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martes, 9 de octubre de 2012

Carta a los queridos independentistas catalanes (559)


El Archiduque Carlos 
aclamado en Barcelona

Esta victoria aliada supuso una inyección de moral para la causa del archiduque en España, la cual ganaba partidarios, y en 1705 la misma flota que había tomado Gibraltar trasladó al archiduque Carlos a los territorios de la Corona de Aragón para sitiar Barcelona. Fue recibido triunfalmente a su paso por Altea y Denia. En Cataluña la actitud de la población le era favorable por varios motivos: por un lado, el mal recuerdo que tenían los catalanes de los franceses desde la Rebelión de 1640, donde la firma de la Paz de los Pirineos (1659) entre los reyes de Francia y España certificaron la cesión de Perpiñán a la corona francesa, y el recuerdo de la magnanimidad del comportamiento posterior de Felipe IV. Por otro, la intuición de que la Casa de Austria siempre habían respetado sus fueros.Pacto de Génova firmado en junio de 1705), actitud diametralmente opuesta al centralismo borbónico, y, en tercer lugar, las consecuencias económicas negativas de la Paz de los Pirineos, que serían revertidas de cerrarse esta vía favorable a la competencia francesa.

El virrey de Felipe V en Cataluña, Fernández de Velasco, estaba enfrentado a laGeneralidad y el 3 de mayo de 1705 se desencadenó la rebelión. El 16 de noviembre de1705, los Tres Comunes de Cataluña y el Consejo de Aragón, organismos de los fueros de la Corona de Aragón, le reconocían como rey Carlos III de España. La entrada en Valenciade los generales Basset y Nebot al mando de fuerzas austriacistas ocurría un mes después. Mientras tanto desembarcaba en Lisboaun nuevo contingente anglo-holandés a las órdenes del conde de Peterborough. Se celebró entonces una reunión con asistencia del archiduque Carlos de Austria y del rey Pedro de Portugal, en la que se acordó apostar por la unión de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia, Aragón y condados catalanes) a la causa del archiduque. Un plenipotenciario de la reina Ana de Inglaterra, Mitford Crow, firmaba con dos enviados catalanes el Pacto de Génova, a favor del Archiduque. Por medio de este pacto, los ingleses se comprometían a garantizar el sistema foral catalán fuera cual fuese el final de la contienda (este pacto debería haber sido tenido en cuenta en las negociaciones, ocho años más tarde, del Tratado de Utrecht; sin embargo, la actitud inglesa fue mucho más ambivalente por lo que al final del conflicto los fueros catalanes serían suprimidos como ya lo habían sido los de Valencia y los de Aragón). Además, el negociador inglés se comprometía a desembarcar en Cataluña 8.000 soldados.

El 25 de agosto de 1705, transportadas por una escuadra anglo-holandesa de 160 barcos, tropas aliadas (unos 20.000 hombres) desembarcaron, tras ser imposible hacerlo en las ciudades de Cádiz, Murcia y Alicante, en un pequeño pueblo de la costa alicantina,Altea, donde, tras la destrucción por parte de la escuadra de un pequeño fuerte que defendía un pequeño embarcadero y el río Algar, Basset, lugarteniente del archiduque, desembarcó, y agrupando a los pobladores de las marinas, inició la revuelta. La aparición de la escuadra, junto con la revuelta de Basset, provocó la entrega de la ciudad de Denia (8 de agosto), y su paso por Valencia (22 de agosto) encendió también en ella la rebelión. Ya desembarcadas en las inmediaciones de Barcelona, un golpe de mano puso en sus manos la fortaleza del Montjuïc, y los borbónicos capitularon el 8 de octubre, abandonando la ciudad que prácticamente se había unido en su oposición a la política del virrey Velasco. Al día siguiente, el archiduque Carlos de Austria, con el título de Carlos III de España que se atribuiría durante casi diez años, estableció su capital en Barcelona. Un mes más tarde la nobleza, las corporaciones y los representantes de Cataluña le juraban como rey Carlos III de España. Valencia se declaró por Carlos III el 16 de diciembre. A finales de año, en Cataluña y Valencia sólo Alicante y Rosas permanecían fieles a Felipe V (Wikipedia).

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Blog "El Alcalde de Zalamea"
Blas Piñar Pinedo
(12.8.2012)
Queridos independetistas catalanes:

El nacionalismo es idolatrar el territorio y no tiene nada que ver con el patriotismo. El nacionalismo es un sentimiento explotado. El patriotismo es un deber y un amor. El nacionalismo se reduce al separatismo de los fracasados, a la acumulación de excusas, a una suma de culpas propias que siempre se achacan a otros. El separatismo es la miopía que sólo ve fronteras y diferencias. El separatismo es la religión sectaria de unos adeptos vacíos que ya no creen en nada bello. El nacionalismo separatista es un instrumento del poder, del poder contra el que queréis rebelaros y al que servís; es un juego de marionetas, es una trampa peligrosa de quienes dirigen el cotarro. En fin, Cataluña, sois tan españoles que padecéis el mismo problema que el conjunto de España: una casta política corrupta capaz de cualquier dislate con tal de mantener sus chollos.
No vale lamentarse. Sois tan cobardes en vuestro dejaros utilizar, independentistas de cerebros lavados durante años de educación sectaria, que no sois capaces de percibir que sois los muñecos de trapo sucio que cuelgan de los hilos de quienes simplemente quieren seguir riéndose de vuestros sentimientos explotados: mientras gritáis contra ése enemigo creado llamado España no protestáis contra los negocios oscuros, ni contra los pactos de logia, ni contra las comisiones del 3%.
Y os molesta, sí, no soportáis que amemos a Cataluña como un trozo de España: como lo que es, el antiguo condado del Reino de Aragón que tan alto llegó con Isabel de Castilla. Pero ellos saben bien que España no es nada sin Cataluña, y por eso sobre vosotros se ciernen todas las fuerzas del odio a la nación. Saben que si nos separamos no hay España. Y los restos que quedan son peores y eso no os lo cuentan: más miseria, mas división y más gritos desesperados pero sin ya un enemigo al que acusar.
Os utilizan. Y la culpa no es vuestra. Tampoco de los separatistas que os dirigen. Sino del Estado, esto es, de los que diseñaron el sistema del 78 y de los que paso a paso han ido cediendo los instrumentos básicos de la unidad: la educación y el Ejército. Todo ha sido diluido. Vemos el fruto de un plan calculado. Y el plan ha consistido en utilizar vuestra falta de libertad, vuestro simplismo acusador, vuestros fracasos, la perversión de vuestra cultura y vuestra ruina para mantener unos privilegios a los que sólo renunciarán cuando vosotros mismos queráis un imperio independiente que era solo un juguete soñado.
Y está muy feo eso de querer disfrutar de la nación española cuando todo va bien y olvidarse de ella, insultarla y despreciarla cuando peor lo pasa. Pero eso lo hacéis porque al ser nacionalistas no sois patriotas. No podéis entenderlo. Los patriotas son hijos leales que se quedan en guardia, sin dormir, al pie de la cama del padre enfermo tomando su mano y besándole cada momento. No, no sabéis nada de patriotismo. Vuestro nacionalismo es el triunfo de la manipulación y la mentira, la excusa del fracaso y la miopía del paleto.

Publicado por: Blas Piñar Pinedo

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Etiquetas: 
Artur Mas, Cataluña, CIU, Condado de Barcelona, Diada, Durán y Lleida, ERC, España,manifestación independentista, nacionalismo, nación, PP, PSC, Reino de Aragón, separatistas

Comentarios:

Aguila de San Juan
12 de septiembre de 2012
Uf, menos mal que hay un oasis de verdad y de análisis correcto entre los artículos sobre este tema. Tenía que proceder de la estirpe de los Piñar, como suele venir todo lo bueno, honrado y cabal en las últimas décadas. Qué pena que haya en España tan pocas mentes preclaras y espíritus prudentes y valientes.

Amemos a Cataluña cada día más. El español que no ame a Cataluña, no es español; el que no ame esa tierra de María, esa tierra rojigualda que acogió la victoria de la España eterna con júbilo ( http://www.youtube.com/watch?v=ZtjZctN4M54 ) y fervorosas misas ( http://www.youtube.com/watch?v=_wvWRfh-3-U ), esa tierra tan española que vitoreaba a Franco mayoritariamente y era ejemplo de españolidad, lo cual hoy no se quiere recordar ( http://www.youtube.com/watch?v=H5xwmZdCoTM )... Todo español debe amar nuestras costumbres catalanas, que son de todos, nuestro dialecto catalán, que es de todos y por tanto todos deberíamos estudiarlo hasta saber entenderlo y chapurrearlo mínimamente, siempre supeditado a la lengua de la patria. El problema separatista se alimenta del odio o el anticatalanismo, porque es la estrategia del separatismo y del terrorismo: hacer que te odien para así justificar el odio propio. No. ¡Viva Cataluña! ¡Visca Catalunya lliure de separatismes en la seva pàtria espanyola!

Cataluña, esa perla española, está ocupada por un puñado de malos catalanes (no todos, gracias a Dios, pero son los que más suenan), de malos españoles, pero que en definitiva son hermanos nuestros engañados por los poderes de siempre, los poderes antiespañoles y anticristianos. Nuestra bendita Cataluña está secuestrada, con décadas de adoctrinamiento monocolor en los medios de comunicación. Los catalanes, los buenos catalanes, no pueden manifestarse porque tienen miedo al rechazo y a la avalancha del odio de estos españoles enfangados en la mentira fratricida. Pobre Cataluña, que tantos hijos tuyos te odian, porque odiar Cataluña es pervertirla, mentir sobre su historia, degenerar a los españoles que viven en ella, contaminarla con la presencia abrumadora de religiones falsas y culturas extranjeras. No se dan cuenta esos "catalanes" que están matando a su madre, que es Cataluña, que es España.

