Santiago Velo presenta su libro
'La Virgen que veneró Juan Pablo II'
sobre los inexplicables sucesos de Civitavecchia
"Somos nosotros los que hacemos llorar sangre a María"
Semanario ALBA-InterEconomía
JOSÉ ANTONIO FÚSTER
(6 MAY 2012)
A la voz de “Velo de Antelo ha publicado otro libro”, el que esto firma se preparó para degustar un nuevo ensayo de pensamiento político del director de la revista Diplomacia Siglo XXI. La sorpresa fue absoluta cuando vio en la portada una imagen de María que llora sangre sobre el título La Virgen que veneró Juan Pablo II (Homolegens); un relato documentado sobre los asombrosos sucesos de las lacrimaciones de una estatuilla de yeso en Civitavecchia.
-Podría haber publicado un ensayo político sobre, no sé... por ejemplo la inevitable guerra entre India y China, pero escribe sobre un suceso inexplicable que sucede en una estatua en Civitavecchia. ¿Por qué?
-Quizá porque providencialmente fui de los primeros peregrinos españoles en acudir a Civitavecchia cuando empezaron a suceder los hechos sobrenaturales. Nunca se sabe lo que la Providencia te depara.
-Todo empieza en febrero de 1995, con una familia humilde y un obispo racionalista...
-Así es. Es un hecho inaudito que un obispo sea protagonista del mensaje mariano. Y que todo ocurra en una familia, también tiene su explicación… Abortos, divorcios…
-Aunque todo comienza antes, en Medjugorje...
-La estatuita o Madonnina, como se la conoce, fue adquirida en esta localidad por el párroco de la iglesia de San Agustín, que se la llevó a la familia Gregori para que la pusiera en su jardín. Hay muchos que relacionan Medjugorje con Civitavecchia.
-Y continúa ahora con usted, un licenciado en Políticas y director de Diplomacia que escribe el primer libro en español sobre la Virgen de Civitavecchia... ¿Esto es una reafirmación de la Providencia; es decir: ¿cree en los milagros?
-Por supuesto que creo en la Providencia, así como que todos los días se producen pequeños milagros a nuestro alrededor de los que no somos conscientes.
-El diario del obispo es la obra de un escéptico.
-Totalmente de acuerdo. No solo era escéptico con las lágrimas de sangre, sino que le daban lástima tanto la familia como el párroco por ese afán de decir que era verdad que una imagen de la Virgen llorara sangre.
-Hay una escena en su libro en la que el obispo Girolamo Grillo y su hermana ven llorar a la Virgen y ella grita “socorro” mientras el obispo, desmayado, tiene que ser atendido por un cardiólogo. No deja de sorprenderme... ¿Los obispos no deberían estar acostumbrado a lo sobrenatural?
-Buf… creo que nadie está preparado para que te suceda una cosa así.
-De nuevo, otra escena fundamental, cuando la niña de 5 años obliga al obispo a arrodillarse...
-Ya para entonces el obispo es consciente que lo que dice la niña es cierto. Que se le aparece la Virgen y los mensajes. Al principio pensaba que era una mentirosilla.
-La tercera escena esencial ocurre cuando el cardenal Sodano encarga a Grillo que lleve la estatua al Vaticano y se la muestre a Juan Pablo II. ¿Qué hace el Papa?
-Ese es el motivo por el que decido escribir el libro. La creencia del beato Juan Pablo II en los sucesos de Civitavecchia. Es el papa quien pide que le lleven la imagen que llora sangre al Vaticano y reza ante ella. Llega incluso a firmar un documento, que reproduzco en el libro, donde da su visto bueno, su visé a los sucesos milagrosos.
-Otra figura que se repite en su libro es la del demonio. ¿Qué tiene que ver Satanás con esto?
-Había dudas de si la Virgen podía llorar sangre sin intervención del maligno. Pronto quedó claro que era un signo del Cielo.
-Cuando la Justicia conoce el hecho, la Policía asalta la casa de los Gregori, se pincha el teléfono de la familia, así como la del párroco de San Agustín, y se interroga a los sospechosos por presunto fraude... En total, cinco años de secuestro de la estatua.
-Se puede decir que la Magistratura literalmente secuestra la estatuita para demostrar que todo es falso. Después de innumerables análisis a la estatua, pruebas, consultas, y tras años de investigaciones, no pudo demostrar que nada de lo ocurrido fuera un fraude. Esto ha sido un shock para los escépticos.
-Los análisis confirman que lo que recorre la cara de la Virgencita es sangre humana de varón... ¿Qué significa eso?
-Esto fue otro shock. ¡Es sangre del hijo de la Virgen!
-De momento, la Virgen ha llorado catorce veces y se piensa que ha dictado más de noventa mensajes a Fabio Gregori y a Jessica Gregori. ¿Qué dicen esos mensajes?
-Son mensajes que invitan una y otra vez a la conversión. A la salvación. Es cierto que hay mensajes duros, incluso sobre una nueva guerra mundial, pero la Virgen no dice que vaya a suceder, pero advierte que por este camino, sin conversión, vamos camino de ello.
