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Miles de personas se manifiestan frente a Génova
para apoyar a Ayuso: "Son mediocres"
Por Andrea Farnós
20/2/2022
Entre gritos de "Casado dimisión" o "Ayuso presidenta", los manifestantes no esconden su descontento ante la crisis que estalló entre su líder y la presidenta de la Comunidad de Madrid
Miles de personas, entre militantes, votantes del PP y también algún que otro simpatizante de Vox, se han concentrado esta mañana a las puertas de Génova 13. Entre gritos de "Casado dimisión" o "Ayuso presidenta", los manifestantes no han escondido su descontento ante la crisis que estalló entre su líder y la presidenta de la Comunidad de Madrid y que ha abierto en canal al partido.
Los 'ayusers' son probablemente los manifestantes más puntuales de la historia y veinte minutos antes de la hora a la que se había convocado la concentración, los acérrimos de la presidenta se encontraban ya frente a la sede del partido. "Van a cortar Génova", exclamaba una joven entusiasmada, algo que finalmente ha terminado ocurriendo conforme han llegado de forma progresiva más personas a la protesta. Según la Delegación del Gobierno en su último recuento habrían sido entre 3.000 y 5.000.
La sensación de rabia y enfado de la convocatoria espontánea del jueves, que preludió la de esta mañana, se ha multiplicado. "Esto es tremendo", comenta María, de 24 años, al teléfono mientras habla con su amiga Marta: "No sabes qué percal". Y no le falta razón. La que podría considerarse la mayor crisis interna del PP ha puesto en valor no solo la popularidad de la presidenta entre los votantes del PP, sino también entre quienes nunca antes se habían decantado por este partido. El ayusismo tiene entre 20 y 70 años, es hombre y es mujer, y no cesa de gritar "Ayuso presidenta" y "Ayuso somos todos".
"Son mediocres"
Conchita Lorenzo tiene 55 años y a lo largo de su vida ha votado a diversos partidos. Hoy se ha concentrado en Génova porque considera que los azules tienen que recomponerse. "Me parece que Casado y Egea son mediocres. Ayuso ha tenido una gestión increíble y que por algo así se hayan cometido estos delitos de espionaje, me parece fortísimo. El caciquismo de Casado y de Egea es sangrante y lo tiene que recomponer alguien... Esa persona es Isabel".
Luis Fernández, por su parte, tiene 56 años y reivindica que siempre había sido del PP. Al menos hasta que llegó Vox. "Tenemos que defender a Ayuso porque nos defendió durante toda la pandemia". Y no oculta que le habría encantado que la baronesa hubiera terminado en Vox, si finalmente la hubieran expulsado de la militancia: "Como vamos a terminar haciendo todos".
Marisa y Felisa tienen 57 y 69, respectivamente, y admiten que se enteraron hace tres días de la convocatoria y no dudaron "en ningún momento en venir". Reconocen que son votantes de Vox y no entienden el movimiento de Casado: "Quien con niños se acuesta, mojado se levanta". Por el contrario, esas críticas contrastan con el respaldo que verbalizan hacia la presidenta madrileña: "Queremos que Isa nos vea, se lo merece por todo lo que le ha pasado".
Como ocurre en citas así, el malestar se combina con escenas pintorescas. La nota musical corre a cargo de la gaita de Andrés, que nació en Sanabria, pero que lleva más de 20 años tocando en la capital. Como era esperable, también lanza sus dardos con dureza a Casado y la dirección nacional del partido: "Vaya encerrona le han hecho. ¿Cómo es posible que le hayan hecho eso?", se pregunta el músico que, de paso y al ser preguntado, pronostica el desembarco de Alberto Núñez Feijóo en el puente de mando del partido.
Piden dimisiones
La decisión de la dirección nacional de cerrar el expediente a Isabel Díaz Ayuso no ha sido suficiente entre sus seguidores. Desde Génova admitieron que las explicaciones de la líder madrileña habían sido suficientes, esperando que esta maniobra desconvocara la manifestación de este domingo y con la intención de limpiar la imagen de actual dirigente del partido. Desde la calle no opinan lo mismo: "Casado dimisión", se escucha incluso desde la plaza Alonso Martínez.
“Estamos de este señor hartos, tienen que dimitir tanto él como Egea”, explican otros tres manifestantes en primera fila. Han llegado de los primeros para no perderse ni un minuto de la reivindicación. Pero lo más llamativo es que hay quienes confirman no haber votado nunca al partido, pero insisten que "Ayuso es diferente, honrada y nadie se merece que le hagan esto".
La presencia de los chavales no sorprende si se tienen en cuenta el aumento del voto joven en las últimas elecciones autonómicas. La presidenta alcanzó gran popularidad entre los menores de 30 años como hacía tiempo que no lo hacía el Partido Popular. Además, la última encuesta realizada el sábado por El Confidencial desveló que 84,3% de los votantes asiduos del Partido Popular en Madrid votaría a la baronesa en unas elecciones generales.
Francisca ha sido afiliada a los azules toda su vida. Cuando Casado adquirió la presidencia del partido, abandonó su tradicional voto para pasarse a Vox. "Este señor es un inútil. Yo votaría al PP como he hecho siempre, pero visto lo visto no. A quien sí votaría en unas generales sería a Ayuso".
En esta línea, y mientras las autonomías mantienen que tiene que cesar al secretario general, implicado desde los inicios en la red de espionaje contra la líder madrileña; a los ‘ayusers’ nada les vale, como se ha podido comprobar esta mañana, salvo "adelantar el congreso extraordinario", sentencia Francisca.
No ha faltado nadie a la cita. Ni quienes ya se acercaron el jueves -como Ignacio, que ha vuelto a repetir su apoyo incondicional a la baronesa-, ni los niños pequeños, ni las mascotas. Maria Luisa ha llegado con sus dos hijas de entre cinco y siete años y Joaquín ha traído hasta a su pastor alemán. Ambos no han perdido el sitio en la primera fila durante la protesta. "Tengo al perro especializado en morder a secretarios generales", ironiza entre risas y orgullo.
A su alrededor corean al unísono que "Ayuso somos todos". Porque incluso Pedro, que es votante de Podemos, se ha acercado a ver el panorama. "Yo venía a pasar la resaca, pero me he puesto hasta camisa. No soy de derechas, pero es que me hace gracia todo esto". Y entre gracia y gracia, y grito y grito, se han juntado todos ellos en un Madrid soleado de domingo. Sobre las 13:30 horas, la calle Génova empezaba a volver a la normalidad. "Pues nos vamos a tomar el vermú", ha dicho un joven a sus amigos mientras avanzaban calle abajo.
