Santiago Clavijo
1/8/2020
El sábado 25 de julio de 2020, el colectivo 'Médicos por la Verdad' organizó una rueda de prensa en Madrid para poner de manifiesto con datos su desacuerdo con la versión oficial de la supuesta pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV2.
El evento, que
tuvo lugar en el Palacio de Prensa de Callao, en Madrid, reunió a expertos en medicina, entre los que participaron la doctora Natalia Prego, especialista en medicina familiar y comunitaria, el doctor alemán Heiko Schöning, quien además es portavoz de la
Comisión Extraparlamentaria de Investigación del Coronavirus en Alemania, la doctora María José Martínez Albarracín, catedrática de procesos diagnósticos clínicos y una de las mayores expertas en todo lo relacionado con las pruebas PCR, el doctor Rafael Gazo Lahoz, especialista en medicina familiar, y el doctor Ángel Ruiz-Valdepeñas, quien estuvo conduciendo la rueda de prensa y que también es especialista en medicina familiar y comunitaria. También pudieron conectarse a distancia la doctora argentina Chinda Brandolino, el también argentino epidemiólogo Ramiro Salazar, y desde Estados Unidos, el cirujano Gastón Cornu-Labat.
El porqué de la comisión extraparlamentaria
Tras la introducción llevada a cabo por el doctor Ruiz-Valdepeñas, donde confirmó que en tan sólo unos días desde su formación, ya cuentan con 140 expertos en el colectivo 'Médicos por la Verdad' en España, comenzó su exposición el doctor Heiko Schöning, quien comenzó afirmando que en Alemania ya son 500 los doctores que apoyan el movimiento homólogo alemán. También confirmó que han establecido una comisión de investigación de la COVID-19 a nivel internacional.
"¿Por qué estamos llevando a cabo esta comisión extraparlamentaria sobre la COVID-19?", formuló el alemán, "porque los políticos no están haciendo su trabajo, no lo están haciendo ni en Alemania, ni en Austria, ni en España, ni en ningún país; así que depende de nosotros, los ciudadanos, hacer este trabajo. Nosotros, como médicos, tenemos serias dudas de que la versión oficial de la COVID-19 sea cierta y, es más, tenemos muchas evidencias de que se trata de una historia falsa en todo el mundo. Las evidencias nos muestran que no es algo muy distinto al virus estacional de la gripe, entonces tenemos que preguntarnos por qué, quién se beneficia de esto, y quién tiene el poder de crear esta farsa. El objetivo sois vosotros, los ciudadanos, y es la economía. Los números oficiales del Ministerio del Interior de Alemania muestran que durante marzo y abril el 90% de las operaciones no fueron realizadas debido a la situación del virus, y hay gente muriendo a causa de eso".
La curva de la epidemia en España
Tras la intervención del doctor Schöning, Natalia Prego tomó el relevo para mostrar con datos por qué la pandemia a nivel médico ha terminado, cuál es la situación actual y qué efectos adversos puede producir el uso de mascarillas.
La doctora Prego comenzó aclarando que hace algunos años la OMS cambió la definición de "pandemia", ya que antes la palabra pandemia aludía a la gravedad de la enfermedad y al número de fallecidos, y sin embargo ahora sólo está determinada por el número de países afectados y que la OMS determina.
"La pandemia no está acabada pero sí que ha finalizado la epidemia de contagiosidad y de mortalidad en España, según la curva epidémica de mortalidad y contagiosidad del informe número 33 del 29 de mayo del 2020, donde se ve perfectamente que la curva epidémica de contagiosidad y de mortalidad no sólo no se aplanó sino que desapareció. El 2 de abril se alcanzó el pico máximo y hacia el 11 de mayo, como se puede ver en la curva, prácticamente ya no existía. Esta es la curva de la epidemia de contagiosidad y mortalidad, que son los criterios médicos que nosotros utilizamos para describir epidemias. Por tanto, sí que hubo una epidemia que se inició más o menos a finales de febrero, y que en mayo ya había desaparecido. A nivel generalizado, con criterios epidemiológicos que justifiquen medidas sociales sanitarias que afecten a toda la población sana, no existe ese fundamento médico".
