Semana Santa de León
martes, 31 de marzo de 2015
Ruptura y Bancarrota de ESPAÑA: BILDERBERG dirige el proyecto "Nuevo Orden Mundial" para una Confederación de Naciones. Felipe González, Grupo PRISA y Grandes Bancos-Empresas del Ibex preparan un Gobierno de concentración PP-PSOE para reformar la CONSTITUCIÓN de las Autonomías con Referéndum en DOS años. El Estado de Partidos ha destruido el sistema público de Eseñanza, principal motor del Desarrollo y se ha convertido en insostenible y corrupto (1769)
2020: Confederación de Naciones Ibéricas |
Santiago Clavijo y Alejo Vidal-Cuadras
Felipe y el Ibex quieren un Gobierno PP-PSOE
tras las generales para Reformar la Constitución
Felipe y el Ibex quieren un Gobierno de unidad tras las generales. Inmediatamente después de las generales, se formaría un Gobierno de concentración entre PP y PSOE, con una agenda a dos años cuya prioridad consistiría en la apertura de un proceso constituyente, es decir, abordar una reforma de la Constitución del 78, que sería sometida a votación en referéndum, inmediatamente después del cual se disolverían las Cámaras para ir a nuevas elecciones generales.
Mariano Rajoy Brey ya es sesentón. El viernes cumplió 60 castañas, y asegura ante amigos que cumplirá 61 como inquilino de La Moncloa, es decir, siendo presidente del Gobierno, de modo que el gallego que más leña ha recibido en mucho tiempo tiene plena confianza en ganar las generales de final de año, porque los equipos revelación de la temporada, Podemos y Ciudadanos, perderán fuelle hasta situarse en un lugar más discreto del que ahora tantos auguran. La llave maestra del gallego fino sigue siendo la economía y sus datos, cada vez más sólidos, como el Banco de España se encargó de ratificar esta semana. Atentos a las cifras de paro de fin de mes. Y de crecimiento. En la Moncloa sigue reinandoPedro Arriola y su convencimiento de que las elecciones se deciden por el bolsillo, que es casi tanto como decir por el estómago, y que lo demás son gaitas. Gallegas, para más señas.
Sostiene Mariano que estos han sido los tres años más duros de su vida política, y no parece que 2015, cuarto y último de la legislatura, tenga mejor pinta. Anda el gallego lamiéndose las heridas del revolcón sufrido en Andalucía el pasado domingo, porque el hombre se echó la campaña a cuestas, sabedor de lo que se jugaba, en defensa del candidato propuesto por el camarada Javier Arenas, el mejor amigo de Luis Bárcenas, viajando al sur en reiteradas ocasiones y, lo que es peor, aceptando los términos de la confrontación populista que le propuso Susana Díaz. El resultado es que la parroquia que vota PSOE lo ha seguido haciendo a pesar de los escándalos de todos conocidos, mientras que el electorado ha pasado factura a los del PP y a la política de ajustes “de Madrid” obligada por la crisis. La derrota andaluza es, pues, suya y de sus acólitos, los reyes del “sí, bwana”, de esa gente mayor de edad, que no de dignidad, que en la mañana del lunes se sentó en la sede de Génova en torno al carismático líder y se tragó sin pestañear explicaciones de lo ocurrido tan surrealistas como que “hemos ganado 100.000 votos sobre las europeas de mayo de 2014, por lo que las cosas no han ido tan mal”, o que el simpáticoMoreno nocilla Bonilla “no ha tenido tiempo para darse a conocer en la Andalucía profunda”, ignorando la proeza de un Ciudadanos que apenas un mes antes no tenía ni candidato en la región.
El PP es la constatación de un partido que está muy malito,
que amenaza ruina, que no es que esté pagando
las consecuencias de una política de ajustes, sino que
se ha convertido en un partido manchado por la corrupción
En contra de lo ocurrido tras esas elecciones, cuando, a pesar de sus malos resultados, el PP logró ocultar sus vergüenzas sacando a relucir las del vecino, es decir, poniendo el foco en los pésimos datos del PSOE, ahora ya no ha sido posible repetir semejante ejercicio de prestidigitación, ahora las miserias de Rajoy y sus pupilos han quedado en evidencia. Es la constatación de un partido que está muy malito, un partido que amenaza ruina, que no es que esté pagando las consecuencias de una concienzuda política de ajustes obligada por la crisis (nuestro benemérito Estado gastó 58.000 millones más de los que ingresó en 2014, con una deuda pública que acaba de alcanzar por primera vez la mítica cima del billón de euros, como aquí contaba Antonio Maqueda este jueves), sino que se ha convertido en un partido manchado por la corrupción del que la gente huye o se esconde; un partido antipático, casi hostil, carente de una cara amable; un partido del que todo el mundo abomina; un partido sin prestigio ni autoridad moral para guiar los pasos de nadie.
El cambio desde dentro
y la apertura de un proceso constituyente
Tampoco es que a la lideresa andaluza le haya ido muy bien la feria del 22 de marzo, a pesar de que el agitprop socialista ha vendido como un extraordinario éxito (“Susana Díaz obtiene una sólida mayoría”, El País del lunes 23) lo que no ha pasado de ser un fiasco en toda regla, porque no de otra forma cabe calificar la decisión de disolver en Sevilla para cosechar los mismos diputados que ya tenía, aunque con 125.000 votos menos, con los peores resultados de siempre del PSOE andaluz y sin un socio estable de Gobierno como el que tenía con IU. Un pan como unas tortas. Ahora, la señora Díaz está obligada a decidir en qué árbol se ahorca, ardua tarea que ha hecho a muchos conspicuos analistas rectificar sobre la marcha y apearse del triunfalismo exhibido en un primer momento. De modo que el PSOE sigue donde estaba, mal de necesidad, aunque ahora tenemos la demostración empírica de que el PP está peor, enfrentado a unas expectativas electorales funestas, con Andalucía en picado, sin partido en Cataluña y País Vasco, con Valencia y Murcia en almoneda, y seriamente amenazado en su fortín madrileño. En estas circunstancias, ¿sigue pensando de verdad el señor Rajoy seguir en La Moncloa en 2016, o nos hallamos ante el espectáculo renovado de un führer que, refugiado en el bunker de Moncloa, cree contar con ejércitos que solo existen en su imaginación?
Los resultados de las andaluzan han confirmado
las expectativas de los grupos de poder que llevan
la manija del régimen moribundo: el lobo de Podemos
no es tan fiero como lo habían pintado
Los resultados del primer lance electoral del año 15 no han hecho sino confirmar las expectativas de los grupos de poder que llevan la manija del régimen moribundo: el lobo de Podemos no es tan fiero como lo habían pintado, y bien pudiera ser que quedara recluido en el aprisco electoral de la izquierda comunista del que nunca salió el glorioso PCE ni su posterior heredera, IU. En cambio, la eclosión de Ciudadanos abre la puerta a combinaciones muy sugestivas en el tablero de ajedrez que el Ibex 35 y sus terminales políticas, conFelipe González, Juan Luis Cebrián y Rubalcaba –que han vuelto a tomar las riendas del poder en la sombra- a la cabeza, están dispuestos a jugar en este año decisivo. La preocupación del mundo empresarial y financiero en 2014 se centró en cómo frenar el fenómeno Podemos, cómo acabar con su transversalidad, tras constatar su habilidad para instalarse con fuerza entre el votante no solo de izquierda, sino de centro e incluso del centro derecha. Ahora ya existe una fuerza política a la que ese votante puede acudir en caso de renegar del PP, de modo que hay que ayudar a Ciudadanos –alguien tiene que estar soportando financieramente la aventura-, aunque ello implique dañar la epidermis electoral del PP.
El tablero de ajedrez aludido tiene que ver con la formación de un Gobierno de concentración o de unidad nacional, llámesele como se quiera, entre PP y PSOE, inmediatamente después de las generales de noviembre, con una agenda a dos años cuya prioridad consistiría en la apertura de un proceso constituyente, es decir, abordar una reforma de la Constitución de 1978, que sería sometida a votación en referéndum, inmediatamente después del cual se disolverían las Cámaras para ir a nuevas elecciones generales. La eventual incorporación de Ciudadanos a ese Gobierno de coalición reforzaría mucho la fórmula, a la par que ayudaría al PSOE a superar sus complejos. Es el cambio desde dentro. En total serían tres años tres, que es el tiempo al que Felipe, uno de los muñidores del proyecto, aludía cuando en una reciente entrevista le preguntaron si veía a Susana, su criatura política, a los mandos del PSOE en Madrid: “Sí, la veo, pero quizá a tres años vista”. Los planes de Felipe y sus amigos en el Ibex 35 apuntan a que los cabezas de cartel de PP y PSOE en esas generales tras el cambio constitucional serían dos mujeres: Susana Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría. ¿Incógnitas? Todas. Por ejemplo, ¿quién alienta en el seno del PP y/o del Gobierno ese proyecto constituyente, del que parece estar bien informado Felipe VI? ¿Tal vez la vicepresidenta y el elenco de listísimos tecnócratas que la rodean? Y Mariano… ¿Qué dice?
El PP navega hacia los acantilados de noviembre
¿Incertidumbre? Muchas. Las elecciones del 24 de mayo pueden devenir en auténticas catástrofes tanto para PP como para PSOE, con consecuencias directas sobre los liderazgos respectivos y, desde luego, sobre el “plan de máximos” arriba apuntado. Parece obvio que los resultados de Andalucía (encomiable la obstinación de Pedro Sánchez a la hora de venderlos como una gran victoria), permiten a Susana mantener abiertas todas sus opciones de futuro, lo que no se puede decir de Sánchez. Si el 22 de mayo el PSOE se fuera por la alcantarilla, al bello Pedro le resultaría muy difícil reclamar unanimidades en torno a su persona y en Ferraz podría ocurrir cualquier cosa de cara a las generales de noviembre. Mientras tanto, y en previsión a lo que pueda ocurrir el 25 de mayo, el chico se está haciendo con el poder orgánico dentro del partido a base de golpes de mano consistentes en “cepillarse” sin el menor miramiento a todo aquel aspirante a primarias o candidato electo que no le rinda pleitesía. ¡Democracia en estado puro!
