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lunes, 13 de junio de 2022

***Anti-NOM: Rusia, faro moral de Occidente: multará con hasta 10 millones de rublos a quien haga propaganda homosexual

Rusia, faro moral de Occidente: multará 
con hasta 10 millones de rublos 
a quien haga propaganda homosexual
10.6.22

En esta hora en que asistimos a un general inversión de los valores, a un integral trastocamiento de los principios que rigen la vida los hombres y la organización de las sociedades, podemos afirmar sin error que Rusia sigue estando en el campo de la Verdad, mientras que Europa occidental ha caído en el error y la decadencia. Esta es la razón por la cual Europa odia a Rusia. Y eso significa que Rusia se ha convertido en un modelo a seguir para los verdaderos europeos. Y no deja de ser una ironía suprema de la Historia, que el pueblo ruso, menospreciado y vilipendiado muchas veces como una nación semi asiática, sea en el día de hoy, tal vez la última esperanza para Europa de sobrevivir a esta indigna y monstruosa degeneración en la que está sumida.

Hemos olvidado en Occidente que el pueblo ruso ha pagado muy caro (decenas de millones de muertos) su entrada en el siglo XX, la instauración del comunismo y su victoria en la Segunda Guerra Mundial: un sacrificio que supera ampliamente el padecido por los occidentales y sobre los EEUU, bien a salvo en su isla continente.

Y sin embargo, Rusia ha sabido pasar página e integrar ese pasado trágico en su historia como en sus monumentos, a diferencia de un Occidente que ha perdido el norte y que no para de dar vueltas y más vueltas al arrepentimiento de las “horas más sombrías de nuestra historia” (el colonialismo, la trata de esclavos, el nazismo, las Cruzadas, la Inquisición…) que no paran de envenenarnos la existencia impidiéndonos avanzar de una buena vez.

Rusia ha vuelto a encontrar su alma ortodoxa, es decir cristiana, mientras que en Occidente, sometida al culto de Mammon, las iglesias están vacías mientras que las mezquitas están llenas a reventar.

¡Gracias Rusia, por demostrarnos que se puede entrar en el siglo XXI siendo uno mismo!

Los EEUU y su servicio doméstico tienen una pesadilla: una Europa poderosa, una “casa común” desde el Atlántico hasta el Estrecho de Bering, un sueño que han tenido muchos grandes europeos. Toda la diplomacia estadounidenses trabaja para hacer este sueño imposible.

En Europa occidental, el instrumento de esta diplomacia se llama hoy Unión Europea. Es decir, una máquina destinada a destruir la soberanía y la libertad de los Estados, a aniquilar su prosperidad y a reemplazar a su población?: un imperio de la nada y del vacío, que debe abrirse a todos los vientos a la condición de permanecer prisionera de los “lazos trasatlánticos”, es decir seguir siendo vasallos de los EEUU.

En el este, el instrumento de esta diplomacia se llama diabolización, debilitamiento y aislamiento de Rusia. Rusia ha pagado muy caro la implosión de la URSS: un país arruinado, sometido a los oligarcas, rodeado de un cinturón de Estados más o menos artificiales pero en la órbita occidental, un ejército destruido frente a una OTAN reforzada y agresiva.? Putin ha venido a poner un término a este entreacto de debilidad y desorden y ha levantado a Rusia de su hundimiento y planta cara a las amenazas que rondan sus fronteras.

Los verdaderos europeos no pueden más que alegrarse de ver reaparecer la potencia rusa. Europa carece desesperadamente de potencia en un mundo cada vez más duro y competitivo, frente a los grandes bloques de Asia, América y África.

Contrariamente a lo que nos repiten nuestros medios de (des)información masivos, la democracia (el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo) y la libertad están menos amenazados en Rusia que en Europa occidental.

No deja de ser curioso que un Snowden, que ha desvelado al mundo la realidad del espionaje de las comunicaciones mundiales por los EEUU y sus aliados, no haya podido encontrar refugio más que en Rusia. ¡Pero no en Europa occidental, que presume sin embargo de acoger a los refugiados y perseguidos del mundo entero!

Y es que Occidente ya no vive en democracia sino en posdemocracia: un régimen de totalitarismo blando que vacía la nacionalidad y la ciudadanía de su sentido, un régimen en el que el Estado se opone a la nación e instala la ley del extranjero. Los verdaderos oligarcas no prosperan más que en Occidente: en Rusia están bajo control o van a la cárcel.

¡Gracias Rusia, por recordarnos que la salvación del pueblo (no la de los bancos y de los lobbys) debe ser siempre la ley suprema de los Estados!

Multas contra la propaganda homosexual

El Ayuntamiento de Sebastopol ha presentado a la Duma Estatal un proyecto de ley sobre multas de hasta 500.000 rublos para los ciudadanos y de hasta 10 millones de rublos para las personas jurídicas que participen en la propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales, el proyecto está disponible en la base de datos electrónica de la Duma.

Los políticos proponen suprimir el artículo 6.21 del Código de Infracciones Administrativas de la Federación Rusa (CAO), que anteriormente regulaba las multas por propaganda LGBT entre menores.

La propuesta de un nuevo artículo 6.37 “Propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales” amplía el castigo no sólo a la propaganda entre los niños, sino también entre los ciudadanos.

La propaganda LGBT conllevará una multa de entre 40.000 y 50.000 rublos para los ciudadanos; entre 100.000 y 500.000 rublos para los funcionarios; entre un millón y cinco millones de rublos, o la suspensión administrativa de actividades durante un máximo de 90 días para las personas jurídicas.

La propaganda infantil será castigada con la pena de 50 mil a 100 mil rublos para los ciudadanos, 500 mil para los funcionarios, cinco millones de rublos para las personas jurídicas.

Los mismos actos cometidos con el uso de los medios de comunicación e Internet serán castigados con una multa de hasta 500 mil rublos para los ciudadanos; hasta un millón de rublos para los funcionarios y hasta 10 millones de rublos para las personas jurídicas.

Para los extranjeros y apátridas, la multa máxima será de hasta 500 mil rublos con la posibilidad de expulsión administrativa de la Federación Rusa.