Amemos a Cataluña cada vez más, porque el odio no puede vencerse con más odio. El odio sólo puede vencerse con el Amor. Y luchemos, pero siempre perdonando de corazón a estos hermanos nuestros, españoles catalanes, que han sido abducidos por estas consignas fratricidas, con culpa de los que les han sometido, pero sin restar tampoco su propia culpa, porque tenemos todos alma con entendimiento, potencia y voluntad, y uno es responsable de tus actos ante Dios y ante la Historia.

¡Virgen de Montserrat! Aplaca la mano castigadora de tu hijo por los muchos pecados que hemos cometido y ruega por España y por todos los españoles catalanes. Luchemos con el Santo Rosario en la mano, porque para Dios no hay nada imposible. ¡Viva Cataluña! ¡Arriba España! ¡Viva Cristo Rey!

Geppetto
12 de septiembre de 2012
Todo eso esta muy bien
Muy didactico y tal, pero... ¿y ahora que hacemos?
Porque esta claro que tanto Cataluña como Vascongadas van al secesionismo.
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es

Águila de San Juan
12 de septiembre de 2012
La guerra puede estar ya perdida antes de comenzar, porque en realidad no es que vaya a comenzar ahora sino que comenzó en los años 60, cuando D. Blas Piñar se vio obligado a fundar Fuerza Nueva y a entregar de por vida tantos esfuerzos a España y recibir tantas ingratitudes, renunciando a la vida cómoda y tranquila que podría haber llevado. Desde entonces, el enemigo ha ido ganando posiciones mientras los españoles íbamos cediendo terreno. Hasta que ahora, reducidos al espacio de una baldosa como quien va a bailar un chotis, pretendemos ganar de un golpe todo lo que hemos vendido en medio siglo.

Ni siquiera Usain Bolt puede alcanzar a una tortuga que le lleve 50 años de ventaja, y más que los españoles no somos equiparables a Usain Bolt en lo suyo, sino que la manipulación y adoctrinamiento a la que nos han sometido día a día durante décadas, nos ha convertido en un puñado de traidores y de cobardes (los más).

De todas formas, es posible el milagro, porque los españoles somos una raza de "ponernos las pilas" en el último momento y ganar. Se ve en tantos partidos de la selección española de fútbol; se ve en nuestra fiesta nacional, cuando un toro bravo pero pacífico que pasta en la dehesa se convierte en un héroe en la plaza cuando le hieren, y se vio también en la gloriosa y heróica reacción con nuestra Cruzada de Liberación. Escribía el Caudillo en el guión de la película Raza: "_¿Hay ahora almogávares? _Cuando llega la ocasión no faltan. Sólo se ha perdido tan bonito nombre."

En todo caso, sin la ayuda de Dios, nada conseguiremos, así que el rezar el Rosario por España a la Virgen Inmaculada, ha de ser nuestra primera y mejor arma. Sin eso, nada va a funcionar. Nuestra Cruzada triunfó porque en España se rezaba como en ningún país del mundo, porque se adoraba al Santísimo Sacramento como en ningún país del mundo, porque se conectaba con el espíritu histórico de evangelización como nunca en nuestra historia...

Y por eso, Santiago Apóstol combatió en nuestras filas contra la Rusia bolchevique, la masonería y nuestros pobres hermanos engañados. Y ganamos, vencedores y vencidos ganamos, la única victoria militar demoledora y humillante que el Comunismo internacional ha sufrido, y la única vez que el demonio ha tenido que salir con el rabo entre las piernas a manos de hombres en vez de ángeles. ¡Qué honor universal para España!

Pero sin este factor de solicitar fervorosamente la ayuda de Dios, cabe la posibilidad de que llegue el Finis Hispaniae, y que sea un justo castigo que habremos de aceptar, como castigos fueron Cuba, Filipinas, Marruecos y el resto de nuestro sagrado imperio. Ante todo la valentía y la dignidad, sí, pero sin perder vidas inútilmente, que la vida no es nuestra sino de Dios. Paradójicamente... podría ser bueno el Finis Hispaniae para empezar desde cero, como fue buena la invasión musulmana para encontrarnos realmente a nosotros mismos y que surgiera el espíritu de los Reyes Católicos. Dios no permite males sino para sacar bienes.

Dios proveerá. Y siempre, con firmeza, nobleza, gallardía... pero sin una sola gota de odio hacia los enemigos de España. Porque la rojigualda con el Águila de San Juan es la bandera del amor y del perdón, notas cristianas que no se pueden atribuir los del otro bando. Si nos saltamos el perdón, el amor y la oración, nos hacemos como ellos, y entonces sí que da igual un bando que otro. Para eso, mejor ellos, que están más organizados y no son tan bobos.

¡María Inmaculada, Santiago Apóstol, ruega por nosotros!