le queda más remedio que acudir para formar varios gobiernos, tanto autonómicos como municipales. En VOX va a estar en no pocos lugares la clave.
VOX debe demostrar que es VOX, o sea, aquel VOX de Vistalegre. VOX no debe «negociar» con el PP allá donde éste le necesite y/o le llame. VOX no tiene ni que reunirse con él. VOX debe enviar al PP en cada lugar un correo electrónico en el que con toda claridad exponga en líneas concretas las normas o leyes que el PP tiene que comprometerse por escrito y con fecha inmediata a derogar si quiere formar gobierno con VOX. Dichas normas o leyes son todas las concernientes a la ideología de género y sus ramificaciones educativas, y las de desmemoria antihistórica y antidemocrática, así como a desmontar ipso facto los innumerables chiringuitos autonómicos y municipales de toda clase que existen… también los propios del PP, que en ésto como en tantas cosas PP y PSOE la misma miércoles son. Porque esa es la raíz de nuestra decadencia y degeneración, en la corrupción moral es donde se sustenta la material que nos empobrece. Y si no se contesta a ese correo con otro adjuntando un documento firmado ante notario con dichas promesas y sus
fechas, VOX debe remitir uno nuevo diciendo que se busque el PP otro socio –¿el PSOE, por ejemplo?– o que irán a nuevas elecciones tanto autonómicas como municipales según el caso. Y punto. De no hacer eso, el PP prometerá, prometerá y… no cumplirá. Y VOX será ninguneado y… se irá disolviendo… en el PP.
La situación de España exige una revolución nacional en toda regla y en todos los aspectos, y o se realiza por el camino descrito o el PSOE y los suyos volverán –téngase en cuenta los resultados en Vascongadas, Navarra y Cataluña, más en otros del mismo pelaje– y quien suceda a Sánchez dejará a éste y a sus predecesores citados como si hubieran sido santos.
VOX tiene ahora la oportunidad, la responsabilidad, la autoridad y el deber inexcusable de obligar al PP, a esa derecha también antinacional y antiespañola de siempre, a hacer lo que tendría que haber hecho desde UCD. No es que vaya a conseguir que cambie su infecto ADN, no, lo que tiene que hacer es someterla y obligarla, atarle la rienda muy corta y llevarla por el camino que España necesita. Si lo hace, de aquí a las elecciones generales la cosa irá bien, si no, el PP seguirá siendo lo que siempre ha sido: el mamporrero del PSOE. Si no lo hace, VOX dejará de ser lo que fue en Vistalegre, cosa que en no poco ha venido dejando de ser, y entonces… apaga y vámonos.