La carne de los cañones (1)
España en almoneda
Para conseguir sus fines conspirativos, las élites plutocráticas que conjuran por el Nuevo Orden Mundial han creado una vasta red de organismos, asociaciones, fundaciones, ONGs y think tanks, que conforman una constelación de instituciones, una gigantesca telaraña de poder cuyo objetivo es regir firmemente y subliminalmente la política del sistema mundo hacia el objetivo final de instaurar el Gobierno Mundial.
La mayoría de estos organismos transnacionales se encuentran bajo las órdenes de un reducido número de jerarcas que ocupan la cúspide de la pirámide del poder mundial, de los cuales un número significativo pertenecen a 13 familias, que, en su opinión, tienen derecho a gobernar sobre el resto de nosotros, ya que son los descendientes directos de los antiguos dioses, por lo cual se consideran de linaje real. Al frente de ellas se encuentra el linaje de los Rothschild, la familia más poderosa del mundo, propietaria de la mayoría de los Bancos Centrales de todo el mundo, seguida de los Rockefeller.
Entre estos organismos destacan por su especial relevancia y preponderancia tres: El Council on Foreign Relations ―«Consejo de Relaciones Exteriores»―, la Comisión Trilateral, y el Club Bilderberg. Su trascendencia proviene del hecho de que son quienes dictan las estrategias y los principios a seguir por el conjunto de las corporaciones y gobiernos que sirven al NOM.
El Council on Foreign Relations es una de las principales organizaciones que laboran por el establecimiento de un Gobierno Mundial. Fundado en Estados Unidos en 1921, entre sus miembros figuran políticos de alto rango, directores de la CIA, representantes de los principales medios de comunicación, banqueros, líderes empresariales, etc. Su labor se orienta a la promoción de la globalización, el libre comercio, el establecimiento de bloques comerciales transnacionales ―como el NAFTA o la Unión Europea―, y la reducción de los controles financieros sobre las corporaciones multinacionales. El CFR dirige el Programa de Estudios David Rockefeller.
Dirige el Departamento de Estado de Estados Unidos, elaborando su política exterior. Financiado por 200 multinacionales, cuenta en sus filas con unos 4200 miembros cooptados, entre los que se eligen gran parte de los dirigentes gubernamentales. El CFR recibe fondos millonarios del ultramegaepeculador judeo-húngaro George Soros ―en 2013 percibió 8 millones de dólares, en 2014 3,5 millones, y más de 3 millones en 2016―.
Dirige el Departamento de Estado de Estados Unidos, elaborando su política exterior. Financiado por 200 multinacionales, cuenta en sus filas con unos 4200 miembros cooptados, entre los que se eligen gran parte de los dirigentes gubernamentales. El CFR recibe fondos millonarios del ultramegaepeculador judeo-húngaro George Soros ―en 2013 percibió 8 millones de dólares, en 2014 3,5 millones, y más de 3 millones en 2016―.
El CFR jugó un papel relevante en la Transición, especialmente en lo que se refiere al apoyo que prestó a la refundación de un PSOE que, al inicio de la democracia en España, era completamente residual. Felipe González visitó la sede de la institución en 1977, y se encontró con David Rockefeller, regresando supuestamente con donaciones para el nuevo PSOE:
A esta visita pionera sucedieron en 1978 la de Enrique Múgica ―presidente de la comisión de Defensa en el primer parlamento democrático― y Luis Solana ―futuro presidente de Telefónica―, que también visitaron en Nueva York la sede de la ITT Posteriormente, también participó en la romería Francisco Fernández Ordóñez ―ministro de UCD y después tránsfuga al PSOE―. El sobrevalorado Tierno Galván pidió la entrada en la CFR, pero tuvo el veto de Felipe González. Quien sí lo consiguió fue Luis Solana en 1985, al igual que Julio Feo ―«fontanero» mayor de la Moncloa―, representando a González.
El mismo David Rockefeller ―recientemente fallecido― efectuó una visita a España en 1983, y fue agasajado por González y Miguel Boyer en la Moncloa, los cuales se comprometieron a potenciar las inversiones extranjeras, y a desarrollar una reconversión de la industria pesada de acuerdo con las demandas de la Comisión Trilateral, con vista a potenciar las industrias que fueran subsidiarias de las grandes multinacionales, lo cual, como veremos, provocó nuestro desmantelamiento industrial, y pasamos a ser un país de camareros y albañiles, sometido a tremendas crisis de paro.
En una de las frecuentes visitas de Kissinger a España tras el magnicidio de Carrero Blanco, un periodista le preguntó por su parecer sobre España, a lo que respondió con su habitual franqueza: «Me parece un país de excelentes camareros». Dicho y hecho, porque justamente eso es hoy nuestra Patria.
También se ha dejado ver Sánchez Falconetti en los foros del Council on Foreign Relations, bajo cuya invitación dio una conferencia en Nueva York en septiembre de 2018. En el consejo asesor de la CFR en España figura Jordi Váquer, director del Open Society Initiative for Europe de George Soros ubicado en Barcelona. En su franquicia europea, abundan los personajes vinculados al PSOE, como Narcís Serra, Almunia, Javier López, etc.
En 1972, durante una reunión del club Bilderberg, se fundó la Comisión Trilateral, a la que pertenecen relevantes personalidades de la economía y la política de las tres principales áreas del capitalismo mundial: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
Íntimamente vinculada a Bilderberg y a la CFR, su objetivo estratégico es concentrar la riqueza mundial en manos de una jerarquía burocrática, para desde allí ejercer el control mundial, estableciendo metas políticas públicas que sean aplicadas por los gobiernos de todo el mundo.
Entre las personalidades españolas adscritas a ella destaca la figura de Antonio Garrigues Walker, y también figuraron en ella Juan Villalonga, Carlos Ferrer Salat, Emilio Ybarra, Alfonso Cortina, y otros. Hoy en día, su personaje más representativo en España es Ana Patricia Botín. Pero la joya de la corona del globalismo es el famoso Club Bilderberg, del que hablaremos en la siguiente entrega.