Después, la doctora también mencionó que los informes publicados a partir del 15 de julio por el Instituto de Salud Carlos III describen curvas epidémicas según gravedad e inicio de síntomas, pero en ningún momento hacen referencia a una transmisibilidad generalizada, que es uno de los elementos fundamentales para tipificar una epidemia.
“Según la curva de la epidemia de contagiosidad y mortalidad, que son los criterios médicos que nosotros utilizamos para describir epidemias, sí que hubo una epidemia que se inició más o menos a finales de febrero, y que en mayo ya había desaparecido”.
Sobre el uso obligatorio de mascarillas
"En relación a las mascarillas", continuó la doctora Prego, "el 6 de abril de 2020, la OMS sólo consideró la obligatoriedad de las mascarillas a médicos, sanitarios, pacientes y cuidadores de personas enfermas cuando estén en contacto con ellas, pero la obligatoriedad a la población sana no está registrada. Así lo confirmó el 8 de abril del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, añadiendo además los efectos adversos de la mascarilla. El Ministerio de Sanidad también lo había advertido en uno de sus documentos, y finalmente, el 5 de junio de 2020, la OMS describió los efectos dañinos del uso de la mascarilla de forma generalizada en la población sana. Habló de dificultad respiratoria, enfermedades respiratorias, autocontaminación, contaminación del medio ambiente, alteraciones de conducta agravados por este uso de mascarillas, riesgo en la manipulación de las mascarillas por los niños, por personas con enfermedades psiquiátricas, y dificultad y mayor riesgo en lugares con alta temperatura ambiente y alta humedad".
Además, la doctora confirmó que la OMS advierte de un metro de distancia, y que en ningún momento habla de un metro y medio o dos metros. "La documentación es perfectamente accesible para todo el mundo", señaló Natalia Prego para finalizar su intervención.
Extracto del documento publicado por la OMS, 5 junio 2020
Dudoso aislamiento del virus
El siguiente turno fue para la doctora María José Martínez Albarracín, quien, como experta en el tema, centró su ponencia en explicar cómo se descubrió el virus y cómo funcionan los test PCR en los que se basan los contagios.
"¿En qué se ha basado esta pandemia y en qué se están basando los rebrotes?" cuestionó la doctora. "Desde todos los estudios de medicina, una enfermedad se basa principalmente en la clínica, es decir, en los síntomas que manifiesta la persona enferma, y las pruebas diagnósticas sirven para corroborar el origen o la causa de esa posible enfermedad. Pero nunca una epidemia, sin clínica, se puede catalogar como tal basándose únicamente en una prueba diagnóstica. Habéis oído a mi compañero alemán decir que sobre esta pandemia hay muchas mentiras. Pues sí, hay muchas mentiras, o por lo menos hay falta de rigor científico".
"¿Cómo se supo que se trata de un nuevo virus? Lo que se hizo fue tomar unos exudados broncopulmonares a los enfermos de esta nueva y grave neumonía, y a partir de ahí se intentó aislar el material genético. Pero si se leen estos estudios con detalle, se ve que este aislamiento no se hizo con una purificación exhaustiva, ya que las células enfermas producen vesículas extracelulares o exosomas y muchas de ellas contienen proteínas y ácido ribonucleico que se puede confundir perfectamente con un virus, especialmente con un virus de ARN o retrovirus. Todo este material genético fragmentado no es una cadena de ARN larga y perfecta que podamos ver, sino fragmentos de esa cadena que después mediante un programa de ordenador se recomponen. Entonces, esta estructura ya recompuesta es lo que, teóricamente, se compara con coronavirus, y además se ve que su secuencia genética es similar en un 80% al SARS-CoV, que fue el que ocasionó la epidemia de la gripe aviar".
