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lunes, 16 de abril de 2012

La MASONERÍA en el CINE (345)

Oriente de Madrid - Gran Logia de España
Masonería Regular Española
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Actores, directores y películas
(Publicado por Logia Hermes Nº 13)
Imágenes seleccionadas por Clavijo
Se estrenó hace tiempo en España la película ¨La búsqueda¨, protagonizada por Nicholas Cage, producida por Jerry Bruckheimer y dirigida por Jon Turteltaub. En Estados Unidos se estrenó con el título ¨National Treasure¨, con gran éxito taquillero y alcanzando el primer puesto de ventas que llega ya a los 90 millones de dólares. No quise entonces escribir sobre la película por no ser crítico de cine y, sobre todo, porque parecía justo esperar a su estreno en España para no arruinarles la historia a los cuatro sufridos que todavía me leen.
¨La búsqueda¨ es una historia ficcional que entretiene al espectador y hace pasar un rato agradable a quienes gustan de acción y aventura. El argumento cuenta el intento de descubrir un tesoro antiguo de la historia americana. Nicolas Cage interpreta a Benjamin Franklin Gates, quien lleva dedicando su vida a hallar un tesoro que muy pocos conocen. Se trata del legendario Tesoro de Los Caballeros Templarios, del que su su abuelo le informa que estaba escondido en algún lugar de América. Durante seis generaciones, los miembros de la familia Gates habían buscado las pistas que dejaron los Padres Fundadores de Estados Unidos y recorrieron cada rincón del país en busca del tesoro, pero sin éxito.

La película narra cómo el protagonista, Ben Gates, ha conseguido descubrir la pista definitiva que le llevará hasta el tesoro: un mapa oculto en el reverso de la ¨Declaración de Independencia¨ norteamericana. La existencia del mapa llega a oídos de un gran enemigo de Gates, Ian Howe, figura antagonista de la película y encarnada por el actor Sean Bean. Desde este momento, el protagonista se ve obligado a robar ese documento, protegido por un sofisticado sistema de seguridad, con el fin de evitar que caiga en manos de su enemigo. Para ello, y en una frenética carrera de acción y aventura, el progatonista cuenta con el apoyo de un amigo experto en tecnología y de la conservadora de los Archivos Nacionales.

De sorpresa en sorpresa y como único medio de robar y proteger el documento más importante de los Estados Unidos, clave del extraordinario tesoro que esconde, el protagonista descifra toda una serie de acertijos, códigos secretos y mensajes ocultos que yacen en el pasado del país. El acertado reparto, la cuidada producción, con atractivo guión, y la excelente fotografía y diseño hacen de esta experiencia cinematográfica una recomendable propuesta.

Pero al margen de la entretenida historia ficticia y el inesperado y sugerente final, el espectador tiene aquí la oportunidad de meditar sobre el origen de los misterios y las pistas que forman la trama de la película. Porque detrás de la ficción, más allá de las aventuras y los trepidantes enigmas de ¨La búsqueda¨ se halla buena parte de la historia de la Masonería universal. Tiene ésta estrechos lazos con la historia de los medievales Caballeros Templarios, historia que es hoy un área seductora en la cultura popular, como evidencia el éxito de esta película y la novela de Dan Brown "El código Da Vinci¨. De ésta el lector puede encontrar más datos en el excelente libro ¨La revelación de los Templarios¨ (1998), a cargo de Lynn Picknett y Clive Prince.

Iniciada como una asociación separada de constructores y arquitectos medievales, los masones luego se convirtieron en una influyente fraternidad de los mejores y más brillantes hombres de Europa y América. De la raíz masónica de los Padres Fundadores de Estados Unidos no cabe ninguna duda. Ocho de los 55 firmantes de aquella "Declaración de Independencia" de 1776 fueron masones:
Benjamín Franklin
Benjamín Franklin, J. Hancock, W. Hooper, R. Stockton, M. Thornton, G. Walton y W. Whipple. También fueron masones 13 de los 39 individuos que suscribieron la "Constitución", entre ellos su primer presidente George Washington.
George Washington
Tras él vendrían otros quince ¨hermanos¨ más en la Casa Blanca, entre ellos y sólo en el siglo XX vale citar los nombres de William McKinley, Theodore Roosevelt, William Taft, Warren Harding, Franklin Delano Roosevelt, Harry Truman, Lyndon Johnson o Gerald Ford.