Otro tanto, o peor, se puede decir del PP. La derecha política se juega mucho en una partida, municipales y autonómicas, en la que sale con las peores cartas. La pérdida de Valencia y Madrid, como se ha dicho, supondría un auténtico batacazo para el partido en tanto en cuanto anunciaría sin ambages la pérdida del poder en noviembre, un episodio que situaría al gran Mariano en condiciones de reeditar la hazaña de su antecesor, José María Aznar, cuando en 2004 pasó de la mayoría absoluta a la oposición sin solución de continuidad. Imposible, por otro lado, pensar en Ciudadanos acudiendo al rescate y permitiendo al PP gobernar Madrid a meses vista de las generales. Ahora bien, ¿alguien se imagina al Comité Ejecutivo del PP alzándose en armas contra Rajoy (tan lejos del Now we are the masters of our fate churchilliano, tan anclado al destino de su fatal desidia) en la mañana del 25 de mayo? El PP parece un barco a la deriva que avanza a toda máquina hacia los acantilados de noviembre, sin que en el puente de mando se advierta el menor intento de cambio de rumbo, entre otras cosas porque tal vez sea ya demasiado tarde para cualquier viraje.
El Confidencial-Roberto Centeno (9/3/2015): Una de las peores consecuencias de la estructura del Estado de Partidos ha sido la destrucción del sistema público de enseñanza, el principal motor de la ascensión social en España.
La desesperanzada España
de nuestros hijos (I)
La consecuencia más nefasta derivada de la estructura del Estado de Partidos (1), impuesto a los españoles por los oligarcas de la Transición y de la crisis económica, que para nuestra desgracia ha sido “gestionada” por los dos presidentes de gobierno más desastrosos desde Fernando VII, es que ha llevado la desigualdad de la renta y la riqueza al mayor nivel conocido desde que existen series estadísticas, lo que nos sitúa como el segundo país más desigual de Europa después de Letonia. En los años 70 las diferencias salariales en grandes bancos y empresas eran como máximo de 25 a 1, hoy son de 300 a 1. Pero sobre todo han arruinado literalmente el futuro de nuestros hijos, a quienes legaremos una deuda monstruosa que jamás podrán pagar, aparte de un sistema de pensiones y de sanidad pública que están literalmente quebrados: por primera vez, desde la Guerra de la Independencia de hace dos siglos, los hijos vivirán peor que los padres e incluso que sus abuelos.
Han destruido el sistema público de enseñanza, que era uno de los mejores de Europa, lo que lo convirtió en el principal motor del ascenso social. Han creado un modelo de Estado económicamente ruinoso, insolidario y corrupto a todos sus niveles decisorios. La brecha entre ricos y pobres está a la cabeza de Europa. Están creando un mercado laboral tercermundista con salarios medios de 645 euros/mes, y donde más de la mitad de los jóvenes nunca encontrará un empleo digno. Han saqueado el sistema de pensiones hasta hacerlo insostenible, y donde todos los cálculos demuestran que las prestaciones deberán reducirse en un 40% para hacerlo viable. Y han contraído una deuda pública que supera ya el 140% del PIB, lo que arruinará la vida de las generaciones futuras. Esta es la España que legan a nuestros hijos aquellos que hoy pretenden seguir gobernándonos, al parecer hasta nuestra aniquilación.
1.- La destrucción de la enseñanza pública
En 1983, una de las prioridades socialistas fue hacerse con el control de la enseñanza pública como elemento esencial de adoctrinamiento. Bajo la excusa del “progresismo y la igualdad”, el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente, que era ciertamente modélico. Y lo primero fue expulsar de las universidades públicas a los mejores catedráticos y profesores con la excusa de la “dedicación exclusiva”. O se enseñaba o se trabajaba en el mundo real. Las dos cosas eran excluyentes. Lo segundo fue sustituir el conocimiento por el carnet de izquierdas para enseñar. Y lo tercero doblar el número de universidades con un nivel de enseñanza tan ínfimo que son solo fábricas de parados. Sería más barato pagar a los estudiantes de muchas universidades de nueva planta para estudiar en Harvard que tenerlas abiertas.
Bajo la excusa del 'progresismo y la igualdad',
el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó
a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente
Recuerdo una comida mantenida a raíz de este disparate histórico en el restaurante La Dorada, en Madrid, en la que entre otros estuvieron presentes Enrique Fuentes Quintana, Ángel Rojo, el director de Puerta de Hierro –que era catedrático de Medicina–, y otros catedráticos con puestos de alta responsabilidad en grandes empresas. El tema era muy sencillo: si eras el jefe del Servicio de Estudios del Banco de España no podías enseñar a la vez Teoría Económica. Si eras cirujano y operabas, no podías enseñar Cirugía. Si habías construido la siderúrgica de Avilés, no podías enseñar Siderurgia. Si eras un penalista de primer nivel, no podías enseñar Derecho Penal, etc., etc. Era tal la barbarie que le pedí a Fuentes Quintana que hablara con Felipe González para evitar la ruina de la universidad pública. No estaba por la labor, y le dije: “Pero, Enrique, ¿qué pueden hacernos peor que esto?”. Su respuesta fue: “Roberto, eres un ingenuo, ni te imaginas lo que pueden hacer”.
Y tenía razón. Destruyeron la industria pesada y alimentaria para entrar en la CEE. Lo único que les importaba era el reconocimiento político europeo, el precio daba igual. Proclamaron e implantaron la cultura del pelotazo de la que Carlos Solchaga sería su gran apóstol. Y en la universidad, lo siguiente fue suprimir las oposiciones a cátedra –“puro fascismo”–. Para ser catedrático bastaban unos requisitos mínimos que reunían cientos de personas, y entre ellas elegir a los izquierdistas de partido. Los grandes catedráticos pasaron a las universidades privadas, y la universidad pública quedó devastada. Aunque todavía quedan excelentes profesores e investigadores en nuestras universidades, su número va siendo cada vez más marginal. Un 85% es pura mediocridad, cuando no incompetencia absoluta. Es la razón de que no haya ni una sola universidad española entre las 200 mejores del mundo, aunque a partir de 200 ya no se hacen diferencias. “Las universidades españolas están entre las peores”, según Time Higher Education en 2013.
Pero es peor aún: los buenos profesores están cada vez más acorralados por los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo no tanto a enseñar, sino a hacerse con el poder en las universidades, empezando por las “jefaturas de departamento”, casi invariablemente ocupadas por “profesores” de carnet, lo que a su vez les permite contratar a más correligionarios y hacerse con todos los cargos de poder. La mayoría de los rectores son de obediencia o simpatía izquierdista. Y ya la puntilla: al transferirse por Aznar las competencias de educación a las autonomías, las universidades han crecido como hongos, sin plantillas idóneas para una enseñanza seria, y en lugar de fábricas de licenciados son fábricas de parados: a día de hoy el 70% de sus licenciados en el paro o trabajando como seiscientoseuristas. Si los españoles se dieran cuenta del daño que el PSOE, por acción, y el PP, por omisión, han perpetrado contra sus hijos y nietos, estos desaparecerían para siempre.
Los buenos profesores están cada vez más acorralados por
los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo
no tanto a enseñar sino a hacerse con las universidades
Para España, como país, el tema es superable. Varias universidades privadas que en otro tiempo eran poco menos que academias de “piso” han adquirido una calidad realmente internacional. Un número creciente de chicos y chicas estudia en EEUU y Reino Unido. En este tema las universidades de los jesuitas han prestado y siguen prestando un servicio impagable a España y a los españoles. Pero el drama es que la esperanza que la enseñanza pública representaba para millones de españoles sin recursos para mejorar significativamente sus vidas a base de estudio y sacrificio ha desaparecido. Lo ha hecho por culpa del sectarismo y la incompetencia de la izquierda de partidos, y de la inacción de la derecha de partidos. Esta última, preocupada solo de su enriquecimiento personal, no ha tenido el menor interés de poner coto a la politización y el envilecimiento del sistema educativo cuando ha gobernado.
Y en cuanto al bachillerato público solo era superado por Francia, y en la enseñanza superior solo nos aventajaban Francia y Reino Unido, y estábamos al mismo nivel que Alemania, Suecia o Dinamarca. Hoy nos superan hasta los países del Este, y ocupamos el lugar 35/40 a nivel mundial. Es el resumen dramático del hundimiento de unas de las mejores enseñanzas públicas de Europa. Aquellos hijos de guardias civiles, de trabajadores, de profesionales modestos que se sentaban a mi lado en las aulas del Instituto Nacional de Enseñanza Media Fray Luis de León de Salamanca, y que hoy son médicos famosos, abogados de prestigio, ingenieros, ya no podrán conseguir en la España del futuro lo que consiguieron sus padres y abuelos. Aquel gigantesco ascensor social que existía en España antes de la infausta Transición ha sido destruido.
2.- Un Estado insostenible y corrupto
El Estado de las autonomías fue inventado e impuesto a los españoles por un puñado de arribistas, ávidos de reconocimiento social y sin el menor sentido del Estado, que a medida que alcanzaban algún grado de influencia iban subiendo la interminable escalera de sus ambiciones. Se crearon así 17 autonomías contrarias a la realidad histórica y totalmente innecesarias para la administración de España con la sola finalidad de dar cargos políticos, estatus elevados y poder sin control a los segundones de los partidos. Este modelo de Estado atomizado, en lugar de mantener centralizado los dos tercios del gasto, como ocurre en los estados federales, ha invertido la proporción. Las CC.AA. y entidades locales consumen las dos terceras del gasto total de la Administración Pública, algo único en el mundo, que lleva a un despilfarro anual de más de 100.000 millones (el 10% del PIB), respecto a lo que supondría un estado unitario administrativamente descentralizado.
El Estado de las autonomías fue inventado e impuesto
a los españoles por un puñado de arribistas, ávidos
de reconocimiento social y sin el menor sentido del Estado
Se trata de un cáncer mortal que vamos a legar a nuestros hijos, algo canallesco que tenemos la obligación grave de extirpar. Hay que eliminar lasAdministraciones autonómicas, Gobiernos, Parlamentos, empresas públicas, diputaciones, así como llevar a cabo una reducción drástica de ayuntamientos inútiles o inviables. Su mera existencia es incompatible con el futuro económico de España, y lo que aún es peor, con la esencia de España como nación. La Comisión europea no deja de recordarnos además que este modelo de Estado rompe la unidad de mercado, chocando frontalmente con la libertad de movimiento de mercancías, con la solidaridad interregional y con la competitividad. Y la pasada semana la Comisión denunció que la disparatada estructura territorial contribuye de modo decisivo al incremento de la pobreza y al aumento de la desigualdad.