Sobre la detección con pruebas PCR
"Con este aislamiento más que dudoso", prosiguió la doctora, "se empiezan a realizar pruebas diagnósticas basadas en este virus, pero no en el virus completo, porque el virus completo, según las bibliotecas genómicas, tiene 29.903 nucleótidos, y las pruebas PCR que se hacen apenas detectan unos 200 nucleótidos, lo que es un fragmento pequeñísimo. Además es una retro PCR, es decir, como el virus es de ARN, primero tiene que transcribirse a ADN y luego amplificarse. Por lo tanto, en esta retrotranscripción pueden aparecer ARNs de otro tipo y, como el fragmento es muy pequeño, se podría amplificar otra cosa. Y, para colmo, nos dicen que el SARS-CoV2 es similar al SARS-CoV1 en un 80%, entonces, si tomamos un fragmento tan pequeño como 200 nucleótidos, ¿qué estamos amplificando? ¿El SARS-CoV1, el SARS-CoV2? ¿Qué pasa con los rebrotes? Cada día la televisión nos machaca con nuevos casos, pero ni siquiera son test de anticuerpos, son PCR, que son test que pueden dar positivo a cualquier fragmento de ARN de un coronavirus o incluso de otras cosas".
"Hay un problema con los coronavirus, y es que los coronavirus producen lo que se denomina mejora inmunológica dependiente de anticuerpos. Esto se ha estudiado en otras enfermedades como el dengue epidémico, que en un segundo contagio produce el dengue hemorrágico. Cuidado, señores, también se produce con la gripe, especialmente la gripe A. La vacuna de la gripe de este año tenía el H1N1, y hay estudios estadísticos que correlacionan, con bastante probabilidad, la vacuna de la gripe con la COVID-19 grave.
No estamos negando la enfermedad COVID-19, no somos negacionistas, claro que ha habido enfermedad, pero es que esta enfermedad es indistinguible de una mejora inmunológica dependiente de anticuerpos. Es decir, si nosotros hemos producido un montón de anticuerpos no neutralizantes con una vacuna de gripe H1N1 y una serie de coadyuvantes como el POLISORBATO 80 y el trioleato, que son detergentes y que favorecen que todo eso entre en las células, esto podría suponer que ese virus se ha metido dentro de la célula directamente, lo que provocaría una tormenta de citoquinas, un fenómeno muy grave como la COVID-19. ¿Por qué no se investiga esto? Además, una segunda vacuna podría provocar una enfermedad mucho más grave, y entonces podrían decirnos que es una segunda ola".
“El virus completo tiene 29.903 nucleótidos y las pruebas PCR que se hacen apenas detectan unos 200 nucleótidos, lo que es un fragmento pequeñísimo. Son test que pueden dar positivo a cualquier fragmento de ARN de un coronavirus o incluso de otras cosas”.
Tratamiento para la COVID-19
La doctora Martínez Albarracín concluyó su ponencia mencionando los tratamientos para la COVID-19.
"Hay tratamiento, claro que lo hay, pero no es el Remdesivir. Lo que se ha visto es que la COVID-19 empieza primeramente con un síndrome leve que, a lo largo de unas semanas, puede agravarse mucho en algunas personas. Cuando el síndrome es leve, se puede tratar muy bien con hidroxicloroquina, sí, con hidroxicloroquina más zinc. Ha habido mucha controversia, pero es que la hidroxicloroquina es útil en el síndrome leve, no ya en el grave. En el síndrome grave, la tormenta de citoquinas, lo que hace falta es soporte vital, pero como la OMS desaconsejó hacer autopsias, hasta que unos médicos italianos valientes no empezaron a hacer autopsias y vieron que lo que había era un síndrome de coagulación intravascular diseminada y que había que dar anti coagulantes y anti inflamatorios, no se empezaron a salvar vidas, porque los respiradores tampoco valían.
Entonces, ¿qué tratamientos hay? Los tratamientos preventivos extraordinarios son los tratamientos oxidativos que destruyen cualquier virus, y estos son el ozono, el dióxido de cloro y el peróxido de hidrógeno. Comprobado".
Repercusiones del confinamiento
El doctor Ángel Ruiz-Valdepeñas pasó entonces a cubrir el tema del confinamiento.
"Según un artículo publicado en la web del Fondo Monetario Internacional, el gran confinamiento se convierte en la peor recesión desde la Gran Depresión, pues sin duda va a ocasionar muy importantes repercusiones en la salud de todos los ciudadanos. Todo lo que estamos diciendo los doctores aquí no se nos ha ocurrido, estamos basándonos en documentación oficial.
El mismo Reglamento Sanitario Internacional firmado por España en 2007, en su artículo 18, habla de casos como la actual pandemia, y lo que recomienda es un aislamiento selectivo de pacientes o de personas con alta sospecha de haber entrado en contacto, pero jamás habla de un confinamiento masivo. No se tiene que confinar a las personas sanas.