La misma capital, Washington, D.C., fue construida de acuerdo a conceptos de desarrollo de la Masonería, desde las formas místicas atrológicas al trazado de edificios y puntos clave sobre una arquitectura de escuadras y compases. Piénsese en la simetría existente desde el ¨Lincoln Memorial¨ al Capitolio, con el alargado ¨Washington Monument¨ en medio y como observatorio a la Casa Blanca, diseñada ésta por el arquitecto masón James Hoban.
Lincoln Memorial - Obelisco Masónico al fondo
Sobre la Masonería hay muchas cosas todavía que aprender y conocer, como ha demostrado en estas mismas páginas Sancho Michell de Diego en un sugerente y reivindicador artículo. Lo que resulta interesante es observar que en Estados Unidos, el país más libre y avanzado de la tierra, la Masonería es bien aceptada e incluso se considera popularmente como algo positivo, parte de una herencia histórica y cultural. Más allá allá de la ficción y el entretenimiento, esta película viene a confirmarlo como prueba el rodaje en puntos masónicos de la geografía estaduounidense, desde el Independence Hall de Filadelfia, el Lincoln Memorial de Washington o la Iglesia de la Trinidad de Nueva York.
La presencia de la Masonería en el cine no resulta algo nuevo. El interesado podrá comprobarlo viendo películas clásicas como ¨El hombre que pudo reinar¨ (1975), del director John Huston y protagonizada por Sean Connery y Michael Caine; o revisando el simbolismo de la célebre producción ¨Los Diez Mandamientos¨ (1956), del director Cecil B. DeMille, y protagonizada por Charlton Heston. Y aunque desde otra posición, lo mismo cabe decir de toda la saga de películas en torno a Jack el Destripador, desde el Sherlock Holmes cinematográfico de ¨Asesinato por decreto¨ (1979) dirigida por Bob Clark, a películas más recientes y cuestionables como ¨Desde el infierno¨ (2001), protagonizada por Johnny Depp.
No son pocos los actores que a lo largo de la historia del cine han sido miembros de logias masónicas: 
Clark Gable, Glenn Ford, John Wayne, Peter Sellers, Oliver Hardy, Harold Lloyd, Harpo Marx, Mario Moreno ¨Cantinflas¨, Telly Savalas, por citar sólo a unos cuantos. Hasta el mismo mítico personaje de El Zorro está lleno de reminiscencias masónicas.

Es por todo ello que dentro de la herencia judeo-cristiana de nuestra civilización y dentro del ideario liberal la Masonería tiene un espacio innegable. Esta película pone ante nuestros ojos una historia ficcional, pero sobre cuyos conceptos históricos vale la pena profundizar. En la España del siglo XX la historia de la Masonería fue una historia lamentablemente silenciada, ocultada y demonizada por el falso ¨contubernio judeo-masónico¨ del franquismo. Es lamentable que dicha historia siga siendo atacada todavía hoy: desde los voceros antimasónicos de la ortodoxia ultracatólica hasta la errónea utilización de la Masonería por los círculos radicales del catalanismo antiespañol para homenajear a nefastas figuras de una historia pasada, tan falseada como antiliberal.
Publicado por Alberto Acereda en Asturias Liberal
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Crímenes Masónicos 
Jack el Destripador
Ricardo de la Cierva 
 “La Masonería Invisible”
(Síntesis por Clavijo)
Las 5 víctimas de “Jack, the Ripper” asesinadas en las calles del barrio londinense de Whitechapel (East End) en 1888, ejercian la prostitución y se conocian. Las cinco sufrieron un corte profundo semejante en la garganta, de izquierda a derecha, y fueron mutiladas bárbaramente con arranque de las entrañas.

En 1970, se señaló al príncipe Albert, hijo del príncipe de Gales (después Eduardo VII) y nieto de la reina Victoria de Inglaterra, como autor de los crímenes. Luego se demostró la falsedad de la noticia, pero había relación.

La BBC investigó y un veterano policía de New Scotland Yard reveló dos datos desconocidos:

-1. La existencia de un hijo del famoso pintor Sickert (nº 2 detrás de Turner) que conocía detalles de un matrimonio secreto del principe Alberto con Annie Crook, dependienta de una tienda de confección y tabacos (frente al estudio del pintor) y compañera de Marie Kelly, que fue la 5ª víctima.
-2. La existencia de archivos secretos sobre el caso en Scotland Yard y Ministerio del Interior.

La BBC consiguió un acceso limitado a dichos documentos y entrevistó a Sickert que reveló:

La princesa Alejandra de Dinamarca (Alix), casada con el futuro Eduardo VII, confió su hijo Albert, que tenía inclinaciones homosexuales y un extraordinario interés por las artes, a su amigo el pintor para que le orientara.

