zutano
Catholic.net
(30/enero/2014)
La CÁBALA es hogaño uno de los métodos fundamentales
de iniciación en la llamada corriente "espiritual" gnóstica
de la NUEVA ERA (New Age), la religión MASÓNICA
e inmanentista del NUEVO ORDEN MUNDIAL
Los dogmas iniciales de esta seudoreligión, según el almanaque de la Nueva Era, son los siguientes:
"el rechazo de la teología cristiana ...
Se excluye la fe en un redentor personal, que es lo que es Cristo para los cristianos ...
Se reestablece el énfasis en el conocimiento propio, la exploración interna y la participación en ese prolongado proceso transformador ...
Se subordinan las creencias a la experiencia, situando las creencias en un nivel de menor importancia. Las creencias duran mientras sean útiles y provechosas ...
Lo que uno cree está desligado de la verdad absoluta ...
La transformación personal será un modo de vida. Por lo tanto, cada persona escogerá su sadhana, o sea una senda de crecimiento y evolución espiritual. Pero como casi ninguna sadhana puede completarse en el plazo de una vida, muchos creen que la reencarnación y el karma proporcionan una estructura a largo plazo, dentro de la cual cada uno puede analizar su propia evolución espiritual ...
Las normas del karma son el fundamento de los actos ...
Todo es dios, por lo tanto, todo es bueno. El mal está vinculado a la ignorancia (falta de luces) ...
Los seres dotados de grandes luces viven más allá de lo que este mundo llama malo ...
Frecuentemente afirman su propia divinidad o la divinidad del ser humano".
Y esto último, por ejemplo, es lo que puso en práctica la actriz, acólita y divulgadora de esta creencia Shirley Macline (1934) cuando, como reconoce en su obra (1990) Ralph Epperson: The New Worl Order, declara: "no existe tal cosa como el mal. El mal es el temor y la incertidumbre. El mal es lo que cada uno cree que es"
Y en el no va más de la necedad, la actriz ha llegado a subirse a un monte para proclamar a voz en grito que ella es dios. Su burda actuación no es más que el fruto de las enseñanzas masónicas tradicionales.
Y en este sentido de divinización masónica habrá que interpretar lo declarado sobre el Presidente ZP (27 julio 2006) por su acólito el Ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla, tras las críticas recibidas por el uso de un avión oficial para que su mujer fuera de compras a Londres. Sevilla declaró que: "ZP tiene un tratamiento distinto al del resto de los mortales".
Así el teosofista y 33º Jira Dewey Buck (1838-1916) en su obra Masonería Mística, indica en su enseñanza para el 32º: "la humanidad, en total, entonces, es el único Dios personal".
El cantante John Denver (1943-1977) otro acólito de la Nueva Era y fanático militante ecologista, no fue a la zaga de la Maclaine al afirmar que su perfección llegaría hasta el punto de dejar de ser humano para transformarse en dios. Tras el desgraciado accidente de avión que acabó con su vida, suponemos que el cursi cantante se dio cuenta de lo falso y pretencioso de sus pretensiones terrenales.
Rodeney R. Rommey, visionario promotor del movimiento y pastor de la Primera Iglesia Bautista de Seatle, dice en su libro Jornada al Espacio Interno: "toda alma trae consigo las cicatrices de siglos de maldad y pensamientos equivocados. Existe una ley kármica de endeudamiento, que muchos están desarrollando, habiendo voluntariamente aceptado, un camino del sufrimiento que forjará una evolución más elevada del alma ... cada uno debe experimentar su propia deidad, pues Cristo desea establecer una RELIGIÓN MUNDIAL que sintetizará cada credo"
Nos explicará el fanático "pastorcillo" puritano de la Nueva Era en donde Cristo afirmó semejante aberración. Seguramente nos dirá que él lo sabe gracias a su "iluminación".
Entre los miembros del movimiento los hay de tres tipos:
- ateos, que en un ejercicio sofista de lo más burdo, pontifican que la ética y la moral son autónomas, dependen de las circunstancias y no necesitan de aprobación ni teológica, ni ideológica, porque la razón y la inteligencia son los instrumentos de los que dispone la humanidad para su progreso.
Este es un burdo planteamiento sofista porque la razón bajo esos supuestos contingentes resulta degradada y del todo indefinible.
- panteístas que creen en una fuerza o energía universal a la que se accede mediante un estado místico de conciencia. En su delirio, afirman que cada ser es Dios, como decía serlo el accidentado cantante Denver.
La patraña se cae por sí sola, pues -si yo soy Dios- lo seré tanto en estado místico como vegetativo.
- politeístas, son los más, la última moda. Proliferan muy especialmente entre los abortistas y ecologistas, si bien estos últimos son también en gran número panteístas.
A los poli-teístas todos los dioses les valen, menos Dios, con tal de poder acomodar a cada una de esas supuestas divinidades cualquiera de sus postulados antihumanos.
Ocultan la patraña bajo el velo de una simbología ancestral supuestamente cosmológica, naturista u ocultista.
Para cosmólogos, naturistas y ocultistas, el mundo natural estaría infundido de un alma. Tanto los seres vivos como los elementos del cosmos tendrían un significado sagrado y compartirían poderes vitales.
Evidentemente hay excepciones, pues para los abortistas los niños en el vientre de la madre, que son un estorbo antifeminista, o para los ecologistas los negros africanos muertos de hambre, que son unos quejicas insolidarios con los futuros habitantes de la tierra, deben de carecer de significado sagrado.