Fue en las autonomías y en las corporaciones locales donde el Estado de Partidos encontró el inagotable pesebre para sus legiones de parientes, amigos y correligionarios. Diecisiete reinos de taifas, varios de ellos obsesionados por constituirse como nación, con sus Parlamentos, sus instituciones, sus televisiones, sus miles de empresas públicas donde enchufar a cientos de miles con salarios muy por encima de los funcionarios de carrera, sin necesidad de dar explicaciones a nadie y sin control alguno. Ha sido la desvertebración de España: diecisiete sistemas sanitarios diferentes con protocolos y sistemas informáticos a veces incompatibles, con diecisiete sistemas educativos contradictorios y a cual peor, en muchos de los cuales se niega la propia realidad de España como nación. Peleas entre regiones donde se blindan privilegios y hasta los ríos. Ruptura completa de unidad de mercado con más de 100.000 leyes promulgadas para separarnos.
A esto se suma el desastre de los “ayuntamientos democráticos”, donde en lugar de optar por la elección directa de alcaldes como en las verdaderas democracias y mantener las instituciones locales como ámbitos de gestión, se optó por el clientelismo y la orgía partidista por los políticos de turno con su legión de enchufados, de forma que donde había diez funcionarios pusieron a cien. También fueron desmanteladas, por la Ley de Bases de Régimen Local 7/1985 del Gobierno socialista, todas las funciones de control de los secretarios e interventores, única garantía de los ciudadanos ante la corrupción y el nepotismo, sustituyendo a los únicos garantes de la legalidad y el control del gasto por cargos de libre designación y dejando el campo libre a la clase política y sus redes clientelares. Esto es particularmente escandaloso en las grandes ciudades, donde un concejal presidente de distrito, por ejemplo, puede trocear los contratos públicos para poder adjudicarlos a dedo y no pasa absolutamente nada. Madrid es un buen ejemplo de ello. Y cuando estos hechos han sido denunciados por UPyD y algunos medios, Esperanza Aguirre, como responsable del PP de Madrid y de la lucha contra la corrupción, en lugar de comprobarlos los ha ignorado. Y lo que es peor: los responsables repetirán probablemente en las próximas listas para el Ayuntamiento. Y si no a la Comunidad de la indulgente mano de Cristina Cifuentes. Como me decía hace años el alcalde izquierdista de Prat de Llobregat, “nosotros hemos sido elegidos democráticamente, y no necesitamos el control de nadie. Nos controla el pueblo en las elecciones”. Parece ser lo mismo que piensan Doña Esperanza y Doña Cristina.
(1) Denominación técnica de Antonio García Trevijano.
La desesperanzada España
de nuestros hijos y nietos (II)
Quienes el domingo en Andalucía voten a Susana Díaz o al PP, que prometen bajadas de impuestos y gasto a todo trapo, financiado con el QE del BCE, estarán votando el hambre o la miseria de sus hijos
Roberto Centeno (16/3/2015): El próximo domingo se celebra la primera de las cuatro elecciones que este año decidirán el destino de España. El destino, porque nuestra burbuja de deuda no podrá aguantar cuatro años más de déficits y gasto sin control; porque en cuatro años las pensiones tendrán que reducirse sustancialmente, porque en 30 meses la caja de la Seguridad Social habrá desaparecido; porque conseguir crecimientos anuales del PIB de entre 9.000 y 10.000 millones de euros a costa de incrementar la deuda computable en 70.000 millones y la exterior en 30.000 millones es el camino cierto al abismo; y porque, como consecuencia de los recortes salariales y los empleos basura de Rajoy, según el informe de la Comisión España 2015, la pobreza ya no es exclusiva de los parados y un 10,5% de la población ocupada –1,8 millones de personas– se encuentra en riesgo de pobreza. El PP no tiene la menor intención de cambiar de política, y todas sus reformas en marcha –laboral, de las pensiones o fiscal– llevarán a millones a la exclusión social cuando se completen.
Explicaba aquí Carlos Sánchez cómo alcaldes y comunidades autónomas responsables de más de la mitad de la inversión pública se han lanzado a una orgía de gasto sin precedentes para comprar votos y voluntades de cara a las elecciones de mayo. Con la ayuda de Rajoy, que facilita dinero sin límite hasta a los enemigos de España, están incrementando el gasto entre un 40 y un 60% para obra pública inútil o ruinosa –¿cuánto se estarán llevando en comisiones?– y ya el colmo es que el presidente de Seopan, la patronal de las grandes constructoras, tenga la desvergüenza inaudita de exigir al Gobierno unplan de inversiones para los próximos cuatro años de 17.000 millones cada uno de ellos. Para que entiendan lo que significa, si las estimaciones de crecimiento del PIB del Gobierno se cumplieran, la riqueza creada sería de 10.000 millones de euros anuales, es decir, que estos oligarcas pretenden apropiarse de toda la riqueza creada y un 70% más endeudándonos.
En ningún otro país podría plantearse locura semejante. Pero la cosa es aún peor. Como, según datos oficiales, la obra pública cuesta en España un 25% más a causa de la falta de competencia y de la corrupción, los oligarcas de la construcción y sus amigos los políticos se llevarían con este plan de más infraestructuras innecesarias 17.000 millones de euros directamente al bolsillo, y el coste total de 68.000 millones lo pagarían nuestros hijos y nietos. Y esto no es todo, este prepotente exige también que se ponga peaje –otro robo de 7.000 millones al año– en las autovías que hemos pagado muy por encima de su precio para cubrir los sobornos y los extracostes, con nuestros impuestos, y con ello pagarles sus desastrosos errores.
Cualquiera que vuelva a votar a esta mafia que entiende la nación como un cortijo de su propiedad será tan culpable como ellaLas élites económicas y financieras siguen marcando las prioridades económicas y la agenda política de España, en detrimento de la mayoría de los intereses de la población. Ya ni se molestan en disimular. Por ello, cualquiera que vuelva a votar a esta mafia corrupta y saqueadora que entiende la nación como un cortijo de su propiedad, es decir, al PP y al PSOE, será tan culpablecomo ella del desastre económico y social que está generando. Quienes el domingo en Andalucía voten a Susana Díaz o al PP, que prometen bajadas de impuestos, el fin de la austeridad y gasto a todo trapo, financiado con el QE del BCE, estarán votando el hambre o la miseria de sus hijos y nietos mañana.
Ricos y pobres
El gran desastre de la Transición, aparte de robarnos la democracia, ha sido el modificar significativa y permanentemente el eje social y moral de la nación, empeorando de forma irrevocable las expectativas y el bienestar de las próximas generaciones. España es, de largo, el país de la OCDE en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres desde 2008. Según el análisis realizado por el FMI para las economías europeas entre 2007 y 2012, en 19 países disminuyó la desigualdad, en cuatro permaneció estable y en cinco aumentó, y dentro de ellas España se colocó a la cabeza en el ensanchamiento de la brecha social. Y a día de hoy hasta la propia Comisión Europea se encuentra “profundamente alarmada por el grado de desigualdad con el que la renta y la riqueza se reparten en España”.
Un estudio de Intermón Oxfam que analiza la distribución de renta y riqueza en todo el mundo de principios de 2014 explica que la riqueza conjunta de las 20 mayores fortunas de España (77.000 millones de euros) equivale a los ingresos del 20% de la población más pobre, y denuncia que el Gobierno de Rajoy “ha castigado de manera especial a las clases medias y a las personas más desfavorecidas”. Y sigue: “Que no se haga recaer el esfuerzo económico en quienes tienen más recursos, junto con la impunidad con la que se ha tratado a los responsables de la debacle financiera y la falta de una actuación clara y contundente contra la corrupción, cuyas evidencias se multiplican día a día, inocula una tensión insoportable en la sociedad española”.
Que uno de cada tres nuevos pobres en Europa sea español, que las diferencias entre la autonomías se hayan duplicado, que el 10% de los universitarios españoles esté en riesgo de pobreza, y que aun así el PP tenga la miseria moral de proclamar que solo sus dirigentes pueden sacarnos de la crisis, constituye el súmmum del cinismo y de la mentira. Explicaba la semana pasada cómo de unas diferencias de remuneración en bancos y empresas de 25 a 1 en 1975 se ha pasado a diferencias de 300 a 1 a día de hoy. Voy a ser más concreto: tomen el ejemplo de los dos grandes bancos nacionales, que es perfectamente extrapolable a la mayoría de las empresas del IBEX. Desde que comenzó la crisis, no solo no han creado valor para el accionista, es que le han hecho perder hasta la camisa y han despedido a miles de empleados, mientras la cúpula directiva ha multiplicado sus remuneraciones sin pausa.
De diferencias de remuneración en bancos y empresas
de 25-1 en 1975 a diferencias de 300-1 al día de hoy
El Santander. En 2007 la cotización de sus acciones era de 13 euros, a día de hoy es de 6,4. Es cierto que ha habido ampliaciones y se han repartido dividendos, pero la inflación ha crecido un 9,1% desde entonces. Si las remuneraciones de los directivos hubieran estado ligadas, como debe ser, a la evolución de las cotizaciones, estas deberían ser la mitad o menos, pero suponen casi el doble. Y sigo con el BBVA, cuyo Servicio de Estudios siempre está al servicio del poder, como Funcas: ambos negaron la existencia de la burbuja, afirmaron que teníamos el sistema financiero más sólido de la galaxia y hoy mienten con el crecimiento del PIB a precios constantes, ocultando que no mide la riqueza creada, porque no resta la caída de precios. Pues bien, sus acciones estaban a 18 en 2007 y a 9,1 hoy. En 2014 la creación de valor para el accionista fue cero, lo que no ha impedido extender los bonus a 400 directivos frente a los 160 anteriores.