El príncipe Albert conoció a la bella Annie, a veces modelo del pintor. en su estudio. Se enamoraron profundamente y, cuando estuvo embarazada, se casaron por el doble rito anglicano y católico, siendo testigos únicos el pintor y Marie Kelly.

Nació una niña Alice y poco después la policía hizo una redada en el barrio bohemio, llevándose separadamente al príncipe y a su esposa plebeya y católica. Su amiga Marie Kelly se escondió con la niña. El príncipe fue recluido en palacio y su esposa Annie fue declarada loca y encerrada en un asilo hasta su muerte en 1920. El príncipe había fallecido en 1892 en extrañas circunstancias.

La reina Victoria, cuando conoció la aventura matrimonial de su nieto mayor, fue presa de la histeria y exigió a Salisbury, primer ministro conservador, la solución por los medios que fueran. La oposición a la Monarquía era cada vez más amenazadora por parte de republicanos, socialistas y del Movimiento de Oxford en dirección a la Iglesia Católica, con gran eco en las capas populares. La protesta podría ser catastrófica si la gente llegara a enterarse de que el heredero (después de su padre) se había casado con una plebeya católica.

Salisbury ordenó personalmente a la policía que secuestrara al príncipe y a su esposa. Marie tuvo que decarse a la prostitución por falta de trabajo, haciendo amistad con las otras cuatro víctimas y sus rufianes, teniendo la ocurrencia de amenazar con el chantaje de revelar el asunto a la prensa sensacionalista.

Salisbury recurrió a la razón de Estado. Convocó a sir William Gull, médico personal de la Reina Victoria, que practicaba abortos (entonces crimen horrendo) en el castillo de los Windsor para resolver los deslices de la familia real. También firmó el certificado que declaró loca a la esposa del príncipe. 

Esta es la historia que el pintor contó a su hijo con arrepentimiento antes de morir. y que el hijo transmitió a Stephen Knight, el periodista de la BBC, que investigó a los protagonistas del drama y recogió decenas de testimonios hasta que articuló en 1976 unas conclusiones irrefutables.

Todo el mundo creía que Jack el Destripador era un asesino solitario, pero se trataba de un equipo de 5 hombres:
-1º. El doctor Gull, ejecutor quirúrgico del plan forjado por él mismo.
-2º. El 2º jefe de la Policía Metropolitana, sir Robert Anderson, que le acompañaba en un coche de caballos cerrado.
-3º. Sir Christofer Warren, jefe superior de Anderson, que encubría los crímenes a sabiendas.
-4º. John Netley, enano resentido, que había sido cochero del príncipe en sus incursiones por el barrio. Se encargó de llevar en el coche a las prostitutas degolladas y destripadas hasta el lugar previsto.
-5º. El propio pintor, descubierto por el periodista, amenazado por el ministro (que le visitó y sobornó en su estudio de Francia) si revelaba algo o no colaboraba.

La conexión masónica de los crímenes de Whitechapel está demostrada:
-El primer ministro Salisbury, el doctor personal de la reina Gull, el comisionado jefe superior de Scotland Yard Warren y su adjunto Anderson eran Masones.
-Pero hay otra prueba terrible: Las 5 víctimas fueron asesinadas según el ritual masónico por un cirujano. La pena fijada en el ritual del grado de Aprendiz es “que se me corte la garganta de lado a lado”. El destripamiento es la pena fijada en el ritual del grado de Maestro. Ambas penas estaban vigentes por entonces.

Los asesinatos fueron planeados por un grupo de masones extremistas y perpetrados según el ritual masónico. El libro de Stephen Knight: “Jack the Ripper, the final solution” (1977), junto al de Walton Hannh: “Darkness visible” (1952) han sido la causa de que la Iglesia anglicana pusiera término a su secular comunión con la Masonería. Y como consecuencia, la Gran Logia de Inglaterra acometiera una revisión de los rituales y de su imagen pública, irreparablemente deteriorada. Stephen Knight murió en extrañas circunstancias después de publicar el libro que descubre la clave masónica del misterio de Jack el Destripador.
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La película “Desde el Infierno”
 interpretada por Johnny Depp
se ajusta al libro de Stephen Knight
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El final de la historia real es una sorpresa: El pintor logró rescatar a Alice, la hija del príncipe y de Annie, le dió educación y la recogió en su estudio. Y cuando salió de la adolescencia se enamoró y la convirtió en su querida. Y Alice, la nieta del rey de Inglaterra Eduardo VII, fue la madre del hijo y confidente del pintor Sickert.
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Historia de la Masonería
(Tésis Clavijo)
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