-¿Por qué hay otra estatua? ¿Por qué no llora sangre?
-Juan Pablo II le hace llegar a la familia una segunda estatuita, idéntica a la primera, que fue entronizada en la parroquia. Esta segunda estatua que está en el jardín de la familia no llora sangre, pero suda. Es un fenómeno conocido como transudación. Una especie de óleo que impregna a la Virgen y lo que la rodea. Este fenómeno se sigue produciendo hoy. Puede que vaya a verla y tenga la suerte de que se ponga a sudar ante sus ojos. Recién hablé con un sacerdote de Civitavecchia, y me confirmó que hace poco volvió a suceder. Especialmente en días señalados de la Virgen.
-No debe ser fácil haber visto llorar a la Virgen y luego tratar de llevar una vida normal...
-Esa misma pregunta me la hago cada día con respecto a la vida de la familia Gregori, ya que tanto la madre como principalmente el padre y la hija han visto a la Virgen llorar, y son objetivo de apariciones y mensajes. Por cierto, la hija, Jessica, está a punto de contraer matrimonio.
-Si usted viera llorar sangre a una estatua maciza de yeso, ¿qué cree que haría?
-Iría corriendo a buscar al sacerdote más cercano…
-Una estatua que llora sangre parece un mensaje apocalíptico...
-No, no. La Virgen es alegría, paz, amor… Es lo que he pretendido transmitir en el libro. Pero la Virgen también advierte a sus hijos que por este camino vamos mal. Parecido, si quieres, a los mensajes de Fátima.
-¿Se puede seguir siendo un descreído después de haber visto lágrimas de sangre en una estatua inerte?
-Eso depende de cada uno. Se están produciendo muchas conversiones en Civitavecchia, y eso es lo importante. Conversiones no solo de ateos e incrédulos, también de católicos que vivían como paganos. Es la realidad.
-¿Sabe por qué no nos contentamos con lo que la Iglesia anuncia en nombre de Cristo y necesitamos estos milagros?
-Esto también lo analizo de la mano de los mejores mariólogos. Pero ojo, hay muchos creyentes que sí se contentan. Yo mismo. No necesito ver ni tocar para creer. Pero también pienso que no hay que dejar de lado un mensaje mariano que se ha producido para ayudarnos a ser mejores, y quizá, a algunos, a entender mejor la Revelación y acercarse a la Iglesia fundada por Cristo.
-¿Cómo se explica que, después de todo, la Iglesia todavía considere que no consta la sobrenaturalidad del hecho?
-Es un término común que la Iglesia utiliza cuando está investigando sucesos milagrosos, donde tiene que tener mucho cuidado. Pero dice que no le consta la sobrenaturalidad, es decir, que en ese momento no lo puede asegurar, constatar, lo cual no quiere decir que no sea verdad. Si me preguntas si ha llovido en Alemania, y te digo que no me consta, no quiere decir que no haya llovido. Puede que haya llovido, pero a mí no me consta como para decirte que sí que ha llovido. De todas formas, el documento con la firma del papa Juan Pablo II y su veneración a la Virgen de Civitavecchia para mí es suficiente.
-¿Ha sido pesada la carga de escribir este libro?
-En total he revisado unos mil folios con información y documentos sobre este caso. Además de entrevistarme con diferentes personas con información de primera mano. Tenga en cuenta que aunque en España es un asunto bastante desconocido, en Italia todos conocen lo que ha sucedido y sucede en Civitavecchia y hay abundante información. ¡Es increíble que aquí sea un tema desconocido!
-Usted ha estado allí, en la iglesia donde se venera la imagen, y habrá visto las caras de los peregrinos...
-Ante todo son caras de devoción y de un mayor acercamiento a la Iglesia y sus sacramentos.
-¿Tiene usted alguna idea de quién podría ser tan canalla de hacer llorar a la Virgen?
-Me temo que somos nosotros, sus hijos.
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Estatua de la Virgen de Civitavecchia
Según el antiguo párroco de la parroquia de Medjugorje, Padre Jozo Zovko, la famosa estatua de la Virgen de Civitavecchia en Italia que fue traída desde Medjugorje, fue esculpida por un musulmán.
En una declaración escrita de 2005, el Padre Jozo escribió: “…una estatua que está llorando lágrimas de sangre en Italia fue realizada por un musulmán, y la palabra Medjugorje está escrita en ella. Hoy día el mismo musulmán continúa fabricando estatuas”.
Esta semana `Romereports.com` dijo que el Papa Juan Pablo veneró la imagen de la Virgen de Civitavecchia, de acuerdo con el libro “La Madonna de Civitavecchia” recientemente publicado, escrito por el Monseñor Girolama Grillo.
Esto no es sorprendente, ya que en 1995, y después de seis meses de investigaciones cientificas, el Papa Juan Pablo dió instrucciones al Obispo Girolamo Grillo para que la estatua fuese expuesta para la veneración de los fieles
Fuente: crownofstars