Otro ejemplo: Iberia. Tras echar a 5.500 personas, la cúpula directiva se ha subido el sueldo un 300%, mientras recortaba los salarios de sus empleados un 35%. En 2014 y sin trampas han perdido 311 millones a pesar del desplome deljet fuel, que representa el 50% del coste, y de que Montoro –que expolia sin piedad a la clase media y los pequeños empresarios– haya conseguido un crédito fiscal de 306 millones. Y se remuneran como si fueran grandes gestores, como los de Apple o Google, y no cortadores de cabezas... Se trata de unas élites insaciables que, en connivencia con la corrupta clase política, han impuesto un sistema de captura de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio. El conflicto entre el interés particular de la clase política y el interés general de España es yainsostenible; votar PP o PSOE en las próximas consultas electorales es votar contra el futuro de nuestros hijos, es votar la ruina de España.
Hacia la bancarrota
Como señala César Vidal en su último libro, El traje del emperador, un brillante análisis de las razones del colapso del sistema, “las comunidades han subido más de 120 veces los impuestos desde 2012, y tan solo en 2013 inventaron 42 nuevas clases de impuestos para seguir manteniendo sus gastos”. A pesar de tamaño disparate fiscal, único en el mundo, han sido incapaces de equilibrar sus cuentas. “El gobierno central ha seguido una conducta muy similar aprobando medio centenar de subidas de impuestos. En una muestra de humor negro, la acción del gobierno de Rajoy es conocida como 50 sombras de Brey", continúa Vidal. Todo este esfuerzo recaudatorio no afecta prácticamente en nada a las élites, “pero aplasta cada vez más a los ciudadanos, y ha convertido España en la nación con mayor esfuerzo fiscal de toda Europa”.
Como era previsible, la disparatada política fiscal no ha servido para recaudar más, dado que las grandes fortunas vía sicavs están exentas de la mayoría de impuestos, y las grandes empresas tienen la fiscalidad más baja de Occidente. “Por el contrario, la ha hundido en la deuda y en la crisis arrastrando a millares de empresas a su destrucción y a otro millón más de ciudadanos al desempleo”. Para entender por qué esta deuda es ya imposible de devolver, lo primero que hay que tener claro es su volumen, que no es no es otro que el de los denominados “pasivos en circulación” que el BdE publica con más de seis meses de retraso. La última cifra disponible corresponde nada menos que al tercer trimestre de 2014. Y lo segundo que debe tenerse en cuenta es su ritmo de crecimiento, directamente relacionado con el déficit de las administraciones públicas.
La disparatada política fiscal
no ha servido para recaudar más, dado que
las grandes fortunas están exentas de impuestos
Según la última cifra publicada la deuda pública total, a septiembre de 2014 esta ascendía a 1.492.127 millones de euros, lo que representa el 141,5% del PIBpm. Además de la deuda pública total, existe la denominada “deuda según protocolo de déficit excesivo”, una convención contable de los burócratas de Bruselas, que es de la que exclusivamente hablan Gobierno, servicios de estudios y medios a su servicio, y que a esa misma fecha ascendía a 1.020.303 millones de euros, o el 96,8% del PIBpm. La diferencia de ambas en España es muy superior al resto de países de la Eurozona debido al río de dinero prestado a las comunidades, que no figura como “computable” y que asciende a 265.000 millones, contabilizados como “deuda de administraciones públicas en poder de otras administraciones públicas”.
Si esto es ya un desastre en sí mismo, lo es más aún su velocidad de crecimiento. Con Rajoy la deuda total se ha incrementado en dos años y nueve meses en la salvajada de 537.000 millones de euros, o el 51% del PIB, el mayor incremento de deuda de nuestra historia en un periodo de tiempo tan corto, como vengo explicando reiteradamente, y similar al incremento de deuda de sus predecesores en los doce años anteriores. Pero es que además, gracias al dinero ilimitado y gratis del QE que el BCE ha puesto en marcha sin control alguno, todas las reformas y recortes de gasto no es que se hayan detenido, sino que se han revertido, y hemos entrado ya en una nueva orgía de despilfarro sin límite. Estamos volviendo a una situación como la de 2006/2007: los bancos, con la liquidez a tope, están haciendo de nuevo préstamos insensatos a personas insensatas –¡como les ha salido gratis!–, mientras los grandes problemas estructurales siguen intactos.
Este año y siguientes España necesita conseguir en los mercados de capitales el equivalente al 25% del PIB para refinanciar vencimientos y deuda nueva, algo de todo punto insostenible. España está quebrada, solo el río de dinero gratis del BCE aplaza el desastre. Y con una burbuja gigantesca que crece cada día, ¡España paga menos por su deuda que EEUU! ¿Pero es que en el BCE se han vuelto locos? Hasta un niño se daría cuenta de la insostenibilidad de esta espiral infernal de deuda, gasto sin control y especulación que acabará haciendo saltar por los aires la Eurozona y arruinará la vida de varias generaciones de españoles.
Adicionalmente, el efecto colateral de esta masa de dinero es que los ahorros de los españoles valdrán menos, y exactamente igual ocurrirá con los planes de pensiones. Y esto es lo que tendrá que votarse este año, empezando el domingo en Andalucía. O se está con los despilfarradores, los especuladores y los corruptos que arruinarán su vida y la de sus hijos y sus nietos, o se está contra ellos. Ustedes deciden.
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lunes, 30 de marzo de 2015
La Muerte no es el Final-Soneto a los Mártires de la PATRIA (1943). Desfile Fiesta Nacional de España (2012). La LEGIÓN Española (1920). Desastre de Annual (1921) y Desembarco de Alhucemas (1925)
"Mártires de la Tradición"
Se ha convertido en la oración a los caídos en nuestros ejércitos, que precede al canto de "La muerte no es el final", tiene su historia, triste en su última etapa.Surgió tras la Cruzada de Liberación de 1936-39. Su autor, Martín Garrido Hernando, un olvidado poeta burgalés, tradicionalista y combatiente del requeté en la Cruzada. Se hizo público el 10 de Marzo de 1943, día de los Mártires de la Tradición, celebración de la Comunidad tradicionalista en que se recuerda la muerte del primer rey carlista, don Carlos V. Texto original:
Lo demandó el Honor y obedecieron;
lo requirió el Deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron;
con su esfuerzo, la Patria redimieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como púgiles lucharon,
por eso como mártires murieron.
Inmolarse por Dios fue su destino;
salvar a España, su pasión entera;
servir al Rey, su vocación y sino.
¡No supieron querer otra Bandera!,
¡no supieron andar otro camino!;
¡no supieron morir de otra manera!.
Fuente:Antonio Burgos. "Lo demandó el honor y obedecieron". ABC-29 de marzo de 2006. Soldadito Español
Fiesta de la HISPANIDAD
Homenaje y Oración a los Caidos por la Patria
(12 de Octubre de 2012)
La LEGIÓN
(4 de Mayo de 2013)
LEGIÓN ESPAÑOLA
Base Alfonso XIII
Viator-Almería
(20 de Setiembre e 2013)
La Legión
Desastre de Annual (1921)
y Desembarco de Alhucemas (1925)
El Ejército Español sufrió, cerca de la localidad marroquí de Annual, un grave ataque militar, conocida como Desastre de Annual. Durante la noche del 21 al 22 el general Silvestre discutió con sus oficiales la forma de salir del cerco, sin llegarse a ningún acuerdo y a primeras horas de la mañana, bajo fuego enemigo, se dio la orden de retirada y las tropas abandonaron el campamento. Algunos oficiales y unidades mantuvieron la calma y lograron ponerse a salvo con un relativo pequeño número de bajas; se produjeron hechos de auténtico heroísmo, como el del Regimiento Alcántara que cargó en numerosas ocasiones hasta la extenuación, sufriendo el mayor número de bajas de un cuerpo de caballería contemporáneo, Una de las causas de la victoria final española, fue el uso de armas químicas. A grandes rasgos la operación sobre Alhucemas consistió en el desembarco de tropas españolas y marroquíes del Majzen, transportadas desde Ceuta y Melilla por la armada española y protegidas por una flota aérea combinada hispano-francesa. La operación tuvo como comandante en jefe al entonces "Director Militar" de España, general Miguel Primo de Rivera, y como jefe ejecutivo de las fuerzas de desembarco en las playas de la bahía de Alhucemas al general José Sanjurjo, a cuyas órdenes estaban las columnas de los generales jefes de las brigadas de Ceuta y Melilla, Leopoldo Saro Marín y Emilio Fernández Pérez respectivamente. Entre los jefes participantes en la acción se encontraba el entonces coronel Franco quien por su actuación al frente de las tropas de la Legión fue ascendido a general de brigada.
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Cardenal BURKE: " Confusión alarmante". Manipulación de los textos sinodales; la Humanae vitae y el retorno al magisterio del Papa San Juan Pablo II. Preocupación por el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la planificación familiar (1768)
Noticias Globales-Juan C. Sanahuja (28/3/2015). Entrevista al Cardenal Raymond Burke: la manipulación de los textos sinodales; la Humanae vitae y el retorno al magisterio del Papa San Juan Pablo II. Preocupación por el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la planificación familiar y del control de la población. Las familias numerosas.
Presentamos algunos textos de la extensa entrevista concedida a Life Site por el Cardenal Raymond L. Burke, traducida al castellano por la web Adelante la Fe.
Con respecto a la asamblea extraordinaria del sínodo de obispos, de octubre del 2014, dice el cardenal Burke:
“Es claro que hubo una manipulación, porque las intervenciones reales de los miembros del sínodo no fueron publicadas, y cuando el informe de la mitad de la sesión, o la Relatio post disceptationem, fue dado a conocer, no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo en el sínodo. Y es claro que había individuos que, obviamente, tenían una influencia muy fuerte en el proceso sinodal, que estaban presionando con un programa que no tiene nada que ver con la verdad sobre el matrimonio, como Nuestro Señor mismo nos lo enseña, como nos es transmitida en la Iglesia. Ese programa se refería a tratar de justificar las relaciones sexuales fuera del matrimonio y los actos sexuales entre personas del mismo sexo y, en cierta manera, claramente relativizar -e incluso ocultar- la belleza de las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión fiel, indisoluble, procreadora entre un hombre y una mujer”. (…)
Y continúa:
“Cuando la Relatio post disceptationem fue publicada, por ejemplo, cuando se observaba la dirección que claramente se estaba dando al sínodo, se tenía miedo que, quizás, los padres sinodales no iban a hablar, pero lo hicieron. Y ellos hablaron con fuerza, un número de ellos, y gracias a Dios por eso. Confío que estos mismos padres sinodales -espero que muchos de ellos serán designados para la sesión de septiembre del 2015- también hablarán con fuerza en esa ocasión”.
