Milagrosamente, el Arcangel San Miguel, le colocó la Santa Hostia (eucaristia) a Conchita Martinez (de Garabandal) pudiendo ser filmada o fotografiada por un ateo, en el año 1962. Uno de los tantos milagros que ocurren en nuestra Iglesia, para llamar a los hijos extraviados o alejados de Dios.
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