Ira de DIOS sobre Sodoma |
NOTICIAS GLOBALES-Juan C. Sanahuja (28/9/2013): LOS OBISPOS de USA no se RINDEN ante EL HOMOSEXUALISMO.
Los católicos pro-gay no deben comulgar. La homosexualidad, la anticoncepción y el aborto son armas de Satanás. No se debe cooperar al mal.
El arzobispo de Detroit, Mons. Allen Vigneron, ha vuelto a insistir en que los católicos que apoyan el “matrimonio entre personas del mismo sexo”, no deberían recibir la Sagrada Comunión. El arzobispo renovó su exhortación en una vigilia por la vida, el sábado 21 de septiembre.
“Quiero que los fieles sepan, dijo Mons. Vigneron, que no hay nada más dañino que no decirles la verdad, y la verdad es que la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio, es el camino que Dios nos señala para ser felices en la vida eterna”
Mons. Vigneron, está predicando que los “católicos pro-gay” se abstengan de comulgar desde que, en abril de este año, la Corte Suprema, declaró inconstitucional una parte sustancial de la ley de defensa del matrimonio(Defense of Marriage Act-DOMA), para reconocer constitucionalmente al pseudo matrimonio gay. De esta manera, la Corte Suprema cumplió una de las promesas de Obama al lobby gay.
A pesar de las críticas del lobby gay y de los “católicos de Obama”, el arzobispo de Detroit, insiste en que “para un católico recibir la Sagrada Comunión y negar la revelación que Cristo ha confiado a la Iglesia, es contradictorio”. Sería como decir, afirma Mons. Vigneron, “creo que la Iglesia ofrece la verdad salvadora de Jesús, aunque rechazo lo que ella enseña”. Este tipo de comportamiento representa un vergonzoso doble juego que no es diferente al perjurio, afirma, con enérgica valentía, el arzobispo.
Las armas de Satanás
Por su parte, el arzobispo de St. Paul y Minneapolis, Mons. John C. Niendstedt, disertó en agosto pasado en elNapa Institute de California. Su intervención fue publicada en internet el 2 de septiembre.
Mons. Niendstedt, advirtió sobre la disolución de la sociedad que suponen las leyes y las conductas contrarias al orden natural. Se refirió a la pornografía, los actos homosexuales, la anticoncepción y el aborto como “fuerzas del mal”, utilizadas por Satanás para destruir las relaciones familiares y desestabilizar la civilización.
"Hoy en día, muchas fuerzas del mal han fijado su objetivo en la disolución del matrimonio y el envilecimiento de la vida familiar”, dijo el arzobispo de St. Paul y Minneapolis. (…) “La sodomía, el aborto, la anticoncepción, la pornografía, la redefinición del matrimonio, y la negación de la verdad objetiva, son sólo algunos de los peligros que amenazan la estabilidad de nuestra civilización. (…) La fuente de estas maquinaciones, no es otro que el padre de la mentira. Satanás conoce muy bien que la familia contribuye a la estructura de una buena sociedad, así como al futuro de la obra de Dios en la Tierra (…) La política no puede resolver los problemas culturales que la familia enfrenta hoy en día. El cambio cultural positivo, sólo puede venir de las familias que vivan vidas auténticamente católicas (…) No podemos quedarnos quietos y permitir que las falsas ideologías derrumben los cimientos morales de nuestra civilización y de la institución fundamental de la familia", dijo, entre otras cosas, Mons. Nienstedt
El lobby gay y el lobby abortista reaccionaron con violencia verbal al conocerse la conferencia del arzobispo en Napla. Un activista gay, desde su web, lo calificó como el “arzobispo más homofóbico de los Estados Unidos”, lo que -gracias a Dios- a Mons. John C. Niendstedt le tiene sin cuidado.
Los capellanes castrenses no deben transigir
La presión de las autoridades sobre los capellanes militares aumentó considerablemente, después de la sentencia de la Corte Suprema contraria a la ley de defensa del matrimonio, y de la resolución de Departamento de Trabajo del gobierno de Obama, del 18 de septiembre pasado, que extiende los beneficios de los empleados federales casados, a los “matrimonios entre personas del mismos sexo”, aún en los estados que no reconocen el matrimonio gay.
Por eso, el arzobispo Timothy P. Broglio, de la arquidiócesis castrense de Estados Unidos, recordó una serie de instrucciones para los sacerdotes que sirven en las Fuerzas Armadas.
"En la situación actual se hace necesario reiterar con claridad la doctrina de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad, en renovada fidelidad a favor de la evangelización", dijo Mons. Broglio, en un comunicado el 17 de septiembre.
"La puerta de la misericordia de Cristo, que se obtiene por medio de su cruz, debe mantenerse abierta. La Iglesia debe atender a todos -dice el comunicado- independientemente de su inclinación sexual, pero la invitación a la conversión no se puede excluir”.
Continúa el arzobispo castrense indicando que "ningún sacerdote o diácono Católico pueden verse obligados por ninguna autoridad para presenciar o bendecir la unión de parejas del mismo sexo (…) Un flaco favor se hace a los fieles, si la verdad del Evangelio es oscurecida por las acciones de los ordenados para difundirla", dijo Mons. Broglio, advirtiendo “sobre el peligro de escándalo”.
Además, el arzobispo recuerda que ningún miembro del clero puede ser obligado a conducir retiros matrimoniales abiertos a parejas del mismo sexo, o a ofrecerles terapias de parejas o conserjería matrimonial, porque “eso contradice la enseñanza de la Iglesia sobre las parejas del mismo sexo”.
A su vez, Mons. Broglio, añadió que los sacerdotes pueden participar en los entierros y ceremonias militares, tales como la finalización de la carrera militar, cambios de mando y las ceremonias de promoción, siempre y cuando su asistencia o participación “no de la impresión de que la Iglesia aprueba las relaciones ‘maritales’ del mismo sexo”.
Además, el arzobispo reafirmó que los laicos católicos (heterosexuales u homosexuales) que viven abiertamente como si estuvieran casados, están "excluidos de los ministerios en la comunidad católica, como hacer las lecturas en la Misa u otras ceremonias, ayudar en el altar, y/o ser ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión”.
Recuerda también el arzobispo castrense, que el personal militar debe cumplir sus obligaciones con sus superiores y sus subordinados, sin cooperar al mal, y especialmente los comandantes y quienes ocupan puestos de mando, deben dar a conocer su objeción de conciencia ante determinadas situaciones, como por ejemplo, la aplicación de ciertos beneficios a parejas del mismo sexo.
Por último, anima al personal militar a plantear al Arzobispado Castrense casos de conciencia concretos, y a consultar con preguntas y preocupaciones. “Sólo así se podrá intentar, a través de canales legales, conseguir cambios en las políticas, para que éstas reconozcan lo que históricamente se entiende como el matrimonio y la familia basados en la ley natural”.
Vid.
Fuentes: Propias; Life Site.