P. Manuel Carreira: "La teoría del científico Hawking,
que sostiene que el universo surgió de la nada,
carece de “rigor y de validez científica”
Santiago Clavijo
23 julio 2021
Manuel Carreira (filósofo, teólogo y astrofísico)
analiza críticamente la última obra de Hawking
'El gran diseño'
Manuel Carreira es licenciado en Filosofía y Teología, doctor en Ciencias Físicas y profesor de Filosofía de la Naturaleza en la Universidad de Comillas. Así mismo, es miembro del Observatorio Vaticano y ha enseñado en prestigiosas universidades de España y Estados Unidos.
El astrofísico español y religioso jesuita Manuel Carreira asegura que la teoría del científico británico Stephen Hawking que sostiene que el universo surgió de la nada carece de “rigor y de validez científica”. Lo hizo en el transcurso de una conferencia que pronunció en la Universidad Católica de Valencia.
Carreira, que tituló su charla “Diálogo con Stephen Hawking sobre la creación”, considera que el planteamiento del físico británico es “anticientífico”, puesto que contraviene las leyes de la física y “no aporta ninguna prueba” para demostrar su tesis. Todo ello, a juicio del jesuita, convierte su teoría en “un juego de palabras inaceptable”, que “no contribuye al conocimiento de ninguna manera”.
Pese a los “errores” de esta teoría sobre el origen del universo, el astrofísico español reconoce el “prestigio” de Hawking como científico y siente “admiración” por su “tesón” y porque “se sobrepone a unas dificultades extraordinarias en cuanto a la salud”.
El jesuita estima que el nuevo libro del célebre investigador es “una descripción de alto nivel divulgativo de lo que ha hecho la ciencia en el siglo XX y lo que queda por hacer”, pero “no aporta nada nuevo”. En su opinión, la obra únicamente es “original” al “negar la libertad humana” en el primer capítulo y cuando, en el último, “dice que de la nada, por la fuerza de la gravedad, puede salir un universo”, valora es afirmación como “absurda”.
En cuanto a la idea de que la nada tiene fuerza gravitatoria que posibilitó el origen del universo, Carreira resalta que “la nada no tiene ninguna fuerza ni propiedad”, sino que es “puramente ausencia de toda realidad”. Lo que, sin embargo, sí es una evidencia científica –afirma– es que “la gravedad es el resultado de la masa”; de modo que “como la nada no tiene masa, tampoco puede tener gravedad”.
El astrofísico español también se refirió a la “compatibilidad” de la ciencia y la filosofía con la teología para conocer la verdad. “Todas son maneras parciales de conocer una realidad que es muy rica y que no puede conocerse con una única metodología”, por lo que “pueden complementarse para favorecer el desarrollo del conocimiento humano”.
El jesuita señala que la ciencia “sólo habla de cómo actúa la materia”, pero “no puede dar una razón” de por qué existe esa materia. La cuestión del sentido del universo o de la vida “no entra dentro del ámbito científico y uno tiene que buscar una respuesta en otro orden de raciocinio”. Insiste en que la ciencia es “un modo de conocer lo que es observable y experimentable, pero no se le puede pedir que hable de lo que no puede comprobar”, como “el deseo de conocer, la libertad, la finalidad, la ética, el arte, de relaciones familiares o de relaciones sociales”. Por todo ello, “reducir la realidad humana a las cuatro fuerzas de la materia es una afirmación totalmente anticientífica y opuesta a nuestra experiencia”.
Fuente del audio: podcast Corazón Católico
Publicado (15/1//2014) en Magnificat TV
Canal: Franciscanos de María
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¿La Ciencia y la Fe se contraponen?
¿la Fe está compuesta de simples creencias o tiene alguna base racional? ¿Es posible lograr una adecuada complementaridad entre fe y razón? El video que presentamos en esta ocasión, se trata de un interesante fragmento del debate entre dos personas: un ateo (Antonio García-Trevijano) y un creyente (el P. Manuel Carreira), que nos traen un pequeño “round” científico y lógico sobre un tema que, para quien no cree, trae mucha controversia.
Tuve la suerte de conocer hace algunos años al P. Manuel Carreira, sacerdote jesuita que se dedica a la teología, la filosofía y la astrofísica. Este hombre, muy sencillo en su actuar, de hablar pausado pero a la vez apasionado, con muchos años encima, pero con una lucidez mayor; testimonia desde su sabiduría científica, un amor muy grande a la Iglesia, a la fe, a la naturaleza y por encima de todo a Dios.