A la pregunta: ¿Es materia de especial preocupación para usted el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la planificación familiar y del control de la población?, responde el cardenal:
“Sí, estoy muy preocupado sobre esto, porque las personas están siendo conducidas falsamente a pensar, que deberían usar alguna forma de control de la natalidad con el fin de ser administradores responsables de la tierra. En realidad, la tasa de natalidad, en la mayoría de los países, es muy inferior a lo que debería ser para reemplazar la actual población. Dejando de lado todo esto, la verdad es que si Dios ha llamado a una pareja al matrimonio, entonces Él los está llamando también a ser generosos para recibir el don de una nueva vida humana. Y así, hoy necesitamos muchas familias numerosas, y gracias a Dios veo hoy, entre algunas parejas jóvenes, una generosidad notable con respecto a los niños”.
Fuentes: Propias; Life Site (24-03-15); Adelante la Fe (27-03-15); Infocatolica.com; La Nuova Bussola Quotidiana; Corrispondenza Romana.
Vid. más en:
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domingo, 29 de marzo de 2015
Almirante CARRERO BLANCO: La ESPAÑA del Desarrollo. Conspiración masónica para el Magnicidio de Carrero, presidente del Gobierno
FRANCO-Jefe del Estado y CARRERO-Presidente del Gobierno |
SANTIAGO CLAVIJO
15-3-22
SUMARIO
1. Biografía de Luis Carrero Blanco
2. Asesinato de Carrero ¿Magnicidio masónico?
3. Historia de España: Antecedentes de la conspiración masónica
4. "Matar a Carrero Blanco: La conspiración" (Manuel Cerdán)
5. Causa del Magnicidio: Planes Atómicos de Franco
Biografía del Almirante Carrero
Nació el 4 de marzo de 1904 en Santoña, Cantabria. Ingresó en la Escuela Naval en 1918 y tomó parte en la campaña de Marruecos de 1924-1926. Al producirse el "Alzamiento Nacional" y huyendo de ser ejecutado por milicias republicanas se refugió en las embajadas de México y Francia, hasta que en junio de 1937 consiguió evadirse a la zona nacional. Estuvo al mando de un destructor y posteriormente de un submarino llegando a ser, al final de la Guerra Civil, jefe de Operaciones del Estado Mayor de la Marina.
En el año 1940 redacta un informe recomendando la neutralidad española en la II Guerra Mundial. Desde entonces se convirtió en el hombre de confianza de Francisco Franco. Fue subsecretario (1941) y ministro de la Presidencia (1951), vicepresidente (1967) y presidente del gobierno (junio-diciembre de 1973).
Considerado un trabajador infatigable en la s0ombra, procuró limitar la influencia de los falangistas y promover todo lo que supusiera una modernización económica y administrativa del Estado, siempre dentro del franquismo. Apoyó la opción de don Juan Carlos de Borbón para la sucesión.
Murió en Madrid el 20 de diciembre de 1973 en un atentado de la banda terrorista ETA.
José Luis Orella
(1/10/2014)
Este libro trata sobre la España del Desarrollo, aquella que hizo posible el denominado ''Milagro Español'', cuando durante quince años se creció a una media del 7,5% del PIB, creando más de tres millones y medio de puestos de trabajo fijos, con prohibición de despido libre, y en caso último, con indemnización de 65 días por año trabajado.Con una media de construcción de viviendas de una millar al día pagaderas en propiedad en siete años. Un país con pleno empleo, octava potencia económica mundial y detentadora de una creciente potencia nuclear que la iba a integrar en el club selecto de potencias del planeta. ¿Cómo se consiguió?, ¿Quiénes fueron los artífices de aquel proceso?, ¿Quién lo unió y dirigió?, ¿Qué modelo de Estado tenían?, ¿Por qué no fue compatible su desarrollo con la democracia? Son las preguntas que surgen cuando uno conoce a unos hombres abandonados en el anonimato. A través de los hechos y los datos, nos adentramos en la verdad. ¿Por qué eliminamos a los hombres que garantizaban un Estado social en la transición a la democracia.
La verdad sobre el Magnicidio del delfín de Franco
El 20-12-2013 se cumplirán 40 años desde el asesinato de Carrero Blanco. El reconocido periodista de investigación Manuel Cerdán publica ahora el libro más completo y riguroso de cuantos se han escrito sobre el tema hasta el momento: Matar a Carrero Blanco: la conspiración. El libro ha sido publicado por la editorial Plaza y Janés.Tras el análisis minucioso de las más de tres mil páginas del sumario, hasta ahora archivado, y conversaciones con los implicados en la trama y personajes relevantes de la época como Ricardo de la Cierva, gran historiador y amigo personal de Carrero Blanco, Manuel Cerdán ha plasmado en cerca de quinientas páginas lo que él llama "la versión definitiva" del magnicidio.Un trabajo serio y minucioso pero rápido en su lectura, como si se tratase de un thriller. Sin duda es un libro que descubrirá nuevos aspectos a aquellos que vivieron los hechos de cerca y ofrecerá una perspectiva completa sobre los entresijos del régimen de Franco, el papel de la CIA, los comunistas, la banda terrorista ETA y todos los elementos presentes en aquel momento a los que por su edad no tengan una visión clara de lo que ocurrió y por qué ocurrió.
El próximo 23 de diciembre se cumple el cuarenta aniversario de la muerte del almirante Carrero Blanco. El atentado de ETA en la capital de España, en el mismísimo corazón del régimen franquista, terminaba con la vida del presidente del Gobierno y delfín del Caudillo, que estaba llamado a ser el garante de una España sin Franco. De un postfranquismo que tenía que cohabitar con la Corona. El magnicidio, en cambio, sirvió para poner en marcha el cuentakilómetros de la Transición democrática, conducida por el entonces Príncipe Juan Carlos.
Han transcurrido cuatro décadas, lo que parece una eternidad, pero la actualidad política española nos recuerda todos los días que aquel proceso, que se inició en 1973, todavía sigue sin cerrarse. Quedan muchas heridas que restañar y una estructura de Estado sin cerrar.
Permanecen muchas interrogantes sin respuestas. Muchas páginas en blanco o con tachaduras. Lo mismo que con la investigación sobre el atentado de Carrero. Resulta sospechoso que una treintena de terroristas de ETA se pasearan por Madrid durante más de un año y nadie del Ministerio de la Gobernación, de las Fuerzas de Seguridad, de los servicios secretos, de la Jefatura del Estado, del Ejército o del Gobierno se diera cuenta de los planes asesinos de la banda terrorista. ¡Increíble! ¡Incomprensible! ¡E, inaudito! Sobre todo, porque ETA cruzaba las fronteras históricas del País Vasco por primera vez y se instalaba en Madrid para perpetrar el magnicidio sin infraestructura.
Tras dos décadas de investigación sobre el asesinato del almirante Carrero, el prestigioso periodista de investigación Manuel Cerdán está convencido de que el magnicidio se debió a una CONSPIRACIÓN contra el delfín de Franco, y lo transmite en este libro. La mano asesina fue la de ETA, pero otros le allanaron el terreno.
Tras el análisis minucioso de las más de tres mil páginas del sumario, hasta ahora archivado, y conversaciones con los implicados en la trama y personajes relevantes de la época como Ricardo de la Cierva, gran historiador y amigo personal de Carrero Blanco, Manuel Cerdán ha plasmado en cerca de quinientas páginas lo que él llama "la versión definitiva" del magnicidio, el libro más completo y riguroso de cuantos se han publicado sobre el tema hasta el momento.
Madrid en esas fechas era un nido de conjuras entre la CIA, la Embajada americana, los servicios secretos, la Policía, la Guardia Civil, el Ejército, los azules.... Sin que el autor señale a nadie con el dedo, indica objetivamente en este libro cuál fue el comportamiento de todos los protagonistas y levanta suspicacias sobre la actuación de algunos actores. El libro refleja ese escenario de maniobras políticas y conspiraciones como si de un thriller se tratase e incluye fotos inéditas de los lugares que los etarras utilizaron para la preparación del atentado y documentos exclusivos del sumario. Un libro que todos deberían leer porque conocer el pasado es entender el presente.
Manuel Cerdán nació en Aspe (Alicante) en 1954. Es doctor en Periodismo y da clases en el departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela. Referente de nuestro país en periodismo de investigación, ha trabajado para el diario Información de Alicante y las revistas Personas, Interviú y Cambio 16. Fue autor de la serie de TVE Vietnam, país del sur y coautor de la serie sobre la Transición Crónica de una generación. Ha trabajado en Tele 5 y RNE. Fue redactor jefe de investigación de El Mundo y director de la revista Interviú. Sus trabajos han marcado en más de una ocasión el compás de la actualidad política. En la actualidad, es director de programa de Telemadrid Objetivo y colaborador de El Confidencial y participa en las tertulias televisivas El Gato al Agua, Dando Caña, Los Desayunos de TVE y La Noche en 24 Horas.
sábado, 28 de marzo de 2015
TERESA de JESÚS: 28-M-1515: Homenaje 5º Centenario Nacimiento. Obras Completas. Film de Aurora Bautista. Serie TVE de Conchita Velasco. "Nada te Turbe" de Mina. Éxtasis y Transverberación de Bernini (1754)
Gregorio Fernández-1625 |
Santiago Clavijo (3/10/2011): Teresa nació el 28 de marzo de 1515 en Ávila, ciudad amurallada en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama, baluarte de la cristiandad en la reconquista de España contra la invasión mahometana.
Fue su padre el noble castellano Don Alonso Sánchez de Cepeda, fervoroso defensor de la fe de sus antepasados que tenía una elevada concepción del honor y educaba a sus hijos con libros edificantes: vidas de santos y crónicas de los héroes medievales.
La madre de Teresa, doña Beatriz de Ahumada, observaba los deberes de madre y esposa como sus antepasadas, era hermosa y vivaz, confinada en su lecho frecuentemente, devoraba la novela del caballero Amadis de Gaula, que la llevaba a protagonizar aventuras mundanas por tierras lejanas en sus vigilias por insomnio.
Las historias ejemplares del padre y las novelerías de la madre formaron la despierta mente de Teresa y marcaron su personalidad con cierta dualidad, en la que las aspiraciones espirituales estaban combinadas con los intereses del mundo.