El impacto del confinamiento ya sufrido va a ser brutal, difícil de evaluar aún, pero además del impacto económico, en términos de salud, el confinamiento provoca mayores dificultades de acceso a los servicios de salud, retrasos diagnósticos, lo que está ocasionando muertes.
En relación con la salud infantil, lo que pasa en la infancia va a dejar huella para toda su vida. Al igual que correr, saltar y jugar, los niños necesitan sol, amigos, contacto y vida. Nos cuentan que han empezado algunos a no dormir bien, que tienen pesadillas, que pegan sin sentido, que ríen como locos o que están todo el día apagados".
También mencionó que en América Latina, más de 154 millones de niños están sin escuela. De ellos, 80 millones sin programa escolar de alimentación, y son 10 millones los que tenían la alimentación proporcionada en la escuela como fuente principal de alimentación.
“El Reglamento Sanitario Internacional firmado por España en 2007 recomienda, en caso de pandemia, un aislamiento selectivo de pacientes o de personas con alta sospecha de haber entrado en contacto, pero jamás habla de un confinamiento masivo. No se tiene que confinar a las personas sanas”.
Falta de autopsias
Posteriormente, el doctor ya jubilado Rafael Gazo Lahoz quiso compartir su punto de vista.
"El miedo es el verdadero virus en este momento", comentó, "y quisiera hablar sobre el tema de las autopsias. Las autopsias son imprescindibles en todo germen nuevo para ver qué hace la nueva enfermedad en cada tejido del cuerpo. Con las autopsias se aprende qué hace una enfermedad en el cuerpo humano, por lo que, sino se sacan muestras de tejido para su estudio, es imposible buscar un nexo de unión entre un paciente y otro. Entonces, no es lo mismo morirse con SARS-CoV2 que morirse de SARS-CoV2. Un paciente mayor que entra con un cáncer de páncreas, con un infarto de miocardio o con una hemorragia cerebral no se muere por que dé positivo en COVID-19, se muere por el tumor o por la hemorragia cerebral. Por eso, si no se hacen autopsias, pueden inflar estas cifras hasta donde quieran. Hay que ver la causa fundamental de todas las muertes que han sido atribuidas a la COVID-19".
El doctor mencionó también los riesgos de las consultas médicas telefónicas.
"¿Cómo consulta un paciente si tiene una mancha en la piel? ¿Le hace una foto y se la manda al doctor por Whatsapp? ¿Y si, en lugar de ser nevus, es un melanoma que a la larga puede producirle la muerte? ¿Y cómo se sigue un lumbago por teléfono? ¿Y si me aparece un problema cardíaco, cómo van a saberlo si no me pueden auscultar? Esto es ilegal y peligroso".
Las cifras en Argentina
Mediante conexión por vídeo a distancia, la doctora argentina Chinda Brandolino participó para hablar sobre los datos en Argentina y sobre el propósito final de esta falsa pandemia.
"Argentina es la prueba de que esto es una farsa política internacional, manejada por otra gente que no tiene intereses en nuestros países ni en nuestra salud. En Argentina, un país de 44 millones de habitantes, no llegan a 2000 muertos por la supuesta COVID, a pesar de las maniobras del gobierno, quien ha dicho que habrá dinero extra por cada diagnóstico de COVID. Se presta dinero a los hospitales para que se atiendan solamente casos de COVID y se desatiendan otras patologías, y continuamente los políticos y los medios de comunicación lanzan mensajes de nuevos contagios para aterrorizar a la gente.
La gente no maneja cifras que uno como médico maneja, sobre todo los forenses como yo.
El año pasado, para el 1 de junio en Argentina habían muerto 35000 pacientes de gripe, de manera que las cifras de unos 1800 muertos en invierno por COVID suponen un absurdo que jamás justifican políticas extremas que se han aplicado aquí.
El hecho de poner en cuarentena a las personas sanas, hecho inédito en 2500 años de medicina hipocrática, impide la producción de la inmunidad colectiva".
