La Cábala es un sistema de teorías teosóficas que pretenden interpretar el Antiguo Testamento en forma mística y alegórica (no debe confundirse con la verdadera fe judía de la que es una herejía). Consiste en unos “conocimientos” secretos apoyados en supuestas revelaciones, adaptándose cada época a la moda gnóstica que se pretende imponer. Su aplicación puede ser de carácter religioso como en diversas sectas de origen protestante: adventistas, cuáqueros, testigos de Jehová, etc.
Desde el siglo XII, el sistema cabalístico se presenta como una doctrina transmitida sin interrupción por patriarcas y profetas, lo que no tiene base histórica.
El libro “Zohar” (esplendor), llamado “la Biblia de los cabalistas”, es atribuido al judío español Moisés de León (1240-1305), está escrito en arameo con ideas de un sincretismo supersticioso a partir de algunos conceptos de la filosofía griega y del paganismo prebíblico (egipcio, caldeo, fenicio o babilónico) es decir: del Gnosticismo. La palabra “sincretismo” proviene del griego y significa “coalición de dos adversarios contra un tercero”, es peyorativa para los cretenses considerados como traicioneros.
La formulación occidental de la Cábala surgió entre judíos residentes en España, en su mayoría conversos al Islam.
Los cabalistas creen en un Dios, el Ser Supremo, el Gran Arquitecto del Universo de los masones, incognoscible e inmutable que manifiesta su sustancia en diez potencias. El diagrama de Shephiroth o de los Atributos Divinos tiene múltiples variantes que se han utilizado hasta nuestros días en las enseñanzas esotéricas gnósticas de todo tipo de sectas y grupos masónicos, incluso luciferinos y satánicos. Es el caso de la secta OTO (Ordo Templo Orientis) que sirvió de modelo para el Esoterismo Nazi.
Los practicantes de la Cábala creen poder entrar en comunicación con los poderes invisibles y controlar a los demonios, la naturaleza, las enfermedades, etc. Esta ritualidad cabalítica no es más que una mera patraña de brujas, muy grata a la Masonería, supuestamente racional. Los cabalistas afirman que el verdadero Mesías nacerá al fin del tiempo y entonces el mundo regresará a su fuente, es decir, Panteísmo en estado puro. Proclaman que entonces se acabará el infierno y llegará la gran felicidad, es decir, Milenarismo en estado puro. Enseñan que la redención humana se logrará por la rígida observancia de la ley, es decir, Puritanismo en estado puro. Creen que la salvación sólo se puede alcanzar por medio de un conocimiento secreto que permite acceder a la divinidad, es decir, Esoterismo en estado puro.
La Cábala es uno de los métodos fundamentales de iniciación de la “espiritualidad” gnóstica de la Nueva Era, la religión masónica inmanente del Nuevo Orden Mundial.