A los siete años, Teresa era una niña de imaginación viva que dirigía los juegos de numerosos hermanos y primos: campos de batalla donde piadosos caballeros luchaban valientemente contra los moros infieles o padecían la muerte de un mártir atado a una columna. La fantasía infantil de Teresa la llevó a identificar juego y realidad: convenció a su hermano preferido Rodrigo de 10 años para abandonar secretamente su hogar en dirección al país de los moros para sufrir la muerte de los mártires a manos de los infieles. Tomaron el camino de Salamanca hasta que un primo de su padre les encontró cuando caía la tarde y tenían los pies destrozados. Después de esta desafortunada aventura, Teresa imaginó un juego nuevo de “monjas y monjes” que sustituyó al de “cristianos y moros” que había sido el favorito. En el centro colocaban una capillita, en la que rezaban, permanecían en silencio y rechazaban todo alimento.
A los diez años, Teresa era una muchacha delgada de aire un tanto indómito, con profundos ojos oscuros y una expresión seria que suavizaba su sonrisa amistosa. Había hecho voto de que llegaría a ser realmente una monja y que induciría a sus hermanos y primos, con su ejemplo, a abrazar también una vida espiritual de renuncia al mundo.
A sus catorce años era ya una precoz señorita cuya belleza y jovialidad cautivaba a todo el mundo, quería agradar, ser cortejada y admirada. la severa etiqueta española no toleraba ningún contacto entre los jóvenes de distinto sexo, a no ser que fueran parientes. Ahora, el patio era el centro de reuniones juvenilesal que todos los “caballeritos” de Ávila deseaban ser invitados, para lo que tuvieron que descubrir parentesco con Teresa.
Teresa se enamoró por primera vez a los quince años, una prima mayor pasaba a hurtadillas los primeros billetes amorosos del admirador y organizó una cita secreta. Teresa estuvo a punto de sacrificar su virtud, pero su conciencia le llevó a confesar todo a su padre.
La madre de Teresa había muerto y María, la hija mayor de la primera esposa de su padre, estaba próxima a casarse. No había ninguna mujer madura en la casa que pudiera ayudar a la joven inexperta a evitar los peligros de la adolescencia.
Don Alonso decidió confiar el cuidado de su hija a las monjas agustinas de Ávila, un convento-escuela que conservaba la disciplina tradicional. Cuarenta monjas protegían la virtud y cuidaban del bienestar de las jóvenes pupilas. En vez de coqueterías y melindres debía haber rezo y relatos edificantes. Al principio, Teresa se sintió desgraciada en su piadosa prisión. Al cabo de pocas semanas, Teresa era la favorita de las monjas y un rayo de luz en los sombríos corredores del convento.
Y acabado el año de enclaustramiento, las buenas monjas trataron de inducir a Teresa a que tomara el velo. En época posterior confesó: “Era muy contraria a hacerme monja”.
Teresa acababa de cumplir dieciséis años. Había sido una muchacha sana, estaba llena de proyectos para cuando abandonara el convento, pero fue súbitamente vencida por la enfermedad. Comenzó por una extrema debilidad, un punzante dolor por todo el pecho que se extendió al abdomen, a los miembros y a todo el cuerpo. Las monjas pensaron que iba a morir, pero a los pocos minutos los dolores se apaciguaron inesperadamente. Poco después sobrevino otra vez el ataque, que se repitió muchas veces. Precisamente este mal espantoso iba a ser la primera fase de su santidad. Su tormento era el heraldo de una inopinada bienaventuranza. Teresa tenía que aprender a soportar su dolorosa enfermedad antes de que pudiera ser una predestinada de Dios.
Don Alonso la llevó de vuelta al hogar pensando que se restablecería fuera de la disciplina del convento, pero esto no sucedió. La casa ya no era la misma, estaba triste y sombría. La mayor parte de sus primos habían dejado Ávila para dedicarse al comercio en Sevilla, capital marítima del imperio, o siguieron a los conquistadores hacia países lejanos. De sus hermanos, sólo Lorenzo y Antonio, los más jóvenes, permanecían en el hogar. La mayor parte de sus amigas estaban casadas y vivían en otras ciudades. Juana, su favorita, había tomado el velo en Ávila.
Don Alonso, el padre de Teresa, afrontó la enfermedad de su hija con impotencia y turbación. Teresa tenía dieciséis años cuando dejó el internado en el convento-escuela y volvió al hogar paterno. Como su salud no se recuperaba, decidió enviarla al cuidado de su hermanastra María que vivía en un ambiente rural a dos días de viaje en mula. En el camino se detuvieron en casa de su tío Pedro de Cepeda que llevaba años dedicado a la vida ascética de un hombre entregado a Dios. Conversaron únicamente sobre las cosas sagradas y don Pedro pidió a Teresa que leyera algunos pasajes de los escritos de san Jerónimo, sabio ermitaño del siglo IV. La joven sufriente encontró en el mensaje del reino de los cielos un gran consuelo para sus sufrimientos. Al otro día, cuando prosiguió el viaje pidió a su tío que le prestara uno de los volúmenes de san Jerónimo. En las vidas piadosas la santidad y la grandeza nacen a menudo a través de las fatigas del dolor y de la enfermedad.
Lo mismo que Teresa, el despreocupado y alegre hijo del rico mercader Juan Bernardone fue separado por la enfermedad de sus enredos mundanos y guiado en su camino para llegar a ser san Francisco de Asís.
Igualmente, el caballero Íñigo López de Recarte, consagrado a las vanidades del mundo, comprobó en el curso de su penosa segunda convalecencia que las ambiciones humanas no tienen valor y trocó sus designios terrenos por miras celestiales llegando a ser san Ignacio de Loyola.
Ni los tiernos cuidados de su hermanastra, ni las distracciones de la vida campesina restituyeron su jovialidad. Sólo era feliz cuando la dejaban a solas en su cuarto, absorta en su libro de san Jerónimo. Sus palabras de promesas acerca del reino de los cielos resucitaron en ella el viejo sueño del vestir el hábito de monja. Otro día, leyó las amenazas sobre los tormentos del castigo en el infierno.
Poco después sufrió otro grave ataque, parecía estar en estado agónico. María pasó la noche entera junto al lecho de Teresa, que se recuperó a la mañana siguiente. En época muy posterior explicó que la enfermedad cesó aquella noche cuando decidió volver la espalda al mundo y hacerse monja.
Por temor a que su plan fracasara, lo mantuvo en secreto. A su vuelta a Ávila, se confió a su amiga íntima Juana que podría ayudarla desde su convento carmelita de La Encarnación. Cuando tuvo todo preparado para entrar en el convento como novicia, informó a su padre que quedó anonadado y manifestó su disconformidad.
Teresa había sido siempre una hija obediente, pero el infierno era una cosa muy seria. A los diecisiete años volvió a huir del hogar paterno como en su infancia cuando se fue a tierra de moros para ser mártir. Don Alonso se halló ante un hecho consumado y tuvo que otorgar su tardía bendición porque era un buen cristiano.
En el convento carmelita de la Encarnación, aislado del mundo por gruesas paredes, Teresa se creyó a cubierto de todas las tentaciones. Era celosa y jovial en el cumplimiento de sus deberes como novicia, la renunciación la llenaba de alegría. Pero la felicidad inicial duró muy poco, el temor al infierno que le había impulsado a tomar el velo, y el fervor conque proseguía su camino hacia el cielo, avivaron sus ojos por lo que estaba sucediendo a su alrededor. Con gran consternación comprobó que en el convento adonde había huído aún estaba en el mundo del que quería escapar. El principal enemigo era el espíritu de los tiempos. Las paredes del convento eran medievales pero las monjas eran hijas de los tiempos modernos, habían consagrado su vida al Señor con votos de castidad y obediencia, pero gozaban de vacaciones con parientes o amigos fuera del convento. Las piadosas hermanas podían recibir visitas en el locutorio que tenía un enrejado que separaba los cuerpos en el espacio pero que era atravesado por la vista y el oído. Las habladurías del mundo con sus vanidades y tentaciones contaminaban la vida de oración.
Entonces comenzó a dudar del acierto en su elección del convento. Fue el primer indicio de que Teresa estaba predestinada para ser la reformadora de la Orden del Carmelo. Por el momento, no era más que una humilde y obediente novicia.
Después de profesar sus votos como monja, sus ataques volvieron con furia implacable, ninguna parte de su cuerpo estuvo a salvo del ardiente dolor, su cuerpo permanecía frío y rígido. A medida que los ataques volvieron, la enfermedad afectó a la vida entera de Teresa. La tregua entre un ataque y el siguiente se acortaba cada vez más; al principio era cosa de semanas, por último sólo de días.
Teresa estaba predestinada a convertirse en la santa del éxtasis y su enfermedad era el instrumento de Dios, pero esto era todavía invisible para los demás.
Don Alonso retiró a su hija del convento y solicitó la ayuda de los mejores médicos de Castilla. Discutieron largamente sobre la causa de la enfermedad pero no pudieron descubrir ningún defecto orgánico. Las convulsiones y la tensa rigidez muscular era un caso no previsto en los tratados de medicina y los tratamientos aconsejados no trajeron el menor alivio. Puesto que la ciencia había fracasado, don Alonso decidió llevar a su hija a una famosa curandera de Becedas, en las cercanías de Béjar (Salamanca), que gozaba de la reputación de haber curado muchos casos desesperados. Era naturista y ejercía únicamente en primavera, cuando brotaban las hierbas. Como era invierno, se decidió que Teresa pasara los meses que faltaban en el campo con su hermana María. Nuevamente visitó de camino a su tío Pedro que le regaló un libro del monje franciscano Francisco de Osuna, que enseñaba una forma mental no hablada de oración. Llegó a ser su guía en el viaje hasta Dios.
Durante su estancia en el campo, los ataques cedían a veces y permitían a Teresa practicar la oración mística, que le producía un intenso gozo.
Al llegar la primavera Teresa viajó a Bercedas, la cura era primitiva a base de vómitos y purgantes para limpiar el organismo. La curandera juzgaba a la enfermedad como a un maligno demonio por lo que también empleaba fórmulas mágicas a modo de exorcismos.
