Por Dios, por la patria…¿y el rey?
Se borra de honrar al Sagrado Corazón de Jesús
1/7/2019
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la patria y el Rey
lucharemos nosotros también.
Está claro que aún quedan españoles dispuestos a dar la vida por Dios y por la patria…pero habría que preguntarse si hay alguien dispuesto a darla por este rey…y por esta reina. ¿Algún voluntario?
Felipe VI no ha participado en la renovación de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús con motivo de su centenario en el que su bisabuelo Alfonso XIII lo hizo de manera solemne. Y la Conferencia Episcopal Española lo ve bien y lo entiende. Pues nada. Estupendo. Que no se moje y que no reconozca a Cristo públicamente, que es un acto fascista y ofende a los musulmanes.
Tendrá sus razones. ¿Respetables? ¿Nos sorprende?
Un rey que al tomar posesión rompió la tradición y omitió la biblia y el crucifijo. ¿Dios puede bendecir a España? Isabel y Fernando pasaron a la historia como los Reyes Católicos. Felipe VI pasará a la historia como el rey democrático y de consenso…
España fue grande cuando fue católica. Y ahora ¿qué? Quedan bastiones de resistencia que se niegan a que el estandarte de la fe no desaparezca en España. Y por cierto el obispado de Getafe no permitió banderas de ningún tipo, pues es un acto que se retransmitió por televisión y no se puede permitir que se llene de banderas españolas…y mucho menos con el águila de San Juan, porque dicen que es “anticonstitucional”. Aquí el único signo constitucional que vale es el lazo el amarillo.
Jesús dice:
Mucho me temo que don Felipe VI puede, muy posiblemente, ser el último rey de España hasta el final de los tiempos.
La monarquía quedó completamente deslegitimada tras la vergonzosa huída de su bisabuelo Alfonso XIII, hecho que facilitó la llegada de la siniestra y desastrosa II República.
Fue la sola voluntad del Caudillo, lo que hizo posible la vuelta de la monarquía. Y, desgraciadamente para España, el sucesor del Generalísimo a título de Rey, era y es un grandísimo traidor. Y no solo traicionó a Franco, es que no dejó nada ni nadie sin traicionar (no es ninguna exageración, ni difícil de comprobar). Le bastó, para sentirse contento en su histórica responsabilidad, con tener bien llena la cartera y muy satisfecho su aparato sexual.
Ahora, su hijo don Felipe, parece mucho más honrado que su padre en lo político, en lo económico y en lo conyugal. Pero, tengo la impresión, que no aspira a otra cosa que disfrutar tranquilamente de su reinado.