Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



lunes, 18 de julio de 2022

A la España católica solo le quedaba en julio de 1936 la resistencia armada o aceptar su propio exterminio. Por Javier Navascués

A la España católica solo le quedaba en julio de 1936 
la resistencia armada o aceptar su propio exterminio
18 JULIO 2022

¿Fue legítimo el Alzamiento Nacional del 18 de julio, desde el punto de vista legal? La respuesta es rotundamente sí, si tenemos en cuenta que los auténticos golpistas eran los miembros del Gobierno del Frente Popular, desde el momento en que se ha demostrado con un libro irrebatible que las elecciones de febrero de 1936, de las que surgió ese gobierno, se basaron en el fraude y la violencia masivas, ya que en realidad las había ganado la derecha. Y no hay que olvidar que la misma II República era un régimen ilegítimo, ya que la proclamación del 14 de abril de 1931 fue un golpe de Estado revolucionario que triunfó sólo gracias a la cobardía del rey Alfonso XIII, después de unas elecciones municipales donde habían triunfado con claridad los candidatos monárquicos.

Eso es así, aunque también es verdad que incluso si hubiese sido un gobierno republicano legal y legítimo el que estuviese en el poder (que no fue el caso) si ese gobierno se entregaba, como así era, a un proceso revolucionario, hubiera sido plenamente justificado un alzamiento contra él. A fin de cuentas, en la historia, en las grandes crisis nacionales, los pueblos suelen prescindir de la legalidad estricta y buscan cualquier forma de asegurar su supervivencia. Como ha escrito el profesor Suárez Fernández, una de las grandes referencias historiográficas sobre el Régimen de Franco, a la parte de la sociedad española patriota y católica solo le quedaba en julio de 1936 la resistencia armada o aceptar su propio exterminio, frente a un gobierno decidido a implantar el comunismo y que acababa de asesinar al auténtico líder de la oposición, José Calvo Sotelo.

Y así llegó el Alzamiento Nacional el 18 de julio de 1936. Alzamiento, que no golpe de Estado, dado que cuando a un pronunciamiento militar se le une espontáneamente por lo menos la mitad de la población y muchas regiones enteras, como Castilla, Navarra, Galicia, Aragón, Baleares, y Canarias, así como numerosos núcleos en el resto del país, que empiezan a formar inmediatamente milicias armadas populares patriotas (Requetés, Falange, y otras), hablamos, obviamente de un Alzamiento y no de un golpe de Estado. Así pues, el Alzamiento Nacional restaura la voluntad popular expresada por los españoles en las urnas en febrero de 1936 y que había sido secuestrada por los criminales del llamado Frente Popular, en buena hora finalmente derrotados y expulsados de España. La historia del Alzamiento y la Cruzada de Liberación no gustará a algunos. Pero a muchos nos encanta que las cosas se desarrollaran tal como se desarrollaron y consideraremos siempre el Alzamiento,y la Cruzada como una de las mayores gestas de la historia de España, (tan llena de gloria), donde contra todo pronóstico las fuerzas patriotas se impusieron en una guerra desesperada, a un gobierno comunista que controlaba al principio toda la industria, la mayor parte del Ejército y las reservas de oro del Estado.

Otra cuestión muy distinta sobre la historia del Régimen atañe a su final, en el momento de la muerte del Generalísimo Francisco Franco. ¿Hubiera sido posible continuar su Régimen si su sucesor, el príncipe Juan Carlos de Borbón, hubiera sido leal a sus juramentos? Nunca podremos saber que hubiera ocurrido si el hoy rey emérito lo hubiera intentado.

Desde luego, para intentar continuar el régimen el ya rey Juan Carlos hubiera debido hacer gala de un gran coraje personal, ya que eso hubiese significado desafiar a toda Europa. Y como sabemos la valentía personal y política nunca ha sido el punto fuerte de D. Juan Carlos de Borbón. Contrariamente a lo que nos venden, lo fácil en 1976 era iniciar un proceso de transición hacia una democracia liberal, ya que eso era lo que esperaba y deseaban todas las fuerzas del NOM de la "comunidad internacional", pues el NOM aunque entonces no se le llamara así, obviamente ya existía.

También es verdad que el contexto internacional se hubiese vuelto terriblemente difícil para una España que hubiese querido continuar el Régimen Nacional. En noviembre de 1976 llegaría al poder en Estados Unidos el demócrata Jimmy Carter, el presidente norteamericano más izquierdista hasta aquel momento. Carter acabó con la política de apoyarse en dictaduras de derecha, que habían seguido las anteriores administraciones norteamericanas. Implantó sanciones económicas a Chile y Argentina, que acabaron siendo a largo plazo letales para esos regímenes. Si Franco hubiera vivido en 1977 sin duda a España le hubiera ocurrido lo mismo, lo que hubiera podido llevar a nuestro país a una situación muy complicada, teniendo en cuenta que Estados Unidos había sido el gran apoyo internacional del Régimen de Franco en sus últimos años.

Finalmente el ya rey Juan Carlos pilotó el proceso hacia la democracia, con la colaboración de los que habían sido los sectores más aperturistas del Régimen de Franco y tecnócratas, que habían sido tal vez leales a Franco, pero no a su Régimen. A la postre se perpetró el fraude de ley de transitar hacia el régimen democrático liberal , "de la ley a la ley". Fue un obvio fraude de ley y una traición a los juramentos hechos, pero así la nueva monarquía logró en aquel momento evitar los vacíos de poder que hubieran podido conducir a un nuevo golpe revolucionario como el de 1931. Pero el precio fue liquidar al Régimen más eficaz de la historia de España. Y la revolución, como todos vemos, ha continuado su marcha hasta hacer crítica la situación de esta monarquía que quiso asegurar su supervivencia traicionando los principios.