No obstante, el demonio de la enfermedad de Teresa no sólo no se dejó intimidar por la hechicería de la curandera sino que redobló sus ataques. Los procedimientos de la curandera resultaron más desastrosos que la misma enfermedad. En el verano de 1537, el padre de Teresa la trajo de nuevo al hogar de Ávila. Era una ruina humana, Teresa anhelaba la muerte para liberarse de su tormento por lo que pidió la confesión. Don Alonso se negó porque su cariño le indujo a pensar que ello aceleraría su muerte.
Privada del consuelo del sacramento, Teresa sufrió el más fuerte ataque; en su angustia y dolor vociferó y se mordió la lengua para después entrar en coma. Transcurridas veinticuatro horas sin la más leve señal de vida, sin pulso, los médicos diagnosticaron: ¡Está muerta!
Pasada una segunda noche, Teresa continúa igual, por lo que comenzaron los preparativos para el funeral. Dos hermanas de la Encarnación velaban y oraban a la cabecera de Teresa. En el cementerio del convento las monjas cavaron un sepulcro y en la capilla fue oficiada una Misa por el alma de la muerta.
Don Alonso se negó a que Teresa fuera colocada en el ataúd; a la tercera noche desde el ataque, su hermano que la velaba se durmió. Despertó al amanecer y vio el féretro en llamas. La priora se encaminó por segunda vez a casa de Teresa para reclamar el cuerpo y proceder al entierro en el convento. Al entrar en la cámara mortuoria encontró a Teresa tranquilamente sentada sobre su féretro hablando con su padre en tono de voz claro y natural. Había pasado cuatro días en coma.
Después de que Teresa confesó y recibió la Eucaristía sintió un gran alivio en el alma, pero su debilidad física permaneció invariable. De conformidad con sus deseos, fue llevada al convento el domingo de Ramos del año 1537, a los veintidos años de edad.
Durante ocho meses, Teresa yace en la enfermería del convento, totalmente inmovilizada y atormentada por dolores implacables. Después, cuando los padecimientos cedieron algo y pudo arrastrarse, fue llevada a su celda, donde pasó más de tres años en estado de parálisis parcial y de dolorosas contracciones musculares, llevando la vida de una inválida sin señales de mejoría.
Finalmente, Teresa vióse libre del tullimiento cansado por la enfermedad pero siguió sufriendo. Tuvo vómitos durante veinte años que la impedían alimentarse hasta más del mediodía y algunas veces sufría fuertes dolores de corazón.
Tenía Teresa diecisiete años cuando sufrió el primer ataque, cuarenta y tres cuando experimentó el primer arrobamiento de éxtasis.
En 1540, Teresa se restableció de un día para otro, ella lo atribuyó a la fuerza de la oración. Las monjas del convento pensaron en un milagro cuando la vieron caminar. Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina (1912) acepta el poder curativo de la oración concentrada sobre las perturbaciones funcionales del organismo.
Fuente:
Transverberación de Santa Teresa
Wikipedia: En la teología y en la espiritualidad católica la transverberación es considerada un regalo espiritual otorgado a personas que logran una intimidad mística con Dios, consistente en una «herida espiritual en el corazón». En el caso de Santa Teresa de Ávila, el fenómeno es descrito en su obra autobiográfica "Libro de la Vida", en el que relata una visión que tuvo hacia 1562 donde un ángel se le apareció y clavó una flecha ígnea en su corazón:
«Ví a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan ecendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios» (Libro de la Vida. Capítulo XXIX).
Si bien el caso de santa Teresa es el más conocido, la tradición católica le atribuye este don divino a otros santos tales comoCatalina de Siena, Margarita María Alacoque, Pío de Pietrelcina, Francisco de Sales, Verónica Giuliani, entre otros.1
Patricio Lennard: Cuando el 12 de marzo de 1622 Teresa de Jesús fue canonizada, no había ninguna santa con su nombre en el martirologio cristiano. Su cadáver incorrupto, exhumado por primera vez en 1584, dos años después de su muerte, no hizo entonces más que acrecentar la fama de santa de esa mujer que, cansada de las liviandades que admitía la vida en el convento al que había ingresado a los veinte años (y en el que las monjas podían pagar por una celda más cómoda y tener criadas, y hasta vestir con telas delicadas y recibir visitas), llegó a fundar treinta y seis monasterios a lo largo de toda España bajo una regla basada en la oración, la pobreza, el silencio y la clausura, que dio origen a la Orden de los Carmelitas Descalzos, una de las más estrictas y austeras congregaciones que existen.
Miguel de Unamuno decía que en Avila, ciudad en la que Teresa nació y que es célebre por sus imponentes murallas, no había otra forma de crecer que no fuera hacia el cielo. Un destino anunciado en la devoción con que Teresa construía, de pequeña, ermitas en el jardín de su casa familiar y jugaba a ser monja. En las vidas de santos, ese género extinto que tuvo su apogeo durante la Edad Media en la recopilación Legenda aurea de Santiago de la Vorágine, no son pocas las escenas de infancia en las que sus protagonistas dan señal de su condición atípica. Así, siendo sólo un niño, San Francisco de Asís fue agriamente reprendido por su padre por tirar el dinero, y Santo Domingo vendió, en tiempos de hambre, sus libros de estudio para ayudar a los pobres. Leyendo una Vida de Santos justamente, Teresa planeó a los siete años, con uno de sus hermanos, huir a tierra de moros a hacerse decapitar, presa del deseo de morir como mártir. Un arrebato piadoso y a la vez extemporáneo (ya en el siglo IV los mártires eran figuras del pasado y el ascetismo comenzaba a ser un modelo de santidad y perfección alternativo) que concluyó cuando uno de sus tíos los sorprendió cerca del puente que conducía a las afueras de la ciudad y los llevó, sin demoras, de regreso a casa.
Con esta hermosa escena de iniciación principia el Libro de la Vida de Teresa de Jesús, cumbre de la literatura mística y centro de una obra cuya hondura teológica fue revalidada en 1970 cuando Pablo VI nombró a la santa doctora de la Iglesia, convirtiéndola en la primera mujer en recibir ese honor en la historia del catolicismo. Un libro que ella terminó de escribir en 1562, en Toledo (más allá de que luego le realizó algunos agregados), y en el que narra el viaje a las profundidades de su alma y sus encuentros con Dios, y las circunstancias que la llevaron a fundar el convento de San José en Avila, el primero que albergó la nueva orden carmelitana. Un ímpetu reformador, el de la santa, que de entrada provocó grandes resistencias y enconos entre los carmelitas “calzados”. Intrigas entre las que figura el secuestro de Juan de la Cruz, quien pasó nueve meses en la prisión que la orden no reformada tenía en Toledo, en un agujero sin luz, sin poder cambiarse de ropa, hasta que un guardia apiadado le permitió escaparse, es sin duda el hecho más escabroso.
Preparada como estaba para exceder el mero registro de su espiritualidad que su confesor de turno solía pedirle que pusiera por escrito (“con este tipo de mujeres se podía terminar en el tribunal de la Inquisición”, apunta Rosa Rossi, biógrafa de la santa), Teresa pudo emprender la escritura de su Vida recién cuando se hubieron disipado los temores en torno de sus raptos místicos. “Es sin duda que tengo ya más miedo a los que tan grande le tienen al demonio que a él mismo”, escribía Teresa en tiempos en los que no se podía “ni hablar ni callarse sin peligro”, según el humanista Juan Luis Vives se quejaba en una carta a Erasmo de Rotterdam. No por nada, entre 1559 y 1562, se realizaron muchos de los autos de fe que acabaron con la vida de miles de personas en las hogueras de la Inquisición y que evitaron que el protestantismo se enraizara en España. La misma época en que Teresa ya transitaba con ardor su sendero místico.
Transverberación de Santa Teresa-Lorenzo Bernini |
El álgebra del éxtasis: En "La gravedad y la gracia", Simone Weil sostiene que uno de los grandes dolores de la humanidad es que mirar y comer son dos operaciones diferentes, mientras que la beatitud eterna es un estado en que mirar y comer son una y la misma cosa. Pensando en la vida de los ángeles, Swedenborg se figuraba que cualquier acción que fuera placentera se deterioraría gradualmente si tuviéramos que experimentarla eternamente sin respiro. Cinco siglos antes, Santo Tomás postulaba que la única actividad de los bienaventurados en el Cielo será la contemplación de la divinidad pues “nada que se contemple con admiración puede producir aburrimiento”. Casi con seguridad Maimónides consideraba, cuando escribió que “lo único que percibimos de Dios es que es, no lo que es”, la misma imposibilidad del tedio.
Todo esfuerzo místico consiste en reducir (o agrandar) a Dios a su esencia. Tanto Santa Teresa como San Juan de la Cruz exponen en sus obras la discreción con que los místicos suelen referirse a lo que se nos depara después de la muerte. Incluso, para Juan de la Cruz, el objetivo de la experiencia mística es la privación de imágenes (“la noche oscura del alma”): despojarse de todo aquello (voces, visiones, éxtasis) que justamente signa la mística de Teresa.
Sobre las interioridades del vínculo de la santa con Dios abunda el Libro de la Vida. Sobre todo, después de que se exponen, en los primeros capítulos, los prolegómenos de su empresa autobiográfica y, más adelante, una extensa teoría sobre la oración que ella amplía y reformula en dos libros posteriores, Camino de perfección y Las moradas. El retrato de su padre, hombre caritativo, que nunca se permitió tener esclavos (y del que omite revelar sus ascendientes conversos); la evocación de su madre, que murió joven, y que supo disponerla a la oración y al gusto por los libros de caballerías; el recuerdo de cómo las vanidades de la adolescencia dieron lugar al deseo, resistido por su padre, de ingresar a un convento; las cruentas enfermedades que en su juventud la pusieron al borde de la muerte, y el deslumbramiento que le provocó la lectura de las Confesiones de San Agustín, libro que fue modelo para su Vida, son algunas de las cosas que allí se nos cuentan.
León Bloy, ese católico inconformista al que le pesaba vivir en un tiempo en el que era poco probable conocer a un santo, creía que para ver a Dios era necesario “invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime en el infinito de nuestros corazones”. Un movimiento que ya había descrito Agustín de Hipona (la mente debe concentrarse en el alma e ir hacia adentro a fin de alcanzar a Dios en un “golpe de vista trepidante”) y que Teresa experimentaba en la oración de quietud cuando el alma entraba dentro de sí misma. Allí, el entendimiento y la imaginación se veían desbordadas, y seguía un recogimiento de las potencias espirituales al que es imposible sustraerse. Algo que Dios confería a unos pocos elegidos, cuando tomaba el alma como “las nubes cogen los vapores de la tierra”.