El objetivo final
"Es evidente que la maniobra política generalizada", continuó la doctora Brandolino, "a través de políticos e inversores con inmensa cantidad de dinero, como George Soros, es tratar de quebrar las economías nacionales. Este es el último fin de esta falsa pandemia, queridos amigos, lamentablemente. Y ante el quiebre de las economías nacionales, se impondrá por la fuerza un régimen comunista sin apelaciones. Como médicos hipocráticos que arrastramos una tradición de 2500 años, no podemos mantenernos callados, no podemos ser funcionales a esta imposición que es absurda desde cualquier ángulo médico que se mire. La medicina argentina no se prestará a esta farsa y a la destrucción de nuestro país".
Inconsistencias e irregularidades en el relato oficial
El médico cirujano experto en medicina integrativa Gastón Cornu-Labat, quiso poner de manifiesto las irregularidades en el relato oficial.
"El manejo de esta pandemia está basado en tres autopsias que vinieron de un régimen comunista, de las impenetrables puertas del partido comunista. Basados en eso, protocolos planetarios, rígidos al punto de ser autoritarios de forma supranacional.
Han intentado disolver por completo la soberanía e independencia de cada nación. Italia tuvo que pagar el precio de miles de muertos antes de plantarse y descubrir elementos importantísimos de esta patología que resultaron ser contundentemente contrarios a las recomendaciones de la OMS. Todas las naciones tienen gobiernos soberanos, autoridades sanitarias y expertos idóneos en el campo de la salud.
¿Cómo es posible que estén todos estos sometidos a los dictámenes de la OMS? ¿Nuestros gobernantes resultaron ser tan sólo títeres a las órdenes de las élites globalistas del poder mundial? ¿No tienen nuestros gobiernos capacidad de cuidar a nuestros pueblos?
Esto, hasta ahora, es una vergüenza".
Conclusiones
El último en intervenir antes de dar por concluida la ponencia con las palabras del doctor Ruiz-Valdepeñas, fue el médico epidemiólogo Ramiro Salazar, coordinador del grupo de epidemiólogos de Argentina.
"Lo que estamos observando es que estamos frente a un plan global para someter a los pueblos del mundo bajo una excusa sanitaria. Los pueblos están siendo sometidos por una dictadura pseudo-científica y se ha borrado el concepto de las naciones, se ha borrado la independencia y la libertad de las mismas para tomar decisiones frente a problemas sanitarios en cada uno de los países. Esto va a generar problemas a futuro, más allá del coronavirus.
Hay que tener en cuenta que la epidemiología ha sido eliminada para ser reemplazada por políticos y periodistas que lo deciden todo en un canal de televisión. Se ha aterrorizado a la población a través de los medios de comunicación, se gobierna a través del miedo.
Estamos observando que hay una unidad de los políticos con la prensa, y se han censurando todas las opiniones médicas, epidemiológicas y sanitarias disonantes. No somos escuchados. La izquierda y la derecha están unidos en este plan como nunca lo estuvieron".
“Lo que estamos observando es que estamos frente a un plan global para someter a los pueblos del mundo bajo una excusa sanitaria”.
Para finalizar la ponencia, el conductor de las intervenciones quiso incidir en dos aspectos:
El primero, que ante la más que probable interacción de la enfermedad de la COVID-19 con los componentes de la vacuna antigripal adyuvada, el Ministerio de Sanidad no recomiende, ni mucho menos obligue a vacunarse a la población hasta que este tema se aclare.
El segundo, dirigido a la prensa. "Su papel en esta pandemia es de máxima importancia", dijo Ruiz-Valdepeñas, "desde aquí pedimos a los medios de comunicación un esfuerzo de responsabilidad, que sinceramente, no hemos visto hasta ahora. El bombardeo continuo de información y de datos de la pandemia sin ponderar adecuadamente ni la cantidad, ni la calidad de dicha información. De la gente mayor, que sólo ve la tele, muchos ya no salen de casa, y esto se lo debemos a los medios de comunicación. Cuando se comuniquen nuevos brotes, por favor, medios de comunicación, no aceptéis dar esa información a secas. Podéis decir, ha habido 300 casos de test positivos, pero a continuación hay que decir, pero el 98% son personas sanas, asintomáticas, y solamente hay dos con síntomas leves, y quizá haya uno en la UCI. Eso es una información completa y veraz. Lo demás es terrorismo informativo, y desde aquí lo denuncio".
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