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Blog "Contando Estrellas"
(4·5·2012)
ETA PRETENDE OBTENER PRIVILEGIOS
A CAMBIO DEL ABANDONO DE LAS ARMAS
El País ha puesto a toda plana el nuevo chantaje etarra difundido hoy, con este titular: “ETA ofrece el desarme a cambio de contactos y una solución para los presos”. La información, además, la firma Luis R. Aizpeolea, colega de Jesús Eguiguren en el blanqueamiento del proceso de claudicación ante la banda terrorista. Se trata de un episodio más de una historia ya conocida: ETA intenta obtener privilegios a cambio del abandono de las armas igual que antes intentó obtener réditos políticos con los asesinatos.
Estamos, como siempre ocurre con ETA, ante un nuevo intento de chantaje. Y es que sólo puede ser calificado como chantaje que una banda de criminales imponga condiciones y pretenda conseguir privilegios a cambio de la entrega de su arsenal. Durante más de medio siglo ETA ha asesinado a cientos de españoles, hiriendo y mutilando a miles y forzando a exiliarse de su propia tierra a decenas de miles de vascos y navarros. AhoraETA pretende que ese historial de terror le salga gratis, consiguiendo la amnistía para sus pistoleros. Puede que alguien no se haya enterado todavía o no se haya querido enterar, pero los proetarras llevan meses diciéndolo a gritos por las calles: “sin amnistía no hay paz”. Más claro que el agua.
Por supuesto, ETA no plantea ningún escenario que implique su derrota. Si el gobierno cediese ante los asesinos y aprobase una amnistía para los presos etarras a cambio de una supuesta entrega de armas (¿quién daría fe de que ETA entregaría todo su arsenal?), bastaría que el gobierno no siguiese cediendo ante las exigencias de los asesinos para que éstos volviesen a matar, como ya hicieron no pocos de los que se beneficiaron de la amnistía de 1977. Y eso previo ultraje a las víctimas, que verían a los asesinos de sus seres queridos, a los malnacidos que les destrozaron la vida, libres e impunes a pesar de los crímenes cometidos. ¿Qué idea de justicia podría ofrecer un gobierno que accediese a tal ultraje? Por la contra, si el gobierno no cede, ETA podrá cumplir su chantaje y volver a matar. Pero ¿acaso un gobierno democrático debe doblegarse ante las amenazas de unos asesinos? Si hiciese eso, cualquier canalla podría sacar tajada de ese gobierno previa amenaza de cometer un crimen. Amenazar a España se convertiría en un fácil método para conseguir cualquier cosa. Nuestra nación estaría postrada ante cualquier criminal que la amenazase, que es a lo que nos llevan quienes apelan a la “paz” para justificar su exigencia de que se ceda ante ETA. Ningún gobierno tiene derecho a postrar a todo nuestro pueblo ante una banda terrorista. Ningún gobierno tiene derecho a conceder privilegios y eximir de la ley a unos asesinos a cambio de que dejen de matar. Ningún gobierno tiene derecho a ultrajar la justicia, la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo. La única respuesta que se merece ETA es la exigencia de la entrega de todos los terroristas a la justicia, la disolución de esa banda asesina, la entrega de sus arsenales y el cumplimiento íntegro de las penas por parte de esos criminales.
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- Ahora si desconfías de ETA eres un ‘ultra’
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Estamos, como siempre ocurre con ETA, ante un nuevo intento de chantaje. Y es que sólo puede ser calificado como chantaje que una banda de criminales imponga condiciones y pretenda conseguir privilegios a cambio de la entrega de su arsenal. Durante más de medio siglo ETA ha asesinado a cientos de españoles, hiriendo y mutilando a miles y forzando a exiliarse de su propia tierra a decenas de miles de vascos y navarros. AhoraETA pretende que ese historial de terror le salga gratis, consiguiendo la amnistía para sus pistoleros. Puede que alguien no se haya enterado todavía o no se haya querido enterar, pero los proetarras llevan meses diciéndolo a gritos por las calles: “sin amnistía no hay paz”. Más claro que el agua.
Por supuesto, ETA no plantea ningún escenario que implique su derrota. Si el gobierno cediese ante los asesinos y aprobase una amnistía para los presos etarras a cambio de una supuesta entrega de armas (¿quién daría fe de que ETA entregaría todo su arsenal?), bastaría que el gobierno no siguiese cediendo ante las exigencias de los asesinos para que éstos volviesen a matar, como ya hicieron no pocos de los que se beneficiaron de la amnistía de 1977. Y eso previo ultraje a las víctimas, que verían a los asesinos de sus seres queridos, a los malnacidos que les destrozaron la vida, libres e impunes a pesar de los crímenes cometidos. ¿Qué idea de justicia podría ofrecer un gobierno que accediese a tal ultraje? Por la contra, si el gobierno no cede, ETA podrá cumplir su chantaje y volver a matar. Pero ¿acaso un gobierno democrático debe doblegarse ante las amenazas de unos asesinos? Si hiciese eso, cualquier canalla podría sacar tajada de ese gobierno previa amenaza de cometer un crimen. Amenazar a España se convertiría en un fácil método para conseguir cualquier cosa. Nuestra nación estaría postrada ante cualquier criminal que la amenazase, que es a lo que nos llevan quienes apelan a la “paz” para justificar su exigencia de que se ceda ante ETA. Ningún gobierno tiene derecho a postrar a todo nuestro pueblo ante una banda terrorista. Ningún gobierno tiene derecho a conceder privilegios y eximir de la ley a unos asesinos a cambio de que dejen de matar. Ningún gobierno tiene derecho a ultrajar la justicia, la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo. La única respuesta que se merece ETA es la exigencia de la entrega de todos los terroristas a la justicia, la disolución de esa banda asesina, la entrega de sus arsenales y el cumplimiento íntegro de las penas por parte de esos criminales.
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