El centro de la experiencia mística de Teresa, no obstante, se halla en sus visiones. Su Vida es un catálogo de ellas. Un expediente sobre el que erige el edificio de su santidad, pero en el que también se inscriben la acechanza y los miedos. Así, a medida que las visitas de Jesús se vuelven recurrentes, hay confesores que declaran su aprensión a asistirla. “Tan cierto les parecía que tenía el demonio, que me querían conjurar algunas personas.” Esos escrúpulos, no obstante, ya se habían disipado cuando acaece el fugaz “descenso” a los infiernos que relata en el capítulo XXXII. Una instancia en la que Dios le muestra de dónde la ha librado su misericordia y en la que comprueba que aunque allí “no hay luz, sino sólo tinieblas”, puede distinguirse “lo que a la vista ha de dar pena”. Algo que Santo Tomás imaginaba cuando decía que la tenue luz que hay en el infierno sólo servirá para aumentar el dolor de los condenados, al dejarles ver el horror que los circunda.
Pero es Cristo, en realidad, el objeto casi exclusivo de las visiones de Teresa. Visiones que dice percibir con “los ojos del alma”, en tanto las que se tienen con los ojos corporales son consideradas las más bajas y “adonde más ilusiones puede hacer el demonio”. Su transverberación, como es sabido, es la más famosa entre todas ellas. No por nada el diccionario de la Real Academia Española sólo registra esa palabra en referencia a la santa y Bernini le consagró su escultura más hermosa. Lo que le sucede en la transverberación es lo siguiente: Teresa siente que su corazón es atravesado por un dardo de oro que le arroja un ángel, y que le inflige un dolor de enorme intensidad, que condensa el álgebra del éxtasis. De allí precisamente Bataille extrae su teoría de que el desfallecimiento no sólo es el aspecto central de la sensualidad humana, sino también de la experiencia de los místicos.
Es el “deseo de morir para sí”, pues, que traduce la aspiración a la vida celeste (de vivir de manera anticipada en la inmortalidad, de morir por no morir, de morir desviviéndose), el núcleo ontológico y paradojal de la existencia mística. Así se entiende esa “ideología despreciativa del cuerpo” de la que habla Barthes en relación con los místicos y que Plotino expresaba en la vergüenza que le causaba el simple hecho de tener un cuerpo.
“Querría ya esta alma verse libre. El comer la mata, el dormir la congoja”, apunta Teresa en el Libro de la Vida. Y es ese cuerpo que para el alma es un “mal huésped”, esa existencia que se concibe como martirio, esa “vida contra natura”, la formulación de su experiencia de los límites. Esa que resume luminosamente en un bello poema que comienza diciendo: “Vivo sin vivir en mí, / Y de tal manera espero, / Que muero porque no muero”.
Conversiones: Sin duda la lectura más extraordinaria que ha suscitado el Libro de la Vida es la que una muchacha judía realizó una noche del verano de 1921, en la finca de un matrimonio amigo en las afueras de Bergzabern, Alemania. En esa ocasión, su anfitriona la instó a que tomara cualquiera de los libros que había en su decorosa biblioteca y, luego de elegir uno al azar, la muchacha abrió un volumen cuyo título era Leben der Heiligen Theresia von Avila. “Comencé a leer y quedé al punto tan prendida que no lo dejé hasta el final”, escribió varios años después, evocando esa experiencia que le cambiaría la vida. Un acontecimiento que determinó que ella, una vez que franqueó la última página del libro, y mientras observaba cómo los primeros rayos del sol iban filtrándose por la ventana del cuarto, exclamara para sí: Das ist die Warhrheit! (“¡Esto es la verdad!”) y ahí mismo se supiera convertida.
Así como San Agustín encontró en las palabras de la carta de San Pablo a los romanos la revelación que lo impulsó a seguir una vida santa, Edith Stein halló lo propio en el Libro de la Vida. Nacida el 12 de octubre de 1891 en Breslavia, en el seno de una familia judía, Stein fue la discípula dilecta de Husserl y la primera mujer en desempeñarse como asistente de una cátedra de filosofía en Alemania. Si bien su acercamiento a la fe católica había comenzado unos años antes, su epifánica lectura fue lo que la llevó a bautizarse un mes más tarde y lo que despertó en ella un hondo deseo de hacerse carmelita. Su ingreso al carmelo de Colonia, en 1933, fue una decisión que tomó una vez que pudo lidiar con la férrea negativa de su madre. El 2 de agosto de 1942, cuando la Gestapo la sacó de la clausura que por entonces cumplía en el carmelo de Echt, en Holanda, en represalia por un escrito de los obispos de ese país que denunciaba la deportación de judíos, Edith Stein comenzaba a transitar el destino de mártir que se le reconoció oficialmente en 1987, cuando fue beatificada, y por el que encontraría la muerte en una cámara de gas de Auschwitz-Birkenau el 9 de agosto de 1942.
En uno de sus textos religiosos (muchos de los cuales terminó de escribir como monja de clausura), Stein se detiene en la insistencia con que Santa Teresa declara que no todas sus hijas podrán acceder a la oración en sus grados más altos. Una advertencia que, en parte, se debía a los casos de monjas que en algunos carmelos se habían dado en dedicarse a la oración de manera compulsiva, apartándose de la vida comunitaria y postergando sus demás obligaciones. Con su famosa reconvención de que también “entre los pucheros anda el Señor”, Teresa pretendía así demostrar que incluso en la cocina bien podía rezarse y mitigar, de paso, la ansiedad religiosa. Esos escrúpulos que a algunas carmelitas no les permitía aceptar el reverente silencio de Dios, su “retraso en el signo” (Barthes). O, como dijo Rilke alguna vez, “la intimidad ardiente de su ausencia”.
El beneficio de la duda: En Muestrario (1918), en lo que puede ser leído como una irónica visión del panteísmo, Ramón Gómez de la Serna escribe: “No hay ningún creyente que llegue, por amor a Dios, a los límites que debería llegar. Nadie llega a las elevaciones que están más allá de las monotonías de las oraciones. Nadie ve a Dios inventándolo todo, nadie, al leer una bella poesía, cree que la ha escrito Dios como debiera creerlo, olvidando el nombre del autor”.
Que Santa Teresa ponga a Dios como interlocutor permanente en el Libro de la Vida es, en esencia, una prueba palpable de que lo que dice es cierto. “¿Cómo podría falsear o disimular nada ante quien conoce el reino de los corazones?”, se pregunta Jean Starobinsky, a propósito de las Confesiones de San Agustín. Que ella procure como testigo y depositario de su discurso a un ser omnisciente (amén de lo redundante que esto pueda resultarnos: Dios no necesita recibir lo que El ha dado) no sólo garantiza la verdad autobiográfica sino que inscribe esa verdad más allá del “yo”. La tantas veces mentada inspiración divina de los escritos teresianos (que les otorga un grado de veracidad incontrastable: Dios es la Verdad, la Verdad no puede mentir, etcétera), se declara cada vez que la santa se coloca a sí misma como médium y repite el estribillo en que agradece (e invoca) la elocuencia que la divinidad le concede. Capacidad expresiva, para ser más exactos, que busca verbalizar una experiencia que impele a confesar a las palabras lo que, en última instancia, no pueden decir.
Menéndez Pidal (con quien no es difícil acordar cuando valora a Teresa de Jesús como la más original escritora religiosa) ve en su “estilo descuidado” –plagado de anacolutos, elipsis, parentéticas y razonamientos inconclusos– un ejercicio extremo de improvisación. Una “escritura torrencial” que exhibe, según él, el modo en que la santa escribía movida por el rápido fluir de las ideas, sin volver nunca atrás a releer o corregir. Sea esto cierto o no; sea cierta o no la “indomable espontaneidad” de la que habla Menéndez Pidal, lo interesante tal vez sea ver en ese mito de escritora (que es el mismo, hasta cierto punto, que en Homero, Virgilio y Dante circunscribe el acto creativo a un poder sobrenatural) una justificación estilística de la escritura de Dios. Jacob Boehme, un místico protestante y teósofo nacido en Alemania a fines del 1500, prefirió abandonar la idea de la omnipotencia de Dios, antes que aceptar que sea responsable del mal. Inclinémonos nosotros por dudar, tan siquiera, de que el Libro de la Vida lo haya escrito una santa que los tiempos recuerdan como Teresa de Jesús.
Transverberación de Santa Teresa-Lorenzo Bernini |
Wikipedia: El Éxtasis de Santa Teresa, también conocido como la (en italiano: L'Estasi di Santa Teresa o Santa Teresa in estasi o Transverberazione di santa Teresa) es un grupo escultórico en mármol obra del escultor y pintor Gian Lorenzo Bernini, de estilo barroco. Fue realizada entre 1647 y 1651, por encargo del cardenal Cornaro, para ser colocada donde iría su tumba, en la iglesia de Santa María de la Victoria(Santa Maria della Vittoria), en Roma, donde actualmente se encuentra, en la llamada Capilla Cornaro.1 Está considerada una de las obras maestras de la escultura del alto barroco romano. Retrata la imagen de santa Teresa de Ávila durante el don místico de la transverberación que describe en su Libro de la Vida.
La obra de Juan Lorenzo Bemini, que se puede contemplar en la iglesia carmelitana de Santa María de la Victoria, en una rica capilla, fundada por el cardenal Federico Cornaro. Bajo un torrente de luz, lanzado por una ráfaga celeste, aparece el grupo marmóreo de la Santa transverberada por el harpón de oro llameante del querubín, que parece descender del cielo en aquel instante, lleno de gozo con tan feliz embajada. Está Teresa desfallecida, casi tendida entre las nubes que la alejan de la tierra. Bajo los pesados párpados se revelan los ojos cegados. Sus labios están entreabiertos, casi se oye respirar, emitiendo aquellos quejidos involuntarios que ella misma confesó (Vida 29,13). Parece bastante claro que el ángel ya ha traspasado su corazón con la flecha flamígera. La mano izquierda cuelga insensible mientras sus pies desnudos están suspendidos en el aire. Nadie jamás reflejó mejor ese dulce tormento del fuego divino, que Teresa describe.
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