En este fragmento del debate (aquí el link del debate completo), encontramos muchos elementos que nos pueden ayudar a tener una visión más clara de cómo la Fe es racional, y cómo la misma tiene fundamentos claros en el mundo que nos rodea. Mientras que por otro lado, podemos encontrar también que los argumentos del ateísmo,pierden consistencia frente a lo real y concreto que nos demuestra la ciencia.
Elementos apostólicos:
Algunos elementos del video que pueden mostrar la compatibilidad entre Fe, razón y Ciencia:
“Ningún proceso físico-químico puede explicar una poesía, ni mi deseo de conocer, de encontrar verdad, belleza y bien” señala el P. Carreira. Y eso es verdad. El mismo pensador ateo del debate lo reconoce. Tales actividades del ser humano, vienen de “algo” que está en el ser humano que va más allá de las capacidades naturales de la materia.
“Como ningún proceso físico-químico explica eso, no puede atribuirse a la materia, que sólo actúa por las cuatro fuerzas que se estudian en la física y lo que no puede explicarse por esas cuatro fuerzas, no puede explicarse por la actividad de la materia” continúa el padre en su explicación. Y aquí sencillamente aplica conocimientos básicos de un científico, señalando que la materia sólo puede transformar la materia existente con alguna de las cuatro fuerzas mencionadas, no puede crear algo “nuevo” de “la nada”; y no es posible porque su naturaleza no se lo permite.
Y el padre, cierra con la conclusión de este punto: “Hay una actividad en el ser humano, que no puede atribuirse a la materia, que necesita una fuente distinta de la materia, y que por lo tanto, no debe ser caduca y perecedera como es todo lo que hace la materia según sus leyes”. Siguiendo un razonamiento lógico y según las leyes de la ciencia que se conocen, el padre Carreira cierra magistralmente su argumento, concluyendo que si ese “algo” del ser humano, posee actividad que demuestra ser ajena a la materia, tiene que tener diferentes características a la materia (no caducar, y no perecer). Llamemos a ese “algo”, espíritu. Y agregaría que ese “espíritu” tiene que venir de “Algo” o “Alguien” que esté más allá de la materia y sus fuerzas. Llamemos a ese “Alguien”, Dios.
García Trevijano, respondiendo a los planteamientos del Padre CARREIRA, señala que existe una “evolución de la materia” (argumento muy común entre los ateos más experimentados). No va al punto que plantea el padre, y en particular, no da ningún argumento basado en ciencia que permita entrever que la materia produce “materia evolucionada”. Simplemente demuestra poco conocimiento científico, y una gran cerrazón en sus argumentos.
También llega a sostener que “de la materia emerge una facultad espiritual”; con lo cual, sí, llega a reconocer que hay espíritu, pero plantea que la materia hace o genera algo que no es materia. Nuevamente, da un paso en falso, y con el dato científico de que la materia sólo puede cambiar según sus cuatro fuerzas, mas no “crear” algo nuevo ajeno a sí, queda mal parado el pensador. Y si fuera así… ¿No debería haber una muestra en la realiad de ello? ¿Por qué no seguimos encontrando animales en los cuales la materia sigue “evolucionando”?
Al ver que no tiene argumentos científicos para sostener su creencia, el señor García pasa a la “ofensiva”, jugando el papel de víctima: “¿Por qué no entiende mi falta de fe?” “¿Por qué tiene que hablar con un tono dogmático y de superioridad con una persona que no cree en eso?”, y señalando que el padre se basa en la fe para plantear sus argumentos. Falso. El padre en ningún momento habla de fe. Si bien es cierto, él cree, y tiene fe; sus argumentos tienen una lógica científica más que evidente. Culminando esa parte con un “No quiero entrar en discusiones” terminante, cual manotazo de ahogado.
Es triste ver que una persona se ha cerrado a la verdad. Incluso a la verdad de lo más cotidiano, incluso a la verdad de lo científico (cuando muchos ateos son los que reclaman la irracionalidad y contraposición de la fe con respecto a la ciencia). Y es que cuando el ateísmo se convierte en ideología (un sistema de ideas cerrado que busca explicar la totalidad de la realidad desde sí mismo), corre el riesgo de impedir la apertura de cualquier sombra de duda a su planteamiento, peor aún a cualquier “luz”.
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Manuel Carreira S.J.