Los politeístas paganos de la Nueva Era se sienten muy modernos creyendo en dioses y poderes espirituales que gobiernan el mundo y que se comunican con ciertas personas mediante fenómenos naturales. Da igual que el medio sean ríos, montañas, torrentes, minerales, prácticas sexuales, ceremonias satánicas o un tutum revolutum según grados de "iniciación".
Estos iniciados elegidos dicen que se pueden comunicar con vivos no presentes y con todos los muertos. Gracias a estas comunicaciones serían capaces de poseer espíritus mediante lo que llaman la "canalización".
Sus poderes les permitirían hacer predicciones, curaciones (holistic medicine) y controlar los puntos energéticos (power spots) pero -por desgracia y casualmente- no benefician a nadie excepto a su bolsillo.
El conglomerado de dioses a los que dicen adorar, aunque lo único que adoran es a su propio capricho, son aquellos a los que llaman "maestros espirituales". Son los Great White Brotherhood es decir la Gran Hermandad Blanca. Esta hermandad estaría formada por Jesús y otros "maestros religiosos" importantes como Buda o Krishna.
Según la estúpida inventiva, los miembros de esta Gran Hermandad aparecen regularmente a través de la Historia para ilustrar la vida consciente, enseñar a las personas el propósito de la toma de conciencia y para entrenarlas en las técnicas que facilitan la conciencia de la propia divinidad.
En definitiva mucha "conciencia" pero ninguna beneficencia.
Por cierto, la creencia gnóstica en esa Gran Hermandad Blanca, representada por el Sincretismo del Rey del Mundo, resulta imprescindible para incentivar después las figuras que representan a los diversos Reyes del Mundo beligerantes: la contra-iniciación.
Primero todo es "igual". Después lo mío -como me molestas- es "más igual" y mi "más igual" como es más fuerte, será el "único igual".
Para los instigadores de toda esta patraña,que no se la creen ni ellos, y para sus necios alucinados, que por desgracia cada día son más con mayor o menor celo en su creencia, ha de surgir el salvador de la Nueva Era: el "único igual". Ese salvador sería una mezcla de todos los "maestros espirituales" de todas las grandes religiones: el Cristo de los cristianos, el Mesías judío, el quinto Buda de los budistas, el Krishna de los hindúes, el Imán Mahdi de los musulmanes, el Anticristo de los gnósticos.
Lo que de verdad se esconde tras esta patraña es el Soberano Universal del que hablan los Protocolos: "mediante la miseria, el odio y la envidia que el hambre fomenta, manejaremos a las masas, sirviéndonos de sus manos para aplastar cuanto se opone a nuestros designios ...
Cuando venga el tiempo en que nuestro Soberano Universal sea coronado, esas mismas manos barrerán todo lo que pueda constituir un obstáculo" (Protocolo III).
El nombre de ese Rey del Mundo, de ese Soberano Universal, será Maitreya y los fundadores de la Nueva Era, tanto los panteístas como los politeístas, esperan pronto su aparición.
Los ateos o satánicos, es decir, la JERARQUÍA ILUMINISTA, que fue quien propició la creación de tal patraña, se limita a enriquecerse y a campar por sus respetos a la espera de ese buda Maitreya alucinatorio, una deidad quimérica útil par los jerarcas que, entretanto, van instalando su gobierno mundial.
Para el advenimiento de su tiranía total, les será muy útil una serie de medidas ya puestas en marcha. Algunas de ellas son:
- imposición de tarjetas de crédito universal que permita sustituir definitivamente el papel moneda (en España ya está controlado cualquier pago que exceda 3.000 euros, en países más "adelantados" como USA ya prácticamente no se acepta más que el dinero electrónico excepto para pequeños pagos, etc.).
- implantación del impuesto global,
- centralización mundial en la distribución de alimentos., etc.
Con estas y otras medidas perfectamente ideadas pretenden impedir que nadie quede al margen de su control y poder.
Hoy les resulta imprescindible el Gnosticismo sincrético de la Nueva Era como fundamento teológico para que triunfe el proceso cristófobo: LA DESTRUCCIÓN TOTAL DEL CRISTIANISMO.
Este fundamento se hermana conceptualmente con las antítesis relativas, los diversos Gnosticismos Milenaristas fanáticos, en su combate a muerte contra el Cristianismo: la RELIGIÓN DE LA RAZÓN, LA LIBERTAD Y -en definitiva- DEL HUMANISMO.
Valores que desaparecerán todos ellos con el advenimiento de la Era de Maitreya, una vez se despedacen entre sí los diversos Reyes del Mundo. Se pretende implantar así, el PODER ABSOLUTO en el mundo de la JERARQUÍA ILUMINISTA, en un mundo de Gnosticismo triunfante.
Y cada vez es más evidente que esta será el ANTICRISTO que se declarará Mesías, un Mesías que todas esas sectas y religiones milenaristas están buscando. Un Anticristo que instaurará la adoración a sí mismo y que pretenderá atraer a todas las personas del mundo hacia su culto: primero por la propia voluntad de los alucinados "elegidos" y luego al resto, por la fuerza.
Respecto a la Nueva Era y su vinculación con el Gnosticismo, el Papa Juan Pablo II escribió (1994) en su obra: Cruzando el Umbral de la Esperanza: "cuestión aparte es el renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age.
No debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la Religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la Gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras solamente humanas.
La Gnosis no ha desparecido nunca del ámbito del Cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a veces bajo la forma de corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es esencialmente cristiano".
